Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

jueves, 1 de mayo de 2014

Información de los medios de comunicación en España

Los españoles mantienen su mentalidad feudal, por los siglos de los siglos amén. No solo la información es inexistente sino la Moral perece entre nosotros, ya que lo único que prevalece es el interés del poderoso o poderosillo, que es más abundante. Lean "Una mirada crítica a nuestro periodismo", que publica en El País Víctor Lapuente Gené.

Los países anglosajones tienden a ponderar más la prevalencia del individuo ante el Estado que su integración en este y en consecuencia, su uniformidad. Cuando prima el Estado lo sustancial es decantarse por la eficacia de su poder y como este es ejercido por sus cargos públicos, la sociedad tiende a estar al servicio de los políticos que ejercen el gobierno y los medios de comunicación se centran en lo que estos hacen y dicen, menospreciando cualquier otra realidad. Lo único importante es el dogma, cual religión, que establece el sistema de poder. 

Los españoles no han vivido en un régimen político que se aproxime a libre hasta finales del siglo XX. Lo mismo que el Hombre necesita tiempo para crecer y madurar, y aun así muchos crecen pero no maduran, la Sociedad, que es suma de individuos, precisa de mucho tiempo para evolucionar; muda relativamente rápido lo superficial, lo que conocemos como modas, pero muy lentamente sus sentimientos profundos. De modo que los españoles han vivido durante siglos agrupados cual ovejas de rebaño contemplando al pastor, por si le daba por azuzar a los perros contra ellos. Desde finales de los '70 del siglo pasado el régimen político es participativo en cierta medida, pero quienes han accedido a los cargos públicos aportan mentalidad feudal: solo quien manda debe ser escuchado y, además, no se le puede reclamar cosa alguna por su comportamiento.

Eso conduce a un sentimiento popular deforme. El siervo siente que no se trata tanto de vivir como es debido, sino de sacar la cabeza fuera del agua. Se aprecia con claridad prestando atención al entorno; cualquiera siente que lo que hace o hacen sus "seres queridos" es comprensible.. ¡Pues qué quieren que les diga!. (Hace no mucho escuché en un bar a unos matrimonios mayores; hablaban sobre un personajillo local.. "Si, si le conocemos mucho. Éramos vecinos de su familia / Claro que mangonea dineros y maneja putas, pero los pobres como nosotros tenemos que comprenderlo / Sus padres están orgullosos, ¡mira donde ha llegado!). Reparen en las declaraciones de familiares o convecinos ante delitos graves de uno de los suyos: "No me lo creo. Buen chaval. Como cualquiera, como yo..." 

SIN ESPÍRITU Y EJERCICIO CRÍTICO, lo mejor es tener la boquita cerrada. Por lo menos..

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