Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

sábado, 28 de abril de 2007

El poder de la mirada

Vista del jardín de la Villa Médicis en Roma
También conocida como "La Tarde"
Diego Rodríguez de Silva y Velázquez
1649-1650. Óleo sobre lienzo. 48 x 42 cm. Museo del Prado

¡Vaya por delante que yo no tengo la culpa!. Provocador si soy, especialmente con las mujeres, que tienen un no se que que ní yo se como me alteran.. ¡En fin!. El caso es que Oshidori me ha dicho que sería buena cosa el publicar, así como al descuido, algún cuadro sin detallar su autoría u otros datos, e invitarles a jugar...

Barcos en el mar
Joseph Mallord William Turner
1835-1840. Colores para acuarela. 22.2 x 27.9 cm. The Tate Gallery. Londres.

No sabía que hacer, hasta que el muy astuto me invitó a chocolate calentito sí lo hacía. ¡Perdido soy, exclamé!. Uno ama muchas cosas en la vida, pero algunas más que otras y un chocolate, mientras charlas relajadamente con los amigos y no se te despista moza alguna de buen ver, les aseguro que es uno de los grandes placeres de la existencia.

Aquí muestro dos. No están escogidas al azar, pues publicaré a continuación otro artículo -que me ha solicitado Oshi- sobre otra obra del autor de una de las anteriores y hay algo en ellas que las hermana, por lo que estas me permitirán tratar de explicar mejor aquella.

Hay engaño; ¿qué juego no lo tiene?. Hechizar la mente de otro, sin mala fe, ayuda a pasar buenos ratos.. Y también asoma una de mis muchas manías; sobre como prejuzgamos el Arte..

¡Ánimo!. Opinen.. Y admitan mi consejo: Comenten todo anónimamente, que es una manera como otra cualquiera de expresarse en libertad.

Como salgo de viaje y no quiero que se queden sin conocer mi opinión, y los datos de los cuadros mostrados, pues el retraso excesivo enfría el ánimo, les diré que busqué unas obras que no fuesen evidentes en su identificación y que tuviesen aspectos engañosos.

Así, La Tarde es una obra que se adelanta doscientos años.. Una pintura a plein air en la que Velázquez parece impresionista, reflejando con sutileza la atmósfera de la tarde romana. Eso ha hecho que algún comentarista, que cree no entender -pero que tiene bien abiertos sus sentidos-, escribiese que le parecía triste y que le agobiaba.. Bien; imagínense en una cálida tarde del ferragosto romano.., ha descargado una tormenta.., se encuentran en medio de un amplio y umbroso jardín.., se sienten solos -pues únicamente hay dos personas, allá al fondo, ajenas a usted-.. ¿No les embargaría cierta tristeza y se sentirían agobiados?.
Buscaba esta reacción, la de quien cree que no entiende, pues le enseñaron que saber es archivar datos en la mente. ¡No, por favor!. Saber es captar lo que va transcurriendo a nuestro alrededor, para lo que necesitaremos determinados conocimientos, pero que, en si mismos, no son el Saber.
Un buen ejemplo lo proporciona otro comentarista, cuando expone: ..me recordó esa sensibilidad paisajística del Romanticismo que gustaba de idealizar la Naturaleza como sí de una puesta en escena se tratara, imbricándola con la arquitectura clásica, las ruinas etc….
Y es que, aunque Velázquez es un pintor del Barroco, pinta al aire libre, un paisaje, algo decadente, ruinoso, melancólico, evocador..., Y no olvidemos que Romanticismo e Impresionismo son hijos del mismo siglo, hermanados en la pintura europea de paisaje, que los enlaza.

Razón para mostrar a continuación una obra de un artista fundamental en la pintura romántica de paisaje: Turner. Y hacerlo con un cuadro que pudiera engañar al espectador, pues su falta de dibujo y poca figuración, quizá den la sensación, a quien no quiera detenerse a contemplarlo, de modernidad de hoy en día.
Y no. Turner pinta la atmósfera, la luz. ¿No han estado ustedes nunca en la mar, en un amanecer intenso, cuando un sol enérgico de verano patina sobre las aguas frente a sus ojos..?. Entrecerrarán los ojos, cuasi cegados.. Y entonces verán el cuadro.. Un ambiente dorado que les deslumbra y unas manchas de colores que bailan en su retina..
...una simplicidad tan atrevida que trasmite lo que alguien siente cuando mira, no lo que sabe que está viendo. Hechiza su evanescencia, como se disuelve todo en un resplandor sin estridencias, en una atmósfera luminosa y etérea . Esa luz es tremendamente poética (no bucólica), estimula una percepción de serenidad muy parecida a la de un velero en aguas tranquilas cuando el cielo de un atardecer dorado se confunde la mar

Cada día me gustan más sus comentarios.

lunes, 9 de abril de 2007

Y un poco más, para terminar.

Oshi y yo charlábamos esta mañana sobre la pareja; o más bien sobre las parejas jóvenes. Es hombre leído y que ya ha vivido sus cosas, así que sus opiniones dan para mucho discurrir. Le he propuesto que escriba sobre ello, pero, con esa gentileza tan habitual en él, me ha ofrecido el uso de su derecho de propiedad intelectual y me ha dicho que lo haga yo.
Hemos hablado de amor, de renovación, de actualidad, de fracaso y frustración, de... De tantas y tantas cosas, como cuando el asunto del que se trata es esencial para vivir.
Quizá podría concretarse todo lo dicho en como renuevan hoy las gentes sus ..; no, su pequeñísimo mundo.
Y dado que me han cedido el uso y disfrute de la idea, y quiero dejar de marear la perdiz -actitud desastrosa en asuntos importantes-, al grano...
Había escrito unos párrafos sobre los años durante los que él y yo crecimos. Los he borrado. En parte porque daba cierto protagonismo a aquella época y a sus costumbres, y quiero exponer mis ideas de forma intemporal; en parte porque me desviaba del asunto -cosa habitual en mí- y no quiero extenderme -más habitual, aun-.
Me ha venido bien el comentario de "Cobre" -No creo q haya fórmulas .. Pero sí creo q hay "cosas" básicas.. Las ganas y el amor no son suficientes.. saber estar solo/a, no buscar a alguien pq necesitas la compañía..-. ¡Cuanto sentido común!.
Luego no cifremos el éxito de la pareja en su enamoramiento; posiblemente, ní siquiera es necesario para que funcione, como nos demuestra la historia, refleja la literatura y se manifiesta en determinadas sociedades. ¡Vaya roto!; ¡con lo que nos gusta a las personas disponer de una fórmula mágica, o pildorilla, que solucione nuestros males, sin necesidad de esforzarnos!.
Además de lo dicho, comenta que no debe uno emparejarse para vencer sus soledad; creo que, en la medida que corresponda a cada caso, es uno de los errores más comunes. ¡Nunca, nunca!. No se trata de atraer a quien deseo sino de ir al encuentro de quien quiero.
En español -aunque no lo parezca, aún existe- recuerdo un refrán: "Sí te aburres, cómprate un mono". Más claro, el agua.
Pero como dice mi amiga, si hay algo básico para que perviva la pareja. En mi opinión, el quid de nuestro análisis debe ser el tiempo.. ¡Si, el tiempo!. Todo tiene su compás.. Y según cual sea el que creamos que le corresponde a una vivencia, así ajustaremos nuestra conducta al experimentarla.
Cuando me casé -así se llamaba en aquellos tiempos- tuve claro que prometía solemne y públicamente vivir para mi mujer, tanto sí venían mal dadas como sí comíamos perdices. Y que era para siempre me marcó.. ¡Joder, que sí me marcó!. Ella y yo hemos pasado buenos y malos momentos; nos hemos confesado que alguna vez hemos estado a punto de tirar la toalla..
Pero, era para siempre.. Había que esforzarse, luchar, ceder, disculpar, tolerar, apoyar, hablar, convivir,.. Una y otra vez, lo mismo.
Porque, aquel día, hice algo más que una promesa; aquel día decidí que Ella era mi objetivo vital como mujer y confié en que para Ella yo lo era como hombre. Vital, necesario para vivir, para dar sentido a la existencia.
¿El divorcio?. No sólo lo admito, sino que lo defiendo y lo considero imprescindible. Pero no es una institución jurídica "mondadientes", de usar y tirar. Pésimo entendimiento y ejercicio de la convivencia demuestra una sociedad que maneja su Derecho cual arma arrojadiza y acomodaticia. "Sí me sirves, existes; sí me exiges, te ignoro".
No, creo que en la vida primero hay que esforzarse sin medida. Y sólo cuando nuestro esfuerzo no resulta, acudir al remedio. Pero sabiendo que este proclama nuestro estrepitoso fracaso.
Fracaso.. Yo soy un fracasado.., ¡en tantas y tantas cosas!. Quien a mis años no sienta el peso terrible de múltiples fracasos es o tonto o bobochorras -feliz expresión de La Rioja- (en Santander, mi tierra, se traduce por babión). ¡Coño, qué bien sabemos insultar en España! -si, aún existe-.
Pero no os preocupéis. Mis fracasos son, a manera de cicatrices, mi orgullo; me demuestran que he vivido. Porque sólo fracasa quien se atreve, mientras que quien no se arriesga, cierto, no fracasa. Pero se frustra. Y mantengo que no hay mayor tristeza que frustrar la vida, anular la esperanza y rehuir el futuro.

viernes, 6 de abril de 2007

Divagando sobre la pareja

"La pareja" podría ser la de la Benemérita, porque es la primera que me viene a la mente -que no la que tengo in mente-. Parece, y podría ser, que se organizó así no sólo para que se apoyasen mutuamente cuando fuese menester, sino para que cada uno de sus miembros fuese testigo del comportamiento de su compañero. Sutil.
¿Pero qué tiene que ver con la clásica pareja amorosa?. Uhmm... Pues oiga, ¿que quiere que le diga?; que según lo pienso..., se me ocurre que mucho.
Pasemos, aquí y ahora, por alto el que nuestra pareja esté enamorada, pues es cuestión que deben resolver entre ambos y, además, merece ser tratada con independencia. De manera que aproximémonos a ellos, comencemos a observarles y a sacar alguna que otra consecuencia.

Comencemos por el apoyo mutuo. Protección, auxilio, favor...; así define el término la R.A.E. y dado que conviene pensar metódicamente, tratemos en primer lugar de como se protegen y auxilian entre si los miembros de una pareja, pues proteger y auxiliar no es otra cosa que amparar, y conviene tratar ambas acciones como un solo asunto.
Pasaron los tiempos en que se protegía espada en mano, "uno para todos y todos para uno..". Hoy día nos protegemos y auxiliamos mediante una sucesión de pequeños actos, de actividades diarias. Pero para que surtan el efecto deseado deben tener el mismo significado y la misma finalidad para ambos miembros de la pareja, pues no hay cosa más dañina que los malentendidos.
Diría que todo debe tender al equilibrio. En el planeamiento de las Órdenes de Operaciones militares hay un apartado que los norteamericanos denominan timing y los españoles calendario. Como su nombre indica, refleja la sucesión de acontecimientos previsibles y el momento en que se estima que ocurrirán.
Creo que la existencia de cada individuo ofrece un calendario... posible. Cada persona suele vivir una serie de experiencias a edades determinadas; uno de los factores que maduran eficazmente al individuo es que las viva en el momento preciso y de manera que pueda asimilarlas con eficiencia. Y tan malo es dejar vacío el calendario como cumplirlo con premura.
En tanto en cuanto los calendarios de cada uno de los miembros de la pareja estén suficientemente vividos, en especial en aquellos aspectos esenciales para nuestro desarrollo emocional, será más fácil que ambos acoplen sus ritmos vitales. Pero sí uno de los calendarios está bien cumplido y el otro falto de vida, el desequilibrio de la pareja está servido.
Aquí me veo en la necesidad de recordar algo. La pareja en la que pienso no es aquella que se constituye para mantenerse mientras la convivencia sea fácil, sino aquella cuyos miembros se reconocen distintos, saben que discreparán antes que tarde, y que deberán esforzarse para modular sus personalidades y caracteres hasta conseguir convivir en suficiente armonía.
Volvamos pues a nuestro asunto. ¿Qué ocurre cuando los calendarios están en desequilibrio o en equilibrio inestable, sí lo prefieren (que es en desequilibrio, pero sin reconocerlo u ocultándolo, por temor)?.
La vida no tiene marcha atrás. Aunque un sinnúmero de personas se empeñen en negarlo. Lo que quedó atrás, murió, que decía mi tía. Podría suceder que quien vivió "cojitranco", bien quiera recuperar el tiempo perdido o bien quede deslumbrado, dadas sus carencias, ante lo por vivir; para lo primero le sobra su pareja, pues aquel tiempo es privativo y maldita la falta que le hace una "carabina", y sí sucede lo segundo, algo parecido, pues su pareja -sin deslumbrarse ante las posibilidades del día a día- no entenderá sus motivaciones.
Resumiendo. S'esmorrarán, que dicen por estas tierras. Pero..., ¡el apoyo mutuo también incluía actuar mediante el favor!. ¿Quedará esperanza?. Hombre, paisano, eso es lo último que se pierde... Dicen.

Volvamos a la R.A.E.: "Ayuda, socorro que se concede a alguien; honra, beneficio, gracia". Parece que quien favorece pierde, pues entrega sin contrapartida; por lo menos inicialmente. Para empezar, aquí y ahora, sin que nadie nos escuche, les diré que me gusta más hablar de amor; pero bueno.. Así que recurriré a la palabra gracia. Me gusta; me gusta la gracia de un dicho inteligente, la gracia de una mujer, la gracia de quien perdona, las gracias que entrega quien recibe, ...
Y en pareja hay que proceder con inteligencia, hay que eludir el aburrimiento, hay que disculparse a cada momento, hay que agradecer cada gesto por pequeño que sea, ...
Tan importante es la gracia que puede compensar, con su gran peso, el desequilibrio de la balanza de calendarios. O, quizá, dar tiempo a que el paso del tiempo reestructure el peso de lo vivido.
¡Pero la vida está llena de modorros!. De personas que aún no se dieron cuenta de como funciona esto del vivir. Mis padres, protagonistas de una guerra, vivieron pendientes de sus carencias; sus hijos jodimos nuestras ilusiones dando una importancia que no tienen al trabajo, al dinero y al prestigio; y nuestros hijos me da que la han reducido al consumo novedoso y a su posición económica. ¡Redios, que gran cagada!.
Así que no. Presiento que creen que la boda o el momento del "arrejunte" apoya y consolida el porvenir. No hijos, no.
Amores se van marchando
como las olas del mar
amores los tienen todos
pero quien los sabe cuidar

El amor es una barca
con dos remos en el mar
un remo aprietan mis manos
el otro lo mueve el azar

Quien no escribió poemas
huyendo de la soledad
quien a los quince años
no dejó su cuerpo abrazar

Y quien, cuando la vida se apaga
y las manos tiemblan ya,
quien no buscó ese recuerdo
de una barca naufragar

Amores se vuelven viejos
antes de empezar a amar
porque el amor es un niño
que hay que enseñar a andar

El amor es como tierra
que hay que arar y sembrar
míralo al caer la tarde
que no lo vengan a pisar

Quien no escribió...

Amores se van marchando.
(Mari Trini, "Amores)

¿Por que, qué es vivir en pareja?. Una tautología; vivir como viven las parejas. No, que no es una repetición inútil. Fijémonos en lo que hacen las parejas que mantienen durante años su convivencia y se siguen mirando con un mínimo de decencia. Pues eso; eso es vivir en pareja.
¡Contemplarse, órdigas!. O sí les va la marcha, ¡"se contemplen, coño"!.
Otra vez la R.A.E.: "Complacer a alguien, ser condescendiente con él, por afecto,..". Estar pendiente de ti, sin agobiarte, necesitando tu existencia, sintiendo tu aroma, caminando en tu palabra, alegrándome cuando siento tus pisadas,...
Que no, que hablar de amor se me da mal....

Así que la visión de la pareja del benemérito Instituto me lleva a pensar que va a entrar en escena el primer actor: El sufrimiento. Cuando unos no les hemos preparado lo suficiente, otros, sí no son vivos y despiertos, deberán aprender como hemos hecho todos, sufriendo. Aprender a no mirarse, tanto, el propio ombligo...