Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

domingo, 17 de mayo de 2009

Cosas urbanas menudas

Siempre he creído que lo grave e importante no tiene mayor trascendencia. Cuando se presenta alguna circunstancia así, tanto los individuos como la sociedad suelen emplear lo necesario para intentar ponerle remedio. Otra cosa es que sea posible; solo los simples pueden pensar que quien tiene poder -el gobierno, por ejemplo- es capaz de solucionar cualquier cosa que se proponga.

Cualquier piloto sabe que los aeropuertos se hacen con hormigón y no solo con celo. Y cualquiera que tenga un conocimiento económico somero, sabe claramente que los recursos disponibles son siempre menores que los problemas que deben atenderse con ellos.

Por eso, me gustaría que la primera frase de todo gobernante a sus conciudadanos, nada más hacerse cargo del poder, fuese: "Dejad de pedid, sudad y que cada uno resuelva todo lo que pueda". Algo así les dijo a los británicos Churchill.. Y ganaron. Aunque él acabó perdiendo las elecciones.

Lo menudo... Siempre pongo como ejemplo un asesinato. La fiscalía, las Fuerzas de Seguridad del Estado, la judicatura, .., todos se esfuerzan al máximo en descubrir lo ocurrido y aplicar la ley. ¿Pero cuantos pequeños hurtos quedan impunes?. Lo menudo, las pequeñas cosas,... La calidad de vida, el grado de civilización de una sociedad determinada, se mide por la eficiente solución que se de a los problemas menudos de las personas.

Los individuos comienzan por intentar sobrevivir. Se agrupan. Y bastante hacen con atender a las grandes y graves dificultades vitales que les retan. Poco a poco, según van satisfaciendo estas, pueden permitirse el lujo de atender algunas de menor importancia y perfeccionar su agrupamiento. Y así, poco a poco, siglo a siglo, parece ser que la Humanidad ....

(Pocas tragedias mayores pueden darse que las que generan esos ilusos de panza satisfecha que, antes que establecer un sistema de alimentación, techo y curación para las gentes, les imponen no se que sistema de elecciones democráticas, partidos y fronteras que aquellas desconocen. Será para venderles luego buenos garrotes p'ascacharse y disfrutalo...).

Así que a lo menudo... Pero aquí. En Zaragoza, donde vivo, hubo tranvías durante muchos años; durante toda mi niñez y juventud. ¡Hasta las narices estábamos de los problemas que ocasionaban por sus tendidos eléctricos, la rigidez inherente a su trazado, las afecciones en el pavimento,..!. Pues bien, al igual que algún programa de televisión que pretende mostrarme como era mi vida en las décadas de los 50 y 60 del siglo pasado, causándome gran sorpresa pues casi nada fue como lo exponen y viví, ahora hay unos próceres locales que han descubierto que el tranvía es la panacea.
Uno de ellos, en un momento de locura, reconoció en el periódico que todos ellos se trasladaban en Audi y con chófer, por lo que saber, lo que se dice saber bien, lo que es el transporte urbano, como que no.. También aclaró que lo que pretendían es que los de su barrio se trasladasen al centro a disfrutar con facilidad. Que este se iba a colapsar era lo de menos. Y es que en Aragón ya se sabe: "¡Chufla, chufla, qué como no te apartes tú!.". Al tiempo....

Por eso incluyo a continuación unos artículos aparecidos en diferentes medios entre ayer sábado y hoy domingo. Como siempre hago, los he enlazado -para la posteridad- en el apartado lateral "Hay que leer"; ya, lo de pensar, lo dejo a su voluntad... (Para su cómoda lectura, se amplían clicando sobre ellos)





Pero hay algo más. La crisis esta... La que dentro de unos meses comenzará a producir sus verdaderas consecuencias y no las pequeñas molestias que hemos tenido hasta ahora (hasta hoy he llegado a perder en valor contable hasta un 67% de mis activos...). Y no tengo ganas de broma.
Ya decían en Flandes, según Alatriste, que hasta para que te degüellen es mejor que lo haga un profesional. Más rápido y la ropa se mancha menos.
Así que en lugar de oír las majaderías locales, les dejo la opinión de uno cualquiera.. Que Xavier Sala i Martín sea profesor de Economía en la Universidad de Columbia no tiene mayor importancia. ¡Fíjense que no ha lamido sobre alguno para pegarlo en la sede del barrio del partido!. Con eso está todo dicho...

En el resto de la entrevista que hoy publica "Heraldo de Aragón", en la página 34 de la Sección de Economía, dice más. Pero para no cansarles, solo copiaré lo siguiente:

H.A.- :¿Cómo valora las medidas que se están tomando en España para salir de la crisis?.
X.S.M. -: Fatal. El gobierno de España está pensando en políticas de demanda (aumentar la de coches, la de vivienda, ..), pero el problema español no es de demanda sino de oferta. Por tanto las políticas de demanda van en la dirección equivocada. Las que hay que hacer son de aumento de productividad, competitividad,.., políticas de oferta. España tiene un problema clarísimo de productividad, que se ve en el paro.
H.A.-: ¿Por donde pasaría su recetario?.
X.S.M.-: Por la innovación. Todo el mundo habla de innovar, pero no saben muy bien que es. Cuando dicen que hacen políticas de innovación, lo que hacen es políticas de I+D, que no es innovación. Gastar en I+D no es innovar; investigar cosas que luego no se implementan en el mundo empresarial no sirve para nada. lo que gastes en I+D es irrelevante, lo que importa es lo que obtengas de ese gasto. Por tanto, que el gobierno induzca a gastar en I+D no sirve de nada, lo que hay qu hacer es crear el entorno adecuado para que los ciudadanos tengan ideas y puedan implementarlas.

viernes, 1 de mayo de 2009

¡Me importa un pito!

En mi calle hay una tienda de ultramarinos atendida por chinos, supongo, pues mi perspicacia no llega a tanto como para distinguirlos de otros orientales. Una de sus características -de la tienda, no de los chinos- es que debe gozar de la misma extraterritorialidad que su embajada, a tenor de algún artículo invisible de los Convenios de Viena de 1961 y Nueva York de 1969, dado que está exenta del cumplimiento de cualquier norma española, central o autonómica, sobre horarios comerciales y de cualquier control sobre la venta de alcohol a menores.

Al pasar esta noche frente a su puerta, de vuelta de una cena, unos chicos que salían a la calle después de comprar unas botellas de licor, me han dicho de buenas a primeras: "Tenemos dieciocho años", a lo que les he contestado en el mismo tono amable: "¡Me importa un pito!".

Y es que creo que la gente va con el paso cambiado. Hoy he enlazado en el apartado lateral de este blog "Hay que pensar sobre.." un artículo de Juan Manuel de Prada, que tiene relación con el asunto. Así que pensemos un poquito...

Lo que les debiera haber dicho a esos chicos, y muchísimo antes a sus padres y maestros, es que no se trata de si cumplen la norma que permite hacer lo que sea, por lo que su acto es legal, sino, además, de si están convencidos de la bondad de lo que hacen. Es decir: ¿que importancia tiene la moral en su comportamiento?.

Porque legal es toda norma que se aprueba y publica siguiendo el procedimiento normativo previsto, esté firmada por Adolf Hitler o Iósif Stalin. Y legítima cuando dicho procedimiento emana del órgano elegido democráticamente, caso que se produce cuando al frente del Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei Adolf Hitler es nombrado Canciller tras ganar, primero, las elecciones y coaligarse, después, con otras fuerzas políticas. Y eso, sin alejarnos mucho..

Así que va siendo hora de asumir y exigir con todas las consecuencias que la elaboración legislativa legítima debe basarse inexcusablemente en la Moral, que es lo mismo que la Ética, pues lo ético no es otra cosa que lo conforme a la Moral (R.A.E.).

Y sobre todo les debiera haber dicho que no piensen en los derechos que tienen. Que de tanto derecho propio vamos a ahogar a los demás y de tanto derecho ajeno, nadie va a poder respirar siquiera. Que dejen de mirarse el ombligo y de divertirse bebiendo; que le pongan más imaginación al existir; que cumplan primero sus deberes y solo después exijan sus derechos; que sean su propio líder y critiquen ferozmente todo aquello -incluido lo que digo- que les intenten inculcar, pues solo deben asumir las ideas tras su análisis y crítica exigente.

Y que esto exige una preparación intelectual intensa y profunda durante años, cuyo resultado será que tendrán la posibilidad de ser libres y no simples miembros de una jauría berreando cualquier necedad, para que se aprovechen unos pocos. Y también que huyan de quienes les ofrecen éxito y fama material en poco tiempo, pues ese camino es la mayor "picadora de carne humana" que existe.

Y para ir acabando, un pensamiento sublime..: Sobre cualquier mierda hay un montón enorme de moscas. Disfrutan. Son muchas. Pero eso no cambia que sea mierda. Pura y enroscada.

A estas alturas, algún soplamingas sentirá lástima de los chavales y dirá que son muy jóvenes para esas exigencias, pensando que tienen que disfrutar, pues están en la edad.. ¿Cuando les exigimos pues, cuando vayan a violar a la niña de catorce años o al recibir el Sagrado Sacramento de la Extremaunción?.