Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

domingo, 29 de junio de 2008

Valle de Tena

Pues verán ustedes.. Aprovechando que en Zaragoza hace un calor de mil demonios, que se concentra en una Expo plena de hormigón, henchida de colas, huérfana de sombras y en la que no hay manera fácil de que el viajero sediento aplaque su sed..
Considerando que tengo unos amigos .., eso amigos, que me han regalado unos días en un spa del Pirineo aragonés, concretamente en la estación de esquí de Formigal...
A la vista de que me gusta viajar, o sea, recorrer poco en mucho tiempo y hablando más con las gentes del lugar....
Discurriendo que estarán ustedes hasta el moño de los muchos discursos que suelto aquí...
He pensado que podría mostrarles algunas fotos y escribir poco. Así que ....

Desde mi ventana. Al fondo, aún nieve en Tendeñera

Sallent de Gállego y al fondo el pico de "Tunia"

Sallent de Gállego y el pantano de Lanuza

Tramacastilla de Tena. Vista hacia Peña Telera

Casa Patro. Tramacastilla de Tena. Migas y asados

Ventana. Tramacastilla de Tena

lunes, 23 de junio de 2008

El negro y los demás

Una vez más. Vuelvo a la costa mediterránea española. Quizá ahora ... Es difícil, lo se. Ella y yo hemos fracasado hasta hoy en todos y cada uno de nuestros encuentros. Ella huele a pino y yo quiero olerla a basa, como huelen las marismas cantábricas de mi bahía; ella es templada y yo la busco fría y cortante; ella, si no se enfurece, solo me acaricia suavemente y yo busco que me abatan sus olas y me cubra su espuma; ella es amante del sol y yo de la bruma y de la lluvia ....

Así que esta vez he elegido un gran hotel costero, con centro de belleza, gimnasio, wifi y todo eso. Hasta tenía reservada en la playa cada día una tumbona debajo de un toldo; todo del hotel, atendido por un amable marroquí durante la mañana, pues por la tarde lo sustituía un español de amargada catadura, terriblemente molesto por tener que atender a quienes por todo mérito tenían el de dar a cambio un dinero del que salía su sueldo.
Pero queridos míos.. El hotel es grande; y como me confesaba el maître del restaurante -digno oficio en el que suelo buscar amigos-, para rentabilizarlo hay que procurar que esté lleno. Al precio que sea... Temed lo peor.

Las comidas se sirven mediante buffet. Y estos no son lugares donde comer, no se crean. No. En ellos salen a relucir los más fieros y primitivos instintos. Allí se comporta con la misma ferocidad una dulce y encantadora abuelita que un niño de primaria, y en ellos se demuestra la avaricia del Hombre, capaz de acumular para si mucho más de lo que necesita.

El parapléjico mantiene una mirada torva; su mujer, que camina tras su silla con motor eléctrico, la muestra cansada, sin brillo. Se dirige a la primera mesa disponible y espera, sin pestañear, que le abran paso. La mujer le pregunta que le apetece y él ordena cual general con mando en plaza. Sentada, le corta en pedazos la comida, de modo que él pueda llevárselos a la boca, y le da de beber, pues él no tiene suficiente destreza para ello.
De vez en cuando, protesta. Ella le discute, le corta la aspereza, no se amilana; voy viendo que hace mucho que entendió que tiene que convivir con la amargura del hombre que, posible y extrañamente, aún ama, pero, también, que nadie puede argüir una tragedia para pasar por encima de los demás en cualquier situación. Eso sería tanto como suicidarse.
Pero siempre se pagan precios en esta nuestra vida. Y me pierdo en sus ojos, que no en su mirada. No luce en ellos esperanza alguna; solo determinación. Comprendo que ella será su esposa y compañera, que aguantará. Y en esas me hago, una vez más, la misma pregunta íntima... ¿Cual sería la respuesta si ella fuese la parapléjica?.

Veo como el hombre, que presumo que ya cumplió hace años los 70, sostiene entre sus manos con gran cuidado un plato hondo. Se dirige hacia la mesa que está a mi espalda; despacito, que su edad y lo colmado del plato no admiten riesgos ...
¡Jesús, María y José!, oigo exclamar detrás de mí a quien creo su mujer. ¿Pero qué has cogido infeliz?. Y es que el abuelo mira con ilusión el platazo de fabada con ... uno, dos, tres, cuatro trozos de morcilla, que con seguridad no ha catado desde hace años. ¡Es que me gusta tanto!, responde con cara de inocencia ....

Tiene unos treinta y tantos años. Le observo despacio ..; su aspecto corresponde al del promedio masculino del comedor. Calza unas sandalias, mezcla de goma y loneta, que conservan sus pies sudorosos y enrojecidos, combinación perfecta con varias durezas y bastante mierda callejera que han acumulando mientras camina. Las féminas, más delicadas, suelen calzar algún tipo de chancleta, que cuando está bien pringada hace resbalar de vez en cuando la planta del pie, provocando una especie de "vete y ven que m'escoño," que realza su cadencioso caminar de princesas y destaca su grácil figura.
Pero sigo, que me distraigo ... Aquellos pies sustentan unas piernas sin volúmenes, temerosas durante años de todo deporte y amantes del fútbol televisivo; o expertas en Formula 1 -eso si, solo durante el tiempo en que Fernando (Alonso para los ignorantes) lograba algún triunfo que otro-.
Compruebo que, como muchos otros ejemplares del comedor, el individuo es algo patizambo -que mea entre paréntesis, si ustedes quieren una descripción más gráfica-, producto, posiblemente, de esas prisas que les entran a muchas mamás para lograr que sus retoños sean los primeros en decir algo, pedir pis y caca, o caminar.
El cuerpo de nuestro protagonista es peludo; más o menos como la media, sin abusar. Pelo lacio, sucio en apariencia, que se descuelga por los bordes del elegante conjunto de camiseta de tirantes y pantaloneta gris semicaída, dado totalmente de si. El resultado es, cuando menos, asqueroso.
Le observo mientras recorre la línea de fuentes de comida ... Transporta en cada mano un plato, en los que va depositando sucesivamente y según toca, una ensalada de arroz y plátano con salsa rosa, espaguetis con chistorra, jamón asado, sepia a la plancha, bolas de patata rebozadas y fritas, salsa dulce de mango, y albóndigas. ¡Si puede con eso, me pongo a dieta!, pienso abrumado.

A mi izquierda está la máquina de helados. Están de "pedrada", o sea que son una mezcla barata de colorante, polvos y algo más. Pero eso si, su fórmula es absolutamente eficaz; comas lo que devores, tomarlos elimina toda sensación de pesadez.
El niño tendrá unos 10 ó 12 años. Se acerca despacio, con prudencia, hacia los grifos dispensadores de helado.. Entre sus manos, una sopera individual de las que hay en la vajilla para servir el gazpacho y las cremas. Se da cuenta de que le miro ..., pero sigue maniobrando mientras me contempla a hurtadillas...
Sitúa la sopera bajo el grifo nata-fresa y baja la palanca con cuidado, observando como un churro de helado se autoenrrolla según cae.. Me mira ... Se desliza ingrávido hacia el de vainilla-chocolate y le da ... En la sopera va apareciendo una especie de monte Fuji que se retuerce sobre si mismo a consecuencia de aquella erupción de colores. Sigue sin perderme de vista ..., como yo a él. Sube la palanca y cesa el churretón de helado.
Y sin dejar de contemplarnos, se acerca, serio y circunspecto, a los botes situados junto a la máquina y que contienen los dulces confetis de colores ... ¡A cucharón, los echa a cucharón!. Me mira por última vez, sin temor -sabe que no me chivaré-, y se pierde entre las mesas ...

Mi gran momento es el del atardecer. Tiempo para mecer y acariciar recuerdos. La noche llega mientras los veladores de la terraza, en cuyo centro se sitúan la orquesta y la pista de baile, van siendo ocupados ...
Me siento al fondo, desde donde contemplo bien la pista y una amplia zona de la terraza. Y comienzo ... "Manhattan, por favor". El servicio, eso si, impecable. Y como iba diciendo .., comienzo a disfrutar del espectáculo...

Al rato atraen mi atención dos parejas. Creo que hace tiempo que cumplieron los cincuenta y está claro que no han dejado de trabajar de sol a sol durante toda su vida. Lo de trabajar al sol es evidente; su moreno cuarteado y profundo no lo han logrado en la playa.
Pero destacan porque parecen haberse escapado de un futbolín. El más alto puesto de pie es más bajo que yo sentado. Siento respeto, y mucho, por ellos. Hacen falta muchas generaciones desayunando un vaso de cazalla y sin probar carne, para que las personas se desarrollen tan poco. Y horas y horas de azada, para tener tal fortaleza en las manos.
Y con todo en contra, aquí están. Disfrutando de lo que tienen bien ganado. Si algún día tengo que pelear por algo, me gustaría tener gente así a mi lado.
Recuérdenme que algún día escriba sobre esto, solo datos de una tesis doctoral, para que atisben la miseria de la España de la última mitad del XIX y primer cuarto del XX.

"Dry Martini", que la noche es larga... Y es que he decidido recorrer la carta ... A mi derecha están los que inmediatamente llamamos "los vascos". Simplemente porque por su acento desmedido, el volumen de su voz y su declaración de ser vascongados, no permiten otra cosa.
Sobre su cuerpo, todo un surtido de joyería. Por lo que dicen, empresario triunfador él; ella, amargada -de sabor amargo- juzgadora de todo. Hacia los sesenta, ambos. Delgados, morenísimos, vestidos tan clásicos que más es imposible.
Él, de estirado pelo negrísimo azabache, fuma un puro, que sabe encender. Ella, de lacia melena canosa, es un quita y pon constante de unas pequeñas gafas de lectura, que, excepto para ser mordisqueadas, no se que chorra pintan en la noche bailable. Él muestra en la muñeca un peluco -su grosor, brillo y número de botoncitos, excitan mi vena barriobajera- que tampoco se muy bien que utilidad puede tener para un fulano de ciudad y oficina. Ella es solo tensión sobre dos patas, recubierta de pedrería. Cuando ha fumado el puro, se van. ¡Qué alivio!.

"Daiquiri" .... Y mi mirada es atraída hacia la pista de baile; bueno, la mía y la de la mayoría. ¡Qué espectáculo!. Francesa -lo supe luego-, casi tan alta como yo -con tacones-, corpiño sin mangas de lamé, falda tubo negra algo por encima de la rodilla, con poderío, pelo garçon, mirada firme y directa, y unos zapatos de altísimo tacón que eran poco más que una plantilla donde apoyar unos pies bien escoscaos, sujetos a sus piernas por un larguísimo cordón, que se enrrollaba hacia arriba ...
Y se empieza a mover ... Poco, muy poco más, que un balanceo de caderas y un dibujar círculos en el aire con las nalgas .. Sus piernas -espectaculares, largas, fuertes, formadas- deslizan el cuerpo, mientras los brazos bailan al compás del vaivén de sus pechos .. Los ojos cerrados, sintiendo ... La cabeza, puro equilibrio mágico.. Sola .. Una espléndida mujer, plena de sabor, con esa belleza demoledora que ellas solo alcanzan tras cumplir los cuarenta .... ¡Madredelamorhermoso!.

"Piña colada".. Pasa a mi lado. Me mira. ... "Gin Fizz", que hay que refrescar el ambiente y, además, voy a terminar con un pedete lúcido, que decía el aspirante frustrado a notario. Y no hay mejores acompañantes de la pasión que la elegancia, la inteligencia y el amor.

Él es negro; delgado, de unos 50 años, cerca de metro noventa. En su sencillez, pura elegancia; sus calcetines y zapatos negros de cordones, limpísimos, como el suéter gris ceniza de manga larga y sus "jeans", recién planchados.
Ella, algo más joven. De rostro típicamente bretón. Un cuerpazo. Sandalias de cordones, pies limpísimos, falda oscura y una blusa clara, sin mangas. Entre sus manos, guarda una rosa de tallo largo.
Hablan en inglés. Él, un "british" exquisito; ella con un claro acento francés. Lo de hablan tengo que matizarlo.. Están tranquilos, serenos; se escuchan el uno al otro, sin interrumpirse, charlando sin prisas, manteniéndose a veces en silencio, contemplándose, viviendo el entorno...
Él no pretende demostrarle nada a ella. Paladea a la mujer, la considera importante, haciéndola sentirse inteligente. La acompaña; busca estar junto a ella, caminar a la par, las manos entrelazadas. No hay conquista; se saben parejos, iguales y se gustan así. Compañeros, cómplices, amantes ....
"Coke" para él, cerveza a presión para ella. Están enamorados. Creo que les siento. Amar requiere cierto tiempo, comprender. Nosotros, los llamados hombres por ejemplo, tenemos que intentar no ser importantes. Más bien se trata de ser, solo, uno mismo, para conseguir vivir algo importante, el amor.
Debo estar ya borracho.. Me retiro a mis aposentos. Tengan ustedes, mis amigos, una noche enamorada.

jueves, 12 de junio de 2008

Persistencia de la memoria

Como ya he escrito muchas veces, creo que el verdadero sentimiento ante cualquier expresión artística nace de nuestra capacidad de rechazar aquello que no nos gusta, llave lógica que abre de manera serena nuestros sentidos ante todo lo que nos es placentero.
Y a este servidor de ustedes no le gusta el Arte Surrealista. O me inquieta, si les parece mejor. Sea cual sea la razón, no disfruto contemplándolo. Pero una mujer especial me ha pedido que dedique un artículo a una obra de ese estilo. Y surrealista o no, mi manera de ver lo que sea carece de importancia ante el significado que tienen para mi ciertas personas de mi entorno. Comencemos pues..

El fundamento del Surrealismo si me parece importantísimo; refleja la esencia de la personalidad del Hombre. Cualquiera de nosotros recibe durante su existencia una enorme variedad de estímulos en diversas formas; unas veces mediante la educación que se nos da, otras a través de las experiencias que vivimos, en ocasiones -menos de las que desearía- por el estudio y la formación, etc ...
Y todo lo recibido queda alojado en algún lugar dentro de nosotros. Y desde allí pone a prueba, instante a instante, la capacidad innata que tiene el Hombre para ser Libre. Y, con la mano en el corazón, reconozcamos que nuestros pensamientos, obras y omisiones no responden exactamente a nuestros impulsos primarios, sino que son el resultado de filtrar estos a través del destilado de aquellos estímulos recibidos.
Si nos ceñimos a la expresión artística y más precisamente a la pictórica, tenemos que admitir que el artista tiene condicionada su expresividad aún más que cualquiera de nosotros, pues evidentemente aspira a que su pintura sea contemplada y admirada por la mayor cantidad de gente posible, de modo que, aun sin darse cuenta, suprimirá aquello que vaya contra dicha aspiración.
Y no caigáis en la simpleza de pensar que ciertos expositores de obras agresivas no están sujetos al proceso descrito. Antes bien, creo que sufren un condicionamiento extremo, resultado de estímulos e influencias que se escapan a mi pobre entendimiento.
Pues bien. Lo que defienden los surrealistas es que hay que pintar al primer impulso de la mente; es decir, procurando que el contenido inconsciente de la misma fluya hacia el exterior con la mayor libertad posible. Que salga lo que salga y que los dioses repartan suerte ...

El arte será para los surrealistas un método de conocimiento de la realidad interior, de aquello que no apreciamos mediante nuestros sentidos. Por ello, usan el automatismo, que consiste en dibujar o escribir sin lógica, moviendo la mano incontroladamente; la desorientación reflexiva, por la que reúnen objetos sin relación aparente, surgidos del subconsciente, en espacios reales y habituales, queriendo hacer buena la frase de Lautreamontbello es el encuentro fortuito sobre una mesa de operaciones, de una máquina de coser y de un paraguas”; el Frottagge o dibujo obtenido mediante frotamiento, y otras técnicas dadás, como el fotomontaje, el objeto encontrado,etc.
El Surrealismo es heredero del movimiento Dadá en el uso constante de la provocación -“épater le bourgeois”- y los materiales normales y corrientes, así como en su deseo de liberar la imaginación del corsé de la razón. Inspirándose en Freud, los surrealistas creían que la única forma de hacerlo era teniendo acceso al subconsciente, lo que les condujo a centrar su temática en el mundo de los sueños.
Dentro del Surrealismo coexistirán dos corrientes: una objetiva o figurativa, que utiliza una técnica casi fotográfica para imitar la realidad, a la que pertenecen Dalí, Magritte, Ernst, Delvaux, .. y la antiobjetiva, que tiende a la abstracción, de un lenguaje casi poético, en la que podemos incluir a Miró, Tanguy, Matta...

Ha llegado el momento.. No hay más remedio.. Para explicarlo mejor, seré su conejillo de indias. ¡Ay!. Cogeré un trozo de papel, un lápiz y, como si estuviese garabateando distraídamente mientras hablo por teléfono, pintarrajearé algo...

¡Jo!. ¡Un fenómeno!. "Peazo artísta".... ¿Qué les parece?. Y puedo prometer y prometo que lo he hecho "a vuela pluma", sin levantar el dedo del ratón y sin dejar de mover este. ¿Lo creen, verdad?. (Menos cachondeo...)
Pues según los surrealistas ahí está mi subconsciente.. ¡Tela!. Seguro que están descubriendo mis neuras... Además, lo mismo que yo, también pueden coger pápel y lápiz y ponerse manos a la obra.. ¡Ánimo valientes!. ¿Qué, que no ven nada?. ¡Por favor!.
(Les dejo un ratito... ¡Miren, miren, que hay mucho!)

¿Ya?. Que conste que si es por ver, veo en el centro de los trazos hasta un fulano en moto festejando su triunfo en una carrera ... Pero no quiero exigirles mucho, que esto es solo un ejemplo y, además, no sea que vayan a creer que mi surrealismo proviene de que "estoy como una regadera".

Arriba y a la izquierda del espectador -en color anaranjado- puede distinguirse el auricular de un teléfono, de aquellos de sobremesa que había hace años; o visto hacia la derecha, ¿por qué no?, un miembro viril circuncidado. A su lado -en verde opaco- el caparazón de una tortuga del que sobresale su cuello, bien estirado. Más abajo, a media altura y hacia la derecha, otro auricular -en amarillo-. Abajo, a nuestra derecha, en azul y con el ojo en negro, la cabeza de un reptil, y a nuestra izquierda, en turquesa y vista de perfil, una de esas sartenes de ahora, en las que nada se pega ... hasta que se pega.
¡Qué lo del motorista no iba en broma!. Fíjense con detenimiento entre el auricular amarillo y la sartén turquesa ...; el brazo derecho en alto, la pierna flexionada con el muslo claramente a la vista, el depósito de combustible alargado -propio de una custom- bajo el auricular amarillo y sus maletas traseras sobre la sartén turquesa.... ¡Ah! y el fulano con un casco enorme, de esos nuevos con airbag.


El motorista -en gris-, con su casco y moto -en lilas-
(Para Kalia, agradeciéndole las aspirinas)

Resumiendo. Me asustan los reptiles, me gustaría tener una moto, cocino bastante bien y estoy todo el día colgado de un teléfono. Y el "piticlín" ... (esto es lo que está pensando ahora más de un lector).
Pero en honor a la verdad, si, soy un buen cocinero; me gusta y me relaja cocinar. Llevo más de 30 días -límite legal para realizar la portabilidad del número de un móvil entre compañías telefónicas- sin saber cuando Telefónica le pasará a Simyo mi número y cuenta. Me dan asquito los reptiles -lo siento "Luisaifer"-. Y desde hace muchos años me gustaría tener una moto.

Bueno, ahora que ya os he relajado un poco con este ejercicio surrealista y que espero que haya servido para comprender mejor este estilo de las Vanguardias, pasemos a nuestro cuadro....

“Persistencia de la Memoria”
Salvador Dalí
Óleo sobre lienzo - 1931 - 24 x 33 cms. - MOMA - Nueva York

Contemplémoslo despacio.. Dalí ha compuesto la obra con una estructura clásica. La línea de costa, donde las olas vienen a morir en la playa, divide el cuadro en dos partes: una superior muy luminosa y otra, inmediata al espectador, lóbrega. Para disimular algo lo rectilíneo del trazo, la completa a nuestra izquierda con una .. especie de plataforma de apariencia metálica y a nuestra derecha con la línea de máxima luz solar.
Fijaros bien en esta línea divisoria horizontal cuando la encontréis en un cuadro. Cuanto más alta esté, como puede ser este caso, el espacio comprendido bajo ella se acerca al espectador, logrando una sensación de proximidad para los objetos que se encuentran en el área inferior. Pero si dicha línea está trazada muy baja, cerca del borde inferior del cuadro, el efecto que se logra es de sensación de profundidad, tanto más cuanto más abajo esté.
Pero el Arte tiende de manera natural al equilibrio .. Y tanta horizontalidad precisa ser compensada de algún modo. Reparad en ese tronco seco de árbol ...; verticalidad. Y ahora en los dos prismas existentes en la izquierda de la obra, restos de pintura geométrica; aquel que citaba antes como una plataforma y el que sirve de base al árbol ... Fijaros en sus aristas..; verticales unas, para reforzar aquella compensación, y diagonales las superiores, líneas de fuga que impelen a nuestra mirada a perderse en el horizonte, en la luz del fondo .... Y es que siempre que encontréis diagonales, sentiréis dinamismo en la obra; atracción hacia el movimiento.
Los relojes y ese extraño volumen en el centro del cuadro, que soporta un reloj blando, cumplen la misma función dinámica, ofreciendo sus líneas al juego de horizontalidad y verticalidad, así como al de las diagonales, en el caso del reloj duro con tapa y de aquel volumen.
Como vemos, Dalí utiliza una perspectiva tradicional, representado más nítidos y de mayor tamaño los objetos más próximos, pero en mi opinión el espacio resulta extraño, posiblemente por el vacío de ciertas zonas y la ausencia de vida. El punto de vista del espectador es alto, como si estuviese sentado en lo alto de la silla de un socorrista playero.

El dibujo tiene una enorme importancia en el cuadro, como es habitual en Dalí. Los objetos están representados con exactitud y detalle, con pureza en sus líneas, recortados con claridad en el espacio, aunque sus dimensiones no son reales y están deformados.
La luz juega un gran papel. En primer término, el foco de luz, situado a la derecha, ilumina suavemente los objetos, mientras que, al fondo, la costa y la mar están fuertemente iluminadas con una luz muy blanca, deslumbrante, irreal, que resalta su trascendencia.
El cromatismo juega con el contraste entre los tonos fríos (azules, grises, blancos) y los cálidos (ocres, marrones y amarillos), colaborando al dinamismo de la obra, ya que los cálidos acercan los objetos, mientras que los fríos los alejan.

Pero mucho de lo dicho podríamos aplicarlo a otras pinturas... ¿Donde reside entonces la singularidad de esta obra?. Pues en la combinación del significado de cada uno de los elementos pintados con la percepción psicológica del artista ante una idea o situación concreta.
No, no pongáis esa cara. Nos ocurre a todos. Algo exterior nos impresiona y para desahogarnos, se lo contamos a alguien. Lo que ocurre aquí es que el artista lo refiere mediante ciertas imágenes que en su mente tienen una enorme fuerza y un significado preciso.
Y aquí reside una de las grandes dificultades existentes para asimilar la obra daliniana. Hay que saber exactamente el significado que para Salvador Dalí tenía cada "cosa" que pintaba. Es como un lenguaje en clave, codificado; sin el código que nos permite descifrarlo, lo que nos quería decir permanecerá oculto. Por eso, podéis encontrar muchas obras dedicadas a explicar, más que su pintura, lo que significan una hormiga, un reloj blando, el pan (ciclo vital), un huevo (vida, nacimiento) ...

Dicho esto, entremos en la obra.. Para empezar, digamos algo de su método paranoico-crítico. Con él, Dalí encontró un estilo propio, apartado del automatismo, que le permitió mantener el espíritu surrealista. Elaboró un lenguaje que le acompañaría el resto de su vida y que el propio Breton consideró fundamental para el movimiento que lideraba.
Con este método consiguió que su obra fuese el vehículo que transportaba sus obsesiones, fusionando lo consciente y lo inconsciente, lo simbólico y lo real, de forma espontánea pero a sabiendas de que modulaba voluntariamente lo que dictaba la razón. Explicó que se basaba en “el poder repentino de asociación constante, propio de la paranoia, que ayuda a sistematizar la confusión y contribuye al descrédito total de la realidad”.
Pretendía reflejar las imágenes que nacían del delirio, de la obsesión, como las que aparecen en los sueños. En estos, una imagen se transforma a veces repentinamente en otra, se desdobla y adquiere formas irreales, pero familiares y reconocibles.

La manera de conseguir que el arte transmitiera el desconcierto característico de la fantasía interior era a través de una técnica próxima a la realidad, con figuras muy definidas, casi fotográficas. Se debía hacer creíble algo que parecía real, pero que no lo era. Sólo pintando figuras irreales, con un estilo preciso, conseguía transmitir la misma sensación que en los sueños y, por lo tanto, hacer del arte el apoyo y vehículo del inconsciente.

¡Claro como el agua!. Es algo parecido a estos cocineros del "último grito". Hace unos días descubrí el café con leche con croissant, muestra paranoica-crítica muy de hoy en día.

En la "Persistencia de la Memoria", conocida también como los “Relojes Tiernos”, entran en juego muchos de los elementos obsesivos a los que Dalí recurrió constantemente. Expuesta en París, fue la primera obra -que pudo contemplarse- en la que sistematizó la esencia de aquel método y acabó convirtiéndose en una de las creaciones emblemáticas y más famosas del genio ampurdanés.

El artista explicó que un día de verano especialmente caluroso tuvo después de comer un fuerte dolor de cabeza y no quiso acompañar a Gala, su mujer, que salió a hacer unas compras. Se quedó amodorrado en el comedor.. Medio dormido, contempló unos trozos de queso Camembert que habían sobrado de la comida y que debido al fuerte calor estaban semiderretidos.
Esa noche, mientras dormía, tuvo un sueño, como una visión, en la que los churretones de queso Camembert tenían forma de reloj y aparecían junto a un olivo, de ramas rotas y sin hojas, en el que Dalí se había fijado durante un atardecer en Port Lligat.

El cuadro muestra un paisaje onírico, influenciado por los trabajos que realizó sobre el mar en su juventud. Se puede reconocer el Cabo de Creus y aparecen fuertemente iluminados los acantilados de Port Lligat, mostrando el panorama de su playa al anochecer. Primera clave: el Mediterráneo, el paisaje de La Costa Brava, significa la patria en la obra daliniana; luminosa, vibrante, enaltecida.

Centrada sobre la arena de la playa, contemplamos una extraña figura, con pestañas y nariz, que podría ser un a modo de autorretrato del propio Dalí mientras duerme, lo que explica que aparezca en forma de ameba, ya que en los recuerdos y en el sueño, las formas se confunden. Su cuello se elonga hacia la oscuridad y tiene encima uno de esos relojes blandos, como si no pudiera librarse del control del tiempo. Aunque al final, la memoria de lo vivido, nuestro recuerdo, pervive siempre por encima del tiempo cronológico.
El pintor se representa inmóvil y con la lengua fuera, aislado en un paisaje árido y caluroso; en estas condiciones la percepción del tiempo y del espacio, y la apariencia de los recuerdos, se reblandecen, ajustándose mentalmente a las circunstancias.
Esta "cabeza" protagoniza también "El gran masturbador" (1929) y algunas otras de sus obras, como autorretrato obsesivo.

Observamos cuatro relojes de bolsillo, tres blandos y uno duro, con tapa. Los relojes, el tiempo, es un tema recurrente en la obra del artista. Los que se hayan sobre el autorretrato y la rama del árbol, marcan las seis, mientras que el que se encuentra sobre el gran prisma señala las siete y en el restante, al tener echada la tapa, no podemos ver la hora. Posiblemente nos indican el momento en que sucede la escena, el del ocaso en Port Lligat -que nos permite situar el momento del año en que transcurre-.
(No olvidemos que se producía a la misma hora solar que hoy en día, por lo que debemos descontar el adelanto que la legislación impone hoy a la hora oficial. O sea, teniendo en cuenta nuestro adelanto de dos horas y que Port Lligat está en el límite este geográfico de la Península Ibérica, el anochecer se produciría alrededor de las nueve de la noche solares -zulu-, lo que nos sitúa en Junio)
A la izquierda, sobre lo que parece un bloque prismático rectangular de madera, encontramos dos relojes: uno más pequeño, cerrado, sobre el que se apelotona una multitud de hormigas, y otro, enorme, blando y alabeado, de oro -con una mosca encima-, que se escurre por el borde de la mesa. De ésta nace un árbol roto, con una sola rama seca y sin hojas -que representa el paso del tiempo- sobre la que hay un tercer reloj blando y que refuerza dicho significado.

Las hormigas son para Dalí símbolo de podredumbre y putrefacción. Las hormigas y la mosca, que recorren los relojes, forman parte de las aversiones del genio; las hormigas le provocaban especial repugnancia y las asociaba a la muerte o a la descomposición de la materia. La mosca la adoptó de la figura de san Narciso, patrón de Gerona, que atacaba a los enemigos de la ciudad con estos insectos.
Nueva referencia a los efectos del tiempo, incluso aunque se intente "combatir" a base de dinero, con el oro ... Al cabo, la desaparición de la vida, como muestra el paisaje de la obra, muerto, desierto, conformado por aquella rama seca y una tonalidad ocre, vacía. Todo es una alegoría de la subjetividad del tiempo y de la diferencia existente entre el tiempo del reloj-máquina y el del biológico o subjetivo.
Creo que el artista nos muestra que el efecto del paso del tiempo doblega hasta a sus propios instrumentos de medida, de modo que nada ni nadie escapa a su transcurso, aunque nuestros recuerdos deformen la realidad de lo sucedido en nuestra vida. Reconozco que también insinúa como muchas personas creen que modificando ciertos aspectos de la apariencia pueden reblandecer, retrasar, el correr del tiempo.. ¡Vano propósito!.
En esta obra los insectos se relacionan estrechamente con la futilidad del tiempo y su relación con los recuerdos. Como los sueños, con el paso del tiempo, los recuerdos se debilitan y aún así siguen siempre ahí, del mismo modo que los relojes -aun semiderretidos- continúan marcando la hora. El tiempo y el espacio no son permanentes en el mundo de los sueños, sólo existen en nuestra vida organizada. La percepción del tiempo es pues subjetiva; se contrae, fluye, dependiendo de como la percibamos. Los relojes expresan una visión delirante de nuestra irracionalidad, que se enternece y se funde.

Para el método paranoico-crítico adquiere importancia la fusión de lo tierno y lo duro, que son metáforas de la paranoia y de la crítica, de lo inconsciente y lo consciente. En esta obra se plasma a través de la contraposición entre los relojes blandos y la dureza de los acantilados de Port Lligat. Para Dalí triunfa lo irracional frente a la realidad del espacio natural, que queda en un segundo plano, alejado.

"Desintegración de la persistencia de la memoria"
1952- 54 Museo Dalí - Sant Petersburg - Florida USA

Más adelante, tras la Segunda Guerra Mundial, recuperaría esta obra con el título "Desintegración de la persistencia de la memoria", muestra de su creciente interés por la ciencia tras ver las consecuencias destructivas de la energía atómica.
Los relojes blandos, símbolo del tiempo, ya no están apoyados sobre una base firme, sino que flotan en el espacio. Uno de ellos se encuentra bajo el substrato atómico, escapando a todo control.
Fruto del impacto que la energía atómica produjo en el pintor, el tema se repite en “Galatea de las esferas”. Toma como base su obra anterior. Los objetos están formados por átomos, representados por ladrillos que se mueven cual proyectiles hacia el vacío uniforme de la inexistencia, representado por la superficie del mar. Todo se estira, se desgaja, se diluye, se desintegra por la acción atractiva de una energía nueva, que el Hombre sabe como provocar pero no controlar... Me atrevería a darle un sobrenombre a esta obra: "Dinamismo de la vida hundiéndose con el Mediterráneo en un agujero negro....

martes, 10 de junio de 2008

La Justicia no admite excepciones

Las leyes están para ser cumplidas

domingo, 8 de junio de 2008

Mentí, lo confieso...

Hace tiempo que Dianora me preguntó que música oía.. "Ninguna", respondí, "no necesito nunca oír música; vivo perfectamente sin ella". Y contesté así porque es lo que siento habitualmente.
Y quienes visiten a Kalia habrán leído mis diatribas, a ratos, contra la música como camino de plenitud. Mis comentarios reflejan mi manera de pensar. Y pienso como siento, pues siento según mis pensamientos. O lo que es lo mismo: Mis comentarios a lo expuesto por Kalia contienen mi verdad, aunque pueden no ser ciertos.

Y.., es que quiero, busco ser fuerte. Y hay veces, demasiadas veces, que cuando la música es la que es me abre en canal.. Me arrebujo a mi mismo; mi pensamiento se aleja sin saber hacia donde y me siento tierno y débil.... Me quedo inerme. Y me da miedo. Temo; sentir tanto.


Billie Holiday
I'm A Fool To Want You

sábado, 7 de junio de 2008

No olvido


Aunque mantengo la posibilidad de comentar, creo que el gran error español ha sido dejar que las personas sientan y consientan que las palabras sirven para algo en esta podredumbre.

jueves, 5 de junio de 2008

Para discurrir un ratico..

Hace tanto que ya no me acuerdo, estudiaba Teoría del Estado. Reducido a su esencia, ¿qué es un estado?, preguntábanse sabios doctores. Pues aquel que tiene capacidad de defenderse a si mismo hasta las últimas consecuencias, que se representa sin otros apoyos ante los demás estados, y que dispone de su dinero con libertad. Es decir...
Que dispone de unas fuerzas armadas y de una estructura de defensa eficientes, que le permitan disponer de libertad de acción ante cualquier intervención contra él de otro estado, organización o grupo.
Que es reconocido como tal tanto por otros estados como por las organizaciones internacionales e interactúa con ellos sin intermediarios.
Y que organiza libremente la obtención de sus recursos y la distribución de sus gastos, mediante la elaboración de sus propios presupuestos.

¿Destaca alguna de esas tres características primarias del concepto de estado sobre las demás?. Evidentemente. Como dicen los aragoneses, "con perricas, chufletes". Difícilmente dispondrá de algo quien carezca de recursos propios y los maneje a su gusto.

De manera que, queridísimos y amantísimos lectores míos, un estado será tanto más serio y democrático cuanto más control ejerzan sus ciudadanos sobre los dineros públicos. Por eso me gustaba tanto la expresión que utilizaba la excelente y anterior Ley de Procedimiento Administrativo, que calificaba a los españoles como "administrados" -en cuanto a su relación con la Administración Pública-. Y es que suelo exigir a mi administrador que rinda cuentas y no me toque las narices. (La actual es poco más que una hija de aquella, en la que me llaman "ciudadano". Y eso que soy de pueblo).

Pues bien. Al homo economicus le da por elucubrar y en El Blog Salmón, que encontrarán entre mis enlaces, han publicado una interesante y básica calculadora para saber cuantos meses dedico a trabajar para ...

Visto lo visto, ¿no les parece que ya es hora de que los españoles les apretemos las pelotas a nuestros mandamases y no dejemos de amores?.

martes, 3 de junio de 2008

Homo informaticus

Su seguro servidor. Si. Yo. Un gilipollas. Ignorante. "Cagaprisas". Y cuantas lindezas se les ocurran; las acepto todas. Resulta que tengo ante mí eso que los americanos denominan computadora -from computer, ¡oh, yeah!-, los franceses ordenador -mais ouais, l'ordinateur- y yo, mierda máquina.
Viene a resultar que hace no se cuantos días estaba cumplimentando mis autoliquidaciones anuales de Hacienda. Debió ser el profundo placer que me embarga cada vez que vivo dicha situación...
Ya están, pensé.. Ahora, a presentarlas. Lo hice. Sensato que es uno. Lo primero es lo primero, pues tenía que "meterle mano" al ordenador, ya que los altavoces del cacharro no funcionaban y corría riesgos...
Y es que el Servicio Técnico de Microsoft, tras varios intentos de arranque "en limpio", me aconsejó que utilizase el disco de sistema para reparar este último.
Pero antes de ponerme a la faena, sabía -¡si, lo sabía!- que tenía que hacer copia de seguridad en mi disco duro externo, que para eso lo tengo, de los archivos que no pueden nunca perderse .. Y crear una imagen del disco duro ...
Me dijo el "ingeniero" del Servicio Técnico de Microsoft: Tranquilo; introduzca -¡qué palabra, por favor!- el CD de Windows XP en su lugar y arranque el ordenador -como tengo mis años, estudié francés cuando era niño-. Verá -prosiguió- que al arrancar el sistema aparece la opción de reparar los archivos dañados. Utilícela.
Como dije, había enviado la documentación a Hacienda .. Solo me quedaba realizar la imagen del disco duro y crear una copia, en el disco externo de seguridad, de mis queridos, imprescindibles, maravillosos, trabajadísimos, .., archivos antes de "tocarle las tripas" a la máquina. Por lo que pudiera suceder...

Pero en ese momento, mi cara se transformó ..; un rictus de locura apareció en ella.. ¡Mister Hyde había llegado!. Y si, ¿qué pasa?, ¡ni copias, ni imágenes, ni leches!. ¡Pa chulo yo y pa tonto'l'haba, también!.
Así que sin asegurar nada introduje -como meter, más o menos- el CD del Sistema Windows XP que había comprado por 114 euros cuando adquirí el chisme y que tenía su clave validada por Microsoft ....
Miré satisfecho a la pantalla... Dispuesto a introducir.., no.., coñe, a meter; ¡que no!, a pretar mesmamente sobre la "R" -repair, en inglé, que hice como que lo estudiaba de mayor-. "Y colorín, colorado, comería perdices" ....

Mi dedito sandunguero quedose en el aire mientras miraba alelado como un gráfico, a modo de termómetro, me indicaba como mi disco duro -hard drive, en inglé- se formateaba a toa h...... Disculpen lo procaz y soez de mi lenguaje, pero comprendan la situación.
Acababan de convertirse en humo cinco años de archivos de Hacienda y apuntes sobre 12 siglos de Arte Japonés, desde el Periodo Heian ... Y eso, de aperitivo.... Me va a dar un "parabien", que dicen en mi pueblo...

Veo que durante el descanso que me he tomado unos amables lectores y amigos han aportado posibles soluciones. Para aclararlas sigamos contando lo ocurrido...

Llamé al susodicho "ingeniero" y le conté lo que me había sucedido. No le eché las culpas. Sus instrucciones habían sido correctas. Era yo quien, a pesar de darme cuenta de lo que iba a ocurrir, había procedido mal. Me explicaré..
Para comprar un CD con el sistema operativo de Microsoft que vamos a utilizar legalmente hay dos caminos: Uno comprar a Microsoft -por ejemplo- el conjunto de CD, manuales y código de licencia, y otro recibirlo junto al ordenador cuando adquirimos este, como una parte del producto. En este último caso nos entregarán junto con la máquina un CD con el sistema operativo y su clave de activación. Ambos procedimientos son legales, tienen su clave de activación y permiten la actualización en línea desde Windows Update.
Pero la diferencia es abismal. El primero es un CD completo del sistema operativo, que, cuando arrancamos la máquina con él en la caja de CD ROM del equipo, nos permite controlar las operaciones subsiguientes y, por supuesto, proceder a la reparación de los archivos defectuosos sin que desaparezca lo que tenemos instalado.
El segundo es otro cantar. Quien compró el CD original a Microsoft fue el fabricante o montador de nuestro ordenador. Y este hace una instalación en los ordenadores que vende; la que le interesa, incluyendo en ella la mayoría de las veces copias de programas que nos "regala" como parte de la compra. Y estas copias tienen su clave, pues están autorizadas y son legales. Pero los CD que nos entregan no son los de los respectivos programas originales, sino copias -imágenes, algo así como "fotos"- con autoarranque de aquella primera instalación en la fábrica. Con ellos no hay opciones, el todo o nada. Cuando arrancan lo primero que hacen es formatear el disco duro y luego instalan en él aquella "foto". Sin alternativas. Todo lo que hubiese antes se evapora....
Pero hay más. Con el primer CD -el original de Microsoft- podemos solicitar apoyo al servicio técnico de esta multinacional, mientras que con el segundo -el que describo como una "foto"- no es posible, pues lo que tenemos es algo realizado por el fabricante o montador del ordenador y será a este a quien tengamos que pedir apoyo en caso de problemas. Y aún peor; quienes compraron mi marca en determinada gran superficie comercial, tampoco pueden acudir a quien fabricó o montó la máquina, sino exclusivamente a dicho "gran comercio".
En mi caso, acudí al servicio técnico del montador en España del equipo.. Me recibió, una señora hispanohablante.. ¿Saben ustedes quien es Iker Casillas?. Un portero que lo para todo.. Pues eso. Camino bloqueado. Y un cliente perdido para siempre...
(Hay veces que creo que los directivos de las empresas españolas no saben ganar dinero; o sea, clientes que compren sus productos. Como consecuencia de lo que les estoy contando, acudí a una empresa americana de seguridad para recuperar uno de mis programas.
No tenía la factura ni los códigos de compra, pues los tenía depositados como adjuntos en una cuenta de correo de auna@com, que Ono -que compró Auna- ha volatilizado el 1 de mayo, sin otro aviso que una nota en su web.., que nunca visitamos los que usamos administradores de correo.
Solo tenía mi dirección de correo electrónico. Les expliqué a los "amarracanos" el problema, les proporcioné los poquísimos datos disponibles ... Y ellos se preocuparon de indagar en sus archivos. Tres horas más tarde tenía en funcionamiento el programa. Sin pagar un real. Y era domingo... Y, además, son capaces de "ponerse a parir" en Los Simpon's y Padre de Familia. Algo similar en nuestro muy democrático y liberal país es impensable.)

Continúo.. El formateo de un disco no borra los datos de los archivos que contenía. Estos siguen ahí. Lo que elimina son los enlaces que conducían a ellos. Algo así como si retirásemos de las carreteras todas las indicaciones; no podríamos localizar nada.
Para recuperar aquellos solo es preciso utilizar los programas adecuados. Y yo los tenía... Estos programas exploran el disco hasta localizar dichos archivos, luego te los muestra, para que decidas que recuperas, y para finalizar te pide que les marques un disco de destino donde depositarlos, una vez recuperados. Y por pura lógica ese disco de destino tiene que ser distinto a aquel donde se encuentran, pues si los recogemos y luego los depositamos en el mismo lugar, es muy posible que se sobreescriban, destruyéndose la información.

Sin problemas, pensé. Tenía hechas particiones del disco duro, es decir que estaba dividido en cachos. Recuperaría de uno y lo volcaría al otro. ¡Ja!... Eso que creía tan seguro, la partición, y que en mi ignorancia informática me imaginaba como el foso de un castillo medieval, resulta que es solo una tabla de asignación de espacios. Algo así como otro programa más. Si te lo cargas, desaparecen las particiones al instante. Mi gozo en un pozo.

Bueno... Tengo un disco duro externo... Recuperaré las cosas sobre él. Pero mi disco duro externo se conecta al ordenador mediante USB... Y mis programas recuperadores, algo ancianos ya -poco más de cuatro años- no reconocen dichas conexiones. ¡A cascala!.

En esta tesitura tuve que hacer un análisis coste-beneficio muy elemental. Comparé lo que perdía y podía recuperar, con las consecuencias de llevar el ordenador a un taller. Y resolví volver a empezar desde cero....
(Gracias a las copias de seguridad del disco duro externo y al archivo en red, he recuperado todo lo que me interesaba. Lo de Hacienda y los trabajos sobre Arte Japonés lo tengo en papel, por lo que el problema se reduce a realimentar el ordenador. Solo he perdido parte de los datos de documentación e información. Pero .. ¡seguro que se habían quedado obsoletos!.)

En realidad, siempre he querido ser un marujo. Lo que he hecho es limpiar y organizar mis armarios. Nada más. Y nada menos. Y estoy satisfecho.

Para finalizar, me atrevo a aconsejar:
  • Utilicen discos duros externos para guardar copias de seguridad de lo que no quieran perder.
  • Archivos de no mucho volumen o ciertos datos sensibles, pueden convertirse en adjuntos a correos electrónicos que se envíen a ustedes mismos. En su cuenta de correo crean una carpeta para guardarlos y allí estarán tranquilos. Además, vayan donde vayan, los tienen a su disposición..
  • Utilicen cada día más programas de oficina en red, como ThinkFree Online, Buzzword Adobe Acrobat, o Google Docs. Tienen las mismas ventajas de lo expuesto inmediatamente antes.
  • Hagan particiones de su disco duro. En una guarden sus programas y en otra los archivos de datos. O mejor, tengan dos o más discos duros físicos instalados. Y utilicen uno para guardar una "imagen" de cada uno de los otros. Si antes de hacer dicha imagen, realizan una buena y profunda limpieza de virus, troyanos y demás, seguida de una desfragmentación, ante cualquier problema les bastará descargar la imagen correspondiente en el disco deseado para volver todo a su estado original e impoluto. Para realizarlo les recomiendo Norton Ghost.
Dulces sueños...
(Que no se entere nadie. Los altavoces siguen sin funcionar. Tan "panchos")