Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

domingo, 19 de abril de 2009

Será que es domingo

Todos los días comienzan para mí de la misma manera: leyendo diversos periódicos. Una parte importante de lo que leo es información económica. Y quienes me leen, saben de mi genio cuando escribo sobre ciertos asuntos; no soy tolerante -en el sentido acomodaticio, cobarde y perezoso de hoy en día- e intento concluir mi opinión poniendo en tela de juicio el asunto, cofrontándolo con lo que puedo haber estudiado durante años y con lo experimentado durante mis 60 años de vida. Y siempre, siempre, huyendo con pavor de cuanto proclame a gritos babeantes cualquier manada de gente.

Será que hoy es domingo. Será que estoy equivocado. Será que soy agnóstico. Será que también busco que la Fe en el Amor acaricie mi piel del alma. Será que aún me estremezco. Será que hay que ser humilde. Será que hoy es día de recogimiento, de acercarse a la Verdad.

Será que he leído este artículo

9 comentarios:

A.M. Valero Lite dijo...

No sé qué pensar, turu. Solo que se me ha encogido el alma. Hay veces en las que no se puede uno posicionar. Y no es necesario. Es extremadamente difícil ponerse en la piel de determinadas personas.
Pero me he emocionado.
Será que es domingo...
Será que estoy saliente de guardia y ando blandita...
Será. Será.

Un abrazo grnade.

Anónimo dijo...

Gracias por enlazar este artículo.

Tan bien, o mejor, que cualquier otro tipo de prostitución.

No estaría mal cambiar la palabra, para quitar lo peyorativo y lo sórdido a la profesión.

¿Asistentes sexuales? Quizá.

Silvia dijo...

Hay una frase del artículo "Les doy todo el cariño que puedo. Están necesitados de afecto" que me ha recordado a otra prostituta que conocí hace años y a la que siempre querré con locura. Me dijo que lo que buscaban muchos de sus clientes era eso, afecto y cariño. Y no eran minusválidos como los de la noticia sino hombres normales y corrientes.
Espero que encuentres tu Fe y el Amor te acaricie la piel del alma.
Un beso

Oshidori dijo...

Al final todo es cuestión de economía -como casi siempre- y el lisiado que no tiene 200 euros se queda sin afecto uséase sin chacachaca.
Don Turu, hágame caso y los domingos desayune churros, que son muy ricos.

Unknown dijo...

Puede ser que sea la resaca dominguera, pero puede ser también que haya alguno que tiende a querer sentir en la carne de los demás cómo se puede vivir el amor desde una situación de limitación y de rechazo. Puede ser que sólo sea una cuestión de economía y de cierta ausencia de escrúpulos, pero también puede ser que haya gente capaz de entender algo más del amor.

Marian dijo...

Pues verás, a lo mejor hoy que ya es martes… soy capaz de ver el perfil menos maquillado de este artículo que enlazas; e incluso, le encuentro un sentido algo más matizado a la ternura y el cariño… pero me falta generosidad supongo para entender que la retribución del patrimonio afectivo-emocional- sexual de la humanidad, responda a la lógica del mercado.
A lo que vamos, que no le resto mérito a esta profesional, me parece legítimo que genere sus propias estrategias de mercado, pero es eso ¿no? Oferta y demanda…¿A ver si voy a estar confundiendo el culo con las témporas?

Turulato dijo...

En contra de mi costumbre de no escribir en el apartado comentarios, que como sabéis considero que constituyen otro artículo -complejo- en si mismo y que junto a mis palabras estructuran la opinión de este blog sobre cada asunto, creo que esta vez es preciso que comente lo que habéis escrito.

La esencia y núcleo de mis palabras no residen en la prostitución, sino en la básica necesidad que tiene toda persona a gozar su sexualidad.

La sexualidad puede ser parte del amor, pero ¡basta ya!; también es en si misma una faceta enriquecedora y placentera de la persona, sin más, sin otra cosa que el juego acogedor entre humanos.

Hay personas que por sus limitaciones psíquicas o físicas no encuentran pareja y lo que viven es el rechazo sexual. Soledad y amargura.

Algunas de estas personas pueden disfrutar sexualmente si alguien les ayuda. Bien. ¿Quién?. ¿Cuantos de quienes no comprenden están dispuestos a recoger entre sus manos el pene de un hombre e introducirlo en la vagina de la mujer que ama?. ¿No será que tendemos a juzgar y resolver como "no bueno" aquello que nos desagrada física y mentalmente hacer?.

Con todo, hay personas quemadas, deformes, oligofrénicas, ... ¡Son seres humanos!; tan humanos como el feto dentro del útero de la mujer, por cierto (¿o es que hasta el parto "aquello" es de especie animal, tipo ciervo?) -pero dejémoslo, que es otro asunto-. Y estos seres humanos precisan follar, si, así, con todas las letras. ¿O, volviendo a retomar lo del feto del ciervo, solucionamos el asunto de igual modo y los suprimimos, con lo que muerto el perro se acabó la rabia?.

¿Y quien comparte con ellos esa profunda, íntima, intensísima y maravillosa experiencia de la entrega?. ¡Venga valientes...!.

¿Qué pensáis, que por ser puta se traga con todo?. ¿Qué el mero hecho de que una mujer sea puta descalifica sus actos?.

Cada vez más, lo que la sociedad considera correcto o la masa su opción, genera en mí un mayor amargor...

Luis Caboblanco dijo...

Un cura que hace años me daba religión y ciencias, nos comentaba, muy ufano y con cierta retranca, que SEMEN RETENTUM... HOMINI VENENUM EST...

Esta construcción latina hecha a la carrera viene a recalcar parte de lo que estamos hablando: la necesidad de todo ser humano de encauzar el disfrute de su sexualidad de una manera u otra. Y la sexualidad, al acortar las distancias físicas e intelectuales (sí... intelectuales) con la otra persona, linda con el afecto, e incluso con el amor, de manera que a poco no se sabe cual de ellas es la que motiva lo otro.

Y eso, lo otro, en este caso cuesta 200 €. Así de sencillo. Si esos doscientos euros estimulan un corazón, una piel, un cerebro y unos ojos, aunque sea momentáneamente... bienvenidos sean siempre que el otro sepa tener presente y diferenciar "lo que le ocurre" de "por que le ocurre" y me explico...

Cuando uno siente... puede amar o no y a veces, forzamos lo primero esperando disfrutar de lo segundo...

y a día de hoy, lo segundo, nunca mejor dicho... no tiene precio.

Saludos

Anónimo dijo...

Webmaster, me pierdo en lo primero y lo segundo.

Estos días, he estado pensando en esta entrada. Poco.

Pensé en qué es la psicoterapia, esa actividad profesional donde se intercambian escucha, apoyo, consejos, ayuda por dinero, cuando necesitamos todo eso.



¿Será el influjo de la religión católica, por ejemplo, el que nos hace vivir de modo tan tabú, tan íntimo, tan secreto, tan como mirando para otra parte, lo corporal y lo sexual?

Si aún está mal visto pagar por la ayuda para el bienestar del "alma", pagar por la ayuda para el bienestar del cuerpo, en este caso del sexo... En el primer caso, los clientes son enfermos, incapaces; en el segundo, viciosos, pervertidos. Niguna de esas dos categorías son consideradas "normales". Quienes quedan incluidos en ellas pasan a no estar bien vistos, bien aceptados. Sin embargo, en nuestra sociedad habemos porcentajes altos de ambas dos.

Nunca he recurrido a la prostitución. No sé si algún día lo haré. Me gustaría que fuera una actiividad regulada, segura, sana, tanto para la persona que ejerce la profesión como para quien es cliente. No creo que lleguemos ahí con prejuicios y tabúes.