La plenitude ressenti en ce momment de calme total, après deux jours de navigation sur une pinasse (petit bateaux comme celui de la photo) sur le fleuve Niger, .... "Serenite" - Javier Sanchis .
¿Os gusta esta imagen?. Fijaros bien.. Una línea de horizonte muy baja -menos de un tercio de la altura total- divide el conjunto en dos ámbitos simples; en el superior, amplio, dominante, el azul del cielo tamizado por la
calima y unos borreguitos desvaídos, que quieren ser
cúmulos. La inmensidad .... Y bajo ella, hombres, motas en algún lugar. Acuarela beige de tierra. Línea vital de la Humanidad, agua de vida. Unos vienen, otro va; ¿o es al revés?. Negro futuro.
O ... Suavidad. Armonía. Tibieza. Sosiego... Parece que el río soporte el cielo, liviano. Y la soledad del mundo se llena, sin más, con dos trazos negros y tres sombras -que producen una enorme sensación de profundidad y son pura perspectiva-. ¡Qué sencilla es la realidad!. Y enorme, como la Vida.
Divago, divago. Disculpadme. ¿Os gusta esta obra?. ¿Qué es?. Luz y sombra.
Fauve. ¿Donde está el foco que ilumina la escena?. Fijaros en la intensidad de la luz, que ha hecho que aparezca, tras ella, el gran complementario de todos, el negro. ¡Qué paleta tan bien dispuesta!.
Porque luz tiene, pero dibujo ... Muy
realista no es. Insinúa.., da que pensar.. No es como esas fotografías que recogen con exactitud todos y cada uno de los detalles de la escena, dejando poco a la imaginación y que no nos obligan a discurrir.
Porque la imagen es color.. ¿O es dibujo?. ¿O quizá concepto?; ¡ay, ay!. Esto me lleva a pensar cuando nace el Arte; ¿cuando se concibe?, ¿cuando se ejecuta?. Pero .., si ejecutar es
poner por obra algo que ya existe .., el Arte es anterior, pues la obra ya ha sido creada en la mente del artista y existe antes de que este la realice, la manifieste; ¡luego el Arte reside en la concepción de la obra!. Así que el Arte es Pensamiento en estado puro...
Ya me he perdido. Soy un desastre. En lugar de controlar mis ideas para escribir algo pasable, me emborracho con lo que pienso.. ¡Ay!. Y sigo sin descifrar la imagen. Es una foto que es pintura.., o una pintura realizada mediante una foto. ¿Qué pensáis?.
A mi esto de pensar me da calentura, así que prefiero pasar a la acción. Tú, lector, y yo somos dos "peazos" de artistas; y, además, aventureros, como el tal Indiana Jones.. Y ya que estamos en tierras regadas por el río
Níger, quedémonos en
Malí ..
¿Te gusta
Shanga?. País Dogón... Misterio. La estrella Sirio. Caldeos y Sumerios... Pero no estamos ahora para eso. Hoy es día de mercado en Sanga, que también la encontrarás escrita así. ¡Fíjate, abre bien los ojos!. ¡Qué colorido!. ¡Marea!. ¡Qué luz!.
Manos a la obra ... Caballete.., paleta... ¡Listos!. Y ahora.. ¿qué pintamos?. No, no es nada fácil; ¿verdad?. De esta baraúnda que nos rodea, de todo lo que captan tus ojos, ¿qué necesita recoger tu corazón?. Y cuando sientas con claridad lo que es, ¿cómo reflejarlo en una superficie tan pequeña?. ¡Hay que eliminar tanto y quedarse con tan poco...!.
Y, además, lo que vemos es puro movimiento. Me estoy desanimando.. ¿Cómo colocarlo en este rectangulito de papel?; ¿qué situar a un lado y otro?; ¿con que tamaños?; ¿cómo dispongo luces y sombras?.. ¡Ay Dios mío, que todo eso tengo que concebirlo en mi cabeza!. Y luego, mis manos tendrán que ser capaces de plasmarlo en colores.... Tengo la impresión de que o aquí hay un artista de verdad o ....
Marche de Shanga, la Jupe verteMiquel BarcelóTécnica mixta sobre papel - 58 x 77 cm
Se poquísimo de Arte. Y creo que muchos de los que se dedican a él saben lo mismo que yo. Además, creo que el mercantilismo lo desvirtúa, aunque ayude a su difusión y conservación; que facilite su creación, me es difícil de creer.
Tengo dos amigos que presentan posturas opuestas. Uno es espectador asiduo de salas de conciertos; el otro se admira ante galerías de pintura que exhiben obras de artistas famosos, siempre que sean de suficiente formato y representen lo que sea con calidad fotográfica.
El primero comenzó a oír música porque le gustaba, aunque no tenía ni repajolera idea; hoy confiesa que sigue sabiendo poquísimo, pero que le emociona lo que oye. No es un hombre con estudios, pero si de espíritu refinado. No se fija demasiado en fama ni en nombre. Solo siente, disfruta.
El otro golosea ante el precio y la revalorización de la pintura. Contempla en el cuadro una estampita, con dos vacas, una casa bucólica con su chimenea humeante y un riachuelo, y engorda de satisfacción.
¡Si por lo menos actuase así ante un gran artista!. Pero no; estos quedan muy lejos de sus posibilidades, de modo que se dedica a enaltecer a quienes le corresponden, a medianos pintores locales que, al cabo de los años, cansados, deciden dedicarse a vender y no a realizar sus sueños.
Tú, lector, y yo descubrimos en Sanga que nos somos artistas dignos de tal nombre. Pero ..., ¿qué te parece si procuramos al menos disfrutar con lo que vemos?.
No hay reglas. No puedo orientarte. Solo te pido tres cosas: Ten paciencia, que la vida se entrega poco a poco; si no te gusta, no te gusta y se acabó, por mucha fama que tenga; y, ¡por favor, por favor!, deja que sienta tu corazón.. ¡Abre de par en par la puerta a los sentidos!.
¿Qué así te sientes débil?. ¡Claro!. Tú, yo y todos. Y meterás socialmente la pata más de una vez. Y harás el ridículo en ocasiones. Y .. también estarás vivo, vivo. Tú eliges.
Todo lo que has leído y visto hasta aquí, es, claro, una introducción. Vamos a contemplar juntos una obra de un artista vivo, lo que significa que sigue sorprendiendo, pues sigue creando y desarrollando su arte, de manera que, aunque hay mucho escrito y dicho sobre él, nadie se ha atrevido a fijar las características últimas de su estilo. Así que tú y yo podemos arriesgarnos .. ¿a descubrir la cuadratura del círculo?.
In Mali
Miquel Barceló1989 - Pigmento, latex sobre papel - 150 x 100 cm.
Colección MACBA - Antigua Colección Salvador Riera - Barcelona, España
Podrías acompañarme a Malí.. Barceló viajó allí en 1988 por primera vez, cuando tenía 31 años. Pero creo que no hará falta.. África va estando a nuestro alrededor. Es muy posible que debamos viajar menos, con la premura que lo hacemos, y escuchar más..
¿A cuantos negros africanos has visto pidiendo en nuestras calles?. Piensa.. ¿Y cuantos actos violentos recuerdas que haya cometido aquí un negro africano?. No digo que no existan; solo que no tanto como otros.. Piensa.
A nadie le gusta dejar su tierra. A nadie. Pero hay veces que es la única salida. Eso o morir. ¿Has contemplado despacio las caras de los que llegan en las pateras?. Han sobrepasado el dolor; reina la ausencia, el vacío, en la mayoría de las miradas. Y el miedo; un miedo muy profundo, que soporta todo..., menos la muerte. El miedo huele, huele.. Lo he olido.
Esta noche, tú y yo, solos, vamos a intentar aproximarnos un poquito, una minucia, a esa tierra y sus gentes. Y vamos a utilizar un cuadro, el que has visto inmediatamente antes de estas palabras.
Silvia deja que los cuadros le susurren cuentos. Y como una niña atenta, e inquieta, siente cuando los escucha que en su mente nacen las preguntas... Junto a ella, cogidos de la mano, he contemplado el cuadro...
Hemos entrecerrado los ojos.. Es un juego; una manera de acercarse a la realidad sin que su dureza anule su encanto. Un día cuando era niño entrecerré los ojos por primera vez.. Estaba en un trigal de un campo castellano; poco antes de San Juan. Calor del mediodía, transportado por la brisa. Y ..
.. Apareció un mar amarillo, ondulante, en mitad del cual me hallaba. Su superficie estaba recorrida por olas doradas, y era cálida. Y siseaba..., en silencio. Y me tocaba, a veces, como de puntillas, secamente, con minúsculos pinchazos..
Eso es lo que hemos visto Silvia y yo, cuando hemos dirigido la mirada, con los ojos mudados en rendijas.. Habían desaparecido las piedras, los escasos matorrales, .. Sólo contemplábamos atónitos el beso inmenso del sol a la tierra que, como por arte de magia, la preñaba de oro, dejando a la vista la inmensidad de su desnudez.
Fijaros. Haced la prueba. Lo conseguiréis. Contemplaréis la esencia de la tierra, su verdad, cuando sin nada que ofrecer ya, pues nada tiene sino el hambre de sus gentes, se entrega a la luz. ¡La luz!. Es sólida. Tan intensa que se palpa.
Y en mitad de la nada, un espejo, que parecía achicarse por momentos.. Recordé cuando de niño jugaba con el vaho del aliento en los cristales de mi casa santanderina, mientras caía la lluvía.. Sobre el cristal empañado dibujaba un corazón, regalaba un beso.. Me gustaba ver como suavemente se deshacía.. Saudade..
Aquí no. El agua de la charca no se deshace. No da tiempo. La besa el aire y su pasión la devora. Empequeñece por momentos; tanto que deja atrás algún charco, hijo abandonado por una madre exhausta.
Madres agotadas.. Hombres enjutos. Poco más que piel y huesos. Amparan la esencia de su vida y se esfuerzan por ella; la tratan como lo que es, un tesoro. Auténtico tesoro, pues sin ella no hay vida. Llegan caminando desde muy lejos; uno tras otro, procesión de sombras.. Tan escasos de fuerza, que ni derecho mantienen el camino.
Por eso la charca a la que se dirigen las sombras que llamamos hombres ocupa el centro de la composición. El artista ha querido así darle el máximo realce. Porque sabe que en África, plena de maternidad, el ombligo es el centro del Hombre. A través del ombligo nos alimenta la Madre; a través del ombligo nos unimos a la vida. El ombligo, origen de un cordón invisible, nos une a nuestro clan, a nuestros ancestros, a nuestra especie, a la Historia..
Y en el África subsahariana, desaparecerá la Historia cuando desaparezca el agua de la última charca y el último anciano que atesoraba en su memoria la cultura de su pueblo no pueda contar a nadie la biblioteca de sus sueños.
Allá a lo lejos está el Níger. Allá arriba. Cuesta llegar hasta él. ¿Y luego qué?... Aun poderoso y largo, el río es solo una vena de la tierra. No vale mucho que allí haya agua, y hasta parece que olas por los reflejos del azul, si está sin repartir. El agua es vida, y riqueza, y no sirve de nada que en algún lugar haya suficiente si en otros no hay nada. La razón es tan elemental que sorprende que no caigamos en la cuenta: Cuando la vida desaparece, los supervivientes se quedan solos. Y la soledad es posiblemente el mayor de los castigos.
Abruma la grandiosidad de esta tierra; y la resistencia de sus gentes. Espacio sin fin, derroche de luz, pura desnudez. Quizá por eso la persona se refugia en si misma, envuelta en el pobre muro de sus murallas de tela obscura.
Quizá también por eso el cielo ocupa un espacio pequeñito, allá arriba del todo, donde no se si el cuadro -o el cuento- empieza o termina. Tres espacios: Uno inmenso, tierra dorada y agua clara en su ombligo -como si señalase el centro del universo-; el segundo el río, que cruza en la lejanía de un lado a otro, sin detenerse, por encima de la tierra, pero sin decidirse a derramarse sobre ella y fecundarla, perdiendo así importancia y desplazándose a un extremo del cuadro; y, por fin, lejano, el cielo, que ni nubes tiene y que si, rodea a la tierra, pues se ve la curva de nuestra querida
bolita, pero no parece prestarle mucha atención..., como tampoco el artista se la da.
Nos quedamos un momento en silencio. Silvia murmuró que el cuadro le contaba un cuento, el de los tres .. Pero se calló sin terminar. Intuí que se estaba preguntando ....
Pero lo que bulle en vuestra mente ya no es objeto de mis palabras alunadas sino de vuestros comentarios. Buenas noches y gracias por haber perdido algo de tiempo escuchándome...