Don Luís Miguel Caboblanco, al que ruego que me perdone esta identificación tan directa pero ha sido él quien ha hecho pública su identidad, me agradece lo que digo de su "blog" en mi artículo "Estudiante aburrido" y me pide mi opinión sobre la continuidad de sus estudios.
Su agradecimiento le honra, tanto por mostrarlo hacia álguien insignificante como yo -de lo que tengo plena conciencia- como por tomarse la molestia de hacerlo.
Vivimos una época en España en que la amabilidad se ofrece al poderoso. Esta reunión vital de esquizofrénicos que los siglos han llamado España ha pasado mucha hambre de libertad, mucha, muchísima. Recordad que parte de los españoles gritaban en el siglo XIX "¡Vivan las "caenas"!.. ¡Qué tristeza!. Sí alguna cosa es el Hombre es Libertad...
Con todas las limitaciones que queráis, desde 1978 controlamos nuestro destino. Pero somos como un niño pequeño; nadie nace aprendido -Ildefonso Manuel Gil "dixit"- y las masas menos. Nos han educado en la obediencia y a nuestros políticos en la adulación. Pasará mucho tiempo hasta que los españoles lleguen a ser líbremente adultos...
Por eso aprecio a quien agradece sin premio. Es de bien nacidos. Sueño con que "aquí, la cortesía y el buen trato", que escribió aquel soldado de la Infantería española llamado don Pedro Calderón de la Barca, se generalicen y dejemos de ser la nación bronca que somos.
Y esto me lleva a otra cuestión planteada por Luís, el estudio...
Quién ha querido dominar a otros ha utilizado dos procedimientos que, en sustancia, son lo mismo. O ha dicho a la masa "esto es cosa de los dioses" o ha procurado embrutecerla y empobrecerla.
Con el primero decía a los demás que determinado aspecto vital escapaba al control de los hombres.., para inmediátamente -como recordaba Luís- declararse "intermediario" entre ellos y los dioses, o lo que es lo mismo : lo que yo digo me lo ha dicho dios. ¡Toma ya!.
Y embrutecer o empobrecer, o ambas cosas a la vez, a los demás es la herramienta básica para esclavizar a la persona y a la masa.
Ambas situaciones se corrigen con instrucción -bella palabra olvidada- y educación. La primera nos enriquece con los datos y conocimientos necesarios para tomar las decisiones que exige la vida, y la segunda nos enseña a tratar a los demás con afabilidad para que la convivencia no se agríe.
La educación creo que es competencia y responsabilidad de la familia. Dejémoslo aquí pues el asunto ofrece materia para muchos artículos.
La instrucción precisa un desarrollo extremo. No se puede estar enseñando siempre lo mismo; la vida es dinámica, avanza a una velocidad enorme y nos exige que vayamos a la par que ella. Si no investigamos y descubrimos lo que desconocíamos destruimos la enseñanza. Nos dedicaremos a repetir y no a instruir, pues quien instruye avanza..
Voy a dejar de lado aquí, a sabiendas de su trascendencia, la investigación no universitaria. Así simplifico la exposición, contesto a Luís y, con todo, cumplo el propósito de este artículo.
En mi opinión, la "punta de lanza" de la investigación debería residir en el ámbito universitario. Quien durante sus estudios ha "viajado"por diversas materías, adquiriendo un sustrato de conocimientos específicos que le permitan tener una comprensión general de su carrera, se encuentra en alguna de estas situaciones:
A : Con esto tengo que comer el resto de mi vida.
B : Comer, en mayor o menor medida, ya como de otra cosa pero esto me gusta.
C : Soy un sádico; disfruto examinando.
D : Me entusiasma el/la "xxxx" y necesito saber cada día más.
Pues bien. Los que se reconozcan en "A".., ¿qué queréis que os diga?. Sí habéis estudiado SÓLO por esta causa creo que os habéis equivocado. Sí estudiásteis porque sentíais que vuestro futuro, el que fuese, pasaba por los libros y que vuestro título puede abriros, y sólo eso, la puerta de "las alubias", esforzaros en ser buenos profesionales y ganaros la vida lo mejor que podáis.
Sí pertenecéis al grupo "B", mi caso en cierta medida, tenéis que decidir. Podéis conformaros con el placer de haber aprendido lo que ignorábais y seguir vuestro camino; o, quizás, la atracción de lo nuevo sea muy fuerte y queráis cambiar de oficio.. Sí os decidís por lo primero siempre os quedará la duda de cual habría sido el resultado "sí yo.."; sí os arriesgáis y cambiáis de profesión tendréis que asumir los riesgos.. La respuesta está en el amor a la responsabilidad y decisión para resolver, pues no estéis seguros de que lo que os gustó estudiar va a gustaros ejercerlo.
No tengo interés en hablaros de los miembros del grupo "C". Siento la nobleza de la enseñanza y quien esté en ella por motivos distintos, e inseparables, al placer de enseñar y de aprender cada día, no merece mi atención.
El grupo "D" es complejo; reune a los extremistas del "B", a especímenes del "C" y a "pura sangres" del "D". La universidad les ofrece el doctorado, que en España, al contrario que en otros paises, sólo nos lleva a la docencia.
¿Y qué es el doctorado?. En "román paladino" es lo que hace quien investiga sobre un aspecto concreto hasta dominarlo, descubriendo al hacerlo facetas y detalles desconocidos, y llega a unas conclusiones que ofrece al conocimiento general.
Requiere un doctorando que "sirva".. No se trata de pasarse 5 años analizando la cadena genética de la espinaca; no se trata de acumular, de ser un burro de carga, no. Las universidades anglosajonas son un buen ejemplo; allí, el director de tesis puede decirte :"Eres muy inteligente, tienes gran capacidad de trabajo, estás muy preparado, pero no sirves para investigar". Como, quizás, tampoco servirías para "Sherlock Holmes"..
¿Y por qué?. Pues porque un resultado doctoral tiene que ser fresco, vivo, ágil, profundo, intenso, amoroso sí me permitís.. No es fácil. Es vocacional e intenso.
He oido muchas conferencías en mi vida. Sólo dos me han "impactado"; ambos conferenciantes, dominadores de su materia, estaban enamorados de aquello que estudiaban y del conjunto de la vida, que husmeaban contínua y profúndamente. Algún día hablaré de ellos..
El resultado de estas personas es el mismo siempre.., les escuchas y aprendes sin darte cuenta lo que parece ser algo sencillo..
Pero, aunque "no es oro todo lo que reluce" por esos mundos -hay publicadas relaciones de tesis doctorales absurdas-, en España tropezamos con el clientelismo universitario. ¿Estudiaste con.., estás en mi departamento, me interesa que tú.., lo que propones necesita dinero para.. ?. No quiero extenderme. Creo que la solución, por lo menos en ciertas áreas, está en la necesaria y siempre aplazada reunión de los intereses del mundo empresarial y del universitario.
Con lo anterior no he pretendido responder preguntas sino generar dudas.. Sólo quien duda se inquieta.. Y sólo los inquietos se preguntan y buscan respuestas...
Su agradecimiento le honra, tanto por mostrarlo hacia álguien insignificante como yo -de lo que tengo plena conciencia- como por tomarse la molestia de hacerlo.
Vivimos una época en España en que la amabilidad se ofrece al poderoso. Esta reunión vital de esquizofrénicos que los siglos han llamado España ha pasado mucha hambre de libertad, mucha, muchísima. Recordad que parte de los españoles gritaban en el siglo XIX "¡Vivan las "caenas"!.. ¡Qué tristeza!. Sí alguna cosa es el Hombre es Libertad...
Con todas las limitaciones que queráis, desde 1978 controlamos nuestro destino. Pero somos como un niño pequeño; nadie nace aprendido -Ildefonso Manuel Gil "dixit"- y las masas menos. Nos han educado en la obediencia y a nuestros políticos en la adulación. Pasará mucho tiempo hasta que los españoles lleguen a ser líbremente adultos...
Por eso aprecio a quien agradece sin premio. Es de bien nacidos. Sueño con que "aquí, la cortesía y el buen trato", que escribió aquel soldado de la Infantería española llamado don Pedro Calderón de la Barca, se generalicen y dejemos de ser la nación bronca que somos.
Y esto me lleva a otra cuestión planteada por Luís, el estudio...
Quién ha querido dominar a otros ha utilizado dos procedimientos que, en sustancia, son lo mismo. O ha dicho a la masa "esto es cosa de los dioses" o ha procurado embrutecerla y empobrecerla.
Con el primero decía a los demás que determinado aspecto vital escapaba al control de los hombres.., para inmediátamente -como recordaba Luís- declararse "intermediario" entre ellos y los dioses, o lo que es lo mismo : lo que yo digo me lo ha dicho dios. ¡Toma ya!.
Y embrutecer o empobrecer, o ambas cosas a la vez, a los demás es la herramienta básica para esclavizar a la persona y a la masa.
Ambas situaciones se corrigen con instrucción -bella palabra olvidada- y educación. La primera nos enriquece con los datos y conocimientos necesarios para tomar las decisiones que exige la vida, y la segunda nos enseña a tratar a los demás con afabilidad para que la convivencia no se agríe.
La educación creo que es competencia y responsabilidad de la familia. Dejémoslo aquí pues el asunto ofrece materia para muchos artículos.
La instrucción precisa un desarrollo extremo. No se puede estar enseñando siempre lo mismo; la vida es dinámica, avanza a una velocidad enorme y nos exige que vayamos a la par que ella. Si no investigamos y descubrimos lo que desconocíamos destruimos la enseñanza. Nos dedicaremos a repetir y no a instruir, pues quien instruye avanza..
Voy a dejar de lado aquí, a sabiendas de su trascendencia, la investigación no universitaria. Así simplifico la exposición, contesto a Luís y, con todo, cumplo el propósito de este artículo.
En mi opinión, la "punta de lanza" de la investigación debería residir en el ámbito universitario. Quien durante sus estudios ha "viajado"por diversas materías, adquiriendo un sustrato de conocimientos específicos que le permitan tener una comprensión general de su carrera, se encuentra en alguna de estas situaciones:
A : Con esto tengo que comer el resto de mi vida.
B : Comer, en mayor o menor medida, ya como de otra cosa pero esto me gusta.
C : Soy un sádico; disfruto examinando.
D : Me entusiasma el/la "xxxx" y necesito saber cada día más.
Pues bien. Los que se reconozcan en "A".., ¿qué queréis que os diga?. Sí habéis estudiado SÓLO por esta causa creo que os habéis equivocado. Sí estudiásteis porque sentíais que vuestro futuro, el que fuese, pasaba por los libros y que vuestro título puede abriros, y sólo eso, la puerta de "las alubias", esforzaros en ser buenos profesionales y ganaros la vida lo mejor que podáis.
Sí pertenecéis al grupo "B", mi caso en cierta medida, tenéis que decidir. Podéis conformaros con el placer de haber aprendido lo que ignorábais y seguir vuestro camino; o, quizás, la atracción de lo nuevo sea muy fuerte y queráis cambiar de oficio.. Sí os decidís por lo primero siempre os quedará la duda de cual habría sido el resultado "sí yo.."; sí os arriesgáis y cambiáis de profesión tendréis que asumir los riesgos.. La respuesta está en el amor a la responsabilidad y decisión para resolver, pues no estéis seguros de que lo que os gustó estudiar va a gustaros ejercerlo.
No tengo interés en hablaros de los miembros del grupo "C". Siento la nobleza de la enseñanza y quien esté en ella por motivos distintos, e inseparables, al placer de enseñar y de aprender cada día, no merece mi atención.
El grupo "D" es complejo; reune a los extremistas del "B", a especímenes del "C" y a "pura sangres" del "D". La universidad les ofrece el doctorado, que en España, al contrario que en otros paises, sólo nos lleva a la docencia.
¿Y qué es el doctorado?. En "román paladino" es lo que hace quien investiga sobre un aspecto concreto hasta dominarlo, descubriendo al hacerlo facetas y detalles desconocidos, y llega a unas conclusiones que ofrece al conocimiento general.
Requiere un doctorando que "sirva".. No se trata de pasarse 5 años analizando la cadena genética de la espinaca; no se trata de acumular, de ser un burro de carga, no. Las universidades anglosajonas son un buen ejemplo; allí, el director de tesis puede decirte :"Eres muy inteligente, tienes gran capacidad de trabajo, estás muy preparado, pero no sirves para investigar". Como, quizás, tampoco servirías para "Sherlock Holmes"..
¿Y por qué?. Pues porque un resultado doctoral tiene que ser fresco, vivo, ágil, profundo, intenso, amoroso sí me permitís.. No es fácil. Es vocacional e intenso.
He oido muchas conferencías en mi vida. Sólo dos me han "impactado"; ambos conferenciantes, dominadores de su materia, estaban enamorados de aquello que estudiaban y del conjunto de la vida, que husmeaban contínua y profúndamente. Algún día hablaré de ellos..
El resultado de estas personas es el mismo siempre.., les escuchas y aprendes sin darte cuenta lo que parece ser algo sencillo..
Pero, aunque "no es oro todo lo que reluce" por esos mundos -hay publicadas relaciones de tesis doctorales absurdas-, en España tropezamos con el clientelismo universitario. ¿Estudiaste con.., estás en mi departamento, me interesa que tú.., lo que propones necesita dinero para.. ?. No quiero extenderme. Creo que la solución, por lo menos en ciertas áreas, está en la necesaria y siempre aplazada reunión de los intereses del mundo empresarial y del universitario.
Con lo anterior no he pretendido responder preguntas sino generar dudas.. Sólo quien duda se inquieta.. Y sólo los inquietos se preguntan y buscan respuestas...
1 comentario:
uno de mis "sueños" es estudiar algún día "académicamente" y no por mis propios medios como he hecho desde que lo dejé en COU "porque no me iban a enseñar lo que quería". Aprender por el placer de aprender ¡qué bonito!
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