Os hablaba de María Jesús, mi gran amor. Cuando se fué de mi vida dejó tal vacío que fuí incapaz de recuperarme emocionálmente. Llegué a pensar en el suicidio. Me convertí en un desequilibrado, obsesionado por su ausencia, que sólo era capaz de repasar una y otra vez lo vivido y de gemir ante cualquiera que me prestase algo de atención. Y sí nadie lo hacia.., entonces rumiaba en soledad mi fracaso creando un "círculo vicioso" de difícil rotura.
Mis amigos más íntimos siguieron siendo los libros; lo eran desde mi infancia, lo siguen siendo...
Pero era joven y en esos años la vida tiene una fuerza enorme. Me sentía muy solo -como me he sentido siempre- y, aunque tenía muchos conocidos, no tenía amigos. {Para ser preciso, nunca he compartido el concepto de "amigo" que suele utilizarse en mi sociedad; creo que existe precipitación al considerarles como tales y que su trato es superficial}.
Buscaba una mujer. La necesitaba; pero más que contacto físico lo que precisaba era compañía..
Un familiar me presentó a la hija de un compañero suyo. Era más joven que yo. Una persona excelente. Comenzamos a salir..
Ella no quería tener otra relación conmigo que no fuese la de amistad. Me aterraba mi soledad. Pensaba que necesitaba su compañía y su presencia. Hice todo lo posible por conquistarla; me favoreció que su familia me considerase "un excelente partido" por lo que sus opiniones presionaban a mi favor. Al final nos comprometimos. Nunca hubo amor. Ilusión si, pero no amor; ní por su parte ní por la mía....
Nos casamos. Sin amor es durísimo... Acompasar dos vidas exige un gran esfuerzo y una entrega total. Además falló la sexualidad; la suya es recatada, la mía abierta... Pero hubo algo en lo que acertamos... Desde el primer instante supimos vivir juntos, profúndamente unidos...
Hemos llorado por nuestro fracaso, juntos... Hemos hablado mucho, siempre, juntos... Hemos luchado día a día para "salir adelante", juntos... Hemos criado y educado a nuestros hijos, juntos.. Nos hemos acompañado, lo que ha vivido uno lo ha vivido el otro, juntos.. Hemos cumplido años, juntos.. Hemos compartido la vida, sus ilusiones, sus dolores, juntos...
Ella no quería tener otra relación conmigo que no fuese la de amistad. Me aterraba mi soledad. Pensaba que necesitaba su compañía y su presencia. Hice todo lo posible por conquistarla; me favoreció que su familia me considerase "un excelente partido" por lo que sus opiniones presionaban a mi favor. Al final nos comprometimos. Nunca hubo amor. Ilusión si, pero no amor; ní por su parte ní por la mía....
Nos casamos. Sin amor es durísimo... Acompasar dos vidas exige un gran esfuerzo y una entrega total. Además falló la sexualidad; la suya es recatada, la mía abierta... Pero hubo algo en lo que acertamos... Desde el primer instante supimos vivir juntos, profúndamente unidos...
Hemos llorado por nuestro fracaso, juntos... Hemos hablado mucho, siempre, juntos... Hemos luchado día a día para "salir adelante", juntos... Hemos criado y educado a nuestros hijos, juntos.. Nos hemos acompañado, lo que ha vivido uno lo ha vivido el otro, juntos.. Hemos cumplido años, juntos.. Hemos compartido la vida, sus ilusiones, sus dolores, juntos...
Somos compañeros, en el profundo sentido que le dieron los legionarios romanos al crear el término -"cum panis": los que comparten el pan -... Somos amigos...
Ella me ha enseñado que es la amistad. Con ella comparto la vida.
Ella me ha enseñado que es la amistad. Con ella comparto la vida.
2 comentarios:
¿Esta es la cuarta?, hablaste de las cuatro muejres de tu vida.
Un saludo
Depende de en que artículo empezaste a leer..
Pero sí esta es la cuarta, en el orden de artículos....
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