Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

lunes, 29 de mayo de 2006

Un misterio

Un misterio..., si. Este artículo va a tratar sobre algo que desconocemos, aunque más que nuestra ignorancia lo que pretendía era .... ¿ocultar un mensaje?; quizás estaba ansioso de que todos lo supiesen, pero no podía decirlo en público... O, quizás, no era lo que todos podían ver y no quiso que la verdad quedase oculta para siempre... Quien sabe.

Jan van Eyck (Maastricht, c. 1390 - Brujas, 1441) trabajó en Brujas junto con Robert Campin. Fue fundador del Ars nova, estilo pictórico del gótico tardío del siglo XV, que anuncia el renacimiento nórdico en Europa. En tal sentido van Eyck es el más célebre de los pintores conocidos como Primitivos Flamencos.
Van Eyck es influido por los hermanos Limbourg —extraordinarios miniaturistas—, por el escultor Klaus Sluter —la forma de representar los pliegues de las telas que Sluter talla en piedra es prácticamente la misma con que van Eyck los pinta—, y por el poco conocido pero valioso pintor Broedeldam.
Este periodo del arte flamenco se caracteriza por el naturalismo de vívidos colores al óleo, la meticulosidad de los detalles, la precisión de las texturas y la búsqueda de nuevos sistemas de representación del espacio tridimensional.
En lo atinente a la búsqueda de los efectos tridimensionales, van Eyck no recurre tanto a la perspectiva mediante un punto de fuga, sino que logra dar cierta impresión de tridimensionalidad empleando la técnica de las «veladuras» o ténues capas de óleo aplicadas unas sobre otras y todas sobre un soporte, que suele ser una tabla de madera (generalmente de haya) pulida y pintada de blanco, con lo que se logra la reflexión de la luz, con el consecuente brillo de la pintura y una sugestión de profundidad. Van Eyck se atrevió con estos métodos a intentar lo que luego se llamaría "Trompe l'œil" o Trampantojo.
Muchas veces se ha atribuido a van Eyck la invención de la pintura al óleo, sí bien esta técnica ya era bastante conocida en Flandes desde el siglo XIV, como lo documenta el llamado Manuscrito de Estrasburgo. La invención que realiza van Eyck es la de la fórmula del óleo con secado rápido, técnica que permite, entre otras cosas, la feliz composición mediante veladuras ya mencionada.
Van Eyck hace gala de un extremado realismo, que causó furor entre su clientela: Sus retratados eran fielmente ellos mismos, sin artificiosas elegancias ni idealizaciones.

Como en los folletines de misterio hay que ir poquito a poco; ¿os gusta el chucho?. Fijaros en sus ojillos.. Os está mirando.. ¿Qué pensará?; desde luego está convencido, pues su mirada es firme. Para mí que no espera mucho de vosotros; buenas intenciones al principio, muecas y aspavientos luego.. Pero, creo que se da cuenta de que hacemos mucho ruido, pero que tenemos pocas nueces. Promesas humanas, pequeños humos que diluye el viento.... Trampas.
(abrir en otra ventana y ampliar; lo merece)
Iconográfica y simbológicamente no es tan compleja como "La Tempestad" de Giorggione, el joven maestro de Vecellio di Gregorio Tiziano, pero cada uno de sus elementos compositivos nos traslada una idea, una creencia, una certificación..
Es una pintura misteriosa. Rememora uno de los momentos más intensos de la existencia humana, aquel en que un hombre y una mujer se entregan mutuamente; como la obra de RembrandtLa novia judía”, nos revela el significado inherente del matrimonio. A pesar de que la escena representada ocupa un pequeño espacio, el pintor ha compuesto la obra de manera que está repleta de símbolos…. El perro pequeño, en primer plano, es un emblema de la fidelidad y del amor.
A la izquierda, las naranjas, colocadas sobre la banqueta y en el alféizar de la ventana, nos recuerdan la inocencia original, perdida a la salida del Paraíso, aunque hay quien se inclina a pensar que son manzanas y, entonces, representarían la tentación a pecar a través del conocimiento.

La cama, lista para la noche de bodas, con sus cortinas rojas brillantes, evoca la parte física del amor, su consumación, que, según la doctrina cristiana, es una parte esencial de la unión perfecta del hombre y la mujer. El calzado casero de ambos, señal de la intimidad de la escena, está a la vista; en primer plano, claramente visible y destacado, el de él y casi oculto, recatado, bajo la colcha de la cama, el de ella. Símbolo clarísimo sobre el papel social de uno y otro.

"El matrimonio Arnolfini" es el nombre por el que se conoce al retrato de una pareja, pintado por Jan van Eyck y del que se desconoce el título. Se conserva en la National Gallery de Londres.
Giovanni Arnolfini, un próspero banquero italiano establecido en Brujas, y su esposa Giovanna Cenami, aparecen juntos en su cámara, frente al espectador y dándose la mano.

El marido está situado a la derecha de la pareja, en lugar preeminente y en actitud de bendecir, o quizás de realzar mediante el gesto la importancia del compromiso ante el testigo. En cualquier caso, habla por ambos.

Sobre sus cabezas, la única vela que arde, a plena luz del día, en uno de los brazos de la lámpara de cobre labrado, puede interpretarse como la llama nupcial, símbolo del matrimonio, que nunca se apaga pese a las dificultades de la vida, o como la presencia constante de Dios, que recibe en el Libro de la Vida la existencia humana -que empleará el Día del Juicio-.
Aunque todos estos elementos tienen mucho significado, su importancia es secundaria comparada con la del espejo, el punto focal de toda la composición. En él se reflejan dos figuras, que están de pie en la puerta de entrada de la estancia. Posiblemenente, el pintor y un testigo, que, siguiendo la costumbre de aquel tiempo en el país, daría fe de la consumación física del matrimonio.
Pero lo esencial es que la convexidad del espejo nos permite contemplar a la vez la totalidad de los elementos de la escena, incluso con mayor amplitud que el propio cuadro, como sucede con el cielo y el jardín, en el exterior. El espejo actúa así como una ventana espacial, que aspira a ser un escenario donde se represente la totalidad de la vida real.
Todo el espacio es un estudio en perspectiva de la realidad, cuando la perspectiva que conocemos hoy como renacentista estaba por llegar. Van Eyck utiliza su capacidad heurística, sin ser consciente de las leyes de la perspectiva. Así, su técnica utiliza el espejo para sobrepasar los límites espaciales que limitan la representación de la escena.
En la pared, sobre el espejo, figura la inscripción “Johannes de Eyck fuit hic” y debajo la fecha, 1434… El problema es que el matrimonio, según los datos encontrados en los archivos, se celebró 10 años más tarde….

“El Matrimonio Arnolfini” es un cuadro lleno de enigmas, tanto como de belleza. Tradicionalmente aparece en los catálogos como el matrimonio de uno de los miembros de la poderosa familia de comerciantes luqueses Arnolfini.
La colonia luquesa era muy importante en Flandes, como otras italianas. Los Arnolfini que pudieran haber contraído matrimonio en aquella época eran dos hermanos, Giovanni y Michele. Se cree que en este caso el marido es Giovanni, que se casó con Giovanna Cenami.
Sin embargo, el gesto del marido al tomar la mano de su esposa contradice la teoría, pues ese gesto implica superioridad social ante una mujer que, de ser Giovanna, era de clase superior a la de su esposo. Por esa razón, algunos investigadores creen que se trata de Michele, que desposó a una tal Elizabeth, de familia desconocida, por lo que su gesto sería una muestra de protección y el primer paso para introducirla en un nivel social superior al de su cuna, por lo que podríamos estar no ante una noche de bodas sino ante el reconocimiento "notarial" como señora de la casa de Elizabeth.
Otro enigma nos lo proporciona la inscripción de van Eyck en el muro del fondo, en bellísimos caracteres góticos entrelazados. La inscripción no dice que van Eyck pintara el cuadro, sino que "Jan van Eyck estuvo aquí".

Es una extraña declaración, que se explica sí pensamos que van Eyck era amigo de los Arnolfini y que probablemente actuara de padrino o testigo de la boda. A esta solución apunta también el espejo del muro, que refleja a dos asistentes al enlace, uno de los cuales parece un pintor (el que está vestido de azul) y el otro sería el testigo, el propio van Eyck... Pero entonces.., ¿quién es el pintor?.
La minuciosidad de van Eyck permite identificar no sólo las figuras reflejadas, sino también los adornos del espejo: Son diez escenas con la Pasión y Muerte de Jesucristo. Otros elementos simbólicos que han llenado de conjeturas el cuadro aparecen en la estancia como simples objetos dispersos por la habitación, como la esculturita de Santa Margarita en el pomo de la cama, el manojo colgado de la misma cama que simboliza la fertilidad, y así un largo etcétera.
Casi todos los elementos que aparecen tienen algo que ver simbólicamente con la escena, pero van Eyck los pinta como accesorios ¿casuales? esparcidos por la habitación.

Respecto a la esposa, señalaremos la curiosa moda femenina que las damas llevaban: Se rapaban la frente y se adornaban con una toca en forma de cuernos (tal y como vemos en el "Retrato de Margarita van Eyck"). El vestido de moda provocaba una deformación en la anatomía de la mujer que hizo pensar que la desposada estaba embarazada.
Sólo tenemos que comparar a esta muchacha vestida con la Eva del Políptico de Gante para comprobar que se trata de una deformación estética deliberada, pues mediante un corpiño muy ajustado se estrechaba el pecho de la mujer, elevándolo y creando un abombamiento de vientre y caderas. Casi todas las damas retratadas por van Eyck visten de esta manera, como sus vírgenes o como su propia esposa.


Nunca sabremos la verdad.. ¿O pensamos que lo que percibimos como real es lo que ocurrió o lo que existe..?

miércoles, 24 de mayo de 2006

La mirada

Hace aproximadamente año y medio, un viejo estudiante de Historia del Arte se creyó capaz de contar un cuadro de una manera distinta, de modo que no fuesen tan importantes los datos o el análisis técnico, como la mirada y el sentimiento.
Todo es Arte, pues todo está comprendido entre la Vida y la Muerte. La dificultad estriba en la mirada.... No sé como serán vuestras miradas; la mía está, simplemente, sedienta de amor. Se desparrama en torno, anhelante, pendiente de lo que yo no he sabido darle.
Busca pequeños detalles escondidos, de los que templan las noches frías, capaces de arrebujarte el alma y ahuyentar los miedos.
Ese viejecito turulato contemplaba esta tarde la vida ajena... ¡Cuanta belleza!; la querría tomar toda, toda, emborracharse de miradas y perderse en las caricias. Ya no tiene la fuerza y sólo le resta la poca sabiduría de la experiencia. Por eso dejó de imponer y deja hacer..
Dejar hacer.. Es como acercarse al nacimiento de una fuente, donde brota un chorro transparente y cantarín de agua fresca y clara; deliciosa.
Y he dejado hacer a mis sentidos. He dudado entre mostraros una obra de "Der Blaue Reiter" o de "Die Brücke". Me he decidido por una de un artista de este último grupo.

"Franzi ante una silla tallada"
Ernst Ludwig Kirchner
Museo Thyssen-Bornemisza
1910 - Óleo sobre lienzo - 70,5 x 50 cm

Bailan sin descanso colores y formas; danzan entre si colores primarios y complementarios. Se emparejan tonos cálidos y fríos. Junto a una línea suave, en curva voluptuosa, estalla, brusco, un trazo recto, que se quiebra a un lado y otro. Su pincelada es decidida, alargada siempre, en especial en el cabello, algo menos en el collar, y como besos, en su vestido.
La luz es intensa; tanto, que los colores de las sombras cambian a sus complementarios y vemos la imagen como una especie de caleidoscopio cromático.
Impacta, explosiona ante nuestros ojos. Tanto como esa mirada de Franzi, tan lejana, tan soñadora, tan ida....
No os distraigo más. Vuelvo a mis inicios. Una imagen, dos pinceladas verbales y la mirada...

sábado, 20 de mayo de 2006

Soy algo marujo. Breve descripción del proceso

Érase que se era.. (No, no cuadra). ¡En un pais multicolooooor!.. (Más apropiado al escenario, pero tampoco). En una lejana galaxia... (Si, antes llamada España; pero no). En Pedralbes, Barcelona, al final del invierno de uno de los últimos años del siglo pasado...

Mi despacho era rectangular, de algo más de 80 metros cuadrados, y disponía de la correspondiente mesa de trabajo, junto a dos mesitas auxiliares -una, para unos cuantos teléfonos de colores y otra para los trastos electrónicos-. Frente la mesa, otra alargada para reuniones de consejo y a la izquierda un tresillo para negocios distendidos.
A la derecha de mi mesa, hacia el fondo del despacho, se abría una ventana que daba a una balconada sobre los jardines y la Diagonal. En el otro lado, frente a la balconada, existía una puertecita, bien disimulada en la pared enmaderada, que daba paso a un pequeño espacio por el que podía acceder a una pequeña barra de bar privada, pero excelentemente surtida, y a mi vestidor, que era una pequeña habitación con armarios empotrados y un riel continuo que recorría el techo, y del que colgaban múltiples perchas; me bastaba situarme en el centro y activar el mando eléctrico del sistema para que las perchas se deslizasen, hasta que la chaqueta, o la prenda que deseaba, llegaba a mi altura..
En fín, un poco antes del mío se encontraba el de la secretaría y un amplio salón biblioteca. Y más allá un gimnasio y un comedor privado, para no perder tiempo. Ese era mi ambiente....

"¡Estoy hasta las tetas!". Me voy a mi casa; ¡qué les den bola!. Y fuime... Y encontreme sin obligación alguna, excepto contemplar lo maravillosamente bien que vuelan las moscas...
¿Hobbys?. Algo que hacer, sí nos atrae con intensidad, no debe ser un hobby -¿"hobit"?- sino la profesión de nuestro oficio y sí no es así es que hemos fracasado en vivir lo que queríamos. Así que, anonadado, dediqueme a contemplar los programas culturales de TVE2... Al segundo elefante, ¿o era un rinoceronte?, quedábame "frito", roncando de manera atronadora..
Un profesional de la organización como yo, capaz de organizar hasta una boda, al que pagaban por pensar e imaginar, tenía que reaccionar. Y la mejor manera de comenzar algo es "frenar en seco" y quieto, bien quieto, observar el entorno hasta comprender lo que ocurre a tu alrededor...
Y, con gran sorpresa, comencé a comprender una cosa... Hay unas personas muy especiales, que denominamos peyorativamente Marujas, que habían resuelto el problema, mi problema.
Una Maruja parece no hacer nada importante...{¡Qué babión eres lector sí piensas así!. Demos gracias al Cielo de que nunca se han puesto en huelga -quizá por falta de un lider que les coordine (¡ojo al poder de convocatoria de los celulares!)-, porque sí les da por ahí.. ¡A más de uno se le iban a poner los "cataplines de corbata"!}.
Pero no trato ahora de analizar el "Valor Añadido del Producto Marujil", sino de explicar como encontré mi camino. Observé que una Maruja suele hacer gimnasia de mantenimiento; que con una facilidad sorprendente se sienta a tomar un café con sus amigas, o lo que sean; que se desahoga charlando sobre sus cosas, incluso íntimas; que se apunta a cursillos para que le hablen de lo que le gusta y no pudo aprender; que procura salir a la calle y no se queda en casa, "mirándose el ombligo" por sus pocos o muchos problemas y dificultades; que no les pide a los demás grandes cosas, por lo que no exige a nadie que sea la persona ideal sino que se conforma con tratar a seres de carne y hueso, tolerando esos fallos habituales que todos tenemos, por lo que, con facilidad y "en un plis plas", consigue hacer amigas...
¡"Estas tías son geniales"!, me dije. La solución es muy sencilla, pensé: ¡"Actua como una Maruja, conviértete en marujo"!. Una sonrisa complacida inundó mi faz...; aunque me quedaba una duda: ¿Pagaría la Seguridad Social la operación?. Quizá domiciliándome en Andalucía...

Me apunté a un gimnasio; me matriculé en Historia del Arte; aprendí a hacer cola, sin que me molestase; comencé, poco a poco, a hablar tranquilamente con cualquier persona; disfruto tomando un cafelito, mientras charlo de "todo lo divino y humano"; soy capaz de contarles a los amigos mis problemas... El efecto ha sido espectacular.
Mi hijo se ha cambiado de gimnasio, pues no soporta que "to er mundo" haya dejado de llamarle por su nombre y ahora le conozcan por "el hijo de..". Tengo un grupo variado de amigos que, excepto dos de mi edad, son bastante más jóvenes y entre quienes destacan las mujeres, que son auténticas bellezas, por lo que algún que otro homínido me "mira de través".
Una de ellas, poseedora de una sonrisa radiante, fué la fotógrafa de mis piernas. Además, junto con Cristina, es la única persona que sabe quien es Turulato.

No ha sido "cosa de un día"; me ha costado. Pero ha merecido la pena. He perdido algo de orgullo y soberbia -¡qué falta hacia!-. Sólo me resta una pena: Cuanto dolor me hubiese ahorrado sí, en lugar de afrontar la vida como un hombre exigente, hubiese sabido vivirla con la sensatez de una Maruja.

lunes, 8 de mayo de 2006

Desazón

No, no me siento desazonado. Ocurre simplemente que la palabra que titula el artículo aboceta lo que quiero explicar a continuación.
Hace años, el gobierno ordenó la puesta en marcha de la "Operación Alazán", con la misión de impermeabilizar la frontera española con Francia y conseguir evitar el paso clandestino de la muga en provecho de los terroristas de E.T.A. o de sus organizaciones de apoyo. Años duros.
Y allí fuí yo. Entre los compañeros con los que coincidí, recuerdo con especial agrado y cariño a un granadino, que, sin saberlo, va a ser el protagonista de mi relato. Era, y espero que siga siendo, una persona singular. ¿Por qué?; pues por su normalidad. Carecía de ese cúmulo de manías y pejigueras que con tanto placer degustamos la mayoría de las personas.
Su sentido común y claridad de juicio me inclinaron, primero, a tratarle y, luego, a lograr su amistad. Su atractivo no provenía del gracejo sino de la naturalidad de su personalidad, de modo que quienes le trataban buscaban más a la persona que a sus hechos.
Ninguno de los dos tenía allí a su familia; él porque estaba destinado en Pamplona con carácter forzoso y esperaba volver a Granada, y yo porque mi estancia era temporal, mientras durase la impermeabilización. Además, yo no estaba fijo sino que iba y venía.
Una tarde lo encontré... desazonado. "¿Estás bien?"; me hizo un gesto vago, encogiendo los hombros..
Guardé silencio; permanecí a su lado. Al poco, comenzó, despacio, a hablar..
"Allá, en Granada..; ¿sabes?, en mi casa, a estas horas, estoy con ella, estamos juntos.. Quizá yo estudio, ella trastea... No la veo; puede que esté en otra habitación.., (sonrió, con dulzura) pero la siento".
Me miró... "Y siento que estamos juntos, sin ver, sin hablar; nos sabemos el uno al otro".... "Su ausencia; me vacía. Me doy cuenta de que nos hemos ido fundiendo en pequeños detalles, en costumbres menudas, con risas y llantos... (Sonrió, de nuevo) Sólo con ella consigo cortarle bien un traje a álguien".
Sonreí; nos miramos fijamente... "Mira.. -respondí-, a ella no la sustituye nadie y sólo ella llena el vacío. Sí te fijas, sólo puedo hacerte compañía, pues no sé que decir. Pero sí esto te conforta, podemos compartir el silencio".
Era una noche fresca de Mayo...

sábado, 6 de mayo de 2006

"Bravas"

¿En qué está usted pensando?. ¡A ver, a ver!. Sean honrados y reconozcan que están imaginándose un plato lleno de patatas fritas, bien crujientes, cubiertas de salsa mahonesa y con su "aquel" de picante, que puede conseguirse con una llovizna de "Tabasco"o con guindilla.
Muchos identifican las patatas bravas como tales cuando están cubiertas de salsas mahonesa y de tomate concasse, pero que serían, en principio, unas "patatas sol y sombra" o las que se llamaban hace años "a la bandera".

¿Que de qué va el artículo?. Hasta ahora es sólo un intento de distraerles; algo así como la palabrería y los "pases mágicos" que adornan la actuación del ilusionista, engatusándoles e intentando que presten atención a algo, cuando el objetivo del "artista" -servidor de ustedes- es otro.

Hoy he comido fuera de casa. Y muy bien, por cierto. El comedor del restaurante está sobrelevado con respecto a la entrada, donde hay una barra para quien tenga que "hacer tiempo", sí es preciso. El local cierra su frente, hacia la calle, con una gran cristalera, que permite a los clientes contemplar el "vete y ven" de los paseantes. Precioso, acogedor...

He oido las voces... Que sí el café..., que sí usted, que sí tú... He visto a un matrimonio que salía; él alto, de mi edad quizá. Ella.., lo siento, indefinida. Y es que mi atención estaba centrada en la salida, tras ellos, del que parecía ser el "encargado del local". ¡"A paso de carga"!. Poco más puedo contar, en parte por mi relativa lejanía de la escena y también porque no hay mucho más...
Ya he dicho que nos hemos convertido en un país bronco; saltamos por un "quítame allá esas pajas" y, aunque encuentro personas encantadoras y dispuestas a ayudar, tengo la sensación de que puede estallar una refriega a mi alrededor en cualquier momento.
Inmediatamente, ya en la calle, se han enzarzado. Abrazado el uno al otro, en odiosa coyunda, iban dando traspiés de un lado a otro, sin reparar en lo ridículo y deleznable de su pelea.
He dirigido mi atención a los espectadores; unos no se han percatado de los hechos, otros miraban la escena con "ojos como ensaladeras", mientras procuraban que aquellos bailarines zafios no les empujasen. Pero actuar.. ¡por favor!. Interponerme, apaciguar,... ¿Y sí se escapa una mangurrina y me levanta la dentadura postiza y el bisoñé?.

Pero, pero, pero... Antes de lo que ustedes han tardado en leer lo anterior, han aparecido "mis bravas". ¡Con dos ovarios, sí señoras!. Una la mujer del cliente, otras las camareras.. Sin pensárselo, sín sujetarse el bigudí (¡qué órdiga será eso?), se han interpuesto entre aquellos dos patosos. No han echo otra cosa que poner sus cuerpos entre ambos e intentar separarles. Sólo decían irritadas: ¡Por favor, por favor!..
Y a riesgo de que las atropellasen han conseguido acabar el despropósito....

La señora del cliente se llevó al cliente patán; las camareras introdujeron a "su paladín" en el local... Todo O.K. -"Zero killed, sir"-.
He mirado hacia la barra, donde esperaban varios "bigotones". Medias sonrisas, explicaciones en voz baja, "sí yo...". ¡Babiones, que decimos en mi tierra!.
¿Y saben?. ¡Qué dignidad tiene la bravura!.

jueves, 4 de mayo de 2006

No me abandones

Hoy, jueves 4 de Mayo del año de gracia de Nuestro Señor de 2006.... En un programa cultural de la segunda cadena de Televisión Española...

Pregunta: "¿Cual es el significado del título de la canción "Ne me quite pas"?."
Respuesta: "Ní me quitas ní me pones".......

Aquí me tienen; agarrado a la botella; bebiendo "a morro"; acariciando una guitarra; con las persianas bajas; convertido en puro recuerdo; aquí me tienen....

JACQUES BREL - " Ne me quite pas "

Ne me quite pas
il faut oublier
tout peut s'oublier
qui s'enfuit deja
oublier le temps
des malentendus
et le temps perdu
a savoir comment
oublier ces heures
qui tuaient parfois
a coups de pourquoi
le cœur du bonheur
ne me quite pas,
ne me quite pas,
ne me quite pas,

Moi je t'offrirai
des perles de pluie
venues de pays
ou il ne pleut pas
je creus'rai la terre
jusqu'apres ma mort
pour couvrir ton corps
d'or et de lumiere
je f'rai un domaine
ou l'amour s'ra roi
ou l'amour s'ra roi
ou tu seras reine
ne me quite pas,
ne me quite pas,
ne me quite pas..

lunes, 1 de mayo de 2006

Recomendables

En ocasiones lo escrito por otros es tan saludable que no sólo merece la pena citar su página en el apartado de "Blog's interesantes", sino que no puedo dejar de recomendarles la lectura de los dos artículos que enlazo.
Quien bien razona, mucho convence

P.S.- Sí quieren comentar algún aspecto les ruego que lo hagan en la página de origen

Todo un caballero

Pertenece a la galería de tipos populares, incluida en la colección estampas de ayer y de hoy. Es uno de mis vecinos. Bastante más mayor que yo, aunque no decrépito, no crean.
Como es normal, coincidimos en ocasiones en el hall del edificio.. "Buenas días tenga usted, don Turu".. "Y usted que los disfrute don Sisegundo".

Ya saben que una de las curiosidades de nuestro tiempo radica en la razón de porqué la gente que quiere -pues lo necesita- trabajar inunda de papeles de colores nuestros buzones de correo. Mucho más no puedo decir de lo que depositan en ellos, o sí tienen prisa en algún sitio del portal, pues, tal cual abro aquel, recojo lo que entiendo como propaganda y lo entrego mimosamente a la papelera, o archivo vertical -sí prefieren llamarlo así-.
Tengo comprobado que la mayoría de mis convecinos procede de la misma manera, por lo que no entiendo muy bien la tenacidad de los anunciantes.. Quizá sea que gestionan empresas paupérrimas.., o su mentalidad sea paupérrima.., o saben que nosotros somos paupérrimos y nos tratan como tales.. ¡Vete a saber!.

Pero siempre hay excepciones. ¡La élite!; seres distintos al común de los mortales, poseidos de una mentalidad clara, concisa y concreta; serenos ante los avatares de la existencia. Y uno de ellos.., ¡si, don Sisegundo!.
Viene lo anterior al caso de que nos hemos encontrado en el momento de recoger el correo. Momento trascendente, lleno de ilusión y esperanza.. ¿Será hoy acaso ese día maravilloso en que no haya cartas del banco?... Pues no; como establece el dicho, "sí no quieres taza, taza y media".

Decía que don "Sise" y yo estábamos hombro con hombro.. Eché a la papelera la tarjeta del cerrajero, el menú "del chino", la hojita con los precios de la peluquería, el folleto del supermercado de "El Corte Inglés", tres folletos variados de otras tantas tiendas, uno cualquiera prometiéndome adelgazar...
Como hacemos siempre cuando estamos junto a álguien, por lo menos la gran mayoría de los muchachos, dirigí una mirada distraida hacia él... Recogía con cuidado la "papelería", ordenándola por tamaños y colorines, y la sujetaba junto a la cartera con la intención evidente de llevársela.
Sorprendido, le pregunté: "¿Qué, para hacer fuego en "la económica"?.." Me miró con sus ojos claros y con toda la inocencia me contestó...: "¡No, qué va!. Lectura p'a la parienta, que los colorines la distraen...". Y fuese tan ufano...
Quedeme harto pensativo. Están pueblos y ciudades con el mujerío levantisco, y los mozos, perdido el norte, sin saber a que atenerse.. ¿De qué se quejan y murmuran, díjeme?; aquí está don Sisegundo dando ejemplo. Cuidado extremo de su fembra; en casa, bien cerrada, para que ningún mal la alcance y muy atendida su mente, de noticias y verdades...
Es que no entiendo....