Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

sábado, 26 de noviembre de 2011

Habla la ausencia

Entre tamarindos. Fue lugar de vida, juegos, risas y esperanzas. Vida joven, sueños en busca de mañanas. En él sigo oyendo, viendo a quienes eran mis compañeros y hoy parte de un rincón del alma. Silencio. Abandono. Soledad. Están ahí, a mi lado, siguen vivos. Y seguirán estándolo mientras alimenten mis recuerdos y construyan mi memoria. Aletean sus vidas para secar mis lágrimas, para que nadie oiga mi llanto. Entre tamarindos, un lugar que nadie cuida, que nadie vive, olvidando que hoy nació de su ayer.

La puerta golpea con suavidad, sin que a nadie le preocupe lo más mínimo. Entro despacio en el viejo pabellón. Grita el silencio, el aire vibra con mudas palabras, se deslizan años en segundos. Está igual, con sus caobas, sus barras elegantes, cálidos terciopelos. Entro en la biblioteca que ocupó tantas de mis tardes de estudio..; ahí sigue el viejo sillón donde descansaba mi mente escuchando risas veraniegas.

Salgo. Me sobrevuelan tres Cougar en formación. Ante mí la nueva base. Hasta tiene tejados, que no tuvimos al comienzo. Pasan cerca tripulaciones que salen a cumplir sus misiones. No les conozco. Ellos a mí, si. Saben que hoy venían siete Fundadores, los antiguos que han estado en la presidencia durante la ceremonia de aniversario. Aquellos locos en sus viejos cacharros..