Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

viernes, 15 de julio de 2005

Y casi siempre...

¿Soy muy raro?. En ocasiones creo que si. Observo a los demás y veo que soportan mucho más que yo; ¿soportan?.. Me refiero a la manera de ser de otros, a lo que calificamos como sus defectos, a los fallos que tienen al hacer algo, a sus carencias intelectuales, al grado de aceptación de las modas, a los comportamientos irresponsables o insensatos,....
Sé que "cada uno es como es y no como otros", frase que utilizábamos en mi años mozos para tolerar a quien no se adaptaba a las peculiaridades del grupo de amigos. Pero luego.., años y experiencias me han hecho relatívamente poco tolerante. O sea, en "román paladino", que soy exigente.
Esta "entradilla" viene a cuento de lo que voy a comentar a continuación. Los "blogs" no dejan de ser un excelente observatorio de la manera de ser de otras personas. Lo de menos es que quien habla de si mismo, o describe a un tercero, lo haga de un modo subjetivo, pues todo acaba compensándose de forma natural. Sí os dáis cuenta, diga yo lo que diga, mi personalidad queda reflejada de manera inconsciente en frases, valores, aspectos, ... de lo que he escrito y con un poco de atención podéis con facilidad descubrir "a grandes rasgos" como soy .
Leía no hace mucho la descripción de unas personas .. Sentí la misma sensación que había tenido en lecturas anteriores y cuando terminé de leer el artículo comprendí lo que ocurría...
Los personajes parecían caricaturas. Creo que quien los describió no buscaba ese resultado pero la realidad mostraba su verdadero rostro...
(Como sabéis, al caricaturizar lo que hacemos es destacar de manera exagerada los rasgos más sobresalientes de la realidad. Un excelente ejemplo son los retratos que realiza Goya de Fernando VII..).
Los "retratados" parecían estar en la etapa media de su vida, o sea que ya la tenían totálmente encarrilada, pero sin que se les pasase por la imaginación que pudieran dejar de ser "álguien"..
Personas bien educadas, refinadas en muchos casos, y con buen nivel profesional.
¿Qué aprecié en ellos para que haya manifestado lo anterior?. Dos características muy tristes: Soledad y egocentrismo.
En las descripciones estallaba la soledad; todos parecían actores de un pequeño teatro del mundo, recitando sus papeles, entrando y saliendo de la escena, afanándose por resultar agradables -o graciosos, o trágicos, o importantes, o..-, pero ninguno se arriesgaba a perder, a entregarse sin garantía alguna de recibir algo a cambio..
Todos y cada uno parecían buscar ser felices -¡y quién no!-.., pero sin arriesgar nada. Palabras, ocurrencias, estilo,.... ¡ "Mucho ruido y pocas nueces"!.
Y creí entrever la causa.. Ninguno estaba en realidad pendiente de otro que no fuese el mismo. "Mí trabajo, mí dinero, mí placer, mi.., mi...". ¡Nunca hubo ombligos mejor contemplados!.
Es muy difícil hacer dichoso a otro sí no piensas antes en sus deseos.. Es casi imposible convivir sin dar. Es necesario saber perder... A eso le llamo vivir.

9 comentarios:

Julia dijo...

El otro día escuché de nuevo una vieja canción. Es en inglés y mi inglés es malísimo, pero decía algo así como:

"cuantas historias de amor me habré perdido por miedo a que me rompieran otra vez el corazón....."

Soledad, egocentrismo, pero sobre todo mucho miedo también. Te lo digo yo que soy una experta.

Nere dijo...

Buenos días, aunque calurosos.

Me ha gustado mucho este post, lleno de sensatez. Muchas veces personas que se quieren con locura no pueden demostrarlo ni aprovechar ese sentimiento porque carecen de la habilidad para ponerse en el lugar del otro. Como dijo alguien el mundo iría mejor si abriésemos más los oídos y cerráramos más la boca.

Un saludo.

- dijo...

Gracias por seguir ahí. Tengo un virus en el PC que me impide postear todo lo que quisiera. Veo que tu blog tiene un nuevo ''look''!!! Me gusta, me gusta...

Ana María dijo...

Si te digo la verdad tocas temas tan intensos, que prodríamos estar horas y horas hablando, en este caso, escribiendo. Intentar resumirlo en un comentario me resulta muy difícil, pero lo intentaré :).

Cuesta mucho trabajo y diría también años llegar a tu conclusión: "saber perder...". Aunque quizá yo pondría "perder a próposito....".
y tengo una teoría, nuestro egoismo no empieza a desaparecer hasta que no tenemos hijos, es cuando pasamos a ser segundos,con un poco más de tiempo terceros, cuartos....y lo mejor de todo es que lo sabes y no te importa :))).

Turulato dijo...

Julia si; el miedo... Como eres más sensible que yo has sabido usar una sola palabra para explicar lo que yo necesito hacer con muchas.
El miedo... Será el título del siguiente artículo. Por favor, leelo y dame tu opinión. Lo que piensas me resulta muy valioso.

Turulato dijo...

Nere recuerdo con horror el aula de exámenes de la Facultad de Psicología.. Creía que érais silenciosos analistas pensadores y me encontré a un motón de esquizofrénicos, fanáticos de la calculadora, gozando de cálculos estadísticos.
Gracias por tu visita.
(Cuidado con las IP's y los servidores)

Turulato dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Turulato dijo...

Julia, Maruja... Perdonarme. Me siento mayor.., en ocasiones; "veo" mis maneras algo "demodés", como sí el ritmo de los otros me desbordase.
¿...?. Me gustaría inclinarme ante las dos, al igual que ante Gisela, y hacer un besamanos. Vuestra presencia escrita es muy enriquecedora, pues está llena de sensibilidad, de ternura y de inteligencia. De vida, en suma.
Os admiro.

Turulato dijo...

Maruja.., ¿qué tenéis algunas mujeres que cada vez que decís algo me hacéis escribir durante horas?. Los hijos... Otro artículo necesario, pero me vas a permitir que lo mezcle con los Reyes Magos.