"En su pintura el problema del inconsciente, visto con una nueva perspectiva, se hace más complejo: ya no se entiende como algo localizado en el subconsciente, ligado a las pasiones, las emociones y los instintos, sino que actúa según la conciencia y se basa en la razón.
La cuestión es cómo la razón, en el proceso que lleva a cabo para conocer y organizar el mundo perceptible, se basa en algo que es mucho menos seguro que ella misma y sigue un camino que implica tener en cuenta factores erróneos.
Tal vez ni siquiera se trata de relacionar razón e irracionalidad, sino más bien de cuestionar lo que llamamos racionalidad; tenemos que examinar los mecanismos cognitivos a través de los que alcanzamos el conocimiento y someterlos a un análisis crítico, debido a que sobre ellos descansan las funciones del pensamiento.
Es decir, necesitamos defender sobre todo nuestra propia imagen, la de persona racional, que tanto deseamos, aunque no sea real. Entonces podremos decir que hemos afinado tanto el análisis del inconsciente –vieja trampa, siempre eficaz-, que ni siquiera sabemos lo que es la conciencia." (Foro italiano de "Politicaonline")
La cuestión es cómo la razón, en el proceso que lleva a cabo para conocer y organizar el mundo perceptible, se basa en algo que es mucho menos seguro que ella misma y sigue un camino que implica tener en cuenta factores erróneos.
Tal vez ni siquiera se trata de relacionar razón e irracionalidad, sino más bien de cuestionar lo que llamamos racionalidad; tenemos que examinar los mecanismos cognitivos a través de los que alcanzamos el conocimiento y someterlos a un análisis crítico, debido a que sobre ellos descansan las funciones del pensamiento.
Es decir, necesitamos defender sobre todo nuestra propia imagen, la de persona racional, que tanto deseamos, aunque no sea real. Entonces podremos decir que hemos afinado tanto el análisis del inconsciente –vieja trampa, siempre eficaz-, que ni siquiera sabemos lo que es la conciencia." (Foro italiano de "Politicaonline")
"Produjo un arte original e inquietante al que llamó arte instintivo. Fiel reflejo de sus propios instintos, la pintura de Bacon es anti-narrativa y sugestiva por definición: Bacon no cuenta, sugiere...
..su capacidad para desconcertarnos a través de lo inusual y lo exagerado.
..deseo de caminar por el borde un precipicio emocional.
..la vida y la muerte se entremezclan, sin estar en absoluto exentas de lo grotesco.
Como Antonio Saura observa, el arte de Bacon es una mezcla sorprendente que combina ''la razón y la sinrazón, la inteligencia y el frenesí, el control y la desmesura'' (El País, 29 Abril 1992, pág. 29).
...el análisis de la figura humana conduce a una dramática distorsión,
casi una metamorfosis, de aquella,
que parece ser vista a través de un espejo,
que distorsiona las formas de la anatomía humana.
casi una metamorfosis, de aquella,
que parece ser vista a través de un espejo,
que distorsiona las formas de la anatomía humana.
Esta ambigüedad formal se refleja en la opinión del propio pintor sobre la imagen: ''es una especie de paseo por la cuerda floja entre lo que se llama pintura figurativa y lo que se llama abstracción... es una tentativa de introducir lo figurativo directamente en el sistema nervioso con mayor violencia y penetración''. (Fundación BBVA - "Pintura al desnudo" - Museo de Bellas Artes de Bilbao - 11 de junio al 19 de agosto de 2001)
He ido publicando lo anterior con solución temporal de continuidad; mi intención ha sido proporcionaros información poco a poco, de manera que, aunque no os atraiga el asunto que trato, lo hayáis leído antes de cansaros. Adentrarse en el Arte, como en cualquier área del conocimiento, requiere calma, so pena de indigestarse.
Y ya es hora de que en lugar de citar a otros, os cuente lo que siento. Si ...; siento, que no pienso, pues según voy siendo más viejo me doy cuenta de que solo pienso en mí, mientras que todo aquello que está más allá de mi piel, lo siento. Intuición ..
¿Sabéis?. Cuando me confesaba durante la misa diaria a la que asistíamos los alumnos del colegio de Jesuitas, la cuestión esencial residía en contabilizar y declarar el número de ocasiones en que había cometido actos impuros, tanto con el pensamiento como de palabra u obra.
Y como todas las noches antes de dormirme no podía contenerme ante las oleadas de imágenes y pensamientos impuros -"su blusa resaltaba la turgencia de sus pechos, cuyo incio nacarado apreciábase al llevar desabrochado el botón superior de la prenda"-, no paraba de obrar .... ¡Un pecador!.
Pero claro..; después de las orgías y depravaciones que pueden imaginarse, superado el furor que me dominaba al seguir mis instintos, caía en una gran preocupación ... Me sentía perverso. Y necesitaba algo que me redimiese ... Así que, físicamente relajado, me veía vestido de misionero en el África, atendiendo a negritos desvalidos ..; o bien mi imaginación me transportaba al Coliseo romano, donde era devorado por los leones sin renegar de la Fe..., ante la mirada enamorada de una muchacha cuya túnica ajustada me permitía apreciar sus curvas voluptuosas .... ¡Hala, otra vez!.
Este sencillo ejemplo puede servirnos para aproximarnos a la personalidad del artista, de quien ya publiqué otra pintura. A modo de boceto, imaginemos el devenir de la personalidad de un muchacho homosexual, tratado con morfina durante sus ataques asmáticos debidos a su alergia a los perros y a los caballos, que dicen que se sentía atraído sexualmente hacia su padre, un individuo nervioso y de genio, que había sido capitán en el ejército británico y que se dedicaba a preparar caballos de carreras.
La crisis entre ellos estalló cuando el padre parece que descubrió al hijo contemplándose extasiado ante un espejo y vestido con la ropa íntima de su madre. Y todo, a mayor abundamiento, ambientado en la sociedad británica posvictoriana y protagonizado por quien tiene tal sensibilidad artística que será el pintor figurativo más importante del siglo XX.
Imaginaros.. ¿Qué tormentas anímicas se desarrollaron en la mente de Bacon?; ¿cómo afectaron a su personalidad?. El hecho es que Francis Bacon vivirá durante toda su existencia balanceándose en un trapecio vital, que oscilaba desde el estilo más exquisito hasta las experiencias más sórdidas, posiblemente como consecuencia de un proceso incontrolable que buscaba compensar la maldad con el refinamiento y mediante el que aquel hombre procuraba evitar autodestruirse. Y repitiendo una y otra vez los mismos caminos trillados, como en "Le Mythe de Sisyphe"..
Y como todos aquellos que viven algo parecido, al vivir pendiente de si mismo, se tornó un egoista solitario. En realidad, quien tantó y tan bien contempló el mundo exterior, no salió de si mismo. Una brutal y terrible contradicción. Hasta el fin..; falleció ateo y famoso, acompañado y cuidado por monjas católicas y en soledad.
Sigo.. Tengo, entre otras muchas, una manía: Me importa poquísimo el producto y mucho como se elaboró y quien lo hizo. Por eso, me resulta interesantísimo, y me esfuerzo en lograrlo, entender por que algo tomó cuerpo.. Y ante el retrato de Jacques Dupin, tras el impacto visual inicial, me pregunto: ¿Por qué?.
Está claro que Bacon no se limita a reflejar el aspecto físico del retratado, sino que -como expliqué en este artículo- se lanza de cabeza a representar la psicología del personaje, a la vez que desdeña su entorno social. Nos está diciendo pues algo muy importante -y más en los tiempos que corren-: No hay que tener en cuenta quien es socialmente alguien, sino solo quien es; y más.. También nos dice que el aspecto físico no revela nada en si mismo, sino que lo que nos hace humanos y nos permite convivir con mayor éxito, es el carácter que aflora y transmite nuestro cuerpo.
El carácter..., la personalidad... ¿Cómo aprehenderla, cómo?. Y pensando sobre ello he recordado "la prueba del espejo"; prueba que convenientemente modificada formó parte del entrenamiento de cierta gente. Aún sigo practicándola a ratos, aunque sin intensidad.
Imaginaros una pequeña cabina, suficiente unicamente para que dentro pueda estar de pie y solo de pie, una persona; absolutamente vacía y totalmente pintada en negro mate, aislada de cualquier sonido exterior y en una de cuyas paredes hay un espejo que refleja aumentado, pero sin deformarlo, el rostro de aquella persona. Y en el techo, un foco de luz dirigido de manera que la cara se mantenga perfectamente iluminada.
Entráis en ella.., os quedáis frente al espejo sin poder giraros ... Y pasa el tiempo.. Solo os contempláis... Y más ... Y más .... Hasta que la imagen reflejada parece adquirir conciencia, comienza a conversar con vosotros y os susurra primero, para después gritaros, todo aquello que ocupa vuestra mente y queréis ocultar. Algunos se desmayan, otro padecen alucinaciones...
Pues bien. Creo que Bacon, aunque siguiendo otra metodología, llegó a resultados similares y, además, no solo sobre si mismo sino sobre todo lo que su mirada era capaz de abarcar. No solo experimentó como las peculiaridades humanas adquirían vida propia, sino que comprobó como disolvían, hasta convertirlo en una masa pastosa e irreconocible, ese cuerpo que creemos tan sólido.
Y antes de alcanzar ese punto, sintió como una mirada que penetre profundamente en el ser humano percibe sus rasgos no tal cual son físicamente, sino como existen según el alma que los dirige. Terrible. La presión anímica fue tan fuerte que antes de volverse loco, pintó como un loco...
Volvamos al retrato del señor Dupin.... Fijaros en que el cuerpo queda materializado mediante dos trazos blanquecinos que insinúan sus contornos laterales; absolutamente simple, si, pero solo un gran maestro podría concebirlo, para un instante después crearlo a pulso y de un solo trazo, mediante dos golpes de su muñeca.
El entorno es negro, solo la persona importa; no preguntéis que ropas viste, ni donde se encuentra, ni por el ambiente. ¡El Individuo!, solo él, ocupa el foco de nuestra atención, sin concesión alguna que permita distraernos. Tonos azul eléctrico, rosas, negros y pinceladas blancas; trazos diagonales y curvos, para crear dinamismo. Poco más y nada menos.
Todo se reduce al rostro..., o más bien a uno de sus lados. Recordad las influencias geométricas de sus comienzos..; aquel no deja de ser la agrupación de dos grandes áreas circulares en torno al ojo y a la boca, otra triangular para la nariz, cuyo eje establece el límite vertical de luces y sombras, y una elipsoidal donde está situada la oreja. .. ¿Qué ocurre?; ¡ah, ya, qué os creíais que todo eso de la pintura geométrica era como dar cortes con un hacha!. ¡Pero si el padre de la criatura, Paul Cèzanne, es una pura suma de áreas geométricas!
Esa cara habla..; especialmente cuando nos detenemos a contemplar sus ojos.. El izquierdo, definido, enfocado en algo muy lejano o, quizá, detenido en el espacio íntimo de quien dialoga sobre la Existencia...; pero es que el derecho, casi inapreciable, le sirve de apoyo y contrapunto, de modo que siento que tiene más fuerza la mirada oculta que la visible.. ¿Apreciáis como lo ha pintado?; tan apenas es una elipse negra, en cuya parte superior ha dado una pincelada clara para crear el párpado de arriba y dos trazos minúsculos que nos transmiten la sensación de los límites del ojo.
¿Y esa boca?. Carnal..., con volumen ... Observad como la proyecta esa pincelada blanca del labio superior y el juego de tonos rosas y azul eléctrico, tendentes al gris...; disfrutad de esa pincelada oscura, un trazo convexo sin más, que crea el orificio nasal y que salta en el aire para mediante un trazo cóncavo, menos intenso, delimitar la aleta de la nariz. Luego, un sombreado en uve da volumen a la mejilla y enlaza con la oreja. ¡Geniales y seguros golpes de muñeca que guían una mano maestra!.
¡Y la fortaleza del mentón!; poco más que una pincelada blanca sobre un triángulo grisáceo... Juegos de luces y sombras, mediante pinceladas rectas en diagonal, dan vida a la cara, mientras que la combinación de pinceladas rosas menudas con sólidos trazos negros y curvos, separan la oreja en el aire...
¿Qué más queréis?. Contemplar al señor Dupin. Charlar con su imagen; que cada uno saque sus conclusiones, todas válidas. Pero no dejéis de preguntaros si estáis viendo representada su cara o su psicología.
(Exposición: 3 de febrero - 19 de Abril, El Prado)
(Museo Provincial de Zaragoza: amplísimo, y quizá excesivo, análisis de la violencia en la pintura desde Goya; hasta el 8 de marzo)
He ido publicando lo anterior con solución temporal de continuidad; mi intención ha sido proporcionaros información poco a poco, de manera que, aunque no os atraiga el asunto que trato, lo hayáis leído antes de cansaros. Adentrarse en el Arte, como en cualquier área del conocimiento, requiere calma, so pena de indigestarse.
Y ya es hora de que en lugar de citar a otros, os cuente lo que siento. Si ...; siento, que no pienso, pues según voy siendo más viejo me doy cuenta de que solo pienso en mí, mientras que todo aquello que está más allá de mi piel, lo siento. Intuición ..
¿Sabéis?. Cuando me confesaba durante la misa diaria a la que asistíamos los alumnos del colegio de Jesuitas, la cuestión esencial residía en contabilizar y declarar el número de ocasiones en que había cometido actos impuros, tanto con el pensamiento como de palabra u obra.
Y como todas las noches antes de dormirme no podía contenerme ante las oleadas de imágenes y pensamientos impuros -"su blusa resaltaba la turgencia de sus pechos, cuyo incio nacarado apreciábase al llevar desabrochado el botón superior de la prenda"-, no paraba de obrar .... ¡Un pecador!.
Pero claro..; después de las orgías y depravaciones que pueden imaginarse, superado el furor que me dominaba al seguir mis instintos, caía en una gran preocupación ... Me sentía perverso. Y necesitaba algo que me redimiese ... Así que, físicamente relajado, me veía vestido de misionero en el África, atendiendo a negritos desvalidos ..; o bien mi imaginación me transportaba al Coliseo romano, donde era devorado por los leones sin renegar de la Fe..., ante la mirada enamorada de una muchacha cuya túnica ajustada me permitía apreciar sus curvas voluptuosas .... ¡Hala, otra vez!.
Este sencillo ejemplo puede servirnos para aproximarnos a la personalidad del artista, de quien ya publiqué otra pintura. A modo de boceto, imaginemos el devenir de la personalidad de un muchacho homosexual, tratado con morfina durante sus ataques asmáticos debidos a su alergia a los perros y a los caballos, que dicen que se sentía atraído sexualmente hacia su padre, un individuo nervioso y de genio, que había sido capitán en el ejército británico y que se dedicaba a preparar caballos de carreras.
La crisis entre ellos estalló cuando el padre parece que descubrió al hijo contemplándose extasiado ante un espejo y vestido con la ropa íntima de su madre. Y todo, a mayor abundamiento, ambientado en la sociedad británica posvictoriana y protagonizado por quien tiene tal sensibilidad artística que será el pintor figurativo más importante del siglo XX.
Imaginaros.. ¿Qué tormentas anímicas se desarrollaron en la mente de Bacon?; ¿cómo afectaron a su personalidad?. El hecho es que Francis Bacon vivirá durante toda su existencia balanceándose en un trapecio vital, que oscilaba desde el estilo más exquisito hasta las experiencias más sórdidas, posiblemente como consecuencia de un proceso incontrolable que buscaba compensar la maldad con el refinamiento y mediante el que aquel hombre procuraba evitar autodestruirse. Y repitiendo una y otra vez los mismos caminos trillados, como en "Le Mythe de Sisyphe"..
Y como todos aquellos que viven algo parecido, al vivir pendiente de si mismo, se tornó un egoista solitario. En realidad, quien tantó y tan bien contempló el mundo exterior, no salió de si mismo. Una brutal y terrible contradicción. Hasta el fin..; falleció ateo y famoso, acompañado y cuidado por monjas católicas y en soledad.
Sigo.. Tengo, entre otras muchas, una manía: Me importa poquísimo el producto y mucho como se elaboró y quien lo hizo. Por eso, me resulta interesantísimo, y me esfuerzo en lograrlo, entender por que algo tomó cuerpo.. Y ante el retrato de Jacques Dupin, tras el impacto visual inicial, me pregunto: ¿Por qué?.
Está claro que Bacon no se limita a reflejar el aspecto físico del retratado, sino que -como expliqué en este artículo- se lanza de cabeza a representar la psicología del personaje, a la vez que desdeña su entorno social. Nos está diciendo pues algo muy importante -y más en los tiempos que corren-: No hay que tener en cuenta quien es socialmente alguien, sino solo quien es; y más.. También nos dice que el aspecto físico no revela nada en si mismo, sino que lo que nos hace humanos y nos permite convivir con mayor éxito, es el carácter que aflora y transmite nuestro cuerpo.
El carácter..., la personalidad... ¿Cómo aprehenderla, cómo?. Y pensando sobre ello he recordado "la prueba del espejo"; prueba que convenientemente modificada formó parte del entrenamiento de cierta gente. Aún sigo practicándola a ratos, aunque sin intensidad.
Imaginaros una pequeña cabina, suficiente unicamente para que dentro pueda estar de pie y solo de pie, una persona; absolutamente vacía y totalmente pintada en negro mate, aislada de cualquier sonido exterior y en una de cuyas paredes hay un espejo que refleja aumentado, pero sin deformarlo, el rostro de aquella persona. Y en el techo, un foco de luz dirigido de manera que la cara se mantenga perfectamente iluminada.
Entráis en ella.., os quedáis frente al espejo sin poder giraros ... Y pasa el tiempo.. Solo os contempláis... Y más ... Y más .... Hasta que la imagen reflejada parece adquirir conciencia, comienza a conversar con vosotros y os susurra primero, para después gritaros, todo aquello que ocupa vuestra mente y queréis ocultar. Algunos se desmayan, otro padecen alucinaciones...
Pues bien. Creo que Bacon, aunque siguiendo otra metodología, llegó a resultados similares y, además, no solo sobre si mismo sino sobre todo lo que su mirada era capaz de abarcar. No solo experimentó como las peculiaridades humanas adquirían vida propia, sino que comprobó como disolvían, hasta convertirlo en una masa pastosa e irreconocible, ese cuerpo que creemos tan sólido.
Y antes de alcanzar ese punto, sintió como una mirada que penetre profundamente en el ser humano percibe sus rasgos no tal cual son físicamente, sino como existen según el alma que los dirige. Terrible. La presión anímica fue tan fuerte que antes de volverse loco, pintó como un loco...
Volvamos al retrato del señor Dupin.... Fijaros en que el cuerpo queda materializado mediante dos trazos blanquecinos que insinúan sus contornos laterales; absolutamente simple, si, pero solo un gran maestro podría concebirlo, para un instante después crearlo a pulso y de un solo trazo, mediante dos golpes de su muñeca.
El entorno es negro, solo la persona importa; no preguntéis que ropas viste, ni donde se encuentra, ni por el ambiente. ¡El Individuo!, solo él, ocupa el foco de nuestra atención, sin concesión alguna que permita distraernos. Tonos azul eléctrico, rosas, negros y pinceladas blancas; trazos diagonales y curvos, para crear dinamismo. Poco más y nada menos.
Todo se reduce al rostro..., o más bien a uno de sus lados. Recordad las influencias geométricas de sus comienzos..; aquel no deja de ser la agrupación de dos grandes áreas circulares en torno al ojo y a la boca, otra triangular para la nariz, cuyo eje establece el límite vertical de luces y sombras, y una elipsoidal donde está situada la oreja. .. ¿Qué ocurre?; ¡ah, ya, qué os creíais que todo eso de la pintura geométrica era como dar cortes con un hacha!. ¡Pero si el padre de la criatura, Paul Cèzanne, es una pura suma de áreas geométricas!
Esa cara habla..; especialmente cuando nos detenemos a contemplar sus ojos.. El izquierdo, definido, enfocado en algo muy lejano o, quizá, detenido en el espacio íntimo de quien dialoga sobre la Existencia...; pero es que el derecho, casi inapreciable, le sirve de apoyo y contrapunto, de modo que siento que tiene más fuerza la mirada oculta que la visible.. ¿Apreciáis como lo ha pintado?; tan apenas es una elipse negra, en cuya parte superior ha dado una pincelada clara para crear el párpado de arriba y dos trazos minúsculos que nos transmiten la sensación de los límites del ojo.
¿Y esa boca?. Carnal..., con volumen ... Observad como la proyecta esa pincelada blanca del labio superior y el juego de tonos rosas y azul eléctrico, tendentes al gris...; disfrutad de esa pincelada oscura, un trazo convexo sin más, que crea el orificio nasal y que salta en el aire para mediante un trazo cóncavo, menos intenso, delimitar la aleta de la nariz. Luego, un sombreado en uve da volumen a la mejilla y enlaza con la oreja. ¡Geniales y seguros golpes de muñeca que guían una mano maestra!.
¡Y la fortaleza del mentón!; poco más que una pincelada blanca sobre un triángulo grisáceo... Juegos de luces y sombras, mediante pinceladas rectas en diagonal, dan vida a la cara, mientras que la combinación de pinceladas rosas menudas con sólidos trazos negros y curvos, separan la oreja en el aire...
¿Qué más queréis?. Contemplar al señor Dupin. Charlar con su imagen; que cada uno saque sus conclusiones, todas válidas. Pero no dejéis de preguntaros si estáis viendo representada su cara o su psicología.
Maravillas del Arte..
(Exposición: 3 de febrero - 19 de Abril, El Prado)
(Museo Provincial de Zaragoza: amplísimo, y quizá excesivo, análisis de la violencia en la pintura desde Goya; hasta el 8 de marzo)