Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

domingo, 5 de abril de 2009

Viajeros

Fuíme esta semana pasada de viaje. En el AVE. Bien. Me gusta más "El Pato", aunque "baila" algo más, que el Siemens. Y a 301 kms/h ni te enteras.
En la estación coincidí con el ex-rector de esta universidad y hoy director del Centro Nacional de Referencia de las Encefalopatías Esponjiformes Transmisibles, y con el Presidente de Ibercaja, que acudía a Madrid por aquello de la brillante, eficiente y deliciosa gestión de ciertas cajas de ahorros, cuyos despropósitos vamos a pagar nosotros, nuestros hijos y hasta .., pues aunque nunca se lo hayan imaginado la casi totalidad del dinero que el Estado pone sobre la mesa sale del bolsillo de los ciudadanos corrientitos.

Alejose el profesor hacia un vagón de clase turista, aunque le perdí de vista. Subió el presidente de la Caja a uno de club y apareció ufano, brillante y poderoso un pequeño líder sindical local, a quien estos ojitos vieron en tiempos utilizar el palo del cartel que portaba para arrear lo que quiso y más a un policia nacional (seguro que económicamente humilde) que intentaba impedir que asaltase, con una furia que daba miedo, la entrada de unos grandes almacenes... (La escena está grabada en vídeo y la emitió la televisión de aquí).
A lo que iba.. Subióse el sindicalista a la mejor zona de la clase club..; ya saben, comida a la carta y servicio de bar en la butaca del propio cliente. Y tranquilo y feliz, rindió viaje en Madrid.

Me parece muy bien. Ójala todos pudieran viajar tan confortablemente. Pero sigo preguntándome quien pagó el billete..... Y si no sería más decoroso que, dado quien es y lo que representa, viajase en turista...

5 comentarios:

Oshidori dijo...

Qué quiere que le diga, don Turu... Uno ha visto ya más amaneceres de los que quisiera y comido pan de muchos hornos como para sorprenderse con las encefalopatías espongiformes, las perricas de las cajas de ahorros y la desvergüenza de quienes no han pegado palo al agua en su puñetera vida emboscados en el papel de sindicalistas profesionales (liberados, dicen ellos; nos ha jodido, y tan liberados...). Este país en el que anida con tanta frecuencia, como vehemencia, el rencor como directriz de gobierno siempre ha olvidado que antes de cocheros, fueron caballos, y no dudan en fustigar a los que ahora están donde ellos estuvieron, aunque sea chuleándoles un billete de tren.
Espero que el tipejo anduviera lejos de usted, que éstos huelen mal y provocan náuseas a su paso.

A.M. Valero Lite dijo...

¿De qué se asombra?..."Los progres de Visa de Oro" los llama Alfonso Ussía...
Fiáte,fiáte, como decía mi madre...

alelo dijo...

La clase "turista", al paso que vamos, terminará siendo también privilegiada. Al tiempo.

Manolo dijo...

Estaba mirando "decoroso" en un diccionario actual español, pero antes de la definición pone "desus." que sospecho quiere decir es un término en desuso.

Saludos

Luis Caboblanco dijo...

El sindicalismo subvencionado por el gobierno, que es el que tenemos aquí, fomenta dos de las más clásicas figuras de la democracia española... el paniaguado y el liberado; entiéndase por tales, en el caso del primero, el que está en su puesto de trabajo independientemente de sus capacidades y trabajando más bien poco y, en el caso del segundo, el que ni siquiera tiene que poner cara de estar trabajando porque se le permite no hacerlo. De estos, de los segundos, Radio Televisión Española tiene nada menos que 305, cifra que representa el 5,5% de su plantilla y que, además de pagarlos entre todos, en una encuesta interna CCOO reconocía que más de la mitad de ellos "tienen poco claro cual es su función, sus obligacione y sus responsabilidades" ¡Olé!

Yo, como proponer es gratis, propongo que el sindicato se financie únicamente de las cuotas de sus trabajadores o como mucho, por medio de una casilla en la declaración de IRPF. De ese modo, además de mentalizar a los trabajadores de que "estamos pagando por algo", se reduciría el número de delegados y prebostes hasta llegar al mínimo imprescindible... que es como funciona mi departamento desde hace tiempo oiga... ¡Con el mínimo imprescindible de gente!