Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

sábado, 20 de julio de 2019

Koulikoro

Según comenzaba a sentir este artículo se abría paso en mi mente un pensamiento: lo que quieres contar es lo que te ha pasado durante toda tu vida, lo propio de quien ajusta su parecer a lo que resulta del juicio que hace de cada acontecimiento, es decir de un solitario, pues paso a paso vas analizando el asunto y tan pronto mantienes lo acertado de un aspecto como la falacia de otro, vengan por babor o por estribor. 

Me mostraron en segundo de Derecho, de aquel plan de estudios de 1953, que un Estado es la organización que es propietaria exclusiva de tres poderes: el de representarse a si mismo ante otros, el de disponer de una Hacienda que lo sostenga y el de detentar el monopolio de toda fuerza que ejerzan sus ciudadanos. Es simple sentido común, el núcleo indispensable de la existencia del mismo como Institución, que nunca dejaré de aclarar que se define como "el conjunto de personas, medios materiales y normas que actúan coordinadamente en pos de un mismo fin". Por cierto, mediten sobre esto dada la situación.

Me voy a centrar en un acontecimiento propio de mi oficio y que acaba de tener lugar. Desde adolescente no he dejado de oír que los militares no quieren saber nada de los civiles y por contra, he estado convencido de que en España la realidad ha sido y es, pues el cambio es mínimo, que la parte civil de la sociedad rehusa saber lo que acontece en la parte militar de la misma y única sociedad.

Esta ignorancia lleva a los dirigentes políticos a no tener en cuenta algo esencial: los Ejércitos requieren ser mandados, lo que, por cierto, no tiene nada que ver con dar órdenes sin más. Volvamos la mirada a la definición de Institución.... No se trata de eso tan propio de profanos en aquello por lo que se ganan los dineros que reciben, que consiste en mostrar sin más su poder y tener como único objetivo doblegar a quien no les es sumiso a fin de mantenerse como sea en aquel, sino en dedicarse a emplear a quienes de ellos dependen para alcanzar un objetivo de bien común. Los Ejércitos exigen ser mandados, nunca utilizados; no son enemigos de nadie, como no lo es, por ejemplo, un vehículo de su conductor, aunque este, ayuno de toda capacidad de conducción, este convencido de que se salió de la carretera por culpa del coche. También aprendí estudiando Derecho que una pistola no es buena ni mala, porque esas son cualidades del Hombre y requieren algo que un cacho hierro no posee. Recalco.. Mando y asunción por parte de quien manda de la responsabilidad, sin explicación, disculpa, delegación ni límite alguno.

Por eso es esencial que los Ejércitos sean mandados por quienes elijan los ciudadanos; aquellos no deben de ir a su aire, pues la Fuerza debe ser siempre la proyección de los segundos a través del Estado. En España, los unos y los otros se han dedicado a tener los Ejércitos en provecho propio, para lo que no han logrado discurrir más allá del chiste sobre los infiernos alemán y español, en que a un condenado le dan a elegir entre ambos, explicándole que en el primero dan una cuchara de mierda al día y en el segundo tres, por lo que elige el primero; antes de entrar se encuentra con un alma en pena, que en vida fue de un amigo asuyo, y al conocer la elección se echa manos a la cabeza: "¡Pero qué has hecho, que, sí, en el alemán dan una, pero siempre, mientras que en el español cuando hay mierda no hay cuchara, cuando esta no hay producto, y cuando hay mierda y cuchara no está quien la sirve!". Vease el tanto por ciento dedicado a estos menesteres y mediten sobre nuestros intereses, que desde Lord Palmerston las Fuerzas Armadas muestran el interés que tiene un país en si mismo.

Los políticos españoles y en especial los que se titulan progresistas, no digieren la Fuerza. Como mucho buscan manejarla en su provecho. Es muestra de su debilidad, como lo es la del niño que echa la culpa al maestro que le tiene manía. Alguien capaz trabaja y emplea los libros oara adquirir el máximo nivel; nunca se dedica a ignorarlos porque, en realidad, superan su capacidad de liderazgo.

Termino. Me quedé a cuadros cuando vi que el desfile de la Fiesta Nacional de Francia lo encabezaba una unidad española. Y unos segundos después patidifuso al distinguir tras ella y al mando de la parada sobre un vehículo el "kepi" blanco del general de la Legión Extranjera. Aún siento escalofríos al escribir esto. ¡Ah!, y si mi memoria no falla, que está viejecita, "L'Armée de l'Air" trasladó a la unidad española en el mismo aparato que utiliza el presidente francés en sus visitas de estado. Como no.. Se trataba, por cierto, de una compañía del Príncipe, sucesor ininterrumpido de uno de los tres Tercios que por R.O. de 27 de marzo de 1536 constituyen de forma permanente la Infantería Española (siendo las más antiguas del mundo con tal carácter), concretamente el Tercio Ordinario del Estado de Milán, fundado en 1531.

Espero haber contribuído a conocer un poco más los hechos y dichos de eso que si existe, que se llama España, que no es otra cosa que el conjunto de cuanto rebrincado ha vivido y vive en estas tierras, de lo que hicieron y hacemos, de muestros amores y rencores, de lo que somos....

sábado, 13 de julio de 2019

Torea la Vida

Cartel para la corrida de José Tomás - 2019

Día a día voy olvidando cuanto cuesta una obra, cuanto mide, cuando se realizó, su clasificación y demás detalles que se pueden aprender y soltar de memorieta, sin exigir sentimiento alguno. Es lo que denomino "el discurso del guía", que nada me dice, aunque los disculpo pues responde a lo que pide el rebaño que pastorea; nada de sentimiento ni de lo que quizá quiera decirnos el autor, que eso exige que el personal se arriesgue a meditar sobre la Vida y sobre si mismo.

Hace no mucho contemplé la obra que aparece al principio. Un trallazo visual. Me impresionó. Y vaya por delante, para todos los políticamente correctos, alérgicos varios y defensores del gusano de seda etiope mediante la agresión de los derechos ajenos, que me la chufla su opinión. Soy un demócrata.

Creo que me llevaron una vez a los toros cuando era niño. Pasé miedo por si cogían a algún torero. Me disgustó el público, con demasiados puros, gritos desde arriba y mujerío. Me aburrí. Me asquea el uso español de mostrar lo macho que es uno ante un par de cuernos, sea en un encierro o corriendo ante un bicho sujeto por una maroma o mareando a una vaquilla en cualquier lugar. Y ni les digo al percibir la admiración de las hembras por semejante demostración.

Establecido mi programa electoral, iré a lo que importa. Contemplen la pintura. Para facilitar su mirada me he permitido recortarla y suprimir la parte superior, que por cierto tiene un colorido que besa suavemente a la pintura sobre la que se apoya...


La escena está encuadrada por una serie de trazos negros, que intentan ser circunferencias, y que al seguirlos con la mirada sentimos que la muleta nos guía en el recorrido, como al morlaco, lanzado a por el engaño. Dinamismo, movimiento. Rojo y Negro. Rojo, porque es el color de la Vida, de la sangre que recorre el cuerpo, lo alimenta y nos impulsa. Negro, porque es el color de la desesperanza, la suma de todo cromatismo, que sentimos como una desgracia insuperable.

La muleta, encarnada, flamea arrastrada por la mano del torero, vestido de verde esperanza. Si admitimos que Hombre es equivalente a Inteligencia (lo que se empeñan en contradecir muchísimos varones y mujeres de la especie, más tendentes a machos y hembras), y el toro es instinto y fuerza bruta, podríamos sentir que la esperanza de superar todas las embestidas de la vida reside en nuestra inteligencia, en no permitir que nos agobie el miedo y creer que tenemos habilidad para salir adelante y seguir nuestro camino.

La fuerza del toro se desgarra en cada embestida. Su energía, compacta, sólida, negra, va desprendiéndose a cada esfuerzo instintivo, convirtiendo su cuerpo en una masa desgarrada. De sus lomos penden banderillas, no sé cuantas, pues se mueven de un lado a otro y tan pronto las veo aquí como allá. Además, el estrés y la temperatura corporal del animal, a causa de la lidia, le hacen babear y los movimientos de su cabeza al seguir el engaño distribuyen las babas, que sobrevuelan al torero.

La escena se desarrolla sobre el albero. Oro. Riqueza del vivir, de esa sucesión de alegrías y tristezas, de fracasos y algún éxito, de esperanzas convertidas en realidades, de aspiraciones frustradas, de ..... vida, que todo eso digerido es el vivir. Se lo asegura un viejecito cuya vida suma un cúmulo de fracasos personales.