Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

martes, 3 de mayo de 2005

¿Hacia donde?

Hace ya años, tantos que no puedo precisar cuantos, un paisano mío me contaba como le había ido en una reunión con empresarios norteamericanos.
Eran los primeros tiempos de nuestro inefable Estado Autonómico y los "wasp" querían una opinión de primera mano. Con su mentalidad "ingenieril" desgranó datos, explicó lo esencial de la política española, aportó algún detalle histórico...
De pronto, uno de ellos le espetó : "La provincia de Santander es una Comunidad Autónoma; ¿como ve usted la autonomía del lugar donde nació?".
Mi paisano se quedó un momento en silencio, luego miró a su interlocutor y contestó : "Como vería usted su rancho, que es más grande, sí tuviese parlamento y ministros...".
He comenzado contado esa anécdota para que sirva de ambientación. Para quien conozca la politica española, añadiré que entre los los profesores de mi colegio estaba el padre Javier Arzallus, que pasaba por ser el sacerdote más soberbio y displicente de la comunidad.
El caso es que la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza está tan entusiasmada en potenciar y promover el Derecho Civil Aragonés, lo que me parece perfecto e imprescindible, que parece haberse olvidado de que el mundo es algo más amplio que esta tierra.
La Facultad de Derecho de la Universidad de Navarra, mientras tanto, ha considerado conveniente poner en marcha una licenciatura en Derecho Anglo-Americano (más información mediante el enlace del final del artículo).
Y digo yo.. ¿No nos estaremos "mirando demasiado el ombligo" ?. Quién haya leido mis anteriores artículos sabe de mi preocupación por el legado que reciben las gentes de quienes les precedieron en la vida; pero ese legado tiene sólo dos finalidades : Entender quienes somos y servir de sólido punto de apoyo para impulsarnos hacia el futuro.
Quién sólo se deleite en lo que fué está condenado a empobrecerse. Creo que lo correcto es digerir profúndamente la historía para ser capaces, así, de generar esperanza, establecer nuevas metas y estar en condiciones de alcanzarlas.
En consecuencia; ¿hacia donde se dirigen nuestras preocupaciones?. Las de cualquier político las tengo claras : A conservar su poltrona y a mangonear con cicatería su pequeño mundo.
Pero ¿y las del resto?. Otro jesuita, en este caso encantador, -el padre Alemany- comparaba las ideas que reflejaban las literaturas española e inglesa del XVI. Concluía que aquella manera de ser llevó a España a perder un imperio y al Reino Unido a conquistar otro.
No soy competitivo ní me atrae el triunfo pero me preocupa la herencia que dejaré...

5 comentarios:

Luis Caboblanco dijo...

No se puede generalizar pero no sé si esa "forma de ser" que plasma la literatura del siglo de oro, sea la causante de que en Filipinas se hable inglés en vez de español. No hay que olvidar que esa misma forma de ser, nos llevó a Tecnochitlan, a la tierra de fuego, a Flandes, a Borgoña, a florida..en fín.

Lo que me produce cierta lástima son los millones de españoles muertos en tantos enfrentamientos, en España y fuera de ella, que se partieron literalmente la cara por una idea patria, independientemente de que en la piel de toro, campara una monarquia o una república.

Es una verguenza, que no haya un monumento en condiciones a todos estas gentes en alguna parte, al estilo de los norteamericanos, los cuales tendrán algo de culpa de tener un presidente oligofrenico, pero al menos tienen la decencia de saber honrar a sus muertos.

Mientras tanto, aquí, estamos tirando a la basura quinientos años de historia...

Turulato dijo...

Gisel no tengas miedo; no somos ní mejores ní peores que las generaciones que nos precedieron. Pero debemos tener presente que al igual que vivimos en el mundo que nos dejaron nuestros padres, nuestros hijos vivirán en el que nosotros edifiquemos.
Me sienta mal la crítica, así que me jorobaría muchísimo que mis descendientes dijesen que soy un inútil o una mala persona, por lo que procuro hacer más agradable la mínima parcela de la que soy responsable.
En cuanto a la Argentina..., sabes muchísimo más que yo. Desde aquí, y la visión lejana suele estar distorsionada, parece que vuestro Estado -como organización- está por construir. Y sí el Estado no está suficiéntemente estructurado, la sociedad se resquebraja al menor conflicto.
Creo recordar que en Buenos Aires hay un Parque Patricios, entre Casero y Monteagudo,. Pues bien; creo que los Patricios no son personajes del pasado sino que todos deberíamos aspirar a que nuestro nombre figurase grabado en algún lugar de sus veredas.....

Turulato dijo...

Don Luís, somos gente impulsiva. Toreros, que dicen los "guiris"; hacemos la faena, dos trasteos, un ayudado por alto y varios naturales, creemos que merecemos las orejas y el rabo, y nos retiramos a disfrutar....
¿Existe una personalidad española?. Y de existir, ¿qué criterio parece más fundado, el de don Américo Castro o el de don Claudio Sánchez Albornoz?.
La expansión española se inicia en la Reconquista y continúa, curiósamente, por donde no existía. Se "deja de lado" la política expansiva mediterránea aragonesa y se vuelca el esfuerzo hacia América. Un monarca excepcional -espejo en el que se mira Maquiavelo para escribir "El Principe"-, don Fernando de Antequera "El Católico", abre la puerta..
Creo que España, y eso incluye hasta el siglo XIX a la España Ultramarina -atenta Gisel-, ha sido conformada bajo los intereses de dos instituciones poderosísimas : La Corona, que no la Monarquía -ver la obra "La Monarquía Española" de Miguel Artola-, y la Iglesia.
La Corona se volcó -Carlos I y Felipe II- en la defensa de su patrimonio dinástico antes que en los intereses de un territorio concreto de sus reinos. El gigantesco capital que llegó de América - ver la obra "Carlos V y sus banqueros" de Ramón Carande- se dedicó a la defensa del Imperio, enriqueciendo Europa y empobreciendo España.
No se creó Estado. Cada uno de los territorios de la Corona disponía de una gran autonomía, siempre que cooperase diligéntemente al interés del monarca y no discutiese su autoridad. Y sin organización, sin estructura, ninguna sociedad tiene futuro. Sin Estado, España se desangró.
La Iglesia. España fué un baluarte contra la Reforma y eso hizo que se alejase de cualquier novedad de pensamiento, no ya religiosa sino de cualquier orden. Elegimos el Dogma y nos olvidamos de la Ciencia. Un breve paréntesis, elitista por otro lado, durante el siglo XVIII y...
Y estalla durante el XIX. Para la mentalidad político-social de entonces tan España era América, como Filipinas, como la Península... La economía, la cultura, la población,... no pudo seguir desestructurada, sin guía. Y España deja de ser. El estallido duró hasta 1898.. Y en el territorio peninsular aún continúa...
¿Le parece extraño que no haya monumentos?. Antes tendremos que volver a ser España...

Luis Caboblanco dijo...

Pues si...probablemente España, emocionalmente hablando, murio en 1898. Lástima.

Ayer, en el metro de Madrid, un par de jóvenes (de mi edad) se entretenían entre parada y parada en tirar cubos de mierda, dialecticamente hablando, a todo el estamento militar, olvidando que dentro de esos uniformes verdes, azules o blancos, hay un padre/madre, hermano/hermana, o vecino/vecina que tiene las mismas ilusiones, esperanzas o miedos que ellos; que sufren y sienten de la misma manera y que, al menos, han tenido la valentía de elegir servir a los demás por, en la mayoría de los casos, cuatro perras.

Los ejércitos que en España han sido, nos han sido protagonistas de hechos diferentes a los que se han dado en Inglaterra, Francia, Alemania y otras naciones de nuestro entorno, si exceptuamos la dictadura del General Franco. Y, sin embargo, están bastante peor considerados por una parte de la ciudadanía. Así nos va..

¿De que pasta estarían hechos nuestros abuelos para negar la realidad de un pais que se moría de hambre y permanecía anclado en la edad media, sin posibilidad de regeneración interna y pasear nuestros reales por media Europa?
¿Esa España era mejor que esta?

Turulato dijo...

Ní mejor ní peor, creo. Posíblemente, como acentuaba Ortega, era hija de sus circunstancias y sí nosotros hubiésemos vivido en ella... No soy determinista, pero creo que nuestro comportamiento sería acorde con el ambiente de la época.