Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

sábado, 11 de junio de 2005

Georg Baselitz


"Selbsportrat mit lieblings farbe"

Volvamos a hablar de arte.. Don Ángel, el irreductible emérito que me ha enseñado algo de lo poquísimo que sé, se cansa de decirnos que más nos valdría ir a visitar exposiciones -sí queremos aprender algo- que dedicarnos a escuchar sus análisis de Historia del Arte.
Yo aplico aquí ese criterio y en lugar de cometer la estupidez de escribir un análisis técnico, os voy mostrando alguna obra que me gusta y que tiene alguna característica que, quizás, excite vuestra curiosidad. Así, en lugar de esa actitud del ciudadano medio, que manifiesta un gran respeto por las obras de arte para acto seguido "pasar olímpicamente" de ellas, puede que alguno de vosotros se detenga a mirar.. Y, luego, se dé cuenta de que un cuadro -como una persona- requiere un poco de tiempo, de atención... Nadie es tan listo que pueda apreciar las múltiples facetas de lo que hace un ser humano con un golpe de vista.
Quien se detiene a apreciar los sabores de la vida..., la vive. Quien renuncia a formar sus propios criterios sobre la existencia..., se empobrece.
Como dice el título, Baselitz utiliza sus colores favoritos; a mí, particularmente, me encantan los ocres y amarillos. Especiálmente las tonalidades de este son muy luminosas y tienen la cualidad de ser las que proporcionan mayor contraste.
Me gusta la luz, busco el calor.. Y también la pincelada suelta, ágil..; mirad a vuestra derecha del cuadro, imaginaros que soís el artista, que habéis impregnado vuestro pincel con ese color mostaza -que tan pronto se tiñe de verde como de un cálido amarillo-... Apoyáis el pincel en el cuadro... y descendéis rápido, deslizándoos a un lado y a otro, soltando el brazo.. El resto del cuerpo acompaña el movimiento.. ¡Sí parece que estáis bailando una samba!. Tenéis ritmo... Y fuerza; el trazo es ancho, decidido, empastado... Os convence lo que hacéis, sabéis lo que queréis...........
El autor se convierte en un equilibrista visual, buceando en su propia mente por medio de la elaboración de su obra.
Baselitz participa de la corriente del Nuevo Expresionismo Figurativo. A partir de 1968 decide pintar los personajes al revés, cabeza abajo, en un intento de reivindicación de la materia. De este modo, lo que primero percibe el espectador al contemplar la obra es el color y la textura, para en un segundo estadio reparar en la composición y el motivo representado. Acerca de este tema Baselitz escribió en 1984 :
"La jerarquía según la cual el cielo está arriba y la tierra abajo no deja de ser una convención, un acuerdo al que todos nos hemos habituado, pero en el que no hay que creer necesariamente".
Abro, al pie, un "Enlace" por si queréis saber algo más.

2 comentarios:

Ana María dijo...

De esta manera no me importaría estar siempre de exposiciones, pero claro te necesitaría a tí de guía. Ha sido estupendo.

Turulato dijo...

Maruja, ¿guiarte yo?. ¿A tí?. Lo que quiero es provocarte y, luego, leer tus artículos para ir aprendiendo que es un ser humano.