Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

sábado, 3 de mayo de 2014

Calor equilibrado

Cuando dedicaba un rato al estudio me iba al salón comedor de mi casa, me acomodaba en un sillón y dejaba vagar el pensamiento, de modo que al poco me dormía. No, ni es una boutade ni algo inútil. Aquella cabezada me despejaba y me permitía alcanzar la frescura precisa para aprender. Además, contemplaba frente a mí en la pared un óleo de un conocido mío de formato mediano -una mujer joven, con el torso desnudo, acariciando unas flores sentada en la hierba de un prado-; según me despejaba tras la cabezada y mientras mi mirada se prendía en formas y colores, me iba invadiendo una gran calma....

Intento desde hace mucho trasladar a quienes me leen que no es preciso identificar realidades figurativas en una obra de Arte. El Arte verdadero no es solo la traslación de la realidad, sino que debe alterarnos el espíritu; sosiego, emoción, ternura, ..., ¡tantas y tantas facetas!. Y los caminos seguidos por los artistas son variadísimos.

¿La pintura es dibujo, es color, exige ambas cosas?. Lo único que sé es que hay pinturas que alimentan mi alma; el resto sobra. Cuando mi mirada se detiene atraída por una obra y me serena, contemplándola placenteramente sin tiempo, siento que hay Arte danzando entre mis sentidos. Si son tan amables contemplen ahora la imagen que aparece a continuación, sin pretender obtener resultado alguno o buscar algo que no sé. Pasen, vean, miren, abandónense....


Pintura III
Joan Miró

{Por si alguno de ustedes quiere ir más allá, estudien lo que ven ayudándose de esto}

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