Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

martes, 3 de junio de 2008

Homo informaticus

Su seguro servidor. Si. Yo. Un gilipollas. Ignorante. "Cagaprisas". Y cuantas lindezas se les ocurran; las acepto todas. Resulta que tengo ante mí eso que los americanos denominan computadora -from computer, ¡oh, yeah!-, los franceses ordenador -mais ouais, l'ordinateur- y yo, mierda máquina.
Viene a resultar que hace no se cuantos días estaba cumplimentando mis autoliquidaciones anuales de Hacienda. Debió ser el profundo placer que me embarga cada vez que vivo dicha situación...
Ya están, pensé.. Ahora, a presentarlas. Lo hice. Sensato que es uno. Lo primero es lo primero, pues tenía que "meterle mano" al ordenador, ya que los altavoces del cacharro no funcionaban y corría riesgos...
Y es que el Servicio Técnico de Microsoft, tras varios intentos de arranque "en limpio", me aconsejó que utilizase el disco de sistema para reparar este último.
Pero antes de ponerme a la faena, sabía -¡si, lo sabía!- que tenía que hacer copia de seguridad en mi disco duro externo, que para eso lo tengo, de los archivos que no pueden nunca perderse .. Y crear una imagen del disco duro ...
Me dijo el "ingeniero" del Servicio Técnico de Microsoft: Tranquilo; introduzca -¡qué palabra, por favor!- el CD de Windows XP en su lugar y arranque el ordenador -como tengo mis años, estudié francés cuando era niño-. Verá -prosiguió- que al arrancar el sistema aparece la opción de reparar los archivos dañados. Utilícela.
Como dije, había enviado la documentación a Hacienda .. Solo me quedaba realizar la imagen del disco duro y crear una copia, en el disco externo de seguridad, de mis queridos, imprescindibles, maravillosos, trabajadísimos, .., archivos antes de "tocarle las tripas" a la máquina. Por lo que pudiera suceder...

Pero en ese momento, mi cara se transformó ..; un rictus de locura apareció en ella.. ¡Mister Hyde había llegado!. Y si, ¿qué pasa?, ¡ni copias, ni imágenes, ni leches!. ¡Pa chulo yo y pa tonto'l'haba, también!.
Así que sin asegurar nada introduje -como meter, más o menos- el CD del Sistema Windows XP que había comprado por 114 euros cuando adquirí el chisme y que tenía su clave validada por Microsoft ....
Miré satisfecho a la pantalla... Dispuesto a introducir.., no.., coñe, a meter; ¡que no!, a pretar mesmamente sobre la "R" -repair, en inglé, que hice como que lo estudiaba de mayor-. "Y colorín, colorado, comería perdices" ....

Mi dedito sandunguero quedose en el aire mientras miraba alelado como un gráfico, a modo de termómetro, me indicaba como mi disco duro -hard drive, en inglé- se formateaba a toa h...... Disculpen lo procaz y soez de mi lenguaje, pero comprendan la situación.
Acababan de convertirse en humo cinco años de archivos de Hacienda y apuntes sobre 12 siglos de Arte Japonés, desde el Periodo Heian ... Y eso, de aperitivo.... Me va a dar un "parabien", que dicen en mi pueblo...

Veo que durante el descanso que me he tomado unos amables lectores y amigos han aportado posibles soluciones. Para aclararlas sigamos contando lo ocurrido...

Llamé al susodicho "ingeniero" y le conté lo que me había sucedido. No le eché las culpas. Sus instrucciones habían sido correctas. Era yo quien, a pesar de darme cuenta de lo que iba a ocurrir, había procedido mal. Me explicaré..
Para comprar un CD con el sistema operativo de Microsoft que vamos a utilizar legalmente hay dos caminos: Uno comprar a Microsoft -por ejemplo- el conjunto de CD, manuales y código de licencia, y otro recibirlo junto al ordenador cuando adquirimos este, como una parte del producto. En este último caso nos entregarán junto con la máquina un CD con el sistema operativo y su clave de activación. Ambos procedimientos son legales, tienen su clave de activación y permiten la actualización en línea desde Windows Update.
Pero la diferencia es abismal. El primero es un CD completo del sistema operativo, que, cuando arrancamos la máquina con él en la caja de CD ROM del equipo, nos permite controlar las operaciones subsiguientes y, por supuesto, proceder a la reparación de los archivos defectuosos sin que desaparezca lo que tenemos instalado.
El segundo es otro cantar. Quien compró el CD original a Microsoft fue el fabricante o montador de nuestro ordenador. Y este hace una instalación en los ordenadores que vende; la que le interesa, incluyendo en ella la mayoría de las veces copias de programas que nos "regala" como parte de la compra. Y estas copias tienen su clave, pues están autorizadas y son legales. Pero los CD que nos entregan no son los de los respectivos programas originales, sino copias -imágenes, algo así como "fotos"- con autoarranque de aquella primera instalación en la fábrica. Con ellos no hay opciones, el todo o nada. Cuando arrancan lo primero que hacen es formatear el disco duro y luego instalan en él aquella "foto". Sin alternativas. Todo lo que hubiese antes se evapora....
Pero hay más. Con el primer CD -el original de Microsoft- podemos solicitar apoyo al servicio técnico de esta multinacional, mientras que con el segundo -el que describo como una "foto"- no es posible, pues lo que tenemos es algo realizado por el fabricante o montador del ordenador y será a este a quien tengamos que pedir apoyo en caso de problemas. Y aún peor; quienes compraron mi marca en determinada gran superficie comercial, tampoco pueden acudir a quien fabricó o montó la máquina, sino exclusivamente a dicho "gran comercio".
En mi caso, acudí al servicio técnico del montador en España del equipo.. Me recibió, una señora hispanohablante.. ¿Saben ustedes quien es Iker Casillas?. Un portero que lo para todo.. Pues eso. Camino bloqueado. Y un cliente perdido para siempre...
(Hay veces que creo que los directivos de las empresas españolas no saben ganar dinero; o sea, clientes que compren sus productos. Como consecuencia de lo que les estoy contando, acudí a una empresa americana de seguridad para recuperar uno de mis programas.
No tenía la factura ni los códigos de compra, pues los tenía depositados como adjuntos en una cuenta de correo de auna@com, que Ono -que compró Auna- ha volatilizado el 1 de mayo, sin otro aviso que una nota en su web.., que nunca visitamos los que usamos administradores de correo.
Solo tenía mi dirección de correo electrónico. Les expliqué a los "amarracanos" el problema, les proporcioné los poquísimos datos disponibles ... Y ellos se preocuparon de indagar en sus archivos. Tres horas más tarde tenía en funcionamiento el programa. Sin pagar un real. Y era domingo... Y, además, son capaces de "ponerse a parir" en Los Simpon's y Padre de Familia. Algo similar en nuestro muy democrático y liberal país es impensable.)

Continúo.. El formateo de un disco no borra los datos de los archivos que contenía. Estos siguen ahí. Lo que elimina son los enlaces que conducían a ellos. Algo así como si retirásemos de las carreteras todas las indicaciones; no podríamos localizar nada.
Para recuperar aquellos solo es preciso utilizar los programas adecuados. Y yo los tenía... Estos programas exploran el disco hasta localizar dichos archivos, luego te los muestra, para que decidas que recuperas, y para finalizar te pide que les marques un disco de destino donde depositarlos, una vez recuperados. Y por pura lógica ese disco de destino tiene que ser distinto a aquel donde se encuentran, pues si los recogemos y luego los depositamos en el mismo lugar, es muy posible que se sobreescriban, destruyéndose la información.

Sin problemas, pensé. Tenía hechas particiones del disco duro, es decir que estaba dividido en cachos. Recuperaría de uno y lo volcaría al otro. ¡Ja!... Eso que creía tan seguro, la partición, y que en mi ignorancia informática me imaginaba como el foso de un castillo medieval, resulta que es solo una tabla de asignación de espacios. Algo así como otro programa más. Si te lo cargas, desaparecen las particiones al instante. Mi gozo en un pozo.

Bueno... Tengo un disco duro externo... Recuperaré las cosas sobre él. Pero mi disco duro externo se conecta al ordenador mediante USB... Y mis programas recuperadores, algo ancianos ya -poco más de cuatro años- no reconocen dichas conexiones. ¡A cascala!.

En esta tesitura tuve que hacer un análisis coste-beneficio muy elemental. Comparé lo que perdía y podía recuperar, con las consecuencias de llevar el ordenador a un taller. Y resolví volver a empezar desde cero....
(Gracias a las copias de seguridad del disco duro externo y al archivo en red, he recuperado todo lo que me interesaba. Lo de Hacienda y los trabajos sobre Arte Japonés lo tengo en papel, por lo que el problema se reduce a realimentar el ordenador. Solo he perdido parte de los datos de documentación e información. Pero .. ¡seguro que se habían quedado obsoletos!.)

En realidad, siempre he querido ser un marujo. Lo que he hecho es limpiar y organizar mis armarios. Nada más. Y nada menos. Y estoy satisfecho.

Para finalizar, me atrevo a aconsejar:
  • Utilicen discos duros externos para guardar copias de seguridad de lo que no quieran perder.
  • Archivos de no mucho volumen o ciertos datos sensibles, pueden convertirse en adjuntos a correos electrónicos que se envíen a ustedes mismos. En su cuenta de correo crean una carpeta para guardarlos y allí estarán tranquilos. Además, vayan donde vayan, los tienen a su disposición..
  • Utilicen cada día más programas de oficina en red, como ThinkFree Online, Buzzword Adobe Acrobat, o Google Docs. Tienen las mismas ventajas de lo expuesto inmediatamente antes.
  • Hagan particiones de su disco duro. En una guarden sus programas y en otra los archivos de datos. O mejor, tengan dos o más discos duros físicos instalados. Y utilicen uno para guardar una "imagen" de cada uno de los otros. Si antes de hacer dicha imagen, realizan una buena y profunda limpieza de virus, troyanos y demás, seguida de una desfragmentación, ante cualquier problema les bastará descargar la imagen correspondiente en el disco deseado para volver todo a su estado original e impoluto. Para realizarlo les recomiendo Norton Ghost.
Dulces sueños...
(Que no se entere nadie. Los altavoces siguen sin funcionar. Tan "panchos")

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Esteeee... Si tienes un amigo que sepa de eso de la informática, o si no pagando (aunque a veces para encontrar un "trénico" que sepa de eso también necesitas al amigo informático, porque anda que no es difícil encontrar este tipo de listillos) a lo mejor puedes recuperar datos, hay programas que recuperan la información aunque se haya formateado, depende de la suerte que tengas, los de CSI siempre tienen suerte para esas cosas.
Lo de las copias de seguridad lo sabemos todos, y todos caemos en la misma trampa de la dejadez, el día que mi ordenata reviente moriré intentando recuperar mis archivos.

Silvia dijo...

No te pongas así contigo mismo. Más que tonto'l'haba, ingenuo al pensar que estas máquinas funcionan con lógica.
Menos mal que existen los finales (más o menos) felices...
Un beso

Manolo dijo...

Eso nos ha pasado a todos. Yo perdí megas y megas de correo gracias al Outlook y a que no tenía copia de seguridad.

Ahora mi Mac está encendido todo el tiempo y hace una copia de todas las cosas interesantes del disco duro al externo cada noche mientras duermo.

Para gente más paranoide, se puede hacer algo similar con almacenamiento remoto también, para si se quema la casa o te entran a robar.

Un compañero usó una vez los servicios de una compañía que se dedicaba a recuperar datos y es una cosa un poco cara, pero quizás quieras considerar algo así. Me parece que era Ondata.

Saludos

Manolo dijo...

De hecho estaba pensando que si el disco duro se formateó, quizás no esté todo perdido dado que hoy en día los discos son tan grandes que no se formatean de verdad, sino que sólo se borran las zonas que contienen la información de cómo se almacena la información.

Quizás quieras considerar dejar de usar ese ordenador para no cascar nada más y llevarlo a que le echen un vistazo cuanto antes.

Saludos

Anónimo dijo...

Haz caso a Manolo, sin tocar nada más... al técnico y te sacará todo o casi todo (hasta los euros). Formatear es lo menos malo, a mi se me estropeó el disco duro justo en los sectores donde tenía fotos de años de digital de las que, por supuesto, no tenía copia. Aún así pude rescatar bastantes.¡Suerte, un beso!

Anónimo dijo...

Con lo fácil que hubiera sido abrirle las tripas a tu CPU y enganchar un segundo disco duro(cosa nada complicada, por cierto).
Aunque así no hubieras aprendido nada de lo que has aprendido.

alelo dijo...

Menos mal que no tienes ni idea de informática, que si la llegas a tener... Voy a tener que copiar lo que has dicho y estudiármelo en fascículos.

Si a mí me hubiera pasado esto, que no lo sé porque no entiendo y lo mismo sí me ha pasado, le hubiera echado la culpa a la Declaración de Hacienda. Esos cabrones siempre tienen la culpa de todo. ¿No?

Unknown dijo...

Pasa que a veces los ordenadores tienen razones que la razón ignora.

Anónimo dijo...

muy buenas tus sugerencias y muy buena "petardilla" ;)
Otra sugerencia: no guardar los documentos en "mis documentos", ni las imágenes, ni nadaaaa, bueno lo que te daría igual que se perdiera.
Y yo más que particionar el disco, pondría dos jejejejej.
Hala y no digo más y cruzo los dedos que el mio está a rebosar y cualquier dia...
Un beso!

Cobre dijo...

Mira Tururú, a mi me pasa eso y me da un ataque de histeria!. No sé pq estoy teniendo un déjà vu!.

Tu eres muy apañao y has conseguido salvar lo importante. En mi caso tuve q recurrir a "expertos" q no pudieron recuperar na de na y me quedé como estaba y con un berrinche del carajo. ¿¡Qué te voy a contar a ti q tu no sepas!?.
Ahora lo q me planteo muy seriamente es lo del disco duro externo. Y como se acerca cierto día muy propio para pedir... pues eso.

Besazos en los morros, precioso!
(Un poco tarde, peeero...)