Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

martes, 29 de abril de 2014

Inquietud

Para contarles algo de Alex Katz comenzaré con lo que dice de él Ciudad de la Pintura. "Nueva York, 1927. Pintor vinculado a la ciudad de Nueva York, comienza su formación artística en la Cooper Unión Art School de la misma ciudad en el año 1946 y a partir de 1949 estudia pintura y escultura en la Escuela Skowhwgan. 

De marcada personalidad, surge en plena explosión del Expresionismo Abstracto norteamericano realizando una pintura limpia y directa. Su primera exposición individual data de 1954. Es un pintor difícil de incluir dentro de una tendencia artística determinada; su figuración realista y colorista, antítesis de la obra de Pollock o de Kooning, es contraria a las pautas pictóricas dominantes de la época y a la revolución que supuso aquella tendencia, por lo que en alguna ocasión se le ha querido clasificar como hiperrealista, aplicando un criterio continuista. 

Katz cultiva un realismo “aparente”, pues, si retrata de manera objetiva su entorno o su círculo de amigos, se preocupa plásticamente de cuestiones más abstractas, como los contrastes de color, los efectos lumínicos y el modo de incidir estos sobre una superficie, por lo que si hubiera que determinar un precedente, la pintura de Hopper seria la más cercana a sus presupuestos {1 y 2. En mi opinión, Hopper dedica principalmente su atención al entorno solitario del individuo neoyorquino, mirando hacia afuera, mientras Katz lo hace mirando hacia dentro, de modo que nos muestra que estamos solos ante nosotros mismos}

Desde otro punto de vista, se ha querido considerar su obra como precedente del Pop Art, pero sus puntos de partida les separan radicalmente. Katz es ante todo un pintor “humanista”, su centro temático es el hombre, mientras que para los Pop, el núcleo temático reside en el “medio”, dentro del cual el hombre es considerado un elemento más, de un modo casi objetual. A Katz le interesa lo observable del hombre como método para llegar a su esencia. 

Influenciado por las teorías renovadoras de la psicología en los años cincuenta, como el “Conductismo” de Skinner, el propio artista escribe: En mis retratos comienzo con la intención de conseguir la apariencia de la persona. Partiendo de lo simple, la sucesión de estímulos y respuestas, intenta captar lo complejo del ser humano. En el plano estético, esto le lleva a conformar unas composiciones selectivas, como la mirada, y casi cinematográficas en su estructura. 

Sin ninguna pretensión narrativa, con la eliminación de elementos anecdóticos en los fondos de sus retratos, nos muestra a los personajes en la mas primaria de las actividades, existir. Gracias a la renovación del gusto por la pintura figurativa en los años ochenta, su obra ha sido progresivamente revalorada, convirtiéndose en uno de los artistas de mayor nombre en el arte de la segunda mitad del siglo XX. Radical y continuo en su propuesta desde sus comienzos, continúa pintando y residiendo en la misma ciudad que le vio nacer."

Y dicho esto, con lo que estoy de acuerdo, voy a mostrarles el ambiente externo de la ciudad de Nueva York, en especial de uno de sus cinco distritos, Manhattan. Ya he comentado que siento a los personajes de Katz como me siento a mi mismo: solo; pero no porque no haya nada ni nadie a mi alrededor o aquellos con quienes convivo me ignoren, sino porque siento que la vida es algo privativo y que nadie, absolutamente nadie, puede actuar en ella por mí. Me acompañarán, me ayudarán, pero vivir, en la realidad más profunda, es ser capaz de caminar solo hacia un final desconocido. Quien viva a través de otros, sea de la manera que sea, es un muerto que se mueve, pero no vive. Y según pasan los años esta opinión se hace certeza...

Nadie es inmune a lo que le rodea y esto no contradice lo dicho. Caminamos solos, pero nos influye tanto el ambiente como aquellos que cruzan nuestra existencia, bien durante unos instantes bien durante años. Sígamne, por favor, y ya tendrán tiempo de criticar todo lo que digo. Al cabo, si me leen, volverán a alejarse de este blog y seguirán su camino; entonces no es que puedan sino que tienen la obligación de filtrar uno a uno mis suspiros... 


Night II 
Alexander Katz - 1987

Dos amigas me han comentado sus sensaciones ante esta obra. Una siente inicialmente curiosidad y me explica que brota en ella el deseo de mirar a través de las ventanas, sobre todo de las menos iluminadas; y añade que después le invade cierta ansiedad, ya que están demasiado altas y abajo hay demasiada oscuridad, por lo que teme no ser capaz de alcanzarlas. Tiene mucha razón.. Nos movemos a través de lo desconocido, aunque nuestra soberbia por un lado y el temor a reconocer la inmensidad de lo que ignoramos nos impida aceptarlo; grave error, que pagamos sufriendo, pues si fuésemos humildes caminaríamos sobre realidades y no sobre imaginaciones.

Katz logra en esta composición un equilibrio perfecto entre la angustia y la esperanza. Solo dos tonalidades, blanca una y negra otra. Sitúa el espacio, que habla al espectador sin necesidad de dibujo, reuniendo todo cromatismo, de modo que ninguno se aprecia existiendo todos. Coloca la obra sobre el espectador, de modo que el Hombre camina abajo, en la oscuridad, mientras le muestra que existe Algo desconocido, aunque no hay dios que sepa que es; pero nos guste o no, si allá lejos vemos algo iluminado habrá que ir hacia ello, intentando descubrir que es la Luz. Lo contrario sería una estupidez: moverse por instinto sin saber adonde, por el mero hecho de dar vueltas...

Mi otra amiga está impresionada por la oscuridad; hay tanta... Ve nítidamente la Luz, pero le abruma el largo trecho de oscuridad que existe hasta llegar a ella; cuanta, cuanta oscuridad... Como todos, se fija antes en la dureza del camino que tiene que recorrer que en el premio que le espera en la meta. No sabemos como llegar, que hacer exactamente para subir hasta allá arriba, y eso nos genera muchísima ansiedad.

Ansiedad, sufrimiento, ...., si.  pero hay luz, existe la Luz y eso nos hará siempre sentir Esperanza, so pena de que seamos ciegos. La luz no es gratis y quien no lo crea ya pagará el próximo recibo. La Luz cuesta porque se impone a la oscuridad, que es tanto como decir que la Esperanza siempre vencerá al Miedo.

Más de uno, de los poquísimos que hayan llegado hasta aquí, si es que no estoy solo a estas alturas, estará pensando: ¿Pero este fulano no dice que escribe de pintura?. Pues miren.. Si alguien logra que piense y sienta todo lo que he escrito manchando de negro una tela y dando unas pocas pinceladas blancas, es un artista. Todo un artista. Y si aún no les he convencido asómense conmigo a la ventana....



Desde la ventana de Turulato, en el piso 20



domingo, 13 de abril de 2014

Domingo de primavera

Se abre la ventana del balcón del primer piso de la casa que está al otro lado de la calle, no muy ancha. Contemplo la escena desde arriba. El anciano está sentado en su silla de ruedas, inmóvil. Le da el sol. Sobre su pecho un transistor con la antena desplegada. Silencio. Pasa la mañana. El anciano es casi estatua. Fija la mirada en lo único que puede ver: algún ladrillo de la casa de enfrente. Le baña el sol, le acompaña la soledad, le besa el silencio.

Pasa la mañana. Vuelvo a mirarle. ¡Vive!. Desliza una mano sobre su pantalón, durante una eternidad, hasta llegar a la rodilla; pellizca la tela y en un temblor la arrastra, subiendo un poco la pernera. El sol se sorprende ante la blancura de su piel.

Me quedo quieto unos momentos, contemplándole. ¿Qué haces?. Adivinar mi futuro.