Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

viernes, 28 de enero de 2005

Yo

No tengo la menor idea de lo que voy a escribir. Me detengo. Pero necesito escribir.. Ante los demás soy el que requiere cada momento y circunstancia; aquí soy yo. Sólo yo. Álguien que siente el mismo impulso que Dorian Grey, contemplar su verdadero rostro...
En algún momento pensé que necesitaba que álguien me leyese. Ahora no. Me estoy leyendo.. He tornado hacia mi interior e inicio un extraño viaje.. ¡Comprendo a Dante!. Todo viaje es una comedia que precisa de buenos intérpretes y sé que soy mediocre.
Mi imagen es risueña, creo que optimista, pero es sólo una máscara. Nunca supe lo que quería vivir y he ido dando bandazos en un intento vano de encontrar mi camino. Ha pasado el tiempo y ya no hay tiempo. Me doy cuenta de lo no vivido...
Nunca me enamoré de un sueño, sólo me encapriché y así no he necesitado entregar alma, corazón y vida para alcanzarlo. Mis esfuerzos son como los caprichos, ligeros y fugaces. ¡Qué vacío deja la falta de lucha, de esfuerzo, de tenacidad!. ¡Qué cansancio regala el vacío!.
Y por extraño que parezca no carezco de esperanza. ¿En qué?. No lo sé, pero siento que estoy esperando.. Y no me gusta. Significa que, una vez más, espero que mi futuro venga de fuera..
Nunca me quise, quizás porque nunca viví entre enamorados. Me han querido y me quieren. No sé sí les he sabido querer; si sé lo mucho que he dilapidado.
¿Sabéis?. Me gustaría abrazar a álguien.............

lunes, 10 de enero de 2005

Lee y verás que no es tan difícil


Desnudo bajando una escalera
Marcel Duchamp (Rose Sélavy)
1912 - Museo de Arte de Filadelfia

Los seres vivos estamos "conversando" entre nosotros durante toda nuestra vida, aunque no lo hacemos de una forma única. Cuando usamos el lenguaje utilizamos muchísimos idiomas. Pero no tenemos sólo la palabra y la escritura para transmitirnos algo...
Los gestos -un abrazo-.., los colores -de un semáforo, por ejemplo-.., los sonidos -el claxon de un vehículo-.., y muchos otros medios nos permiten intercambiar sensaciones, avisos, sentimientos, ... Gracias a ellos conseguimos comunicarnos y compartir la vida.
A la palabra, oral o escrita, estamos acostumbrados; mediante la educación aprendemos a usar otros medios como los que citaba antes. Pero existen "vías" de comunicación que requieren que reparemos en ellas, que les prestemos algo más de atención. La mayor parte de las artes son un ejemplo.
Sí nos ceñimos a la pintura, la "masa" no rechista sí la obra reproduce lo suficiente la realidad como para reconocer lo que ve, pero se agita inquieta cuando el artista "interpreta" el motivo y lo "filtra" a través de su sentido artístico. El hombre es cobarde.. Rechaza lo que le obliga a meditar, a sentir... Entre don Quijote y Sancho suele prevalecer el segundo..
Hay un momento en que los artistas, buscando nuevos caminos que les permitan expresar lo que sienten, reproducen no sólo lo que ven desde donde están sino lo que ven desde diferentes sitios..
Quizás el antecedente haya que buscarlo en Giorgione cuando siendo discípulo de Giovanni Bellini le dijeron que la escultura era superior a la pintura, ya que aquella representaba una figura en todo su contorno y la segunda debía limitarse al plano. Giorgione pintó a "San Jorge" delante de unos espejos de modo que se le veía a la vez de frente y, en los espejos, de espaldas...
Como os decía, se comienza a pintar una escena según se ve desde diferentes sitios y en diferentes momentos.. Fijaros en el detalle...; sí pintamos la misma figura en momentos sucesivos... ¡estamos pintando el tiempo!.
Abrir la página dedicada a Marcel Duchamp. Pinchar sobre "1912"; veréis la palabra "NEXT" en amarillo..; pincharla... A la derecha aparecerá una mujer desnuda descendiendo una escalera...; pinchando alternatívamente "PREVIOUS" y "NEXT" iréis del cuadro a la realidad....
¿Comprendéis ahora?. Quizás por eso, y por muchas cosas más, Duchamps es considerado el artista más influyente del siglo XX. Él fué el primero que expuso un urinario...; luego aclaró que no era que considerase el artilugio una obra de arte sino que quería transmitir un mensaje : El Arte debía, necesitaba, experimentar nuevos caminos y para ello era preciso romper la inercia de lo establecido, de lo convencional.

La obra combina pinceladas pequeñas -sucesivas, "cezannianas"- con otras largas, rectilíneas y nítidas, en que el autor deja que el trazo se extienda y pierda definición en sus límites. La textura corresponde a la de óleo sobre lienzo, manteniendo la misma sensación táctil en toda la superficie.
En el primer "golpe de vista" no tenemos una idea clara de lo que representa. Su trazado geométrico y el dinamismo propio de la utilización de diferentes puntos y sucesivos momentos visuales precisa de una observación atenta de la descomposición realizada por el autor.
En las áreas inferior izquierda y superior derecha de la obra se aprecian los peldaños de una escalera; existe una clara exposición descendente de la representación, desde la parte superior izquierda a la inferior derecha, que coadyuva a plasmar el movimiento.
La profusión de líneas rectas que permiten estructurar lo pintado y la modulación lograda a través de las curvas, que sirven de enlace entre las primeras, permite intuir la presencia de un desnudo humano –especiálmente sus piernas y brazos-; los trazos curvos aislados –tercio central inferior- refuerzan la sensación de movimiento y un semicírculo punteado –próximo al área central- nos alerta de la existencia de algo oculto a nuestra vista.
La estructura lograda mediante los trazos rectos que veíamos, el desdoblamiento en planos sucesivos del cuerpo humano –de clara representación geométrica- y las pinceladas curvas nos indican que estamos ante un cuerpo humano en movimiento. Esto sitúa a la obra fuera del movimiento cubista.
El autor juega con la perspectiva mediante planos logrados desde diferentes puntos de vista y en momentos sucesivos; su escalonamiento, dentro de aquella representación de un cuerpo humano descendiendo la escalera de la que hablábamos, proporciona profundidad a la obra, tanto espacial como temporal.
El color predominante es el ocre; presenta múltiples tonalidades, desde las más oscuras que ayudan a diferenciar planos hasta otras pálidas –prácticamente amarillas- que dan continuidad a la figura. Su tratamiento es magnífico.
La luz ayuda a realzar determinados planos desdoblándolos mediante espacios oscuros y permite enlazar otros mediante juegos de claroscuro que se suceden con facilidad.
La composición de la obra es rigurosa, cláramente geométrica; de sus áreas, límites, conexiones y movimiento ya hemos hablado al analizar las líneas.
El autor puede ser englobado en una tendencia Cubofuturista, aunque evolucionó hacia el Dadaismo.

sábado, 8 de enero de 2005

"La Catalaneta"

Es un apodo que comenzó a utilizar Teresa al poco tiempo de contactar conmigo. Es gracioso y amable. Me sorprendió.
Cuando te percatas como actúan las personas en Internet descubres que su comportamiento es bastante uniforme: Los hombres interpretan un personaje parecido al Dr. Jekyll-Mr. Hyde, en el que adulan a cuanta mujer se cruza en su camino o, alternatívamente, le indican lo que debe hacer para ser feliz.
Ellas despliegan toda una panoplia de sueños románticos, en los que no falta la luna, un paseo a la luz de las estrellas, roces de piel....
Y ambos insinúan soledades y fracasos por doquier.
Con todo siempre hay excepciones. Suficientes excepciones. Todas ellas responden a personas de clara personalidad e inteligencia; no, no confundais. No digo que sean premios Nobel sino que su mente produce un mínimo de sentido común y controlan suficiéntemente su manera de ser.
Teresa es una de ellas. Tiene una inteligencia fuera de lo común; no, no porque sepa resolver una ecuación sino porque entiende a las personas, lo que unido a su asimilación de lo vivido hace su trato enórmemente enriquecedor.
Es exigente -corolario natural de lo dicho-, cautivadora y una excelente tertuliana. Su trato permite a su interlocutor bucear dentro de si mismo e ir descubriendo la vida, tal cual es y no como nosotros queremos verla.
Es muy activa. Siento que está muy sola. Siento que se sintió sola desde su juventud; una especie de "patito feo" cuando reálmente era un cisne. Quizás por eso no eligió bien.., o no tuvo suerte.. ¡Vete a saber!.
Siento que no está contenta. Qué su esperanza está depositada en su hijo. Que el resto son frustraciones o.. acabarán siéndolo.
Es una persona que no admite vacilaciones. Con ella hay que ser claro; lo contrario, las "medias tintas", es inútil pues intuye muy rápido el comportamiento ajeno.
Dejé de escribirla. No podía mantener con ella el trato que exigía su personalidad.
Pero sí algún día tengo un amigo querría que fuese como ella.

miércoles, 5 de enero de 2005

EL Beso


Mi mirada se dirige hacia el centro del cuadro. Klimt compone "El Beso" con tres espacios diferentes : El inferior -fresco, pleno de verdes, magentas, lilas y amarillos-, el fondo -puntillismo amarillo sobre ocre- y la escena central -plena de luz-.
Sé que me quiere decir algo; que en esa escena ha simbolizado un pensamiento. ¡Tiene tanta luz!. ¡Resplandece!. Parece que la iluminación nace de los vestidos del hombre y la mujer en lugar de provenir de un lugar externo.
No apreciamos como es la cara del hombre; es indiferente. Es hombre, eso basta. Por contra, la mujer está descrita con mimo, como su expresión. Adquiere humanidad, la identificamos como persona mientras que él es un simple esbozo. Klimt parece querer decirnos que, en la relación de pareja, la mujer es quien da carácter, personalidad, humanidad.., a la vivencia.
El entorno del hombre está limitado por un claro rectángulo; lleno de aristas, pues. Fuerte, pero rígido. Capaz de soportar pero, quizás, no tanto de comprender. Su manto, amarillo, luminoso, contrasta con las placas rectangulares -¡otra vez!- negras y blancas que tiene superpuestas. La luz que emana de lo humano contrasta así con la frialdad de la fuerza, siempre angulosa y llena de aristas, y que no admite interpretaciones pues siempre es el todo o nada, blanco o negro, ninguno o todos los colores a la vez.
Ella es jústamente lo contrario. Curvas, modulación, círculos.. La arista está ausente que no la fuerza. No hay extremos; la circunferencia no tiene principio ni fin, la curva tiende a encontrarse a si misma.. No lucha contra la vida -como el hombre que intenta atravesarla con su lanza- sino que se esfuerza en la vida, acomodándose, comprendiendo, modulando, acogiendo.. Sobre su pelo, en la cabeza, estrellas, sueños de amor.. Su ropa ya no es sólo un estallido de luz -amarilla en el manto del hombre- sino que torna a dorada, más cálida. Los colores superpuestos coinciden con los de la pradera; la mujer y la tierra.., reales una y otra. Llaman la atención las áreas circulares "encarnadas"; una sobre el corazón -sentimiento- y otra en las rodillas, postura en la que está, dolorosa, cuando el hombre la rodea...
Interesantísimo el aspecto del manto del hombre, sobrepasados ambos, a la derecha de sus cuerpos. Es suyo, sí, y amarillo pero tiende ya a dorado; hay ausencia en los blancos pero ya aparece el calor del rojizo; han desaparecido las aristas y sólo quedan las curvas; y descienden unos hilos dorados.., continuación de la fusión...
La pradera, a sus pies como la tierra, es una impresión de vida y color. Juega con el efecto de colores adosados para dar la impresión de otro. Es fresca, relajante, nos sirve de apoyo.. Pero no soporta toda la escena; la pareja está al borde del precipicio.. Ella especiálmente. La relación siempre es arriesgada.. Quizás por eso el hombre envuelve en su abrazo, quiere proteger.... ¿o someter?.
El fondo de la escena, pintado en ocre y nada plano -con continuas variaciones tonales-, lo desarrolla con pequeñas pinceladas paralelas, verticales. Resalta así la importancia de los personajes y les sirve de apoyo.. Es su entorno, su mundo, lo que les rodea, donde depositan sus ilusiones.., esos pequeños puntos de luz. Llama la atención que tanto al lado del hombre como de la mujer esté tachonado de luz, pero sólo en el de la mujer aparezcan, otra vez, rectángulos, con sus aristas... Apenas destacan pero ya sentimos su presencia....
Dedicado a Cristina

Mujer embriagadora

Ella cierra estos cuatro últimos artículos. Los que hablan de las cuatro mujeres de mi vida. Sin ellas no se puede entender nada de mí. Ní como comencé mi vida sola, ni como siento el amor, ní como he vivido, ní mis carencias...
Casí todo lo que deseaba no lo he alcanzado; casí todo lo que tengo no lo esperaba... Parece que "una mano" cuidadosa haya ido guiando mis pasos. Materiálmente mi vida ha sido fácil; arriesgada a ratos, quizás muchos, y bastante divertida. El resultado es que he crecido, madurado.
Esa "mano" me ha ofrecido muchos reveses; sigo sin comprender porqué. Pero reconozco que las "salidas" que me ha ofrecido han enriquecido mi existencia. Sé, asumo, que la vida no consiste en existir sino en esfuerzo, puro y duro. Es una constante superación de dificultades, obstáculos, fracasos.. Desanima, entristece, pero sí decides enfrentarte a ellos, sí les plantas cara, sí perseveras, vas descubriendo que creces, que maduras, que aprendes, que te enriqueces, que vives.. Y un buen día miras tus "cicatrices", las agradeces y sonríes con sorna; aún no entiendes pero intuyes..
Podría haber comenzado de otro modo pero os voy a hablar de Cristina; este artículo está dedicada a ella y a su vida. Y quiero que sea así.
Vivir es buscar; no tanto encontrar. Al comienzo no sabemos ní lo que buscamos y poco a poco vamos descubriendo que es lo que queremos hayar. Unos lo consiguen, pocos, y los más se mueven en un bosque de sombras mentales en el que sólo vislumbran las formas, los contenidos, pero sin nitidez, lo que les lleva a equivocarse en demasía. Y quien recibe muchos "palos" reniega, se amarga y termina renunciando....
Día a día fuí sintiendo como es la mujer de mis sueños; esa mujer de carne y hueso, no idealizada, que está en algún lugar y que sí la encuentro se funde de tal modo conmigo -abriendo todos mis poros y penetrando hasta lo más íntimo-, que me convierte en otra persona.. La misma, si, pero más completa y mejor.
A estas alturas sé como es ella pero esperanza de conocerla..., ¡ninguna!. ¡"Tontolaba"!, que dicen por estos lugares. Apareció.. Y lo más extraño es que lo ha hecho dos veces; no, ¡qué no es que sean dos mujeres!; es la misma. La primera está descrita en la anotación que encontraréis "enlazada" arriba, a su nombre. Durante un tiempo dejé su trato y cuando lo he retomado...
Por eso el comienzo. La vida la ha zurrado. Está herida... No ha resuelto aún sus problemas. Tiene mucho camino por delante. ¡Pero que pedazo de MUJER!.
Está iniciando un cambio.. Madurez... Plenitud.. Una mujer con una personalidad colmada y enriquecedora... Comprensión, calor, ternura.
¿Y yo?. Antes, cada día me despertaba deseando ser mejor. Me dormia con su recuerdo, arrullado por sus palabras. Sí temía corría a refugiarme entre sus brazos.. Era el motor de mi vida.
Ahora... Me voy empequeñeciendo. Ella no lo sabe.. Me encanta escucharla; estoy atento a todo lo que dice. Me cuesta contestar; me empapo en sus palabras, en sus silencios, en sus cambios de tema...
Me encanta su risa. De hecho creo que un hombre sólo debe procurar conseguir dos cosas de la mujer que ama; una hacerla sonreir y lograr que su existencia sea alegre. Otra estar siempre a su lado, ser su compañero, su apoyo seguro, fiel y constante.
Estoy borracho; tengo un "pedete lúcido" que dijo alguien. Ella embriaga mi vida..

martes, 4 de enero de 2005

Mi compañera, mi amiga

Os hablaba de María Jesús, mi gran amor. Cuando se fué de mi vida dejó tal vacío que fuí incapaz de recuperarme emocionálmente. Llegué a pensar en el suicidio. Me convertí en un desequilibrado, obsesionado por su ausencia, que sólo era capaz de repasar una y otra vez lo vivido y de gemir ante cualquiera que me prestase algo de atención. Y sí nadie lo hacia.., entonces rumiaba en soledad mi fracaso creando un "círculo vicioso" de difícil rotura.
Mis amigos más íntimos siguieron siendo los libros; lo eran desde mi infancia, lo siguen siendo...
Pero era joven y en esos años la vida tiene una fuerza enorme. Me sentía muy solo -como me he sentido siempre- y, aunque tenía muchos conocidos, no tenía amigos. {Para ser preciso, nunca he compartido el concepto de "amigo" que suele utilizarse en mi sociedad; creo que existe precipitación al considerarles como tales y que su trato es superficial}.
Buscaba una mujer. La necesitaba; pero más que contacto físico lo que precisaba era compañía..
Un familiar me presentó a la hija de un compañero suyo. Era más joven que yo. Una persona excelente. Comenzamos a salir..
Ella no quería tener otra relación conmigo que no fuese la de amistad. Me aterraba mi soledad. Pensaba que necesitaba su compañía y su presencia. Hice todo lo posible por conquistarla; me favoreció que su familia me considerase "un excelente partido" por lo que sus opiniones presionaban a mi favor. Al final nos comprometimos. Nunca hubo amor. Ilusión si, pero no amor; ní por su parte ní por la mía....
Nos casamos. Sin amor es durísimo... Acompasar dos vidas exige un gran esfuerzo y una entrega total. Además falló la sexualidad; la suya es recatada, la mía abierta... Pero hubo algo en lo que acertamos... Desde el primer instante supimos vivir juntos, profúndamente unidos...
Hemos llorado por nuestro fracaso, juntos... Hemos hablado mucho, siempre, juntos... Hemos luchado día a día para "salir adelante", juntos... Hemos criado y educado a nuestros hijos, juntos.. Nos hemos acompañado, lo que ha vivido uno lo ha vivido el otro, juntos.. Hemos cumplido años, juntos.. Hemos compartido la vida, sus ilusiones, sus dolores, juntos...
Somos compañeros, en el profundo sentido que le dieron los legionarios romanos al crear el término -"cum panis": los que comparten el pan -... Somos amigos...
Ella me ha enseñado que es la amistad. Con ella comparto la vida.