Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

martes, 28 de junio de 2005

Vivir

Hoy escribo desde la experiencia que me ha proporcionado lo vivido. No es que sea mucha, ní extraordinaria, ní importante, ní... Soy un hombre que ha hecho cosas que vosotros no haréis nunca y que se queda con "la boca abierta" ante alguna de vuestras experiencias y saberes; o sea, una persona común y corriente.
Este comienzo viene al caso porque nada está más lejos de mi intención que "pontificar" y que asumáis mis ideas como sí fuesen verdades reveladas. Bien al contrario; la vida me ha enseñado que las ideas son importantísimas, pero que son útiles en tanto en cuanto se ponen en práctica. Toda manifestación intelectual que se queda exclusívamente en el ámbito mental, sin interactuar sobre la existencia humana, me parece irrelevante -digan lo que digan los conceptualistas-.
Porque lo esencial del Hombre es vivir. Para eso ha nacido. No nacemos para pasarlo mal ní para ciscarnos la vida unos a otros. ¿Y qué es vivir?; creo que es aprender el sabor de cosas nuevas..
Nacemos sin saber y cuando creemos saber algo.., nos vamos -como dice magistrálmente don Ildefonso Manuel Gil-.
Y precísamente porque vivir es catar, degustar, paladear,.. toda clase de sabores vitales, la vida no nos resulta fácil en ocasiones.
Antes de que nos demos cuenta, tenemos ante nuestra vista muchas posibilidades. Podemos coger este camino.., o aquel..., o el de más allá; nos atrae la personalidad de esa rubia preciosa -en mi caso, allá cada uno..-, pero aquella morena de "rompe y rasga"..; me gustaba ser médico o marino mercante o...; estudié francés, cuando luego viví en inglés y alemán.. ¡Tantas y tantas elecciones!.
(Para quién quiera distraerse con mejores letras que las mías, recomiendo la obra de Edgar Neville "La vida en un hilo". Su argumento consiste en la comparación que hace una mujer de unos cuarenta años entre la vida que lleva con su marido y la que imagina que podría haber llevado con otro amor que tuvo).
Y elegir agota. Al principio es atractivo; como toda novedad. Pero luego vienen "los palos", pues nuestra "puntería" suele ser desastrosa. (Yo no he elegido nunca nada a mi gusto y aquello que quise ser o las personas que más me atrajeron quedaron fuera de mi vida).
Y empiezan a salir cosas mal... Y nos fallan las personas o, lo que es peor, nos damos cuenta que les fallamos a quienes más queremos...
O... No pudo ser; nadie tuvo la culpa y la vida era bonita.., pero también la realidad es terca, terca y no admite otra salida que renunciar...
Os confieso que he vivido -como dijo Neruda- pero también que ha habido veces que he estado cansado de estar cansado...
Pero también os confieso que lo que me ha ocurrido ha sido para bien. La vida no deja de ser un juego y no admite trampas; la trampa sirve para ganar a otro y jugamos contra nosotros mismos. ¿A quién vas a engañar, a tí mismo?; "para ese viaje no se necesitan alforjas", ¡vaya memez!.
Así que no nos mintamos. No comparemos las realidades vividas con nuestros sueños, lo que ha sido, o es, con lo que pudo ser o deseé. Eso es hacer trampa y perder con seguridad.
La única manera de vivir es -como decía César González Ruano- "recordar todo lo que hicimos y soñar con todo cuanto haremos". Y hacerlo sobre la realidad.
Cerrad los ojos.. Repasad vuestros días... Sonreid.. ¿A qué ha habido cosas buenas?. ¿A qué te acuerdas de cuando...?.
Claro que ha habido tristezas y fracasos, pero que aburrimiento si no.. ¿Conocéis lo que sucedió en Asturias hace años con la comida de los mineros?; pues resulta que en aquella época en los ríos asturianos se pescaban muchísimos salmones y de gran calidad. El salmón era un plato reputado, caro y que no se consumía sino en sitios elegantes (al contrario que hoy); el caso es que las compañías mineras, que podían conseguir gran cantidad de salmones a bajo precio, los incluían tan repetídamente en los menús de los comedores de su personal que los mineros amenazaron con ir a la huelga sí aquella "delicadeza" no desaparecía de las cocinas. ¡Estaban hartos!.
Otra historia (que creo que ya he contado, pero que creo interesante repetir).. Presencié el parto de una cierva en la sierra. Debía de ser primeriza y le "pudo" el dolor y la novedad.. (Si; los animales, como algunas personas de ojos enormes que vemos en las noticias de la televisión, también sufren, aunque no griten o se quejen -como acostumbra a hacer el "hombre blanco" cuando se le estropea el ascensor-).
Recién parida, miró con ¿duda?, con ¿sorpresa?, al cervato... Y se alejó. No volvió.
Cierto tiempo después conversé con un veterinario, tan montaraz como yo, sobre lo sucedido. "Alégrate" me dijo; ¿pués?, respondí. "Pues porque gracias a que has visto un caso en que el instinto de la madre no ha respondido -que a veces ocurre- y ha condenado a muerte a la cría, puedes comprender y sentir en toda su importancia el valor de la maternidad".
Así que la vida sería terrible sí todo fuese bonito, divertido, si no fuese difícil. Progresamos porque aparecen ante nosotros obstáculos y dificultades, que nos obligan a esforzarnos y a dar de si cuanto tenemos, a demostrar aquello de lo que somos capaces.
Siempre que os sintáis tristes.., la vida os está probando. Y la vida no prueba en balde; su eficiencia es perfecta. En ese momento, podéis estar seguros de que valéis mucho.
Pero ¡ojo! "ricuras", que valéis para la vida, o sea que vuestra existencia es enriquecedora para los demás. Lo que ocurre es que os da por pensar en vosotros.., en miramos la...., en ignorar al resto del mundo. Y el asunto es al contrario.
Como dijo JFK -que en mi opinión no pasa de ser uno de los primeros personajes mediáticos- "no os preguntéis que puede hacer... por vosotros, sino que podéis hacer vosotros por ...".
Y tenía razón. La alegría no se logra recibiendo sino dando; la calidad de una persona, su auténtico nivel de vida, se mide por lo que ha sabido regalar.
Recibir, ganar.., es facilísimo. Sin ir más lejos, yo mismo tengo un ganar co....do. No creo que tenga mucho mérito; tampoco me satisface mucho tiempo.
Así que ¡ánimo!. Vendrán momentos magníficos, maravillosos. No soñéis ya con la esperanza y no viváis sólo de ilusiones -que es una manera de facilitar el fracaso-, pero ¡creer en la esperanza!.
Y hacedme el favor. La próxima ocasión que estéis alegres.., recordad estos momentos de tristeza.. Todo pasa, todo.... Y la vida avanza...
Y no sabría que hacer sin tí..

2 comentarios:

Ana María dijo...

No te puedes imginar cuántas veces he empezado un comentario y lo he borrado, son tantas las cosas que quería poner que no sé por donde empezar.

Al final creo que voy a hacer un pequeño resumen de cual es mi gran problema: es querer algo que sé que es imposible, es desear lo que no debo y lo peor de todo es saberlo. ¿Que hay otras muchas cosas que me llenan? pues sí, las hay. pero quesigo deseando lo indeseable también, ¿que se me pasará? Seguro que sí, pero mientras....sigo deseándolo ;)

Turulato dijo...

Maruja.. Y yo no sé que responderte porque al leer tus palabras leo mi corazón.
Eres muy inteligente, por eso "sabes", y calificarte como tal -que parece un halago- es anunciarte sufrimiento. Está escrito en tus palabras; como está anunciado que sólo tenemos un camino: Renunciar a... sin negar nunca que lo deseamos y queremos. Cuesta un dolor...
Gisel. ¡¡Estupendo "Verdadero amor"!!. Y no estés triste. Te sigo leyendo día a día, pero el "soft" no me permite dejarte comentarios.
Besos para las dos.