Me imagino que muchísimas personas habrán escrito sobre este asunto. No creo que tenga originalidad alguna. En los "blogs" que visito, ya leí un artículo de Gisel en el que, reconociendo las dificultades que presenta la amistad entre ellas y nosotros, percibí que se mostraba optimista, ... o más bien que deseaba ser optimista.
Ahora Julia, cuyos artículos leo desde el principio y comento con sorna para que no note demasiado como devoro sus palabras, trata el asunto; quizás no tiene intención de centrarse sobre la cuestión, pero, leyéndola, he sentido la necesidad de exponer mi opinión.
Lo que siento y pienso sobre la amistad ya lo escribí en un artículo de nombre premonitorio. Y sí los intervinientes son mujer y hombre.. ¿Qué es lo que creo?. Lo que casi todos. Que, excepto la excepción que confirma la regla, no hay posibilidad de que una mujer y un hombre sean amigos.
Sí "tuviese dos dedos de frente" debería terminar aquí y dejar que "pasáseis" de mí o me dedicáseis un comentario entre despreciativo y agresivo. Pero.. "Audentes fortuna iuva"-Virgilio {Eneida, X, 284}-..., que sigo creyendo -corríjame don Luís- que se refiere a los osados y no a los audaces..
Y aunque mi experiencia contradice lo que pienso.. Aunque yo he tenido amigas.. ¡Qué no. Qué no funciona!. (No negaréis que os lo pongo fácil.. Ya siento vuestros afilados colmillos en el cogote..).
Parece sensato que primero establezcamos que es lo que entendemos por amigos. Yo lo he dejado escrito... Creo que las personas contactan según una gradación que admite gran cantidad de matices: Coincidentes - Colaboradores - Solitarios - Irresponsables - Compañeros-....
Luego, es preciso ubicar a cada uno.. ¿El espécimen está casada/o?; ¿y la otra parte?. ¿No os empieza a entrar el gusanillo de la duda?. ¡Ah. Algo era ello!. ¿Habláis de cuando el colegio?.
Entro en materia. Siento como amigo a aquella persona con la que comparto agradáblemente intimidad, con la que no me siento solo, en la que me apoyo en ocasiones, que sabe disculpar mi torpeza y que, sin embargo, no constituye mi objetivo vital.
Pero.. ¿por qué, entonces, mi incredulidad?. Analícemos el asunto. He dicho que comparten intimidad.. De verdad, nada de nimiedades.
Creo que la mujer y el hombre llevan escrito en sus genes un código de atracción que puede modularse, e incluso llegar a anularse, mediante la personalidad y los normas sociales. O lo que es lo mismo, que algo nos tiene que gustar del otro para comenzar a tratarnos -como amigos o como lo que sea- y que esa incipiente relación tiene que tener suficiente aceptación por nuestro entorno.
Su tendencia natural, que se manifestará más tarde o más temprano, es ir aumentando progresívamente la atracción mutua y el catalizador que provoca esa reacción es el trato, compartir convivencia. Cuanto más se comparta y más agrade compartir, más íntima será la atracción. Y cuanto más tiempo dure, más inténsamente se vivirá.
¡Y este es el quid de la cuestión!. Sí no se sobrepasa cierta cantidad de trato por unidad de tiempo, hablaremos de amistad, aun cuando puedan existir escarceos..
Pero sí, intimamos lo suficiente y durante el tiempo preciso..., nos enamoraremos.
En suma. Toda relación entre una mujer y un hombre está dirigida naturálmente hacia la coyunda o, sí lo preferís así, hacia el amor. La amistad no deja de ser una quiebra de un proceso natural.
Pero, pero, pero.. Sí estás enamorado y gozado; sí tienes suficiente estabilidad emocional; sí a tu mujer/marido/"u lo que sea" no le hace daño que compartas algo de vida con otro; sí, además de lo anterior, eres hombre declarádamente pitopáusico... ¡Ten esperanza!. Quizás puedas tener amigas...
Ahora Julia, cuyos artículos leo desde el principio y comento con sorna para que no note demasiado como devoro sus palabras, trata el asunto; quizás no tiene intención de centrarse sobre la cuestión, pero, leyéndola, he sentido la necesidad de exponer mi opinión.
Lo que siento y pienso sobre la amistad ya lo escribí en un artículo de nombre premonitorio. Y sí los intervinientes son mujer y hombre.. ¿Qué es lo que creo?. Lo que casi todos. Que, excepto la excepción que confirma la regla, no hay posibilidad de que una mujer y un hombre sean amigos.
Sí "tuviese dos dedos de frente" debería terminar aquí y dejar que "pasáseis" de mí o me dedicáseis un comentario entre despreciativo y agresivo. Pero.. "Audentes fortuna iuva"-Virgilio {Eneida, X, 284}-..., que sigo creyendo -corríjame don Luís- que se refiere a los osados y no a los audaces..
Y aunque mi experiencia contradice lo que pienso.. Aunque yo he tenido amigas.. ¡Qué no. Qué no funciona!. (No negaréis que os lo pongo fácil.. Ya siento vuestros afilados colmillos en el cogote..).
Parece sensato que primero establezcamos que es lo que entendemos por amigos. Yo lo he dejado escrito... Creo que las personas contactan según una gradación que admite gran cantidad de matices: Coincidentes - Colaboradores - Solitarios - Irresponsables - Compañeros-....
Luego, es preciso ubicar a cada uno.. ¿El espécimen está casada/o?; ¿y la otra parte?. ¿No os empieza a entrar el gusanillo de la duda?. ¡Ah. Algo era ello!. ¿Habláis de cuando el colegio?.
Entro en materia. Siento como amigo a aquella persona con la que comparto agradáblemente intimidad, con la que no me siento solo, en la que me apoyo en ocasiones, que sabe disculpar mi torpeza y que, sin embargo, no constituye mi objetivo vital.
Pero.. ¿por qué, entonces, mi incredulidad?. Analícemos el asunto. He dicho que comparten intimidad.. De verdad, nada de nimiedades.
Creo que la mujer y el hombre llevan escrito en sus genes un código de atracción que puede modularse, e incluso llegar a anularse, mediante la personalidad y los normas sociales. O lo que es lo mismo, que algo nos tiene que gustar del otro para comenzar a tratarnos -como amigos o como lo que sea- y que esa incipiente relación tiene que tener suficiente aceptación por nuestro entorno.
Su tendencia natural, que se manifestará más tarde o más temprano, es ir aumentando progresívamente la atracción mutua y el catalizador que provoca esa reacción es el trato, compartir convivencia. Cuanto más se comparta y más agrade compartir, más íntima será la atracción. Y cuanto más tiempo dure, más inténsamente se vivirá.
¡Y este es el quid de la cuestión!. Sí no se sobrepasa cierta cantidad de trato por unidad de tiempo, hablaremos de amistad, aun cuando puedan existir escarceos..
Pero sí, intimamos lo suficiente y durante el tiempo preciso..., nos enamoraremos.
En suma. Toda relación entre una mujer y un hombre está dirigida naturálmente hacia la coyunda o, sí lo preferís así, hacia el amor. La amistad no deja de ser una quiebra de un proceso natural.
Pero, pero, pero.. Sí estás enamorado y gozado; sí tienes suficiente estabilidad emocional; sí a tu mujer/marido/"u lo que sea" no le hace daño que compartas algo de vida con otro; sí, además de lo anterior, eres hombre declarádamente pitopáusico... ¡Ten esperanza!. Quizás puedas tener amigas...
8 comentarios:
¡Que ganas tenía de hablar de esto! la posibilidad de que un hombre, comprometido o soltero, pueda manejar amistades femeninas con soltura y sinceridad es POSIBLE aunque no PROBABLE. Y creo que esto es así porque el macho, al acercarse a una mujer no lo hace sólo, sino acompañado de un montón de años de herencia genética y generaciones de educación machista que hacen que, lo que se busque, no sea CONVENCER ni COMPARTIR sino ATRAER Y PREVALECER. En resumen, al acercarme a una mujer tengo el problema de que, en cualquier momento, se me puede encender el botón de "TOPE MACHO" y mandar todo a hacer gárgaras con lo que me siento como el soldador que lucha para que no le alcance la chispa. Sin embargo, la sola posibilidad de amistad sincera con una mujer/persona interesante merece la pena; el espectro de sensaciones, simplemente, se duplica.
¡Ay! olvidé lo de tu frase Turulato. La forma más correcta sería "Audaces fortuna iuvat". En internet aparece "audentes" que es la misma palabra, pero declinada en forma de adjetivo y no de sustantivo. En cuanto al término "osado" a mi tambien me gusta más que "audaz".
Don Luís, como se dice en "cheli",:¡"Niquelao"!.
¿Estamos hablando de sexo?
Sí, ya sé que soy muy simple y todo lo reduzco a lo mismo :).
Tengo claro que un hombre y una mujer pueden llegar a ser buenos amigos si no hay atracción sexual entre ellos.
Conozco a algunos hombres con los que me pasaría horas hablando pero al mirarlos no pienso en cómo serían sus besos.
Esos son mis amigos.
Si lo pienso salgo corriendo :)))
También puede existir la amistad cuando:
- ya se ha descartado que vaya a existir otra cosa y ha quedado claro por falta de química (o existe o no existe) o simplemente por que no pué sé... y no pué sé.. normas sociales, sentido común, expectativas de vida de cada uno, o varios cientos de km. de distancia, entre otras..
Yo presumo de tener muy buenos amigos, algunos a los que incluso veo muy a menudo, con los que comparto cocina, mesa y mantel, y algunos también desde hace muchos años.
Es cierto que la posibilidad de algo más nunca desaparece del todo, pero eso también tiene su encanto.
No Maruja, no hablaba de sexo, aunque tampoco "pongo la mano en el fuego", que a estas alturas he aprendido que verdades absolutas pocas, muy pocas...
Y en cuanto a simplezas, recuerda que se suele decir que "los niños y los locos dicen las verdades". En ocasiones, se afirma de ellos que son simples..
Yo he gastado muchas palabras para decir lo mismo que tú has dicho en unas pocas líneas. Me adhiero a lo que dices y siento como Caboblanco. En la fusión -¡que moderno!- de ambas exposiciones creo que radica la verdad.
Julia...:
-Sí se ha descartado que vaya a existir "otra cosa" y "ha quedado claro" que "falta química", o "no pué sé, mi arma", no estamos hablando de amistad sino de que, por lo menos uno, andaba "becerrico" por el otro. Como no se ha conseguido que "comieran perdices...", quedan dos salidas: Una, la de Cristina y yo, que nos sabemos y, desde una intensa lealtad íntima, seguimos hablando, comentándonos la vida y ayudándonos en lo que podemos. Otra, por experiencia ajena, creo que es "segarle al otro la hierba bajo los píes" todo lo posible. Y, de propina, quizás... intentar olvidarse. Ahí suelen confluir todas las cosas.
En cuanto al resto de lo que dices.. Depende de la personalidad de cada uno; lo que funciona en tí no tiene porqué funcionar en otros. Eso origina un riesgo en las relaciones interpersonales. A través de tus artículos te has descrito muy bien y has dibujado a los hombres que te rodean.. En ellos aparecen actores que responden a lo que yo he descrito; otros se ajustan al sentimiento que describe Caboblanco; aparece, algo velada si, la reducción que Maruja dice hacer; y, por fín, estás tú, aglutinándolos a todos..
¿Sabéis lo que os digo amigos?: ¡Pues que la vida es muy rica, afortunádamente!. Y como en la anécdota de "El Guerra" cuando le presentaron a Ortega y le dijeron que el fulano era filósofo.. Contestó: ¡"Hay gente pa tó"!..
Has puesto "el dedo en la llaga" Gisel. Cada día me asombra tu sentido común. Efectívamente, todo lo que exponemos se basa en nuestra propia experiencia. Así que todos tenemos algo de razón y todos estamos equivocados en algo; depende de cual sea el modelo con el que confrontemos nuestra opinión...
Cuídate.
Publicar un comentario