Comentando un artículo de otro "blog" e intercambiando opiniones con otros comentaristas, se ha iniciado una controversia sobre la enseñanza.
No me ha parecido correcto tratar el asunto en un lugar donde sólo soy un invitado; allí donde me acogen procuro ser cortés, lo que me impide ejercer protagonismo alguno, pues creo que sólo cabe leer las opiniones del titular del "blog", comentarlas y, como mucho, intentar escribir algo grato como muestra de afecto y señal de apoyo.
A lo que iba. Un comentarista defendía la enseñanza de la filosofía, otro decía que la suprimiría por aburrida, yo criticaba -medio en broma, medio en serio- a los alumnos y me respondían negando la motivación del profesorado...
Creo que todos manifestamos dos errores mayúsculos: Calificamos el todo por la parte y generalizamos lo particular. Intentaré explicarlo.
Para ello me servirá como ejemplo la enseñanza de la filosofía. Detengámonos en el significado de la palabra. En griego, Filo nos describe al amigo -en el sentido del amante puro- y Sofía se refiere a la sabiduría, al afán del hombre por saber y conocer.
Pues bien; ¿álguien postula que carece de importancia, o que no es esencial, enamorarse del conocimiento?; ¿y no es irreal creer que se puede descubrir lo que ignoramos sin ayuda y sin esfuerzo?.
Yo mantengo lo contrario. No hay nada más hermoso que conocer y entender el universo, el mundo y la vida. Descubrir algo nuevo cada día exige esfuerzo y sacrificio. Y la realidad me ha convencido de que para aprender precisamos ayuda de quienes saben más que nosotros.
¡Y, aun así, qué despacio avanzamos!.
Y nadie nace aprendido... Y no hay mayor tristeza que creer que se "está de vuelta" de algo, pues implica negar la novedad, lo imprevisto, la infinitud de matices de la vida y el resultado inconmensurable de sus posibles combinaciones.
Por lo tanto, el problema radica más en la práctica de la enseñanza de la filosofía que en dudar del axioma "es preciso amar el saber y estimular el aprendizaje".
Abandonemos la teoría y "agarremos por los cuernos el toro" de la realidad..
Muchos estudiantes se encuentran con maestros (¡ ja !) que sienten tanta pasión por enseñar como por dedicarse a sexar pollos. Muchos maestros reciben estudiantes (¡ ja !) a los que sólo les motiva el ganar dinero y obtener bienes materiales, clara consecuencia del ambiente social en el que viven y del embrutecimiento que se busca mediante la masa.
Son escasos, además, aquellos que tienen habilidad natural para transmitir algo a otra persona. La rutina impera y aprender es ingrato, pues se repite año tras año prácticamente lo mismo. Sólo en la universidad, quien investiga innova; hacerlo sin medios y a base de imaginación es una labor de titanes, pero sólo desde la constante innovación del conocimiento puede lograrse atraer la atención del aprendiz.
Así, el estudiante que topó con un "nosecomollamarlo" hastiado de serlo, intentando aprender una materia en la que no vale utilizar únicamente la memoria, pura y dura, termina odiando materia, "nosecomo...", escuela y....
Y quienes tienen pasión por mostrar a otros lo maravillósamente divertido que es saber, topan con personas cada vez menos idealistas, pendientes de obtener ventajas materiales y prebendas, carentes de perseverancia,....
Pero por habitual que sea lo anterior, sólo descalifica al sistema que lo permite. La importancia de aprender y de enseñar se mantiene. La necesidad de saber matemáticas, filosofía, ..., es indudable.
Luego el estado del "todo" -la enseñanza- no puede llevarnos a triturar "la parte" -un área o materia de conocimiento-. Así, se suicidan hoy los españoles; ¿qué en Matemáticas y Filosofía hay muchos suspensos?.. ¡Es sencillísimo!; o las suprimimos o permitimos aprobar con un 3/10. ¡Ya nos "cargamos" el Griego y el Latín!. ¡Muerte a la Física y Química!. ¡Abajo la Historia!. ¡Acabemos con la Literatura!..........
Y aprovechan "lo particular".. Le "venden" al padre -que se dormía en clase- su "particularidad": "Escucha. Sí tú, cacho bestía, lo pasabas tan mal con las sumas.., ¿quieres que tu hijo se duerma con tanto garabato y con los cuentos de esos tíos tan antiguos?. Así te lo suspenden y no tendrá el graduao". A continuación aplican la experiencia particular a "lo general"... "Como no te gustaba estudiar los números.. ¿apoyas que suprimamos su estudio pa toos?". ¡Beeeeeeeee!.
La historia económica enseña que el hombre sin conocimientos es fácil de explotar. Por esta razón está ocurriendo lo que relato. Un capitalismo inhumano quiere maximizar el beneficio marginal a costa del empobrecimiento espiritual del hombre. Al comenzar el siglo XIX a los españoles les dió por gritar ¡"Vivan las caenas"!. He vivido muchísima violencia.. Siempre sentí que nacía del miedo y este de la ignorancia.
Me siento viejo, un "bicho raro", alejado de lo que se estila. Me encanta aprender cada día; estoy enamorado de la vida. Y considero un reto personal todo aquello que desconozco.
¿Y vosotros?.
No me ha parecido correcto tratar el asunto en un lugar donde sólo soy un invitado; allí donde me acogen procuro ser cortés, lo que me impide ejercer protagonismo alguno, pues creo que sólo cabe leer las opiniones del titular del "blog", comentarlas y, como mucho, intentar escribir algo grato como muestra de afecto y señal de apoyo.
A lo que iba. Un comentarista defendía la enseñanza de la filosofía, otro decía que la suprimiría por aburrida, yo criticaba -medio en broma, medio en serio- a los alumnos y me respondían negando la motivación del profesorado...
Creo que todos manifestamos dos errores mayúsculos: Calificamos el todo por la parte y generalizamos lo particular. Intentaré explicarlo.
Para ello me servirá como ejemplo la enseñanza de la filosofía. Detengámonos en el significado de la palabra. En griego, Filo nos describe al amigo -en el sentido del amante puro- y Sofía se refiere a la sabiduría, al afán del hombre por saber y conocer.
Pues bien; ¿álguien postula que carece de importancia, o que no es esencial, enamorarse del conocimiento?; ¿y no es irreal creer que se puede descubrir lo que ignoramos sin ayuda y sin esfuerzo?.
Yo mantengo lo contrario. No hay nada más hermoso que conocer y entender el universo, el mundo y la vida. Descubrir algo nuevo cada día exige esfuerzo y sacrificio. Y la realidad me ha convencido de que para aprender precisamos ayuda de quienes saben más que nosotros.
¡Y, aun así, qué despacio avanzamos!.
Y nadie nace aprendido... Y no hay mayor tristeza que creer que se "está de vuelta" de algo, pues implica negar la novedad, lo imprevisto, la infinitud de matices de la vida y el resultado inconmensurable de sus posibles combinaciones.
Por lo tanto, el problema radica más en la práctica de la enseñanza de la filosofía que en dudar del axioma "es preciso amar el saber y estimular el aprendizaje".
Abandonemos la teoría y "agarremos por los cuernos el toro" de la realidad..
Muchos estudiantes se encuentran con maestros (¡ ja !) que sienten tanta pasión por enseñar como por dedicarse a sexar pollos. Muchos maestros reciben estudiantes (¡ ja !) a los que sólo les motiva el ganar dinero y obtener bienes materiales, clara consecuencia del ambiente social en el que viven y del embrutecimiento que se busca mediante la masa.
Son escasos, además, aquellos que tienen habilidad natural para transmitir algo a otra persona. La rutina impera y aprender es ingrato, pues se repite año tras año prácticamente lo mismo. Sólo en la universidad, quien investiga innova; hacerlo sin medios y a base de imaginación es una labor de titanes, pero sólo desde la constante innovación del conocimiento puede lograrse atraer la atención del aprendiz.
Así, el estudiante que topó con un "nosecomollamarlo" hastiado de serlo, intentando aprender una materia en la que no vale utilizar únicamente la memoria, pura y dura, termina odiando materia, "nosecomo...", escuela y....
Y quienes tienen pasión por mostrar a otros lo maravillósamente divertido que es saber, topan con personas cada vez menos idealistas, pendientes de obtener ventajas materiales y prebendas, carentes de perseverancia,....
Pero por habitual que sea lo anterior, sólo descalifica al sistema que lo permite. La importancia de aprender y de enseñar se mantiene. La necesidad de saber matemáticas, filosofía, ..., es indudable.
Luego el estado del "todo" -la enseñanza- no puede llevarnos a triturar "la parte" -un área o materia de conocimiento-. Así, se suicidan hoy los españoles; ¿qué en Matemáticas y Filosofía hay muchos suspensos?.. ¡Es sencillísimo!; o las suprimimos o permitimos aprobar con un 3/10. ¡Ya nos "cargamos" el Griego y el Latín!. ¡Muerte a la Física y Química!. ¡Abajo la Historia!. ¡Acabemos con la Literatura!..........
Y aprovechan "lo particular".. Le "venden" al padre -que se dormía en clase- su "particularidad": "Escucha. Sí tú, cacho bestía, lo pasabas tan mal con las sumas.., ¿quieres que tu hijo se duerma con tanto garabato y con los cuentos de esos tíos tan antiguos?. Así te lo suspenden y no tendrá el graduao". A continuación aplican la experiencia particular a "lo general"... "Como no te gustaba estudiar los números.. ¿apoyas que suprimamos su estudio pa toos?". ¡Beeeeeeeee!.
La historia económica enseña que el hombre sin conocimientos es fácil de explotar. Por esta razón está ocurriendo lo que relato. Un capitalismo inhumano quiere maximizar el beneficio marginal a costa del empobrecimiento espiritual del hombre. Al comenzar el siglo XIX a los españoles les dió por gritar ¡"Vivan las caenas"!. He vivido muchísima violencia.. Siempre sentí que nacía del miedo y este de la ignorancia.
Me siento viejo, un "bicho raro", alejado de lo que se estila. Me encanta aprender cada día; estoy enamorado de la vida. Y considero un reto personal todo aquello que desconozco.
¿Y vosotros?.
1 comentario:
lo primero que se debería enseñar es a aprender, a querer saber por el gusto de saber. En fin...
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