Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

sábado, 6 de mayo de 2006

"Bravas"

¿En qué está usted pensando?. ¡A ver, a ver!. Sean honrados y reconozcan que están imaginándose un plato lleno de patatas fritas, bien crujientes, cubiertas de salsa mahonesa y con su "aquel" de picante, que puede conseguirse con una llovizna de "Tabasco"o con guindilla.
Muchos identifican las patatas bravas como tales cuando están cubiertas de salsas mahonesa y de tomate concasse, pero que serían, en principio, unas "patatas sol y sombra" o las que se llamaban hace años "a la bandera".

¿Que de qué va el artículo?. Hasta ahora es sólo un intento de distraerles; algo así como la palabrería y los "pases mágicos" que adornan la actuación del ilusionista, engatusándoles e intentando que presten atención a algo, cuando el objetivo del "artista" -servidor de ustedes- es otro.

Hoy he comido fuera de casa. Y muy bien, por cierto. El comedor del restaurante está sobrelevado con respecto a la entrada, donde hay una barra para quien tenga que "hacer tiempo", sí es preciso. El local cierra su frente, hacia la calle, con una gran cristalera, que permite a los clientes contemplar el "vete y ven" de los paseantes. Precioso, acogedor...

He oido las voces... Que sí el café..., que sí usted, que sí tú... He visto a un matrimonio que salía; él alto, de mi edad quizá. Ella.., lo siento, indefinida. Y es que mi atención estaba centrada en la salida, tras ellos, del que parecía ser el "encargado del local". ¡"A paso de carga"!. Poco más puedo contar, en parte por mi relativa lejanía de la escena y también porque no hay mucho más...
Ya he dicho que nos hemos convertido en un país bronco; saltamos por un "quítame allá esas pajas" y, aunque encuentro personas encantadoras y dispuestas a ayudar, tengo la sensación de que puede estallar una refriega a mi alrededor en cualquier momento.
Inmediatamente, ya en la calle, se han enzarzado. Abrazado el uno al otro, en odiosa coyunda, iban dando traspiés de un lado a otro, sin reparar en lo ridículo y deleznable de su pelea.
He dirigido mi atención a los espectadores; unos no se han percatado de los hechos, otros miraban la escena con "ojos como ensaladeras", mientras procuraban que aquellos bailarines zafios no les empujasen. Pero actuar.. ¡por favor!. Interponerme, apaciguar,... ¿Y sí se escapa una mangurrina y me levanta la dentadura postiza y el bisoñé?.

Pero, pero, pero... Antes de lo que ustedes han tardado en leer lo anterior, han aparecido "mis bravas". ¡Con dos ovarios, sí señoras!. Una la mujer del cliente, otras las camareras.. Sin pensárselo, sín sujetarse el bigudí (¡qué órdiga será eso?), se han interpuesto entre aquellos dos patosos. No han echo otra cosa que poner sus cuerpos entre ambos e intentar separarles. Sólo decían irritadas: ¡Por favor, por favor!..
Y a riesgo de que las atropellasen han conseguido acabar el despropósito....

La señora del cliente se llevó al cliente patán; las camareras introdujeron a "su paladín" en el local... Todo O.K. -"Zero killed, sir"-.
He mirado hacia la barra, donde esperaban varios "bigotones". Medias sonrisas, explicaciones en voz baja, "sí yo...". ¡Babiones, que decimos en mi tierra!.
¿Y saben?. ¡Qué dignidad tiene la bravura!.

7 comentarios:

Luis Caboblanco dijo...

Se trata de educación y de buen talante. De lo primero, no andamos precisamente sobrados y lo segundo, desde hace un tiempo nos resulta familiar aún cuando ni siquiera el que lo dice sabría definirlo.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Cada vez es más frecuente ver que la gente pierde los papeles con facilidad. Y no todo el mundo es capaz de reaccionar con esa "bravura" conciliadora.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Antes de nada una de papas no muy picantes, por favor. Luego decir que las desavenencias cada vez son más frecuentes, incluso en la calle, ya que los "trapos sucios" se solían reservar para airearlos en casa y sin que se enteraran los vecinos, pero por desgracia los tiempos van cambiando a peor. Lo que no cambia es una buena comida con hambre y bien condimentada.
Un saludo

Julia dijo...

Hace unos días vi algo parecido por un simple aparcamiento.

Dos de bronca, otro no sé si ayudando o enfollonando más, las mujeres por allí, y tanto se lio que a punto estuvieron de llamar a la policia.

Lo más gracioso es que no estábamos en Madrid, en hora punta, sino en Vigo, a las 10 de la mañana. Y luego dicen que en Madrid se vive muy estresado.... y un jamón...

La gente tiene ganas de bronca y a la menor ..... como la yesca.

Silvia dijo...

La gente se pelea por chorradas...pero cuando es algo importante, todos callados y a agachar la cabeza.
Lo de esas mujeres es digno de aplauso y tuvieron suerte al calmar a esos energúmenos. Otras veces, los que concilian acaban recibiendo estopa.
Un abrazo

pedazodecaos dijo...

Ultimamente cada quien va a lo suyo y nadie quiere "complicarse" la vida con los lios ajenos... pero las mujeres llevan tantos años "templando gaitas" ajenas y poniendo paz en el cada dia que se ha convertido en carga genética intervenir para apaciguar... yo no se si será "bravura" o "costumbre"
Un saludo y gracias por enlazarme.

Anónimo dijo...

La mujer es brava desde que nace,y mes a mes año tras año lo demuestra.Ella coordina la casa, cuida su buen funcionamiento , lo sabe hacer todo, trabaja en la calle y en la casa y su mayor bravura no es ser ama de casa su mayor bravura es ser madre y esposa.Un beso nina