Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

domingo, 14 de diciembre de 2014

La verdad


Hacia el fin del Adviento, preparación y anticipo de Navidad, tras encender las velas del amor, de la paz, de la tolerancia y de la fe, que acabarán consumidas -bien lo sé-, pero que renacerán una y otra vez en días venideros, quiero transmitirles algo. Con torpeza, pero algo que voy entendiendo con los años...

Sea cual sea el ambiente en que cada uno vive, sea cual sea la capacidad económica de la que dispone, sea cual sea aquello en lo que cree -o no cree, que es también una forma de fe-, sean cuales sean las circunstancias del momento, sea lo que sea, lo cierto es que se reúnen las gentes en busca sentirse unos a otros. Proclamamos deseos de Paz -con mayúscula- y Felicidad -también- que después no ponemos en práctica. Es cierto..

El primer paso es la Familia. Y no he encontrado un árbol más adecuado a lo que digo que el que veis. Está en todas las casas, no deja de ser esencia de hogar -nunca mejor dicho- y muestra de que a la postre todos limpiamos junto a otros la suciedad.

Nos reunimos. En familia. Con nuestras cosas, que muchas veces... Pero nos reunimos. Y se sonríe más lo lo que es habitual. Está bien... Nos acercamos en busca de calor, de lo que únicamente podemos tener a través de otros: Humanidad. Fracasamos, si, pero retornamos a lo mismo. Y es que somos Hijos de Amor y siempre iremos en su busca. Rabiando, negándolo. Pero en su busca. Lo necesitamos. Sin Él dejamos de Ser.




PAZ Y ESPERANZA

jueves, 11 de diciembre de 2014

Ese instante...

Negro Rojo Negro
Mark Rothko - 1968
Óleo y papel encolado sobre lienzo - 83 x 65 cm
Colección Abelló


Me siento raro. Este artículo no es más que el relato de algo que me ha sucedido, mientras que el resto de los que contiene la etiqueta Arte de este blog exponen mi opinión sobre un autor u obra concretos, o me sirvieron de apoyo para mostrar lo que sentí en algún momento. Y no sé bien como enfocarlo, pues inevitablemente tengo que hablar de mí y no es fácil. Creo que lo mejor será contarles lo que me ha ocurrido en el mismo orden que pasó, trasladarles lo que dije e intercalar mis sensaciones. A ello pues.

He visitado alguna exposición estos días. En una de ellas estaba la pintura que encabeza este artículo. Recorrí las salas despacio, sin dedicar atención a los cartelitos que aclaran obra, autor y alguna otra cosa. No piensen que lo hago ni por soberbia ni por tener gran conocimiento del Arte, sino porque lo único que busco son sensaciones, placer, pinceladas, cromatismos, composición,...; que la obra sea de no sé quien o se titule no sé como me resulta indiferente. Por experiencia, estoy convencido de que la mejor manera de asimilar algo es el placer que proporciona lo que sea.

Tuve mala suerte, pues mi visita coincidió con una guiada de un grupo numeroso. Para quien como yo busca contemplar y dejar que algo le penetre, oír, quiera o no, el sonsonete de sus datos no resulta agradable. Comprendo y apoyo la visita guiada, pero creo que debería realizarse en un horario distinto al del espectador puro y duro. Así que en lugar de seguir la disposición de las obras en el orden en que el comisario de la exposición las había situado, para que quien las contemplase pudiera escuchar como dialogan entre ellas en silencio, fui de aquí para allá evitando coincidir con el grupo y las explicaciones de la guía.

Permítanme hacer un inciso para aclarar lo del diálogo. Las obras se exponen con algún criterio, sea el cronológico, que nos permite comprobar la evolución pictórica, sea mediante secuencia de estilos, por lo mismo de antes y porque nos ayuda a escuchar los lenguajes visuales que los artistas han desarrollado para expresarse, sea, en fin, oponiendo obras de épocas tan distintas que su confrontación nos obligue a aceptar que el Arte lo es en si mismo con independencia de su técnica. Así, en la exposición a la que me refiero podían verse, sin moverse de un punto concreto, un Greco girando la vista a la derecha y un Bacon haciéndolo a la izquierda.

Sigo. Decidí adelantarme y centrarme en la contemplación de un cuadro, el de la imagen que abre este artículo. Frente a él había un banco vacío y me senté para entregar mi mirada a la pintura y dejar que esta me hablase.. El Arte no habla sin parar; está silencioso, luego, cuando quiere susurra algo, luego calla y puede que no hable más. Y hay veces que te arrolla y se abre....

Al rato llegaron la guía y su gente. Ella se colocó a un lado del cuadro, el grupo lo hizo en semicírculo alrededor y me quedé sentado en el centro de este y sin nadie delante. La guía comenzó diciendo que estaba ante el segundo cuadro más valioso de la exposición -gran detalle artístico-, pues el Bacon aún era más caro. Apasionante. Aclaró luego que Rothko sabía pintar bien -¡sorprendente!- a pesar de lo que se podía pensar al ver la obra. Comentó que el banco estaba puesto precisamente allí porque era una obra que exigía dedicarse a contemplarla durante un buen rato y habían pensado que el banco invitaba a hacerlo, y preguntó si aquella pintura le gustaba a alguien.... Silencio general.

Nueva pregunta. ¿Quizá le guste al caballero que está sentado?. Y el caballero contestó con un movimiento afirmativo de su cabeza. Sonrisa de la guía.. ¿Quiere explicarnos por qué?. Suspiré con suavidad y me levanté lentamente; avancé y me coloqué junto a la pintura, en el lado contrario al que estaba la guía. Y hablé...

Negro, rojo, negro. Color. Aparentemente no hay más. Una banda roja situada sobre un fondo negro que la desborda hacia arriba y hacia abajo. Negro, suma de todo color. Cromatismo puro. ¿Qué es la pintura, color, dibujo?. La pintura, el Arte, es un lenguaje; hay quien logra jugar con las palabras tan maravillosamente que es capaz de mostrar a los demás lo que siente. Otros lo hacen con sonidos, con la música. Pero hay quien no tiene habilidad ni con la palabra ni con el sonido. Con todo, necesitan expresarse. Sienten y lo hacen con pasión.

Recurren a otro tipo de lenguaje. El Arte. Como cualquiera de nosotros, intentan trasladar sentimientos, tristezas, odios, amores, dolor, ... Y sus manos describen mediante trazos y colores. Fíjense.. El rojo es el color de la sangre, de la vida; reparen en que los bordes están deshilachados.. Esa banda es como un reflejo de la existencia; a veces intensa, a veces desgarrada. Pero la vida no es solo pasión, grandes experiencias, felicidad; vivir es también sumar momentos de dolor, de preocupación, de duda sobre lo que nos espera. Y a mis años les aseguro que hay felicidad, pero mucho esfuerzo, grandes tristezas, ..; negruras, en fin. El cuadro no es más que nuestra vida. La de cualquiera. Nosotros ponemos los detalles. Algo así como contemplar el fuego en una noche de invierno mientras estamos solos. Y hay que ser un artista enorme para llevarnos a ella mediante dos colores, rojo y negro.

En estas una señora me preguntó: ¿Cómo le gusta vivir?. Mire usted, respondí, hay dos maneras de vivir; imagínese que la vida es un río. Puede sentarse a verla pasar y apreciar cuanto sucede ante sus ojos; pero también puede desnudarse, bajar, entrar en el agua y viajar con la corriente experimentando cuanta le ocurra durante la travesía. Me miró y comentó: Ya sé cual es la suya; y sonrió.

Y ante mi sorpresa y cierto desconcierto, la sala entera comenzó a aplaudir. Alcancé a ver como me miraban dos mujeres jóvenes, emocionadas y sonrientes. La guía aplaudía más que nadie mientras repetía: No estaba preparado, ¿eh?. Les aseguro que me quedé parado, sin saber que hacer. Quizá fue eso que dicen mi momento de gloria.


sábado, 22 de noviembre de 2014

Pasa la vida...

Esta mañana leí este artículo y recordé.. Recordé un anochecer de hace muchos años, cuando acababa de terminar el bachillerato y preparaba la oposición. No sé como será hoy, que oigo que "mi hija ha aprobado la oposición, pero sin plaza", cuando por principio una oposición no se aprueba nunca, pues si hay X plazas las X mejores calificaciones la superan. Y sanseacabó. El resto son demostraciones de gente inculta.

¿Ven?; soy viejo. Cada dos por tres divago. Pero los años tienen también cosas magníficas, como que uno comienza a distinguir entre la bruma esbozos de respuestas a preguntas que nunca hizo, pero que hay que contestar para saberse. Saberse...; cada vez que reparo en ello sonrío con cierta tristeza. ¡Qué poco sé y nada supe antes, sobre mi y los caminos que seguí!.

Los dueños de la academia preparatoria tenían las ideas clarísimas. Lujos cero, dureza sin cuento, exigencia toda. Y los aspirantes a pretendientes tenían la misma calaña, que los recién incorporados asumíamos con rapidez al procurar sobrevivir en aquel ambiente. Llegué con 16 años y convivía con quien tenía 30, pues a quienes provenían de la Guardia Civil o eran suboficiales del Ejército se les permitía presentarse con más edad. Y es que obtener plaza costaba años. La preparatoria tenía unas habitaciones alquiladas en una casa. No recuerdo que hubiese siquiera retrete y si no estábamos en clase, teníamos la calle.

Aquel anochecer esperábamos en la calle a que se iniciase la clase. Formábamos un grupo en la acera, en el que los más curtidos llevaban la voz cantante y los nuevos nos manteníamos en silencio, escuchando momentos vividos, tanto durante las pruebas de años anteriores como de sus vidas. Con todo, siempre había algún imprudente que metía baza en ocasiones a pesar de no saber bien de lo que hablaba; y ese fue el caso. La mayoría estaban lejos de su tierra y de sus familias; se hablaba de los padres...

Alguien que no recuerdo hablaba del suyo; lo hacia -así lo comprendo hoy- no ya desde el respeto sino desde la lejanía, tanto física como emocional, pues más que describir con cariño a un hombre real esbozaba un ser imaginario a quien le gustaría tener a su lado en aquel momento para evitarle sufrir el esfuerzo tan duro que hay que asumir para crecer.

En aquel momento intervino... Veo ahora mismo su cara con toda nitidez. Era gallego y guardia civil; colgaba de sus labios un pito de Ideales, de los de papel amarillo; de pelo muy negro ensortijado.. Habló con un cerrado acento gallego: ¿Qué padre tienes? Carallo, no sabes quien es. ¿Qué crees, qué ni siente ni padece?. Tu padre es un hombre como todos, como cualquiera de nuestros padres. ¿Mira, ves esa tía?. Pues tu padre, si la viese, la desearía; como tú, como yo, como todos nosotros, que estamos más salidos que una mona.. Si quieres a tu padre rapaz, comienza por sentirlo como es.

No recuerdo más. No hace falta más. Capté con viveza lo que mi antiguo quería decirnos. Solo podemos vivirnos unos a otros si sentimos enfrente la realidad del otro, con sus negruras y también sus bondades, que de todo tenemos. ¡Realidad, realidad, y no personajes inventados para no tener que esforzarnos al vivir!.

Tengo 66 años. Comienzo ahora a vislumbrar la realidad de mis padres. Si lo hubiese hecho desde que era joven no hubiese cambiado mucho mi vida, que todos mis fracasos me los he ganado a pulso yo solito, sin ayuda de nadie. Pero posiblemente mi mirada no sería a veces tan triste......

martes, 4 de noviembre de 2014

Sensaciones de un fisgón

Ayer puse un cuadro en mi página de Facebook y mantuve con una amiga un diálogo a bote pronto sobre lo que ambos íbamos sintiendo. Yo jugaba con cierta ventaja, pues ella es una persona que se abre a lo que contempla y deja que le inunden sensaciones, sin defenderse. Esto, lisa y llanamente, es el único camino para saber (de) y sentir el Arte.

Punta es Baluard de la Riba d'en Pitxot, Cadaqués
Salvador Dalí
c.1919 - Óleo sobre lienzo - 20.3 x 28 cm.
The Salvador Dalí Museum - San Petersburgo (Florida). USA.
Antes, en la Colección E. y A. Reynolds Morse, Cleveland (Ohio).


Contémplenla. Dejen que transcurra el tiempo. Permitan que sus colores vayan creando respuestas en su mente. Olvídense de quien la creó, en que año, cuanto mide, donde está, cuanto vale y todos esos detalles secundarios que suelen contar los guías sin pasión, aquellos para quienes la vida se reduce a comer, cagar y dormir. Miren, miren, miren... Poco a poco irán naciendo sensaciones en su mente, quizá recuerdos de algún lugar, momentos vividos; podría suceder que hasta reaccionen físicamente. Irán deduciendo lo que sentía el pintor, por que se decidió por ese paisaje, que le unía al lugar, por que pintaba con ese estilo concreto, si lo que ven es obra primeriza o no. Déjense llevar... Se lo ruego. Solo tenía 14 años cuando habló con el color, que un niño todavía no sabe decir demasiado bien con palabras lo que siente el corazón y este se desborda a cada instante. Como el mío por la niña rubia en tarde agosteña.

Pero como esta noche soy yo mismo, un simple fisgón de pueblo, que vive entregando la mirada, imaginando la vida y creando historias según lo que transcurre ante sus ojos, necesito mostrarles otra obra, también de Salvador Dalí. Y desde este mirador voy a hacer lo mismo que les he pedido: dejar suelto el pensamiento e ir escribiendo aquí lo que va naciendo en mi mente.

Dos chavales gitanos
Salvador Dalí
c. 1921 - Gouache sobre papel - 49.5 x 74.5 cm
The Salvador Dalí Museum, St. Petersburg (Florida)
Proviene de la Sala Gaspar, Barcelona - Colección E. and A. Reynolds Morse, Cleveland (Ohio)

Los ojos de los chavales me atraen como imanes al hierro. Me quedo quieto, fija la mirada en ellos. El resto del cuadro se difumina. Sus miradas me atrapan. Yo también miré así. Mirada lejana, mantenida, que solo ve dentro de uno mismo. Poco a poco voy percibiendo un matiz..; el niño de nuestra izquierda mira dentro de si, pero tengo la impresión que el de nuestra derecha nos contempla, sintiéndonos extraños a su mundo, para poder centrarse aún más en sus ausencias y pasiones.

Pudieran ser hermanos. Se llevan muy poco... Tan juntos, tan niños.. Anímicamente se parecen como dos gotas de agua.{Con cinco años, sus padres lo llevaron a la tumba de su hermano y le dijeron que él era su reencarnación, una idea que él llegó a creer. De su hermano, Dalí dijo: ..nos parecíamos como dos gotas de agua, pero dábamos reflejos diferentes... Mi hermano era probablemente una primera visión de mí mismo, pero según una concepción demasiado absoluta}.

¿Qué sienten para mirar así, qué han vivido?. Ausencia; alguien falta. Soledad. Posiblemente, el pintor utiliza la imagen de los niños como recurso para hablarnos de si mismo; ¡es tan duro confesar lo que uno siente y más cuando el alma salta en jirones! {En febrero de 1921 su madre murió a consecuencia de un cáncer de útero. Dalí tenía 16 años. Sobre la muerte de su madre diría más tarde que fue "el golpe más fuerte que he recibido en mi vida. La adoraba. No podía resignarme a la pérdida del ser con quien contaba para hacer invisibles las inevitables manchas de mi alma"}.

Todo gira en torno a esas dos miradas. El pintor nos habla de algo -lo que sea, que cada uno sienta lo que sea-, pero lo dice a través de dos niños, de sus ojos, de como miran. Por eso los sitúa al frente y en el centro de la obra. ¡Es qué se salen del cuadro!. No cuida el detalle, pues todo lo describe mediante manchas y intensos colores planos. Pero nos habla, ¡claro que nos habla!; quiere sensaciones y no razones. La ropa de los niños..; no hay dinero, viven en la calle, son gitanos. Lo que cuentan sus ojos no tiene nada que ver con lo superfluo, sino con la intimidad misma de cada uno.

Tras ellos, un pueblo, un lugar pequeño, sin otra importancia que la vida de sus gentes, de como transcurre la existencia. Una plaza, sin más detalle que unas pocas prendas de ropa de colores tendida entre dos árboles cualquiera. Atardece, que la luna asoma ya para sus hijos, gitanos de verde luna, para una mujer sin rostro, chal de oro, falda de sangre desteñida ...

Sobre el rostro del aljibe,
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua. 
La noche se puso íntima
como una pequeña plaza. 
.........
Verde que te quiero verde. 
Verde viento. Verdes ramas.

A nuestra izquierda, un hombre encorvado, que la vida pesa, anónimo de cara y presencia, toca un organillo que nadie oye. ¡Y qué más da!, que toca sus dolores, para oír algo que le recuerde que está vivo, aunque él dejó hace tiempo de sentirse así. Casas vacías, chimeneas frías, ventanas cerradas. Nadie más en la plaza. Brincan en el aire sonidos limpios....

Ajo de agónica plata
 la luna menguante, pone
 cabelleras amarillas 
a las amarillas torres. 
La noche llama temblando 
al cristal de los balcones, 
perseguida por los mil 
perros que no la conocen, 
y un olor de vino y ámbar
 viene de los corredores.


Al fondo, a nuestra derecha, se escapa o viene una calle, que todo lo que se pinta en diagonal se mueve y no sé bien si se desliza, como la existencia, hacia mí o yo la dejo atrás. Puede que los niños hayan venido por ella y pasen de largo, casi rozándome, como me sucede tantas veces con tanto y yo sin enterarme; puede que los niños estén quietos, mirando solo, pues vale lo que se dice con los ojos, que las palabras sirven más para engañar. Puede que aquella calle no sea más que la descripción de la vida que dejamos atrás o puede que sea camino que nos conduce a lo que no sabemos, ya que somos caminantes y el camino se hace al andar.....

martes, 14 de octubre de 2014

Silencio, mirada, pasión

Es de noche. Sentados en una terraza casi vacía cara al mar. Ella, pelo corto, ojos grandes, almendras negras que brillan como brillantes, de mirada directa. Él, muy moreno, enjuto, hablar calmado de palabra firme y segura. Les han servido un helado. No son naturales de estas tierras, aunque su palabra es española; emigrantes del Magreb, quizá. Él habla bajo, ella escucha. Escucha y mira.

Llegan a mis oídos retazos de lo que afirma el hombre, pues no dialoga sino que se vacía despacio, desnudándose y mostrando orgulloso alma, corazón y vida. De vez en cuando calla, como si quisiese escoger algo de su intimidad que aún no ha entregado y parirlo para que ella lo acoja. Durante sus silencios mueve lentamente la cucharilla de plástico y recoge algo de helado que lleva hasta su boca, dejando que su mirada se pierda donde ni él sabe. Ella hace el mismo gesto, pero en absoluto silencio. Ella no habla. Ella solo le prende totalmente con su mirada, penetrante, sin apartar los ojos ni un instante, mientras se mantiene ligeramente inclinada hacia él.

Él le dice recto, con verdad: Cuando tú levantas de la cama y te vas, yo ya no duermo. Imposible. Solo vacío. Ella no contesta. Le contempla. Sabe que no puede responder lo que él sueña. Le mira y sus ojos, fijos en la cara del hombre, le bañan el rostro con la misma luz intensa con que la luna baña el mar. Quedan en silencio. Y mientras él, que en ningún momento se ha quejado, vuelve a dejar que su mirada de concentre en lo más íntimo, ella, abrazando con sus ojos al hombre con tal pasión que la luz muestra ser pura materia, adelanta despacio la mano, toma una pizca del helado de él, lo deposita y lo derrite entre sus labios de carne y sangre.

Y la noche queda en silencio. Sin aire

miércoles, 1 de octubre de 2014

El Viaje (2)

Y a la cama, tras mis días de niño.... Que llegarían días jóvenes, de fuerza, con las hormonas disparadas, la voz cambiante, y el instinto por guía, que a esas alturas no existe otra ciencia que la del impulso y despropósito. Pero no está mal. El Viaje sigue... Y crecer es viajar, acumular a veces equipaje, soltarlo otras, elegir destino y subir al tren de la Vida, o dudar, no atreverse y dejar pasar, de manera  que nace un recuerdo y aparece una duda que existirá siempre.

Allí, en el pueblo, el niño fue encontrando amigos, que acompañaron sus horas, que le entendían lo que otros no; amigos a quien contar magníficas historias, que daba igual que fuesen ciertas o inventadas. Creció él, crecieron ellos, y de paseos y charlas pasó a notar que cuando veía a aquella chica brotaban los sueños; y tras una chica fue otra y luego otra y .., aunque los sueños siempre fueron los mismos. Simplemente, alguien le tenía en cuenta, para alguien él era maravilloso y no el perdulario que contemplaba descorazonado cada mañana en el espejo nada más levantarse.

Y claro, tanto fue el cántaro a la fuente que una tarde agosteña, bajo un platanero de la plaza, hablando él sin saber que decía, una chica de cabello hijo del sol y ojos de la mar le bañó en sonrisas, y le propuso acertijos que eran bromas .... Desde ese instante descubrió alelado que era Ella. Pasaron los años, dudas e intentos, y una noche quedó grabada a fuego en el alma, pues entrelazaron sus manos y se dijeron por primera vez un te quiero. Te quiero.... Y en la sombra de una calle, en el silencio de una noche, aún no sabe si entregó o le ofrecieron el primer beso enamorado.

En el pueblo, el niño, ya grande, aprendió la grandeza y maravilla del amor. Vivió la amistad. Madrugadas en voz baja en el Pasaje, prendida el alma por el batir de olucas en la arena de la orilla, mientras la Luna, la madre de la magia, vestía de blanco la mar. Vivía aprendiendo, sin parar un segundo, mientras iba de la Zeca a la Meca por las Siete Villas o marchaba imitando a Nuvolari unas veces a Bilbao y otras a Santander, que no solo de romerías, playas y pequeños achuchaderos vive la Humanidad.

Aprendiendo.. Les confesaré algo. Pero no lo cuenten, que como casi todo lo mío no merece la pena y suele mostrar más que nada mi torpeza. Recuerden que era un niño grande, que para ser hombre hay que viajar lejos y tomar muchos trenes. Pues viene a resultar que una tarde subimos a Peña Cabarga, en cuya cima había un bar elegante sin apenas público y en el que decidí quedar como .. ¡y yo que sé!. ¡Sí señor; cómo todo un hombre de mundo! Llevaba 250 pesetas aquella tarde -el litro de la mejor gasolina rondaba las 6 pelas-, todo mi capital, y mientras ella -la mujer sin duda tiene la cabeza sobre los hombros- pedía una Coca Cola, este memo -suyo siempre- descubrió en las estanterías una botella de cognac Napoleón y ¡hala macho, qué son dos días y de esta das el golpe!

Dios mío... Cual mezcla de David Niven y Sean Connery pedí con firmeza: ¡Una copa de Napoleón!. Y el barman, con estilo señorial, atendió mis deseos. Según daba sorbitos -que entonces los licores no eran lo mío y me sentaban como un tiro-, comencé a pensar: lo que te va a costar, campeón; no tienes suficiente dinero... Tardé tanto en pedir la cuenta que un poco más y aún estamos allí. Al fin y con voz de pito, pregunté cuanto era y .... 242 pesetas señor, me dijo quien vestía black tie mientras clavaba sus ojos en mí. Aún sigo teniendo pesadillas.

Sigue el Viaje. El niño grande no paraba, quería y necesitaba coger muchos trenes y recorrer rutas, aprendiendo todo lo que ignoraba. Ya le dijo Ella años después: te notaba unas ganas enormes de volar. El niño grande tenía que madurar; en todo. Y viajó a muchos lugares, convivió con gentes de otras lenguas y costumbres, comió cosas muy raras, trabajó en muchas y diversas cosas, estudió, leyó,.. Y sufrió, sufrió mucho.

El hombre volvía al pueblo. Iba enterrando a sus mayores. Viajes cortos, a la playa donde amó tanto, donde rió siempre, donde no entraba en los días grises de mala mar pues imponía el ronco bramido de la bruma. Y cogía de nuevo el tren que le alejaba de sus amores. Ahora ya no queda nadie a quien enterrar. El niño ya es hombre, aunque lo duda a veces. Y hace unos días volvió al pueblo...

No conocía a nadie. Pero encontró a Chomin. Este según le vió dijo: ¿No eras el novio de MJSM?. Unas pocas palabras, funden el alma. Siempre... El hombre quiso ser niño de nuevo y bajar del tren en la estación tras su viaje mágico. Preguntó.... Chomin le contestaba mirando fijo. A G le enterramos hace año y medio... ¿Y P?. Se ahorcó en 2010.

El Hombre se fue y ya solo, al anochecer, salió a la terraza de la casa, se sentó mirando sin ver la mar

Y lloró

domingo, 28 de septiembre de 2014

El viaje (I)

Noche mágica de un niño, pues la magia nace de la luna, como cuando le llevó su madre a la capilla por pasillos desiertos para asistir a la Misa del Gallo o cuando contempló la ciudad desnuda y sola desde las ventanillas del coche mientras bajaba, también con su madre, a recoger en la estación a su hermano mayor que llegaba de madrugada. Los recuerdos despiertan... O cuando recorría de la mano de su abuelo, silenciosos ambos, la noche bilbáina por calles apenas iluminadas y aún con esqueletos que fueron casas, hijos de la guerra.

Pero la magia imborrable sería la del viaje. El expréss salía para Bilbao a las 02,50, aunque solo sobre el papel, que aún recuerda cuando lo hizo a las 09,00 y pasó la noche entre los andenes, la cantina, la sala de facturación y otras maravillas llenas de sorpresas de la estación de Campo Sepulcro. Luego, el departamento, de tejidos espesos, maderas oscuras, mesitas plegables y algún desconocido. Pero sobre todo, paisajes..., como también se llamaba la revista de la RENFE que miraba siempre en casa del abuelo.

Niño de nariz fundida con el cristal de la ventanilla, paladeando lugares mágicos que existían, aunque para él solo fuesen visiones que pasaban ante su mirada de ojos muy abiertos. Castejón, vías, humos, negrura y soledad; viuda de Solano, pastillas de café con leche, Logroño; .. Pero sobre todo, ¡Orduña!; allá arriba, la Virgen de la Antigua, abajo nosotros, pequeñitos dentro de un gusano metálico al que había que uncir otra máquina suplementaria, que si no, no subía y eso soltando carbonilla a chorros, que se metía en el ojo con gran facilidad y te hacia llorar.

Ya en Bilbao, en una calle muy corta, tras bajar las escaleras de Abando, parábamos siempre en La Concordia, café señorial donde los hubiese, de asientos tapizados en cuero rojo y camareros con delantal blanco hasta el tobillo. ¿Qué desea el señor?. Y el señor tenía unos 10 años, pero iba aprendiendo así a comportarse como tal. En aquel lugar comencé a saber lo que era almorzar un excelente filete Café de París, a conversar bajo, a  tratar con respeto, ... A todas esas costumbres tendentes a convivir sin molestar y que hoy una piara de zafios describen ignaros como de pijos.

Subiendo dichas escaleras se alcanzaba la entrada a la estación de Abando, de la RENFE, pero si nada más hacerlo viraba uno a la izquierda se dirigía a la estación de FEVE, paralela a la anterior y desde donde arrancaba a las 14,00 el tren para Santander. Y si ya desde Orduña mis ojos se iban llenando de montes y verde oscuro, la vía estrecha desde Bilbao a Santander transcurría por un canal vivo de verde claro, que se abría de golpe en ocasiones, tras alcanzar el Valle del Asón, a espacios donde la mirada podía perderse a lo lejos en busca de sueños. Bajábamos del tren en la pequeñísima estación de Cicero, donde tomábamos el autobús que llevaba a los viajeros al pueblo por la carretera de los puentes, ya que nuestra casa familiar está en lo que es en realidad una isla y se llega bien sobre las marismas bien sobre un estrecho arenal que más de una vez superó el Cantábrico.

En el pueblo mi vida era libertad. Despertaba a la mañana en un silencio roto por las ruedas del carro del lechero en el empedrado de la plaza donde se alzaba la casa y me llenaba el olor a pan tierno de tahona, recién horneado en Harino Panadera. Desayuno de pan cortado de bolla marinera tostado al fuego, que no había modernidades, untado con mantequilla hecha batiendo nata, que se conservaba entre hojas de helecho. Y luego, salía a la calle, que nunca acera, pues los vehículos que solía ver eran la tartana del alcalde, tirada por un borrico y con asiento de listones de madera de colores, y una rubia, que no era otra cosa que un coche no muy grande con una carrocería de dos volúmenes -lo que hoy llamamos familiar- en la que las puertas laterales y trasera eran de madera clara.

Pasaba los días con Nandín, marinero que ya no embarcaba y cuidaba en tierra los almacenes del armador -que eso era mi abuelo-, empleo conocido en la mar como el anciano. Pegado como una lapa, le veía calafatear los botes auxiliares que luego embarcarían para pescar parrocha durante la época de pesca a cebo vivo durante la costera de bonito, o llevar un arte en el carro al Muelle Viejo, que aún no existía el Nuevo. Cuando Nandín se alejó en la niebla, me heredó su sucesor, Agustín, a quien mis amigos y yo llamábamos señor Agustín; nos llevaba a las marismas en un bote a pescar a mano cámbaros cerberos, que en otras tierras sé ahora que llaman nécoras, y a llenar garrafas de agua dulce, clara y fresca de una fuente que manaba a la mar entre unas rocas.

Agustín, que semejaba ser escocés, de tez rubicunda y ojos azul claro, de piel curtida por el viento, cruzada por cuanta cicatriz puede tallar la vida y tostada por sol de invierno, no había tenido suerte en la vida. Llegó a ser patrón y luego a armar y arranchar su propio barco, pero roló su suerte y acabó de marinero en el rol de alguno de los Ríos de nuestra casa, pues todos los barcos de abuelo eran Río algo, desde que perdió el María Isabel con 16 tripulantes de los que nunca más se supo.

A la atardecida marchaba con el abuelo a La Costera, la emisora de la Cofradía instalada en La Venta, que no es más que lo que llaman en otros lugares Lonja. Allí entraba en el Pósito, el almacén general donde los barcos encontraban todo lo que necesitaban para arranchar durante las mareas -tiempo en que el barco se mantiene pescando en la mar-. Y desde allí viví una galerna de verdad y no esas mariconadas de los metereólogos de hoy, con todo el pueblo en la plaza, de pie y en silencio frente a Teléfonos, que en las casas no había. Salía una de las telefonistas a la acera y decía: El Santa Teresa de Jesús entró en Gijón; y veías como unas mujeres y unos niños se abrazaban. Mientras, el resto era silencio.

Una galerna.... Mar llana, en calma, rizada, marejadilla, marejada, fuerte marejada, gruesa, muy gruesa, arbolada y montañosa. Aquella hizo pasar la mar sobre Berría, llevándose casas y carretera. En casa retemblaban todas las ventanas, aun estando bien trancadas, el barómetro caído a tope, y durante las pleamares, lloviendo, la mar ocupaba el pueblo; en casa, entró en el portal y llegó al segundo escalón de la escalera. Montañosa..; son muros de agua de 20 metros de altura que vienen hacia uno... 20 metros.. Un edificio de unos 9 pisos... Se recuperó el casco de un barco; una ola había arrancado el puente, con quien estaba atado al gobernalle. La tripulación estaba en los relinchos -el área interior donde duermen-; habían clavado las entradas.

Dejémoslo atrás, que no lo olvidemos. Decía que tras La Costera acudía, acompañando a mi abuelo, a casa de mi tio, en cuya planta baja se abría desde un almacén de vinos hasta una pequeña fábrica de conservas, pasando por una sala donde daban meriendas previo encargo y una larga barra desde la que despachaban buen vino de Rioja, embutidos y latas de conservas. El local disponía de amplias mesas de pies de hierro y tablero de mármol, donde los marineros bebían chiquitos, acompañándose de una galleta maría, mientras alguno dibujaba a lápiz sobre el mármol cualquier pez, mostrando un dominio y una finura que convertían su obra en Arte.

Terminaba el día en la cocina, donde tras cenar mi abuelo fumaba un cigarrillo, convirtiendo aquello en un rito que yo contemplaba en silencio. Sacaba de un armario boquilla, tabaco, papel, encendedor y cenicero, montando despacio la fumada, que disfrutaba con gran calma mientras yo contemplaba sus ojos cerrados, su barbilla alzada y su gesto de placer. Luego, tras mirar la hora en el reloj Napoleón que presidía la pared, encendía la radio y seleccionaba el canal marítimo para oír las conversaciones de los barcos y enterarse de como iba la cosa.

Y a la cama, tras mis días de niño.

domingo, 14 de septiembre de 2014

Soledad y Futuro

Normalmente comienzo mis artículos sobre Arte exponiendo algo sobre lo que voy a escribir para facilitar la comprensión de la imagen a la que dedico mis palabras. Pero se me va ocurriendo que en este caso no es lo adecuado y que alcanzaré mejor el objetivo que me propongo si se dan de bruces contra la obra sobre la que voy a pensar. Así que ......

La llegada
Cristóbal Toral 1975
Óleo sobre lienzo - 212 x 240 cm
Colección particular, París

Contemplen, sin prisa, dejen pasar tiempo, depositen la mirada sobre la imagen, no coarten sus sensaciones. Yo no tengo ni idea sobre Arte; simplemente soy un fisgón de primera clase. Me formé en las terrazas callejeras y en el mirador de mi casa, no dejando pasar postura, gesto, andanza, ajenos que pudieran causarme cualquier sensación; y luego, además, mi imaginación recreaba vida partiendo de lo contemplado, de modo que mi soledad se llenaba de formas y colores; y muchas veces de lágrimas.

La pintura de Toral es formalmente realista, adjetivada como mágica por la crítica, pero este ignorante la percibe en el fondo como simbólica -muy actual, pero simbólica-, representando objetos y personas de tal modo que compongan en los sentidos del espectador el símbolo de un sentimiento vital; por ejemplo, si necesita acentuar la soledad de un personaje, no duda en situarlo en una estación cualquiera ante cientos de maletas. Vemos formalmente algo, símbolo de lo que el artista quiere hablarnos en el fondo. Quizás mantiene por eso que "el debate entre abstractos y realistas no ha sido en realidad más que un debate entre dos realismos diferentes".

Pero dejémonos de teorías y volvamos a contemplar esa Consigna de mis años infantiles, sala de cualquier estación donde se facturaban las maletas y se recogían al final del trayecto. En realidad, lo que vemos es un paisaje; piensen un poquito.. Un paisaje ofrece a nuestros ojos un espacio cercano, donde se sitúa el espectador y desde donde contempla habitualmente la Naturaleza, sea rústica, marina o urbana (lo hace el Catastro, no lo duden); dicho espacio suele disponerse según uno o varios límites, que denominamos horizontes.

Imaginen un paisaje costero, donde solo se vea la tierra y más allá el mar, ocupando ambos todo el ancho de la superficie pictórica. Si la tierra ocupa solo un área pequeña de la parte inferior de la pintura y el mar llena el resto del cuadro -cierren los ojos y vean-, tendremos una gran sensación de profundidad; mientras que si casi todo el cuadro muestra la tierra y solo aparece una franja de agua en lo más alto de la obra, la sensación es más cercana. Vamos, que si miramos lejos, al cielo, vemos cielo y poca tierra, y si miramos cerca, al suelo, dejamos de ver las nubes.

¡Pues hala, al cuadro!. ¿Dónde se sitúa el primer horizonte, el más cercano a nuestra mirada?. Justo delante de los pies de la mujer, formado por la primera línea de maletas. Reparen en que podemos ver un trozo pequeño del suelo -negro o muy oscuro-, mientras que las maletas se extienden desde él hasta lo más profundo del cuadro, que parece no tener fin. No hay duda de que el artista busca reforzar, magnificar, el efecto visual de tanto equipaje, pues no se aprecia donde terminan, difuminándose el fondo de la sala, como sucede cuando miramos aquello tan lejano...

Así que un paisaje, dos espacios: uno, poco suelo a la vista de una sala y otro, enorme en proporción al primero, ocupado totalmente por las maletas. En el primero una mujer, que nos da la espalda, lo que nos impide ver su rostro y, en consecuencia, quita importancia a su personalidad, a su edad, a su arreglo, ..; a quien sea, en suma. Es cualquier mujer, sin más, una persona.

Sigamos. Pasemos al cromatismo. Inmediatamente atrae nuestra atención la claridad y blancura del vestido de la mujer. No lleva nada encima, nada la protege. De modo que dicho vestido actúa como un imán, atrayéndonos, dejando claro que lo que importa sucede allí, en el interior de la mujer -pues casi nada sabemos de su exterior-, donde el autor quiere llevarnos. Y diría más, ese interior es puro, pues la viste como un hada, con un leve manto, que de poco protege. Aparte de lo dicho, unas pocas maletas claras, dos paquetes abiertos y el envoltorio de una barra de pan, el conjunto tiende a la oscuridad, a la negrura. No es un ambiente alegre u optimista. Se mascan los problemas, la falta de esperanza.

De niño me decían: Vete despacio; primero lee el enunciado, entiende lo que te preguntan y solo entonces ponte a resolver el problema (mejor no sigo contándoselo, que no me fue bien). Pero ahora creo que estamos en condiciones de entender el enunciado, es decir "La llegada". El cuadro es un paisaje, un paisaje de nuestra vida. Como le oí a don Julián Marías, solo podemos estar seguros de dos cosas: de que hemos nacido y de que algún día moriremos. Buscamos desesperadamente seguridades y nunca las tendremos (a pesar del poder que la inmensa mayoría le suponía, la sorpresa que se han llevado don Emilio Botín hace pocos días y don Isidoro Álvarez ahora mismo, ha tenido que ser mayúscula). Por otro lado, basamos nuestro conocimiento en lo que ya se sabe, es decir en lo vivido, cuando lo que de verdad tiene que interesarnos es lo por vivir, que nos es totalmente desconocido. Así nos va...

La mujer que viaja en el tren de la Vida tiene inexcusablemente que escoger una maleta que le permita disponer de lo necesario en cada momento. ¿Pero cual es el trayecto?, ¿cuanto durará el viaje?, ¿qué tiempo vivirá?, ¿qué necesidades tendrá?, ¿a qué podrá asistir con lo que lleve?,... Contempla las maletas sin saber por cual optar. Muchas son tétricas, algunas nos ofrecen algo de color, solo unas pocas son decididamente claras. Dispone de poco. Su vestuario es escaso y salir adelante materialmente requiere mucha suerte, preparación y esforzarse durante años. No lo va a tener fácil, como nos sucede a todos. Por eso solo una bolsa sustenta el pan. Abruma su situación, su soledad.

No tiene a nadie a quien acudir para que la ayude. Está sola. Lo tiene, lo tenemos, muy difícil. Pero no hay otra, no es posible renunciar. Renunciar tendría sentido si supiésemos con certeza que sucederá mañana. Pero lo desconocemos, siempre lo ignoraremos. Así que en algún momento tendrá que elegir; con todas sus dudas, en soledad, pues solo cada uno de nosotros puede vivir nuestra vida y nadie puede hacerlo por nosotros, decidirá tomar una maleta y viajar con ella.......


viernes, 12 de septiembre de 2014

Equilibrio

No soy, ni seré nunca, un seguidor al uso del arte. Me resultan indiferentes exposiciones, críticas, mercado, tendencias,...; pero reparen en esas dos palabras: al uso. Para mí el Arte es algo que sale a tu encuentro en ciertos momentos, te golpea a través de los sentidos y llega a lo más hondo del espíritu. No es un objeto de consumo, como lo catan toda esa serie esperpéntica de seres que se creen cultivados, que recorren como zombies cuanta exposición muestra publicidad, pues degluten obras que piden a gritos muchísimo tiempo de contemplación mediante miradas de minutos.

Y eso me acaba de suceder cuando he abierto este artículo, sin otro texto que sus títulos, en la edición digital de ayer de El País. He titulado esta entrada de mi blog "Equilibrio", pues todas y cada una de las fotografías de esta serie de Pieter Hugo, que, además de alcanzar a quien las contempla, ponen ante la mirada composiciones llenas de equilibrio; desde la primera, un rostro, donde nos abducen sus ojos y se contraponen los rasgos físicos de la raza negra con el tono albino de la piel, hasta la última, donde el contraste de tonalidad es absoluto y quien no suele tener poder, un negro, lo ostenta plenamente. No se contenten con las imágenes que muestro, pues mi intención es solo regalarlas en una frase, sino que abran aquel enlace del periódico y disfruten....

Fuego, agua y Hombre

Negro, rojo, horizontal y vertical

Contraste cromático, mírame como te miro

Naturaleza ubérrima, hombre pobre

¿Negro, blanco?

lunes, 1 de septiembre de 2014

Los años..

Salió a charlar con las estrellas. Alzó la mirada. No encontró ninguna. Se quedó en silencio. Poco a poco comprendió. Ellas le hablaban sin palabras. Su ausencia le susurraba que él ya conocía las respuestas que buscó durante tanto tiempo.

Ahora debía caminar solo.

jueves, 17 de julio de 2014

Que hay que asumir para comportarse democráticamente

Acabo de leer un texto excelente. Consta de dos partes clarísimas: una expositiva general en sus cuatro primeros párrafos y otra en la que aplica las razones de la primera al caso concreto de la situación actual de Cataluña. El planteamiento expositivo contiene un análisis tan claro de la enjundia de como se llega a iniciar una sociedad democrática y de como se ataca su nacimiento y desarrollo, que considero imprescindible comprenderlo hasta la última coma.

Hubo un momento en la Historia en que la decisión sobre lo que convenía o no, lo que podía hacerse o no, los castigos a las gentes, la propiedad de las cosas, .., era consecuencia de la Voluntad. Voluntad de uno, del rey y señor de turno, que además adquiría ese poder bien por ser el guerrero más eficaz o bien por descender de quien tenía aquel poder. ¿Qué concedía a ciertas poblaciones determinadas facilidades?; si, a veces, porque le interesaba y por su voluntad, nunca porque el rey y señor estuviese sometido a un poder mayor -de boquilla decían que Dios era su señor, pero lo interpretaban para seguir haciendo su voluntad-. Los hechos que sustentan la leyenda de "La Campana de Huesca" muestran la realidad. Y el comportamiento de Fernando VII de España durante su reinado, también.

La Historia evoluciona, aunque no sé si solo porque un poderoso derrota a otro y esto logra que la voluntad de este se debilite lo bastante como para que sus súbditos se agiten lo suficiente como para respirar algo más -entiendo por poderoso no solo una persona sino también un hecho o sucesión de estos-. Dudo de que los cambios a mejor los origine la buena voluntad de los hombres, aunque estoy seguro de que hay hombres de buena voluntad.

La pugna se puede plantear con sencillez: o creemos que somos incapaces de vivir juntos, conviviendo en Sociedad, a menos que un poder fuerte nos sujete lo suficiente como para no hacer barbaridades, pues el individuo busca su satisfacción aun a costa de los demás, o creemos que ese egoísmo individual puede controlarse a través de acuerdos que nos obliguen a todos, y que se plasman en Normas que se publican para que todos puedan conocerlas y cumplirlas, aunque no sean las que más nos satisfagan, las que desearíamos.

Si nos decantamos por lo primero, proclamaremos un rey, un dictador o algo así, concediéndole todos los poderes con tal de que nos controle y tengamos paz, aunque sea su paz. Esta concepción la defendió Thomas Hobbes, al que le adjudican aquello de que "el Hombre es un lobo para el Hombre", aunque no sea exacto. Si creemos en la Esperanza y sentimos que es viable que el Hombre llegue algún día a convivir con el Hombre.. ¿quien o qué puede resolver nuestras disputas, derivadas de nuestro egoísmo, de nuestro miedo, de nuestras ambiciones, de la maldad que mora en parte de nuestro interior?. Desde luego, quien o lo que sea, tiene que ser capaz de obligarnos a cumplir lo que resuelva, pues si esto último quedase a nuestro libre albedrío no quedaría más remedio que volver los ojos al tirano y dar la razón a Hobbes.

John Locke se decantó por algo muy antiguo: la Norma. Pero dándole un carácter distinto; no era el poderoso quien decía en ella lo que tenían que hacer sus súbditos, sino eran estos quienes, siguiendo un procedimiento que les permitía llegar a un acuerdo, la imponían entre todos y para todos, incluido el mandamás. El paso siguiente era inevitable, The Bill of Rigths, de la que se derivan las libertades que goza la Humanidad, por lo menos la parte de ella que las goza, en parte ...

Así que todo se reduce, hablando para españoles, a lo siguiente: Franco o Derecho. O defendemos que la voluntad de alguien, uno o varios, está por encima de todo o defendemos que la única esperanza que tiene el ciudadano -sobre el que actúan poderes e intereses de todo tipo, de modo que resulta la parte más débil de la cuerda social- es la Creación de las Normas que rigen a todos mediante procedimientos establecidos previamente y de obligado cumplimiento, que nos permitan participar y no nos dejen al margen, y que una vez creadas sean seguidas sin excusas por todos, castigando a quien no se ajuste a ellas con tal severidad que cualquiera prefiera cumplirlas antes que saltarse la Ley.

Pero somos herederos de absolutistas y dictadores. Anida en nuestro sentimiento íntimo la semilla del poder. Sea un ciudadano cualquiera, sean aquellos que caracterizados como políticos dicen que nos gobiernan en libertad. Enseguida, pasada la euforia inicial, a una velocidad de vértigo, tienden a sentir que están en posesión de la verdad, que cualquier opción que facilite sus deseos es conveniente para todos. Camino que siguen los tiranos......... En soledad y silencio, meditemos, recordemos comportamientos, palabras, gestos, decisiones, ....; desde un tratante incompetente como Adolfo Suárez, pasando por el endiosamiento de Felipe González y la grosera altanería de su secuaz, al comienzo, Alfonso Guerra, hasta llegar a la soberbia absurda de Aznar y a la idiocia de Zapatero. Y si esos llegaron más alto, ya no hablo de los que no alcanzaron su nivel, que si su categoría.

No, se trata de que Podemos -que es solo una palabra que maneja útilmente ilusiones de muchos-, cualquier persona, incluido quien esto escribe, se desvía con el tiempo de sus promesas y obligaciones, pudiendo llegar a ser un tirano. ¿Confiar en el criterio de un dirigente o de varios?. ¡No, nunca!. Hay que crear un proceso de verdadera participación que logre que los ciudadanos creen unas normas que, aunque a nadie satisfagan plenamente, puedan ser aceptadas por una gran mayoría y sirvan como esqueleto de una Sociedad que permita convivir en paz. Y estas Normas deben ser seguidas escrupulosamente por todos y más si cabe por los gobernantes, esclavos abyectos del cumplimiento legal

Y SI NO, QUE LAS MODIFIQUEN Y LAS SOMETAN A NUESTRO VOTO SEGÚN LA LEY

viernes, 4 de julio de 2014

Una novia

La angustia es novia de noche, solitaria pareja oscura. Nos declara muy pronto su pasión, a poco de que nuestra mente se abra a sentir la vida y desde entonces no ceja en sus intentos de seducirnos. Siempre atenta, en cuanto tiene ocasión nos abraza y besa el alma. Anímicamente, vivir quizá sea poco más que aprender a no dejarse dominar por sus celos. Y es que la angustia es celosa; nos quiere para si e intenta dominar nuestra vida. Si no nos esforzamos en resistir sus cantos de sirena, nunca arribaremos a Itaca.

Nacemos sin saber por que, desconociendo a donde vamos e ignorando el camino. El Hombre intenta desesperadamente sentirse seguro de algo, sin reconocer, tozudo, que solo lo está de haber nacido y de que algún día morirá. Por eso cada circunstancia imprevista del camino nos inquieta, ignorantes de como tratarla, pues para hacerlo correctamente deberíamos saber como influirá en nuestra singladura y lo desconocemos. Así que vivir es intuir.

  Don Antonio Machado lo explicó con sencillez, como nunca lograría hacerlo yo..
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más; 
Caminante, no hay camino, 
se hace camino al andar. 
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino 
sino estelas en la mar.

Cualquier día, en cualquier momento, nos sucede lo que nos aguardaba y no esperábamos. Si allí comienza y termina todo, es duro, muy duro, para quien lo vive, pero en ese momento dejamos atrás el suceso y aunque el tiempo nada cura, si sitúa lo sucedido en el lugar que debe estar. Lo terrible es cuando algo comienza y no acaba, cuando tenemos que enfrentarnos al devenir; entonces la angustia, novia incansable, viste sus mejores galas y se acerca susurrante, insinuando todo aquello que hace que perdamos el equilibrio a cada paso.

La angustia... ¡Terrible pareja!. Lapa del alma. Solo la Esperanza puede desplazarla, ¿pero cómo abrir la puerta a la Esperanza, cómo dejar que nos acaricie el pensamiento?. Pues.. hablando, compartiendo. Solos, nada es posible. Nacimos para convivir. Y solo asumiendo la compañía de otros restamos espacio a la angustia.

Tuve de joven fe de carbonero, esa que nos enseñaron, la del dios mercader, a quien se le proponen negocios y convenios: arréglame esto, que yo te ofrezco lo otro. Y si Él es, solo puede ser Amor, que no admite negocios. Rogué y rogué que accediese a solucionar mis problemas; no obtuve respuesta, aunque la hubo en todo momento y hoy lo sé. Perdí aquella fe que no era Fe. Y dejé el campo libre a la angustia y a su padre el Miedo.

No soy creyente, pues si se cree se obra. No se puede decir que se cree, que se ama algo y no obrar en consecuencia. Solo soy un navegante que intenta seguir la derrota que le llevará a su destino, que desearía ver la luz de un faro que le guíe y recibir señal del gonio. Pero no, no lo logro.

Pero estos días la angustia me ha invadido de tal manera que, incapaz de resistir firme al gobernalle, he pedido auxilio a gritos y en silencio.......


sábado, 3 de mayo de 2014

Calor equilibrado

Cuando dedicaba un rato al estudio me iba al salón comedor de mi casa, me acomodaba en un sillón y dejaba vagar el pensamiento, de modo que al poco me dormía. No, ni es una boutade ni algo inútil. Aquella cabezada me despejaba y me permitía alcanzar la frescura precisa para aprender. Además, contemplaba frente a mí en la pared un óleo de un conocido mío de formato mediano -una mujer joven, con el torso desnudo, acariciando unas flores sentada en la hierba de un prado-; según me despejaba tras la cabezada y mientras mi mirada se prendía en formas y colores, me iba invadiendo una gran calma....

Intento desde hace mucho trasladar a quienes me leen que no es preciso identificar realidades figurativas en una obra de Arte. El Arte verdadero no es solo la traslación de la realidad, sino que debe alterarnos el espíritu; sosiego, emoción, ternura, ..., ¡tantas y tantas facetas!. Y los caminos seguidos por los artistas son variadísimos.

¿La pintura es dibujo, es color, exige ambas cosas?. Lo único que sé es que hay pinturas que alimentan mi alma; el resto sobra. Cuando mi mirada se detiene atraída por una obra y me serena, contemplándola placenteramente sin tiempo, siento que hay Arte danzando entre mis sentidos. Si son tan amables contemplen ahora la imagen que aparece a continuación, sin pretender obtener resultado alguno o buscar algo que no sé. Pasen, vean, miren, abandónense....


Pintura III
Joan Miró

{Por si alguno de ustedes quiere ir más allá, estudien lo que ven ayudándose de esto}

jueves, 1 de mayo de 2014

Información de los medios de comunicación en España

Los españoles mantienen su mentalidad feudal, por los siglos de los siglos amén. No solo la información es inexistente sino la Moral perece entre nosotros, ya que lo único que prevalece es el interés del poderoso o poderosillo, que es más abundante. Lean "Una mirada crítica a nuestro periodismo", que publica en El País Víctor Lapuente Gené.

Los países anglosajones tienden a ponderar más la prevalencia del individuo ante el Estado que su integración en este y en consecuencia, su uniformidad. Cuando prima el Estado lo sustancial es decantarse por la eficacia de su poder y como este es ejercido por sus cargos públicos, la sociedad tiende a estar al servicio de los políticos que ejercen el gobierno y los medios de comunicación se centran en lo que estos hacen y dicen, menospreciando cualquier otra realidad. Lo único importante es el dogma, cual religión, que establece el sistema de poder. 

Los españoles no han vivido en un régimen político que se aproxime a libre hasta finales del siglo XX. Lo mismo que el Hombre necesita tiempo para crecer y madurar, y aun así muchos crecen pero no maduran, la Sociedad, que es suma de individuos, precisa de mucho tiempo para evolucionar; muda relativamente rápido lo superficial, lo que conocemos como modas, pero muy lentamente sus sentimientos profundos. De modo que los españoles han vivido durante siglos agrupados cual ovejas de rebaño contemplando al pastor, por si le daba por azuzar a los perros contra ellos. Desde finales de los '70 del siglo pasado el régimen político es participativo en cierta medida, pero quienes han accedido a los cargos públicos aportan mentalidad feudal: solo quien manda debe ser escuchado y, además, no se le puede reclamar cosa alguna por su comportamiento.

Eso conduce a un sentimiento popular deforme. El siervo siente que no se trata tanto de vivir como es debido, sino de sacar la cabeza fuera del agua. Se aprecia con claridad prestando atención al entorno; cualquiera siente que lo que hace o hacen sus "seres queridos" es comprensible.. ¡Pues qué quieren que les diga!. (Hace no mucho escuché en un bar a unos matrimonios mayores; hablaban sobre un personajillo local.. "Si, si le conocemos mucho. Éramos vecinos de su familia / Claro que mangonea dineros y maneja putas, pero los pobres como nosotros tenemos que comprenderlo / Sus padres están orgullosos, ¡mira donde ha llegado!). Reparen en las declaraciones de familiares o convecinos ante delitos graves de uno de los suyos: "No me lo creo. Buen chaval. Como cualquiera, como yo..." 

SIN ESPÍRITU Y EJERCICIO CRÍTICO, lo mejor es tener la boquita cerrada. Por lo menos..

martes, 29 de abril de 2014

Inquietud

Para contarles algo de Alex Katz comenzaré con lo que dice de él Ciudad de la Pintura. "Nueva York, 1927. Pintor vinculado a la ciudad de Nueva York, comienza su formación artística en la Cooper Unión Art School de la misma ciudad en el año 1946 y a partir de 1949 estudia pintura y escultura en la Escuela Skowhwgan. 

De marcada personalidad, surge en plena explosión del Expresionismo Abstracto norteamericano realizando una pintura limpia y directa. Su primera exposición individual data de 1954. Es un pintor difícil de incluir dentro de una tendencia artística determinada; su figuración realista y colorista, antítesis de la obra de Pollock o de Kooning, es contraria a las pautas pictóricas dominantes de la época y a la revolución que supuso aquella tendencia, por lo que en alguna ocasión se le ha querido clasificar como hiperrealista, aplicando un criterio continuista. 

Katz cultiva un realismo “aparente”, pues, si retrata de manera objetiva su entorno o su círculo de amigos, se preocupa plásticamente de cuestiones más abstractas, como los contrastes de color, los efectos lumínicos y el modo de incidir estos sobre una superficie, por lo que si hubiera que determinar un precedente, la pintura de Hopper seria la más cercana a sus presupuestos {1 y 2. En mi opinión, Hopper dedica principalmente su atención al entorno solitario del individuo neoyorquino, mirando hacia afuera, mientras Katz lo hace mirando hacia dentro, de modo que nos muestra que estamos solos ante nosotros mismos}

Desde otro punto de vista, se ha querido considerar su obra como precedente del Pop Art, pero sus puntos de partida les separan radicalmente. Katz es ante todo un pintor “humanista”, su centro temático es el hombre, mientras que para los Pop, el núcleo temático reside en el “medio”, dentro del cual el hombre es considerado un elemento más, de un modo casi objetual. A Katz le interesa lo observable del hombre como método para llegar a su esencia. 

Influenciado por las teorías renovadoras de la psicología en los años cincuenta, como el “Conductismo” de Skinner, el propio artista escribe: En mis retratos comienzo con la intención de conseguir la apariencia de la persona. Partiendo de lo simple, la sucesión de estímulos y respuestas, intenta captar lo complejo del ser humano. En el plano estético, esto le lleva a conformar unas composiciones selectivas, como la mirada, y casi cinematográficas en su estructura. 

Sin ninguna pretensión narrativa, con la eliminación de elementos anecdóticos en los fondos de sus retratos, nos muestra a los personajes en la mas primaria de las actividades, existir. Gracias a la renovación del gusto por la pintura figurativa en los años ochenta, su obra ha sido progresivamente revalorada, convirtiéndose en uno de los artistas de mayor nombre en el arte de la segunda mitad del siglo XX. Radical y continuo en su propuesta desde sus comienzos, continúa pintando y residiendo en la misma ciudad que le vio nacer."

Y dicho esto, con lo que estoy de acuerdo, voy a mostrarles el ambiente externo de la ciudad de Nueva York, en especial de uno de sus cinco distritos, Manhattan. Ya he comentado que siento a los personajes de Katz como me siento a mi mismo: solo; pero no porque no haya nada ni nadie a mi alrededor o aquellos con quienes convivo me ignoren, sino porque siento que la vida es algo privativo y que nadie, absolutamente nadie, puede actuar en ella por mí. Me acompañarán, me ayudarán, pero vivir, en la realidad más profunda, es ser capaz de caminar solo hacia un final desconocido. Quien viva a través de otros, sea de la manera que sea, es un muerto que se mueve, pero no vive. Y según pasan los años esta opinión se hace certeza...

Nadie es inmune a lo que le rodea y esto no contradice lo dicho. Caminamos solos, pero nos influye tanto el ambiente como aquellos que cruzan nuestra existencia, bien durante unos instantes bien durante años. Sígamne, por favor, y ya tendrán tiempo de criticar todo lo que digo. Al cabo, si me leen, volverán a alejarse de este blog y seguirán su camino; entonces no es que puedan sino que tienen la obligación de filtrar uno a uno mis suspiros... 


Night II 
Alexander Katz - 1987

Dos amigas me han comentado sus sensaciones ante esta obra. Una siente inicialmente curiosidad y me explica que brota en ella el deseo de mirar a través de las ventanas, sobre todo de las menos iluminadas; y añade que después le invade cierta ansiedad, ya que están demasiado altas y abajo hay demasiada oscuridad, por lo que teme no ser capaz de alcanzarlas. Tiene mucha razón.. Nos movemos a través de lo desconocido, aunque nuestra soberbia por un lado y el temor a reconocer la inmensidad de lo que ignoramos nos impida aceptarlo; grave error, que pagamos sufriendo, pues si fuésemos humildes caminaríamos sobre realidades y no sobre imaginaciones.

Katz logra en esta composición un equilibrio perfecto entre la angustia y la esperanza. Solo dos tonalidades, blanca una y negra otra. Sitúa el espacio, que habla al espectador sin necesidad de dibujo, reuniendo todo cromatismo, de modo que ninguno se aprecia existiendo todos. Coloca la obra sobre el espectador, de modo que el Hombre camina abajo, en la oscuridad, mientras le muestra que existe Algo desconocido, aunque no hay dios que sepa que es; pero nos guste o no, si allá lejos vemos algo iluminado habrá que ir hacia ello, intentando descubrir que es la Luz. Lo contrario sería una estupidez: moverse por instinto sin saber adonde, por el mero hecho de dar vueltas...

Mi otra amiga está impresionada por la oscuridad; hay tanta... Ve nítidamente la Luz, pero le abruma el largo trecho de oscuridad que existe hasta llegar a ella; cuanta, cuanta oscuridad... Como todos, se fija antes en la dureza del camino que tiene que recorrer que en el premio que le espera en la meta. No sabemos como llegar, que hacer exactamente para subir hasta allá arriba, y eso nos genera muchísima ansiedad.

Ansiedad, sufrimiento, ...., si.  pero hay luz, existe la Luz y eso nos hará siempre sentir Esperanza, so pena de que seamos ciegos. La luz no es gratis y quien no lo crea ya pagará el próximo recibo. La Luz cuesta porque se impone a la oscuridad, que es tanto como decir que la Esperanza siempre vencerá al Miedo.

Más de uno, de los poquísimos que hayan llegado hasta aquí, si es que no estoy solo a estas alturas, estará pensando: ¿Pero este fulano no dice que escribe de pintura?. Pues miren.. Si alguien logra que piense y sienta todo lo que he escrito manchando de negro una tela y dando unas pocas pinceladas blancas, es un artista. Todo un artista. Y si aún no les he convencido asómense conmigo a la ventana....



Desde la ventana de Turulato, en el piso 20



domingo, 13 de abril de 2014

Domingo de primavera

Se abre la ventana del balcón del primer piso de la casa que está al otro lado de la calle, no muy ancha. Contemplo la escena desde arriba. El anciano está sentado en su silla de ruedas, inmóvil. Le da el sol. Sobre su pecho un transistor con la antena desplegada. Silencio. Pasa la mañana. El anciano es casi estatua. Fija la mirada en lo único que puede ver: algún ladrillo de la casa de enfrente. Le baña el sol, le acompaña la soledad, le besa el silencio.

Pasa la mañana. Vuelvo a mirarle. ¡Vive!. Desliza una mano sobre su pantalón, durante una eternidad, hasta llegar a la rodilla; pellizca la tela y en un temblor la arrastra, subiendo un poco la pernera. El sol se sorprende ante la blancura de su piel.

Me quedo quieto unos momentos, contemplándole. ¿Qué haces?. Adivinar mi futuro.

lunes, 3 de febrero de 2014

La mar no es un espectáculo. El Hombre es minúsculo

La isla de Mouro, en la bahía de Santander, donde se aprecia su tamaño

El faro de la isla, en la foto del Diario Montañés que me manda hoy Lorena, 3 de febrero de 2014

martes, 28 de enero de 2014

Pintamonas

¿Qué es la pintura?. Por que no quiero preguntarles que es el Arte.. ¿Es dibujo o es color?; ¿representa una realidad, sin más, o capta emociones para trasladarlas al espectador?. Podemos plantear esta y otras muchas cuestiones relacionadas, pero no busco profundizar sino, como en todos mis artículos, inquietarles con la finalidad de que vayan más allá del mero existir. Muchas personas solo viven ante lo inmediato y simple; si tienen ante si algo que exige no quedarse en lo superficial y aparente, que ofrece diversas facetas que se prolongan en el tiempo, renuncian inmediatamente al esfuerzo que exige vivir lo complejo. Así cuando topan con una obra de las Vanguardias se limitan a echar una ojeada -imagino que para no tropezar-, preguntan si alguien ve allí una vaca y califican al autor de pintamonas, y eso si están de buenas. 

Así que esta tarde voy a dedicar unas palabras a un pintamonas: Mondrian. Podría recurrir a mostrarles una de sus conocidísimas Composiciones, que tanto han influido en las imágenes publicitarias y en la moda de vestir, decir unas cuantas ideas sobre la obra y confiar en que hubiese sido capaz de exponérselas con claridad. No. Solo me satisfacen dos cosas: aprender yo mismo del esfuerzo que hago para que mis palabras agraden y contengan información, y motivar la curiosidad ajena como motor de aprendizaje.    

¡A ello mis valientes!. Contemplemos al artista.. Nos cuenta como quiere verse a si mismo; o sea, como le gustaría que los demás creyésemos que es. Un fondo oscuro, de tonalidades cálidas, sobre el que resalta claramente su rostro; ¡aquí estoy, olvidaros de todo lo demás y fijaros en mí!. A la ropa no es que le de mucha importancia, precisamente.. Así que hagamos lo que quiere y mirémosle cara a cara.. Yo apuntaría su seriedad, no exenta de amabilidad, y su mirada... Pero ustedes son muy libres y pueden sacar sus propias conclusiones. Ahora, eso si, retratar sabe hacerlo; su pincelada es ágil, se desliza, define perfectamente la figura y especialmente logra sacar su alma...


Autorretrato 
Piet Mondriaan 
1900. - Óleo sobre lienzo - 49 x 38 cm. - The Phillips Collection. Washington D.C. USA.


¿Pero sabrá hacer algo más que un buen retrato?. Capta con sus pinceles un rostro, ¿pero será capaz de asumir con su mirada la realidad e interpretar para nosotros un paisaje?. Hay tantos matices.. Un rostro tiene vida -aunque hay veces en que esto es muy difícil de aceptar-, mientras que en el espacio hay objetos, animales, ruido, tierra, vegetación, ..., que sentimos más a través de nuestras emociones del momento que a través de la propia naturaleza. Un paisajista tiene que ser capaz de recoger y trasladar al lienzo algo tan etéreo como el ambiente. Muy difícil... 

¿Qué sienten ante este soto del río Gein, con sus sauces desmochados, cuyos restos podemos ver sobre la hierba?. Me encanta su pincelada, pero no estamos ahora para cuestiones técnicas. Veo correr el agua, oigo su murmullo, gracias a como ha logrado reflejar la luz del sol en su superficie: ¡vibran hilos líquidos de oro!. El soto tiene profundidad, entramos en él, nos sumergimos en su umbría... Soledad, silencio roto solamente por la brisa entre las hojas, por algún pájarillo, por nuestras pisadas sobre la hierba... Si, soy capaz de vivir la naturaleza a través de sus pinceles.



Pollard Willows on the Gein 
Piet Mondrian
1902-04. - Óleo sobre lienzo. - 53.5 x 63 cm. - Collection Gemeentemuseum Den Haag. The Hague.


Pues parece que este tal Mondrian sabe lo que tiene entre manos. No soy quien, pero parece buen artista... ¿Pero que es ser artista?. Yo diría que consiste en decir cosas sin palabras, en silencio, mediante la imagen y hacerlo de tal manera que afecte a la sensibilidad de quien contempla lo que expone. Permítanme una digresión.. Hace años fui alumno en una escuela francesa de especialización; durante una recepción estuve charlando con el subdirector y su mujer de la diferencia existente en ambos países sobre el uso del lenguaje. En España, como aseguraba Andreotti, falta finura y prima el uso vulgar y local, con despropósitos que hacen difícil en muchas ocasiones entender lo que se quiere decir, mientras que en Francia, al igual que en el Reino Unido, es signo de preparación y buena carta de presentación el mejor uso y clara pronunciación de la propia lengua.

¿Por qué?. Estoy convencido de que todo buen profesional, con oficio a sus espaldas, busca constantemente realizar su labor de la mejor manera posible, ajustando su trabajo a nuevos procedimientos que le permitan lograr resultados más eficientes. ¿Se imaginan que siguiésemos hoy poniendo inyecciones hirviendo las jeringuillas en agua del grifo?. ¿Nos entenderíamos si siguiésemos parlando como en el siglo XVI?. Se vogliamo che tutto rimanga come è, bisogna che tutto cambi.  Para que funcione la existencia como siempre ha sido, todo tiene que cambiar constantemente. "Camarón que se duerme se lo lleva la corriente". Pues lo mismo sucede en el Arte: el lenguaje artístico evoluciona constantemente. Y como toda buena evolución, lo hace para lograr más con menos (una preocupación mía es decir lo que quiero con el mínimo de palabras y que estas sean precisas; y no lo logro).

Para comprender las Vanguardias no se necesita otra cosa que comprender lo anterior. Sus autores son artistas maravillosos, obsesionados con encontrar una expresión más exacta de los emociones en cuanta situación sea imaginable. Evolución, evolución...; tanta que a veces parece ruptura. Ya hemos visto como se autorretrataba Mondrian en 1900, como recogía un paisaje en 1902.. Veamos su evolución contemplando una de sus obras realizada en 1914..



Composizione in grigio e giallo 
Piet Mondriaan 
1914. - Óleo sobre lienzo - 61,5 x 76,5 cm. - Stedelijk Museum. Amsterdam. Holanda


Líneas que se cortan ortogonalmente, con alguna excepción de suave curva, dando forma mediante grises y amarillos. la mirada puede perderse durante horas en el cuadro, ayudando a que nuestro espíritu divague y el alma se serene. Pero... ¿Y esto qué es?. Les responderé a la gallega, con otra pregunta: ¿Ustedes han visto una imagen pixelada?. Hace unos días han detenido -que no arrestado, que esto, ignorante periodista, en España es una pena impuesta por un juez- en un pueblo de Toledo a un falsificador de billetes de 50 €; el hombre lograba tal perfección que era dificilísimo detectar sus billetes falsos. ¿Y qué hacia?; pues aparte de ser profesional de las artes gráficas, usaba 9 planchas para imprimirlos y no una, como suele suceder, pero lo más importantes es que aumentaba el billete legal 1200 veces, pixelándolo al extremo, y entonces lo copiaba, pixel a pixel, de manera que no se le escapaba detalle.

Eso nos muestra que cualquier imagen, por hiperrrealista que sea, no deja de ser un conjunto de cuadraditos de colores, que según la comprimamos hasta un tamaño en que nuestro ojo pueda identificar una forma, comparándola con una realidad archivada en la memoria, nos permitirá ver lo que llamamos figura. ¡Pero es que tanto la imagen de nuestra memoria como la pixelada corresponden a la misma!. De nuevo, aparece aquí la esencia de la Escuela Jurídica Escandinava del Lenguaje, que propugna que es el significado que demos a la palabra lo que otorga contenido y no la realidad en si.

Lo que van buscando los artistas de las Vanguardias es atrapar en su obra la esencia de ese contenido, sin perifollos. Reducir la expresión al pixel, si me permiten la descripción. ¿Qué queda entonces?. Una maravilla.. Sentires, emociones, equilibrios, fuerza, sosiego,... O sus contrarios, sufrimiento, dolor, rabia, violencia,..  Así pinta Mondrian, reduciendo lo que contempla su mirada a su esqueleto esencial de líneas y componiéndolo a través del color, de la tonalidad, de modo que el espectador que se detenga en silencio ante su obra perciba no ya una figura sino la realidad de una emoción. Habla con nosotros a través de esencias y emociones. Otros lo hacen mediante la tabla del I.V.A. Que cada uno elija.

 

domingo, 19 de enero de 2014

Se desvanece en la niebla....

Hace unos días...

Mientras preparaba la merienda -que ahora no me apetece- ha llamado un primo mío de Madrid para decirme que acababa de morir la única hermana de mi padre que aún vivía. Como le he dicho, se va con ella una familia, la historia no solo de una generación sino parte de la de España, pues sus hijos y sucesores ya no participamos de sus vivencias completas. Fueron 13 hermanos, de los que uno murió al nacer. El mayor fue mi padre y la que acaba de fallecer, la más pequeña.

Su padre descubrió cuando se incorporó al Servicio Militar -antes de lo de Cuba y Filipinas- que se podía comer todos los días y que si llovía, había techos que te cubrían. Y ante tales lujos, inconcebibles para el hijo de un aparcero extremeño más pobre que las ratas, decidió reengancharse y que la vida del cuartel fuese la suya. Pasó el tiempo, se casó en un pequeño pueblo santanderino, llegaron los hijos, uno tras otro, pasaron hambre, corrieron Nocheviejas comiendo uvas pasas, que no había dinero para las frescas. Vivían en apuros, en unos tiempos duros, hoy inconcebibles; encontré en el archivo una Orden de Cuerpo de 1911 del Regimiento de Garellano, de guarnición en Bilbao, donde se ordenaba a mi abuelo que llevase los soldados al río para el baño mensual reglamentario, obligatorio para todos.. excepto para quienes manifestasen repugnancia en hacerlo.

La consecuencia fue que no les quedó otra que estar unidos y vivir juntos, apoyándose unos en otros, y alimentarse compartiendo animación a falta de otra cosa. Solo estudió mi padre, que fue el único que se separó de la familia a los 15 años, pues no podían mantenerlo y mi abuelo le explicó a las claras que tenía que buscarse la vida, lo que quizá causó que fuese el único que vivió el resto de su vida con cierta separación de los demás, aunque su carrera influyó mucho, pues, mientras que a sus padres y hermanos no les quedó otra opción que quedarse quietos en Santander, a mi padre le fueron destinando por ahí..

Había hermanos de todo tipo. B...., sin estudios, llegó a director de sucursal de un banco, cuando eso era ser alguien, y fue presidente de un equipo de fútbol; un negociante nato. F.... fue militar, aunque como consecuencia de la Guerra; ingresó muy joven y tras aquello se quedó como Oficial Provisional. Lo único que sabía era francés -a mí me enseñó como se decía en ese idioma currusco-, pues estuvo siempre soltero y todas sus vacaciones las pasaba en París, para lo que vivía cual eremita durante el año y gastaba solo en el viaje; soltero..., pues sin duda optó por ello para poder entregar buena parte de su sueldo a sus hermanas, que en su mayoría estaban con una mano delante y otra detrás. A mediados de los 50 le destinaron como profesor y, ¡oh sorpresa!, tal como se hacían entonces las cosas, le pusieron a dar Matemáticas y como no tenía ni idea se granjeó grandes simpatías... En una Patrona los cadetes le pusieron una bomba debajo de la cama y voló sin motor.

N...... era chiquito, muy nervioso y extremadamente gracioso. La Guerra y el paso de mi padre de un bando a otro a poco de empezar, le cogió siendo muy joven y como la totalidad de la familia, a la mañana siguiente ingresó en prisión; se orinó incontroladamente durante años. Como tampoco tenía estudios, ya en situación crítica, mi padre logró que entrase en una oficina y pudo defenderse. Murió sin un duro, pero dejando una memoria alegre en quienes le trataron.

E...... - la mayor de las chicas- y la que acaba de fallecer se colocaron en Falange. Un porvenir, vamos, pues las pasaban canutas, pero con camisa azul.. Pequeñas de estatura y no agraciadas, la primera miraba con fijeza, siempre hacia arriba,  y la segunda salió graciosa y lista; hasta se sacó el carnet de conducir y se compró un seiscientos. Y.... se quedó en casa y consumió sus años en la cocina.... Todas, como C....., murieron solteras y sin conocer varón ni por el forro. Esta última era anoréxica, que dirían hoy, cegata culo vaso y extremadamente pálida de piel; cuando me veía quería besarme y este niño se acojonaba ante aquella aparición. Solo trabajó fuera de casa durante un mes en toda su vida, de taquillera en un cine santanderino; la despidieron porque cuando vendía las entradas distribuía una de pares y otra de impares, repitiendo el ciclo hasta completar la compra, de modo que, con gran satisfacción del obispo, sentó a todos los novios a la izquierda y a todas las novias a la derecha.  

C......se casó y se fue a vivir fuera. Su marido era republicano; le fusilaron los nacionales. Su hijo se crió con sus tías en Santander, pues su madre no tenía ni para comer. Y M......., también pequeña y gafotas, que vivía en una pequeña capital de provincia castellana, se quedó viuda en un plis plas con tres hijos pequeñajos; era maestra y los sacó adelante.. El mayor, de mi edad, dirigía una central atómica en Italia con 26 años. P... sacó adelante a sus cinco hijos, de los que la menor tenía Síndrome de Down, cosiendo con su marido camisas azules para Falange; hoy tres hermanos son universitarios y uno eminente, mientras que la hermana es empresaria . Y así, y así...

Toda esa vida ha desaparecido con la muerte de mi tía chiquita. La casa familiar estaba próxima al mar, en un piso de gran tamaño, donde vivía ciega y en soledad, pues sentía que allí estaba su vida impregnada en las paredes, vibrando en cada sonido, naciendo en cada rayo de luz... Y allí suplicó morir.

lunes, 6 de enero de 2014

Los ojos del miedo

Me ha reducido al silencio. Nos habían avisado de que estaba flojo y que le habían vuelto a poner la sonda nasogástrica; tras extirpar el tumor, al reconstruirle la vejiga con parte del intestino, inevitablemente, la intervención no solo ha dado lugar a los efectos propios sobre el aparato urinario sino que ha afectado al aparato digestivo. La sensación que tiene no va más allá de molesta, pues hoy en día los calmantes van que vuelan; el síndrome que se ha presentado es uno de los posibles y suma una dificultad más a superar, pero el hecho es que se ha producido una obstrucción intestinal, a consecuencia de la cual devuelve cualquier sólido o líquido que ingiere, dado que su intestino está repleto. No se puede actuar "por abajo", ya que bastante tiene con recuperar poco a poco el área intervenida, de modo que lo que están haciendo es aspirar por aquella sonda el contenido intestinal para "despejar" el aparato digestivo y reducir la inflamación abdominal. 

Y así lo he encontrado, soltando mierda por un tubo que salía de su nariz y que desaguaba en un recipiente estanco, donde ya había unos dos litros. Aguanto esto con tranquilidad. No me afecta. Es meramente físico. Lo que me ha reducido al silencio ha sido su mirada callada. Al no disponer de mucha energía, solo mira, con los ojos inmensamente abiertos, que se mueven rapidísimos en busca de cualquier bicho viviente que haga cualquier gesto a su alrededor. Y esos ojos gritan... 

Siente la muerte. Está asustado, absolutamente asustado.