Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

jueves, 16 de junio de 2005

PELIGRO: Compra al detall

Que haya empleado las mayúsculas en el título no creo que haya sido exagerado. Como sabéis, las mayúsculas en el lenguaje escrito de Internet significan que se "dicen gritando". Y gritando estoy, "más cabreado que un mono". Os explicaré..
El consumidor medio realiza pocas compras que requieran un contrato escrito. En todas ellas la cosa -objeto de la compraventa- suele tener un precio sustancial. El ejemplo más característico en España es la adquisición de la vivienda; la realizamos mediante una acuerdo escrito, al que denominamos contrato, donde se describe la cosa objeto del intercambio, por el que se fija su causa y se determina su precio, y en el que podemos exponer todo lo que deseamos y reconocer todo aquello a que nos obligamos.
La mayoría de nuestras compras las hacemos en los comercios. Suelen ser pequeñas transacciones, en que el comerciante me vende una cosa y me la entrega en el acto, mientras que yo -el cliente- le abono su precio en el momento de recibir aquello que compré. Pero.., ¿os imagináis diciéndole al carnicero que queréis contratar por escrito la compra de las chuletas?. Sería ineficaz y terminaría perjudicando a quien siguiese tal sistema.
Eso no significa que no haya contrato. Tiene sus elementos esenciales, lo que ocurre que su forma es verbal y su acuerdo coincide con su ejecución. "Nace y muere" en un plazo muy breve.
Pero seguro que alguna vez no os ha satisfecho lo que habéis comprado. ¿Recordáis?; reclamáis al vendedor, os quejáis de la calidad, a veces os dan la razón y otras sólo conseguís discutir..
¿Como saber quién tiene razón?; es palabra contra palabra.. Y todos somos tanto más subjetivos cuanto más discutimos... No hay "algo" establecido de antemano a lo que podamos recurrir para saber que es lo que deseaban el comprador y el vendedor.
Daré un ejemplo: ¿Para qué discutir sobre cual es el número de teléfono de los bomberos sí está escrito en la guía?.
En consecuencia, en esas compraventas menudas, casi diarias, unas veces ganáis y otras perdéis.. No tiene gran importancia material pues las cantidades son pequeñas.
Pero.. Hay ocasiones en que el precio de lo que compráis ya no es tan pequeño e, incluso, para muchas economías familiares es gravoso, como puede ser el caso de los electrodomésticos o los muebles.
Acudís a la tienda, os ilusionan con... y decidís comprar. Sí tuviéseis una vista aguzada veríais como destellean los ojos y los colmillos del vendedor. Saca unos folios ya impresos, donde al dorso de cada uno hay párrafos escritos con letra minúscula y que la mayoría nunca entenderíais lo que dicen, en el caso hipotético que os incitasen a leerlos...
Todo es amabilidad; ¡ningún inconveniente!. "Este es para la financiera y este es el contrato. Usted sólo tiene que firmar aquí y aquí...". La mayoría firmaréis como corderos dispuestos para el sacrificio.. Alguno preguntará porqué no se rellenan esos apartados del comienzo, dentro de unos marcos rectangulares, donde está escrito: "Primer cobro el.../Dimensiones......../Tipo de material..../.....".
"¡Por favor!; ya lo rellenaremos luego en la tienda. Lo hacemos por su comodidad. Sólo son datos de fabricación. Usted firme y olvídese......".
¡Pobre lector mío!. Incauto.... Hay veces que las cosas salen a tu gusto, si, pero cuando algo falla, amigo mío, ¡te tienen cogido por las pelotas! (Y es la expresión más delicada que se me ocurre).
En este caso SI hay un documento al que podríais acudir para solventar las dudas.. Pero ní lo leísteis, lo que ha hecho que "comulgáseis con ruedas de molino", ní lo rellenásteís, con lo cual papel hay, sí, pero tan desnudo como estaba Marilyn Monroe mientras dormía; miento, que ella se vestía con unas gotas de esencia y el papel que firmásteis huele a .....
Pues bien. Encargué un armario a medida... Lo pagué... Y "ha salido rana". Y todo lo que os he contado..., ¡yo mismo!.
¿Y ahora?. Ya os lo dije: ¡Más cabreado que un mono!. "Tengo delito", pues no sólo me dí cuenta de todos los errores que cometía, y que he comentado, sino que tuve el pálpito de que "la cagaba" (y también es la más suave posible).
¿Por qué?. Pues porqué quien os lo cuenta fué juez y unos años más tarde presidente de una junta provincial administrativa. "En casa del herrero cuchillo de palo".
¡Claro que sé que hacer!. Pero ya dicen los gitanos: "Pleitos tengas...".
Así que... SÍ NO QUERÉIS QUEDAROS TURULATOS, NEGOCIAD COMO PIRATAS Y OS DARÉIS EL LUJAZO DE ACABAR COMO CABALLEROS.
"" dicho.

5 comentarios:

Luis Caboblanco dijo...

¡A mi me pasó lo mismo con un armario empotrado! Firme la primera hoja convencidísimo y, cuando se la entregue al dependiente, la grapó a un segundo pliego de papel que tenía unas condiciones draconianas. Se lo comento al fulano y me indica un antepie bajo mi firma recien hecha, que decía algo así como que el arriba firmante aceptaba la totalidad de las condiciones expresadas en las dos hojas...

¡que artistas!

Turulato dijo...

Sí lo que habéis adquirido no se ajusta a lo que demandásteis -¡ojo!. Lo que pedísteis en el momento de la compra al dependiente, no lo que deseábais tener y no supísteis pedir- intentad llegar a un acuerdo amistoso que resuelva el problema.Procurad hablad con el "encargado" y evitad a los empleados de menor nivel.
Sí el establecimiento tiene buen nombre comercial, lo defenderá y cederá "algo"; por vuestra parte, también deberéis ceder "algo". Valorad el tiempo; es mejor solucionar pronto lo esencial del problema que esperar mucho hasta tener lo esencial y lo accesorio.
Sí no llegáis a obtener suficiente satisfacción, estos establecimientos deben disponer de "Hojas de Reclamaciones"; deben presentarse por triplicado, un ejemplar para el comercio, otro para la administración y el tercero para vosotros. Rellenadla y quedaros con vuestra copia y la de la administración.
A continuación, váis a la Oficina Municipal de Consumo. Os lleváis las dos copias de la Hoja de Reclamaciones y cuanta prueba podáis aportar (¡interesantísimas las fotos!), y cumplimentáis la correspondiente reclamación, instando la apertura de un procedimiento arbitral. (¿Qué que es?. ¿Recordáis a "la" Ana Rosa Quintana, más joven y menos engreida, en un programa que emitían hacia la hora de comer y en el que dos personas exponían diréctamente a "un señor calvo" sus diferencias, para que él dijese quien tenía razón..?).
No se necesita abogado ní procurador, ní papeles "extraños".. Muy buen camino.
Sí el establecimiento no está acogido al Sistema Arbitral, ní tuvísteis la prudencia de acordarlo "a mano" en los papeles que firmásteis,.. Sí tenéis "la peleona" y/o sí el asunto lo merece, iros a un abogado.
Sin dar nombres, hay un aceptable (sólo eso, no más) seguro es España que os cubre las minutas de abogado y procurador. Funciona de forma parecida a los seguros sanitarios -Asisa, Cajasalud, ..- y os dará tranquilidad. No tiene nada que ver con los anuncios que proliferan en radio e internet, ofreciendo "el oro y el moro" por "cuatro gordas".
¡Salud y suerte!

Turulato dijo...

Se me olvidó. Todo presupuesto aceptado, y a veces el que no.., la publicidad del comercio... Todo es prueba y obliga al comerciante.

Anónimo dijo...

Ya pero...
¿Quien es capaz de perder unos minutos preciosos leyendo detalles vanales cuando puede estar disfutando de ese maravilloso bien (la tv nueva de plasma, el piano de tu sobrina, la moto para los domingos...) que está a punto de adquirir? 'Quita, quita, si es fenomenal, déjame que le voy dar uso en seguida'.
No paramos un minuto en leer todo eso antes de comprarlo, como no nos detenemos, al llevarlo a casa, en leer las instrucciones. 'Deja, no hace falta, que esto lo hago funcionar yo al momento, que he visto uno muy parecido en casa Manolo ...'
Es que somos así.

Turulato dijo...

Cierto, somos así. Y así nos va....