Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

jueves, 3 de enero de 2013

Autodeterminación

Hace unos días se publicó en El País este artículo. Aunque lo que expone es algo elemental en Teoría del Estado, si permite plantear una seríe de cuestiones y que cada lector responda lo que considere más conveniente y sensato.

* ¿Quién podría exponer su opinión ejerciendo el voto?; ¿solo los nacidos en el territorio?; ¿también los residentes, aunque no fuesen nativos?; ¿en este último caso, bastaría estar censado como residente en el momento del sufragio?; ¿o se debería exigir un plazo de residencia?; ¿en este caso, cual sería el plazo?.

* Dado que cuando se decide mediante plebiscito no debe ignorarse a quien resulte afectado directa e inmediatamente por las consecuencias del sufragio, ¿deben votar solo los citados en el apartado anterior de este artículo?; ¿o debería contarse también con la opinión de los habitantes del país del que forma parte el territorio?; si es así, ¿con qué efectos?. 

* En aplicación del mismo derecho a decidir (nótese que se exige un derecho primario, por lo que corresponde al individuo) ¿debería realizarse un cómputo único y total?, ¿o debería computarse separadamente el voto por cada una de las circunscripciones del territorio?; en este caso ¿que acción resultaría de no haber una única decisión mayoritaria común en todas las circunscripciones?; si no es así, ¿que efectos tendría la decisión mayoritaria en el territorio?; ¿se permitiría, en aplicación de un derecho tan básico, que las circunscripciones contrarias a la mayoría se escindiesen a su vez?.

* Y más, y más y más....

En resumen. Los experimentos se pueden hacer y deben hacerse. Pero, so pena de que sean con gaseosa, meditando muy bien y realizándolos con profesionalidad. Que donde puede generarse sufrimiento, sobran aficionados

1 comentario:

Turulato dijo...

No es cuestión baladí la de quien ejerce el voto. Cuando servidor era activo públicamente vivió una situación que le divirtió mucho por imaginativa..

Hete aquí que se montó un operación de movimiento de sillón contra un líder político. Se eligió a un simple para dar la cara y este presentó una moción de censura, una vez que los poderes sombríos habían conciliado los apoyos precisos. El líder estaba perdido...

¡Narices!. El líder, que si lo era lo debía a su capacidad, se trasladó con el secretario fiel a varios asilos de ancianos y en una noche afilió, primero, al partido a ciento y la madre y, después, comprometió a su favor los votos favorables de todos los nuevos afiliados, por el sencillo procedimiento de que todos ellos delegaron el voto en el líder.

Hay que hilar fino. En política no existe limpieza ni lo que es debido. Se trata siempre de quien manda y secundariamente de cuanto puede poseerse.. Quienes crean que estos jolgorios tratan de justicia, verdad, derecho y demás soplapolleces, que contemplen la descolonización africana y el degollinamiento que ha producido y produce, además de saneadas cuentas en Suiza, Caimán y similares.