Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

jueves, 24 de marzo de 2005

En busca de la felicidad

Parece ser que doy la impresión de estar desencantado de la vida. ¡Nada más lejos de la realidad!.
Mi "Mujer embriagadora" me califica de caballero atractivo, alto y fuerte, de sienes plateadas.. (En el XIX me hubiese forrado escribiendo folletines..). "Fachón" que dice alguna, "tío bueno" me llama una amiga por la calle... En las distancias cortas (¡cuanto anuncio he visto!) soy exquisítamente encantador.
En cuanto a ellos... De todo, como en botica. Desde un coincidente diario en el gimnasio que me susurra que tengo "unas piernas preciosas", hasta algún buen amigo -que vale mucho, muchísimo más que yo- que está orgulloso de serlo, pasando por bastantes conocidos que me consideran un hombre importante..
Y yo, ¿qué opino?. Pues que valgo muy poco. No, no estoy desencantado de la vida. De quien lo estoy, profúndamente, es de mí. Sí me viéseis como yo me veo, echaríais a correr.
Mantiene Enrique Rojas -el psiquiatra- que la vida humana se apoya en tres áreas de actividad: Laboral, social y afectiva. La primera se refiere a todo lo ralacionado con nuestro trabajo -y similares, añado yo-, la segunda comprende nuestras relaciones de amistad -y similares, una vez más- y la tercera engloba nuestros amores y demás sentimientos.
Defiende don Enrique que la felicidad no es otra cosa que la íntima satisfacción que sentimos con lo que hemos alcanzado en cada una de aquellas áreas y con la debida proporción que deben guardar entre si.
Lógico. Podemos tener muchos amigos y ser muy felices en el amor, pero sí somos un personaje de "Los lunes al sol" acabaremos en la desgracia. Podéis calcular las combinaciones posibles..
Y aquí tengo que confesarme. Mi desequilibrio es enorme. Laborálmente -y os recuerdo que se trata de lo que yo siento y no de lo que ven otros- ..., "tira que te va" que dicen en La Rioja. No porque no haya llegado lejos sino porque no acerté en la elección; la milicia no era el lugar adecuado para un pensador y me dediqué a todo lo que tiene el oficio de aventura. He disfrutado y vivido pero he sido un inadaptado, que es la mejor manera de amargarse.
Sociálmente -y vuelvo a recordar que..- soportable... Releer mi artículo referido a la amistad y comprenderéis que no llamo amigo a quien comparte mi ocio o algún periodo de mi tiempo. ¿Qué soy exigente?; ¿acaso es eso malo?.
¡Y ahora, paciente lector que hasta aquí llegaste, te explicaré mi gran fallo!. Afectívamente soy un desastre.
Como hombre, pasé muchos años buscando una mujer que me amase, sin caer en la cuenta que el único camino es amar con pasión a quien buscas. Yo quería recibir primero.. ¡Qué animal!.
Este asunto es muy doloroso. Me perdonaréis que no me extienda y dudo de que sepa expresarme.
Ahora que mi ojos saben mirar y no sólo suplicar, ahora que las yemas de mis dedos rozan y ya no agreden, ahora que no hay placer alguno que no sea su gozo, ahora que arrullan mis palabras y ya no mienten...
Ahora que me llena compartir, ahora que anhelo estar a su lado, ahora que a lo único que aspiro es ser su apoyo, ahora que me sosiegan sus palabras, ahora que necesito sus ideas, ahora que vivir es pasear cogidos de la mano cualquier tarde, ahora que tomar juntos un café es un regalo, ahora que el amor sólo es entrega, ahora que quiero emborracharme con sus historias, ahora que lo único importante es su cercanía, ahora que el único problema es su tristeza, ahora que....
Pasó el momento...., ya pasó......
Y me siento vacío. ¿Entendéis mi desencanto?. Ya no hay tiempo, no cabe reaccionar...
Acabemos. Recordar siempre que el trabajo no deja de ser un castigo bíblico y lo que conseguimos muchas veces con él suele ser paliar alguno de nuestros complejos. Necesario es, pero no lo convirtáis en el centro de vuestra vida. De él, lo importante y satisfactorio es lo que ofrezcáis y nunca lo que logréis.
Los amigos son imprescindibles y la convivencia social también, pero no pasan de ser la red de seguridad que instalamos como trapecistas de la vida. Somos sociales, necesitamos a los demás como el aire que respiramos, pero aire y amigos son alimento y no destino del hombre.
Cuidar vuestros afectos. El hombre nació por Amor. Me niego a ser sólo una casualidad. Y nuestro destino es el Amor. Pero tener muy claro que el amor no es sólo cuestión de uno... Eso es egoismo. No hay amor sin dos....

5 comentarios:

- dijo...

No he llegado a conocer la felicidad absoluta. Creo que el dolor absoluto tampoco...O tal vez sí, no sé. Estoy confusa.

''Mantiene Enrique Rojas -el psiquiatra- que la vida humana se apoya en tres áreas de actividad: Laboral, social y afectiva''. En mi caso, la laboral y la social prometían ser muy productivas y fructíferas... pero se quedaron en pedazos rotos de proyectos infantiles. Afectiva... qué se puede decir de un amor que está a tantos kilómetros...

Turulato dijo...

Rachel relee el artículo. No estaba completo.
Te comenté en tu blog que me recordabas a "ella".. Incluso, opinando sobre tus fotografías, uno de tus textos me anonadó..
El amor no es sólo algo que deba preocuparte a tí y debas solucionar tú. "Él" debe entregar el 50%...

- dijo...

No logro entender lo que quieres decirme. He leído más de cuatro veces tu artículo... ¿No está completo? No comprendo... Disculpa mi ignorancia. A veces me resulta inevitable caer en un estado de confusión terrible.

Turulato dijo...

Te contesto en tu "blog"

Mar dijo...

¡qué miedo nos dan los afectos DE VERDAD! No me parece que no haya tiempo, no me parece que no puedas entregar, pero claro jejejeje es mi parecer. Te puedo comprender pero no me parece que haya que dejar de luchar y provocar "cojera" en los afectos.