"La cena"
Antonio López García
Realizada entre 1971 y 1980
Complejo, muy complejo.. Cierto que yo trabajo con un "Visualizador de Imágenes" de pinacoteca que vosotros posíblemente no utilicéis.
He advertido que la imagen no se ve bien a plena luz del día; aun "abriéndola" en una ventana distinta.. Es mejor verla en un ambiente oscuro, aunque moleste a los ojos.
Quien me lea estará acostumbrado a mi manera de tratar el Arte.. Procuro no dar detalles y datos sino que os cuento lo que siento al mirar... Intento ligar con vosotros alrededor de la imagen. Confío en que, siguiendo este sistema, alguno vaya cogiendo el "gusanillo" y hagáis lo que yo hice en tiempos: Arriesgarme a mirar..., y a sentir lo que otros intentaban decirme..
Corro riesgos.. No preparo el artículo. Busco algún momento tranquilo y escribo diréctamente en el editor del "blog". Releo lo escrito para corregir esos "gazapos" que se cuelan y lo publico. Pretendo que sea, algo así, como una pequeña charla entre vosotros y yo; lo que pierdo, no elaborando antes lo que escribo, lo gano en calor.., creo.
Pero ante este cuadro tengo que llamar vuestra atención sobre una serie de detalles, pues sino alicortaría la información necesaria para sentir la obra....
El pintor centra -mediante la luz- nuestra atención en la mesa, en lo que sucede en ella, pero también ambienta la estancia.. Es una cocina; se aprecia en el mobiliario del fondo, en aquellos muebles blancos de madera, con forro de hule en las encimeras, que conocí de niño; en esos envases de comida que aparecen en sus huecos inferiores y en lo que parece una caja de fruta -forrada de fino papel azul- depositada encima. También en un recipiente pequeño sobre la mesita.
Más difícil será que apreciéis el azulejo rayado de la pared y los enigmáticos detalles de esos dos rectángulos más oscuros que se ven en ella, tras la cabeza de la niña y un poco por encima.
El rectángulo de vuestra izquierda -más grande- parece que esté roto o rayado..; puede que sea una manera de tapar una ventana sin cristales mediante un cartón -muestra de pobreza-... Puede. Pero una de las manchas resulta ser una mano pintada..; y ese gran desgarrón claro es demasiado evidente y llamativo como para que haya sido realizado sin sentido..
Y el rectángulo pequeño, que parece también una lámina superpuesta sobre la pared, presenta los mismos azulejos rayados que el resto del alicatado de la cocina... Como sí fuese transparente, como sí nos indicase que la realidad no se encuentra en la primera impresión que recibimos sino en algo más profundo...
¿Y el resto del fondo?; sin adorno alguno, árido, tenebroso en su falta de luz..., con ese pasillo que se adentra en la nada...
Pasemos a la mesa, que la cena está servida.. Álguien ya ha comido, mientras que ellas... Contrastes, contradicciones..
La mujer y la niña apenas han comenzado a cenar.. ¿Y ese plato con restos?. Quien haya comido en él lo ha hecho sin finura..; pollo, pan y fruta a la vez, en el mismo plato. Y no las ha esperado... ¿Delicadeza?, ¿a qué fin?...
El pan comido a grandes bocados, sin partir.. El muslo de pollo, probado.. y despreciado luego, quizás. De la fruta, devorada, queda sólo la corteza.. No parece que estas personas sean gente de maneras refinadas..
Pero quien ha cascado el huevo pasado por agua que está frente a vosotros lo hizo con soltura.., y se ocupó luego de volver a cubrir el vano. Y más.... Fijaros en el gesto de la mujer.. Educado, sin apoyar los codos, la mano que sostiene la cuchara lo hace con elegancia; un trocito de pan para acompañar y llevarse a la boca.. El tronco erecto, la mirada sostenida...
¿Y la mesa?. A primera vista parece una mesa de gente corriente, de no muchos posibles quizás.. ¿Pero, cuantas conocéis de ese nivel en las que se sirvan huevos pasados por agua?; ¿y en servicio individual, además?. Llama la atención la servilleta de tela morada -no muy alegre- que está sobre de la mesa y el mantel blanco, inmaculado.. El pequeño salero para ajustar el sazonamiento.. No; quien ha dispuesto el servicio cuida los detalles..
El modelo de envase del yogur, la vajilla de Duralex, la botella de Solares, el plato de fruta surtida -a vuestra izquierda-.., todo nos habla de un momento y sociedad concretos... Yo no conocía en aquellos años la chirimoya..
La técnica pictórica es primorosa. ¡Qué manera de fundir los colores en un baño de luz!. Deteneos un tiempo en la perspectiva de las sombras.. Imaginad que de un punto del techo, por encima del cuadro, nace un cono de luz que al tropezar con los objetos interrumpe su curso y pare las sombras... Analizarlas una a una; proyectar mentálmente rectas, abatir planos,.. ¡Qué dominio descriptivo!.
La transparencia del agua -sombra y brillo-.. Los blancos sólidos de la vajilla, los níveos de la cáscara de los huevos.. El tintineo del vidrio.. La tersura del papel de aluminio.. El reflejo metálico del salero.. El trazo del plato de Duralex -hecho de aire y sombra-.. Los brillos de hueveros y cucharilla.. El "bouquet" de tonos verdes de la chirimoya... Y, por fín, esa granada de frescura restallante junto al tarrito de yogurt..
¿Y el detalle?; el artista hasta ha recogido esos restos de clara, ya cuajada, que sobresalen del huevo cuando rompes su cáscara. Fijaros en el más próximo a vosotros..
Recread la perspectiva.. Vosotros, vuestros ojos, en el centro del cuadro y a media altura, soís el origen, el cénit de todas las trayectorias que viajan hacia el punto de fuga, hacia un nadir lejano, tras aquel rectángulo misterioso de la pared.. Utilizad de nuevo vuestra capacidad de abstracción, dibujad mentálmente tangentes y generatrices.. Todo, todo absolútamente, tiene que corresponder proporcionálmente a su realidad según las relaciones derivadas de su situación espacial.
Dejo para el final el reflejo del gesto.. Fuera de ciertos movimientos de tendencia geométrica, la pintura está detenida en el tiempo pues recoge un instante concreto. Y el artista tiene que exprimir su sensibilidad, usar toda su capacidad de mirar, para recoger en un suspiro la expresión del cuerpo..
Disfrutad de la mano izquierda de la mujer..; ¿a qué tenéis la sensación de que se estaba moviendo y se detuvo en el aire cuando vuestros ojos..?. Y los gestos de la mano derecha de la mujer y de las manos de la niña..; ¿dudáis de que la niña protege su plato, su pequeño espacio, y de que la cuchara que utiliza la mujer está suspendida en el aire, retenida por una fuerza invisible...?.
Pero hemos progresado muy poco.. Hemos charlado bastante de Geometría Descriptiva, mucho de Geometría Proyectiva, hemos admirado la gama cromática, analizado la iluminación..
El desgarrón del cartel de la pared del fondo, al igual que la cabeza deforme de la mujer, nos recuerdan a Francis Bacon.. ¡Quizás en reconocimiento a su gigantesca calidad!. Así, más que ante un desgarrón, estaríamos ante un espacio sin pintar, una constancia de que toda vida humana es una obra inacabada. Y la deformidad femenina es un expresivo canto al sufrimiento.. ¿Nunca vistéis la cara de una persona devorada por el dolor?. Estáis de suerte...
Pero Antonio López tardó nueve años en pintar este cuadro.. Releer sus comentarios en el artículo dedicado a "Carmencita". No necesitó tanto trabajo, tanto tiempo, sólo para pintar.. Él como todos quiere decirnos algo...
Y hace, en mi opinión, un juicio implacable. De todo lo que hemos visto podemos entender que nos está contando la historia de una familia venida a menos.. Y la cuenta desde los ojos del padre, del hombre que no vemos pero cuya mirada utilizamos...
Está sentado a la mesa, en la cocina.. Es el único lugar acogedor de la casa. No hay dinero para la calefacción.. Vió que ponían la mesa.. Se sentó en su sitio. No para de dar vueltas a la cabeza.. ¿Por qué, por qué..?. Maquinálmente fué comiendo, sin darse cuenta..; nadie hablaba. Silencio; ruido de platos, roces de pies al caminar..
Su mujer ya no le mira; tampoco le habla.. Soporta; sólo soporta. ¿Por qué, por qué?.. Habían sido felices; sonreían.. La mirada del hombre se pierde.., observa el vacío oscuro del pasillo.., que sólo recorre cuando inicia esa muerte a plazos que es el sueño insomne..
En la pared de enfrente, pegado con chinchetas, están los restos de un cartel. Así va a ser su futuro...; restos de quien fué un hombre. Al final, como al del retrato, sólo le quedará una mano; en la práctica, ya es un muerto en vida..
Y no duda en lo acertado del pronóstico. Lóbrego.... Hay un notario que está dando fé, fehaciéntemente, de su realidad. En el juicio de la vida se ha dictado sentencia...
He advertido que la imagen no se ve bien a plena luz del día; aun "abriéndola" en una ventana distinta.. Es mejor verla en un ambiente oscuro, aunque moleste a los ojos.
Quien me lea estará acostumbrado a mi manera de tratar el Arte.. Procuro no dar detalles y datos sino que os cuento lo que siento al mirar... Intento ligar con vosotros alrededor de la imagen. Confío en que, siguiendo este sistema, alguno vaya cogiendo el "gusanillo" y hagáis lo que yo hice en tiempos: Arriesgarme a mirar..., y a sentir lo que otros intentaban decirme..
Corro riesgos.. No preparo el artículo. Busco algún momento tranquilo y escribo diréctamente en el editor del "blog". Releo lo escrito para corregir esos "gazapos" que se cuelan y lo publico. Pretendo que sea, algo así, como una pequeña charla entre vosotros y yo; lo que pierdo, no elaborando antes lo que escribo, lo gano en calor.., creo.
Pero ante este cuadro tengo que llamar vuestra atención sobre una serie de detalles, pues sino alicortaría la información necesaria para sentir la obra....
El pintor centra -mediante la luz- nuestra atención en la mesa, en lo que sucede en ella, pero también ambienta la estancia.. Es una cocina; se aprecia en el mobiliario del fondo, en aquellos muebles blancos de madera, con forro de hule en las encimeras, que conocí de niño; en esos envases de comida que aparecen en sus huecos inferiores y en lo que parece una caja de fruta -forrada de fino papel azul- depositada encima. También en un recipiente pequeño sobre la mesita.
Más difícil será que apreciéis el azulejo rayado de la pared y los enigmáticos detalles de esos dos rectángulos más oscuros que se ven en ella, tras la cabeza de la niña y un poco por encima.
El rectángulo de vuestra izquierda -más grande- parece que esté roto o rayado..; puede que sea una manera de tapar una ventana sin cristales mediante un cartón -muestra de pobreza-... Puede. Pero una de las manchas resulta ser una mano pintada..; y ese gran desgarrón claro es demasiado evidente y llamativo como para que haya sido realizado sin sentido..
Y el rectángulo pequeño, que parece también una lámina superpuesta sobre la pared, presenta los mismos azulejos rayados que el resto del alicatado de la cocina... Como sí fuese transparente, como sí nos indicase que la realidad no se encuentra en la primera impresión que recibimos sino en algo más profundo...
¿Y el resto del fondo?; sin adorno alguno, árido, tenebroso en su falta de luz..., con ese pasillo que se adentra en la nada...
Pasemos a la mesa, que la cena está servida.. Álguien ya ha comido, mientras que ellas... Contrastes, contradicciones..
La mujer y la niña apenas han comenzado a cenar.. ¿Y ese plato con restos?. Quien haya comido en él lo ha hecho sin finura..; pollo, pan y fruta a la vez, en el mismo plato. Y no las ha esperado... ¿Delicadeza?, ¿a qué fin?...
El pan comido a grandes bocados, sin partir.. El muslo de pollo, probado.. y despreciado luego, quizás. De la fruta, devorada, queda sólo la corteza.. No parece que estas personas sean gente de maneras refinadas..
Pero quien ha cascado el huevo pasado por agua que está frente a vosotros lo hizo con soltura.., y se ocupó luego de volver a cubrir el vano. Y más.... Fijaros en el gesto de la mujer.. Educado, sin apoyar los codos, la mano que sostiene la cuchara lo hace con elegancia; un trocito de pan para acompañar y llevarse a la boca.. El tronco erecto, la mirada sostenida...
¿Y la mesa?. A primera vista parece una mesa de gente corriente, de no muchos posibles quizás.. ¿Pero, cuantas conocéis de ese nivel en las que se sirvan huevos pasados por agua?; ¿y en servicio individual, además?. Llama la atención la servilleta de tela morada -no muy alegre- que está sobre de la mesa y el mantel blanco, inmaculado.. El pequeño salero para ajustar el sazonamiento.. No; quien ha dispuesto el servicio cuida los detalles..
El modelo de envase del yogur, la vajilla de Duralex, la botella de Solares, el plato de fruta surtida -a vuestra izquierda-.., todo nos habla de un momento y sociedad concretos... Yo no conocía en aquellos años la chirimoya..
La técnica pictórica es primorosa. ¡Qué manera de fundir los colores en un baño de luz!. Deteneos un tiempo en la perspectiva de las sombras.. Imaginad que de un punto del techo, por encima del cuadro, nace un cono de luz que al tropezar con los objetos interrumpe su curso y pare las sombras... Analizarlas una a una; proyectar mentálmente rectas, abatir planos,.. ¡Qué dominio descriptivo!.
La transparencia del agua -sombra y brillo-.. Los blancos sólidos de la vajilla, los níveos de la cáscara de los huevos.. El tintineo del vidrio.. La tersura del papel de aluminio.. El reflejo metálico del salero.. El trazo del plato de Duralex -hecho de aire y sombra-.. Los brillos de hueveros y cucharilla.. El "bouquet" de tonos verdes de la chirimoya... Y, por fín, esa granada de frescura restallante junto al tarrito de yogurt..
¿Y el detalle?; el artista hasta ha recogido esos restos de clara, ya cuajada, que sobresalen del huevo cuando rompes su cáscara. Fijaros en el más próximo a vosotros..
Recread la perspectiva.. Vosotros, vuestros ojos, en el centro del cuadro y a media altura, soís el origen, el cénit de todas las trayectorias que viajan hacia el punto de fuga, hacia un nadir lejano, tras aquel rectángulo misterioso de la pared.. Utilizad de nuevo vuestra capacidad de abstracción, dibujad mentálmente tangentes y generatrices.. Todo, todo absolútamente, tiene que corresponder proporcionálmente a su realidad según las relaciones derivadas de su situación espacial.
Dejo para el final el reflejo del gesto.. Fuera de ciertos movimientos de tendencia geométrica, la pintura está detenida en el tiempo pues recoge un instante concreto. Y el artista tiene que exprimir su sensibilidad, usar toda su capacidad de mirar, para recoger en un suspiro la expresión del cuerpo..
Disfrutad de la mano izquierda de la mujer..; ¿a qué tenéis la sensación de que se estaba moviendo y se detuvo en el aire cuando vuestros ojos..?. Y los gestos de la mano derecha de la mujer y de las manos de la niña..; ¿dudáis de que la niña protege su plato, su pequeño espacio, y de que la cuchara que utiliza la mujer está suspendida en el aire, retenida por una fuerza invisible...?.
Pero hemos progresado muy poco.. Hemos charlado bastante de Geometría Descriptiva, mucho de Geometría Proyectiva, hemos admirado la gama cromática, analizado la iluminación..
El desgarrón del cartel de la pared del fondo, al igual que la cabeza deforme de la mujer, nos recuerdan a Francis Bacon.. ¡Quizás en reconocimiento a su gigantesca calidad!. Así, más que ante un desgarrón, estaríamos ante un espacio sin pintar, una constancia de que toda vida humana es una obra inacabada. Y la deformidad femenina es un expresivo canto al sufrimiento.. ¿Nunca vistéis la cara de una persona devorada por el dolor?. Estáis de suerte...
Pero Antonio López tardó nueve años en pintar este cuadro.. Releer sus comentarios en el artículo dedicado a "Carmencita". No necesitó tanto trabajo, tanto tiempo, sólo para pintar.. Él como todos quiere decirnos algo...
Y hace, en mi opinión, un juicio implacable. De todo lo que hemos visto podemos entender que nos está contando la historia de una familia venida a menos.. Y la cuenta desde los ojos del padre, del hombre que no vemos pero cuya mirada utilizamos...
Está sentado a la mesa, en la cocina.. Es el único lugar acogedor de la casa. No hay dinero para la calefacción.. Vió que ponían la mesa.. Se sentó en su sitio. No para de dar vueltas a la cabeza.. ¿Por qué, por qué..?. Maquinálmente fué comiendo, sin darse cuenta..; nadie hablaba. Silencio; ruido de platos, roces de pies al caminar..
Su mujer ya no le mira; tampoco le habla.. Soporta; sólo soporta. ¿Por qué, por qué?.. Habían sido felices; sonreían.. La mirada del hombre se pierde.., observa el vacío oscuro del pasillo.., que sólo recorre cuando inicia esa muerte a plazos que es el sueño insomne..
En la pared de enfrente, pegado con chinchetas, están los restos de un cartel. Así va a ser su futuro...; restos de quien fué un hombre. Al final, como al del retrato, sólo le quedará una mano; en la práctica, ya es un muerto en vida..
Y no duda en lo acertado del pronóstico. Lóbrego.... Hay un notario que está dando fé, fehaciéntemente, de su realidad. En el juicio de la vida se ha dictado sentencia...
Está escrita en la muda pregunta de la mirada de su hija..
No entiende, sólo constanta..
Implacable mirada
Sin recurso alguno
Parafraseando, una vez más, a San Juan de la Cruz..
Silencia mi palabra
clamará mi mirada
Implacable mirada
Sin recurso alguno
Parafraseando, una vez más, a San Juan de la Cruz..
Silencia mi palabra
clamará mi mirada
11 comentarios:
Hola Turulato. La botella del agua y el vaso son realmente espectaculares. Y también me gusta el contraste del juego de oscuros de las paredes con la claridad del mantel y las caras de ambas mujeres. Pero cuéntanos tú, que eres el que sabe...
Un abrazo
Llevo mirando el cuadro desde que lo pusiste y esperé a tus explicacones porque creí que por alguna razón yo no podía verlo bien.
Ahora se que realmente no lo veo todo pues los detalles que señalas del fondo son invisibles para mi. De todas formas eso no me pareció raro ya que muchos artistas ofrecen un fondo en la sombra haciendo que la luz incida solamente en la parte que desea destaque de su obra, en este caso la mesa y las figuras. Sobre la mesa no queda nada por decir despues de "escuchar" tu comentario, la expresión de la niña es la clásica de los niños que están acostumbrados a ver problemas en un ambiente tenso y difícil, se limitan a observar y a almacenar todo lo que ven y lo que intuyen para procesarlo después, quizás años mas tarde, prácticamente lo mismo que en el cuadro anterior, diríamos que tiene una expresión sin expresión.
Lo que no me gusta es la cabeza de la mujer, no pega en absoluto con su cuerpo que efectivamente da a entender que es persona de buenas maneras que no perdió por vivir en un ambiente más pobre, sigue manteniendo la postura correcta en la mesa tanto en gestos como en la presentación de la mesa. Pero la cabeza por mucho que el artista quisiera dar a entender lo que dices, pienso que hay otras maneras de hacerlo, a base de expresión de la cara sin necesidad de utilizar la deformación que rompe, a mi modo de ver la estética del cuadro dándole una nota desagradable a lo que podía haber sido un cuadro que mostraba el interior de una casa de en ambiente si quieres tristón pero coherente.
Jaja, espero que el profe de arte no me expulse de la clase y me prohiba volver.
Un saludo.
M.M. no ha podido dejar su comentario y me lo ha enviado por correo electrónico. No puedo menos que proceder a su publicación y agradecerle su gentileza.
"Me ha sido imposible dejar un comentario en tu blog.Para no extenderme,quiero destacar tu aportación para descubrir el cuadro, la evocación que sugieren tus palabras y los detalles minucuiosos que vas entrelazando... Ha sido un auténtico placer en lo pictórico y lo literario.Gracias por el "paseo"y por enriquecerme la mirada".
Las desnudas paredes y la cena en silencio a oscuras, me resulta triste. La niña pareciera pedir un rescate aunque su mirada devuelve resignación. Al menos la dejan comer con los dos brazos sobre la mesa, será que la madre anda perdida en su mundo y no la nota. Un abrazo de buenas noches.
Muy bonito el letrerín que corre.
Un saludo
Don Luís, el contraste.. Todo el cuadro es eso; un puro contraste. Entre la brillantez de la luz, la explosión técnica del menaje y alimentos de la mesa, y la tristeza del ambiente, de las personas. ¿Ves?, cualquier día de estos nos explicas un mosáico...
Leo, te voy a recetar.... Vas a dejar el té. ¿Hablamos hoy cómo en el Siglo de Oro?. ¡Y mira que escribían bien!. Pues todo evoluciona; el lenguaje oral, el pictórico,...
En cuanto a los letrerucos -que yo, aunque nacido "in", "pací uco"- son varios; ¿cual te gusta más, los de las ventanucas o el que está entre líneas?.
M.M. Gracias por perder algo de tiempo en hacerme llegar tus palabras.
Dianora. Siento que sólo hay una manera profunda de expresar los sentimientos: Mirando; bien para declarar una pasión, bien para certificar el vacío. Y lo que me abruma es la cantidad de miradas mudas que observo..
Carmiña, la mayor tristeza es la pérdida de la ilusión de vivir. Algo que tú tienes y a otros falta..
Aether, has captado el abandono de la niña. Es terrible la soledad de los niños, terrible, terrible.. Y nunca cede a su "presa", nunca, nunca.. Aunque pasen los años, aunque te rodee la gente, aunque te admiren, aunque seas fuerte -que nunca lo eres-, aunque entiendas algunos porqués,... Nunca.
Maldigo mi pantalla de ordenador, es tan oscura, (sin remedio) que no puedo apreciar algunos de los detalles que comentas :/.Leer los comentarios que haces sobre los cuadros hace que me fije en pequeños detalles que "me pasaban" desapercibidos sin remedio..,peco ( entre otras cosas)de despistada :s
Muchas gracias, un beso :)
De dejar el té nada de nada y en cuanto a la evolución, es cierto que el arte evoluciona, ni se me ocurre discutirlo, pero eso no quiere decir que el rumbo que tome esa evolución nos guste. Sigo pensando que la cabeza deforme de la mujer estropea el cuadro. Jeje, ¿estás pensando en algún animalillo en concreto?.
En cuanto al letrerín - yo que nací en "in" - me refería al que dice: Bienvenidos. Gracias por acompañarme.
Un saludo y buenos días.
Leo, en una tertulia oral tienes que ser formidable..
Gracias que yo, en esos sitios, me quedo mudo y me dedico a las pastas..
¡Ja!, eso no te lo crees ni tú, no eres capaz de quedarte mudo en una tertulia, ni aunque la mesa estuviera llena de pastas.
Un saludo
Si, Leo; me sería suficiente con atender a lo que expusieses.
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