Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

sábado, 17 de enero de 2009

Después de Navidad

Prometí en privado explicar en público por que he ido perdiendo el sentido de la Navidad. No he querido hacerlo durante estas pasadas Fiestas; bastante esfuerzo hago para superar sus celebraciones y tolerar su ambiente. Así que hoy, cuando ya han pasado y he comprobado, cenando esta noche casi solo en un restaurante, que la gente vuelve a tener presente su realidad, asumo la tarea.

Con independencia de orígenes históricos y motivaciones eclesiales, considero que para celebrar como es debido la Natividad de Jesús hay que creer en Él; mantener lo contrario es tanto como pretender sentirse transportado al séptimo cielo durante el renacimiento del Santuario 神道 de Ise, cuando no se tiene ni repajolera noticia de los Kami.

Bien. Y si creemos en Jesús, parece contradictorio celebrar su nacimiento en "El Corte Inglés"; es que no pega mucho... Como tampoco resulta congruente conmemorar lo vivido aquella noche sacando la vajilla de Limoges y el servicio de plata inglesa, mascándose unas angulas y bebiendo Roederer. Muy propio no es, la verdad.

Pues bien. Religiosa, lo que se dice religiosa, tal cual, .. No, mi familia no lo fue nunca. En toda mi vida solo he ido a la Misa del Gallo dos veces; una cuando era muy niño y estaba medio dormido, y otra ya casado y con hijos, donde pretendimos esforzarnos y aproximarnos al sentido religioso de esa Noche, en la que me encontré inmerso en una misa descomunal que aprovechaban los curas de mi parroquia para montar un espectáculo tan brillante como la cena que describía antes. No es eso. Creo que no es eso. Siento que no es eso.

Luego, las fechas.. Cuando era niño las Navidades comenzaban cuando terminaban los exámenes del primer trimestre escolar, pocos días antes de Nochebuena. Eran una especie de chute..; en pocos días pasabas del aburrimiento habitual a vivir en un ambiente surrealista, con lucecitas en las calles y regalos a los pies de los guardias de la porra -con casco colonial británico de color blanco-, para inmediatamente calentarte las meninges con lo que traerían los Magos de Oriente -cual ministro actual de Hacienda de cualquier gobierno-, cuya partida te situaba de nuevo en aquel ambiente inicial de paella y pollo domingueros.
Ahora no. En noviembre comienzan aquellos grandes almacenes a encender lucecitas y la tele a plantearte que para echar el polvo que nunca echarás necesitas oler a malvavisco, ajustarte un peluco rebosante de botoncitos minúsculos y adquirir un "pichorro" -vulgo, chisme, cacharro- electrónico cuyo manual eres incapaz de entender -en caso de que lo leyeses, cosa que no sucederá nunca-.
Y es que antes había un día mágico, el de Reyes, para regalar ilusiones y cumplir sueños. Pero ahora no, que ya somos "modelnos". Ahora hay que tener en cuenta a San Nicolás, a Papá Noël y a Santa Klaus -que no son el mismo, ni acuden al mismo territorio-, a los Reyes Magos, al Olentzero, a ... (¿saben?; parece ser que lo mismo que cada capital de provincia quiere tener aeropuerto transoceánico, también se va a garantizar la igualdad estatutaria autonómica en este aspecto, dentro del área legislativa de "Regulación de actividades comerciales, lúdicas y afines").
De manera que cuando llega la última decena de diciembre estás de un insensible subido. Ya pueden anunciar el santo advenimiento, que ni te inmutas. ¡Hasta el moño, sin un duro y toda tu inconsciencia anotada en la tarjeta de crédito!.
P'a más jodela, que dicen en algún lugar del Pirineo, como uno ha viajado -o sea, vivido mayormente largas temporadas junto a las gentes de diversos sitios- anda algo tarumba. En no se donde el tiempo fetén es el de la Nochebuena, pero por allá es el de Navidad y más acá el día de san Esteban y los Reyes no se celebraban donde vivía ... Para Año Viejo hay que ir a Río y por estos días en que escribo, la señora rumana que trabaja a ratos en casa celebra la Pascua. Yo estoy muy mayor ya para tanto trajín...

Y no nos olvidemos de la fraternidad universal.. "Mira Gundisalvo, tu primo Euvigio"; ¡ah, la familia!. Te sientes como un criminal si no compartes mesa, mantel y cama -si cama, que resulta que la cabezada acostumbran a echarla acostados y claro ..-, con un fulano o (¿y ahora qué, listos; escribo eso de ciudadanos y ciudadanas, compañeros y compañeras,..?) que solo ves una vez al año y tragando, con quien no te relacionas y que no se comporta ni bien ni mal, sino solo diametralmente opuesto a como tú lo haces.

Y luego los restos.. Quizá es lo más duro. Cada vez que en agosto tengo que meterle el diente al turrón de Jijona que fuimos incapaces de tomar en Navidades ...; cuando la pasta que se forma en la boca va poco a poco impidiendo todo movimiento y un líquido transparente y grasiento dibuja churretes por tu cuerpo... ¡Es que es muy duro, oiga!.



Navidad, Nochebuena, sardinas en aceite, noche estrellada, luz de luna helada, un puesto perdido, añoranza del calor de la mujer que amo, lágrimas sordas recordando la sonrisa de mis niños, silencio sin disparos, mirada al compañero ...
Y la manada, en torno a unas brasas que miraba con fijeza, se transforma en hombres, según escuchan como uno libera desde las tripas más profundas y cada vez más alto y claro, el murmullo de un villancico. Y luego, levantando los ojos a las estrellas, a la Esperanza, alguien canta una jota....


7 comentarios:

Unknown dijo...

La navidad es para los niños una fiesta de magia. Y ellos no entienden de grandes almacenes. Los mayores, me parece, nos sentimos abrumados por la nostalgia y por la pérdida de aquella magia que creíamos religiosa. Y no nos gusta nada que las cosas no se repitan exactamente igual año tras año, no querríamos que nada cambiara respecto a alguna navidad que recordamos como "La Navidad", pero que probablemente nunca existió. Pero todo es distinto siempre. Nos volvemos algo ácidos por eso en esas fiestas. Yo tengo cierta ambivalencia, pero prefiero inventarme la contemplación amable del trajín navideño, que por lo menos la gente se siente más bondadosa ese día y suele haber más sonrisas en los rostros.

Oshidori dijo...

Me ha gustado mucho.
Y esa jota... Cuánto recuerdo...

Anónimo dijo...

Día de Navidad…Hogar 70. Curioso nombre para lo que entonces era asilo de ancianos. La hermana portera descuelga un telefonillo y enseguida aparecen dos monjitas sonrientes que se encargan de un par de bolsas con frutos secos y alguna chuchería que hemos comprado a escote. Así que venís a cantar un villancico a los abuelos ¿y de que colegio sois? ¿y venís solas? Y a todo un Jesús, Jesús! Estamos con las meriendas, poca cosa hoy, que después no nos cenan. Nos conducen a una sala espaciosa. Ni un murmullo, algunas toses y ruido de cucharillas. Chaquetas oscuras se mezclan con batas floreadas. Hay guirnaldas de espumillón por las paredes. Lo que hasta entonces me parecían manchas alrededor de mesas azules de formica, comienzan a tener rostro. Estoy aturdida y por un momento pienso que a lo mejor no fue tan buena mi idea de… ¡Vamos que quién me mandaría a mí! Arrancamos con el fun fun fun y apechugamos con el adestefidelis aunque no nos pusimos muy de acuerdo en si había que decir venite, venite o benito, benito. No se debió de notar mucho… Pero ¿sabes? esos rostros apagados emperazon a tomar color y calor y de pronto veo que un veijín se levanta, se estira la chaqueta se coloca la boina y se me acerca. Oye mozina, tu no sabras de entonar una jota que diz

“Camino del Sil arriba
caminan mis pensamientos,
camino del Sil abajo
corren que los lleva el viento,
corren que los lleva el viento,
caminan mis pensamientos”

A veces, después de Navidad...

Anónimo dijo...

La jota tan bien elegida... No es cualquier jota. Buen gusto y sentimiento. Y después de Navidad, después del villancico del nacimiento, más música: habla de la música que alguien, de corazón sencillo y profundo, quiere que le acompañe en el día en el que la música de la arboleda sea para siempre.

Junto al fuego, las estrellas que han alumbrado a los sabios, comunican en sueños de música las verdades. Y los que saben oírlas dejan de ser manada para convertirse en seres humanos.

Anónimo dijo...

Pues que quieres que te diga ,que tienes toda la razón,en esta época todo se ha vuelto más materialista
Y es así cmo lo describes,ha pasado a ser como una rutina más,pero no sólo eso ,luego vendrá " San Valero" y sus roscones ,Sta.Agueda y sus boys ,
San Valentín y los regalos de enamorados ,San José y el día del padre ,la semana santa y los cruceros de viajes Halcón,San Jorge y las reivindicaciones nacionalistas y etc ,etc ,etc...
,Bss.Curri.

Mar dijo...

Disfrutemos de lo que tenemos. A mi me gustan estas fechas pero por nada de lo que mencionas. Me pido las vacaciones para estar con mis niños y disfrutar del "no hacer nada", sin complicaciones de cenas o comidas copiosas, ni reuniones familiares, a veces, indeseables. No se qué me deparará el futuro, ahora disfruto (hasta con la gripe jajajja)
Un beso enorme

Cu dijo...

A mi no me gusta la navidad, eso ya lo he dejado claro un montón de veces, pero cada vez más coincido con muchísima gente a la le pasa lo mismo, q no le gusta, q le agota, le agobia, le harrrta, le cae pesadísima!, pero coño, todo el mundo termina celebrándola!.

En el caso de mi familia no se puede decir q celebremos la Navidad como tal, con todo el sentido q debería tener y ese rollo cristiano, más q nada pq o no creemos o los q creen pasan del tema. Es más una excusa para juntarnos un montón de tíos y primos y pasárnoslo debuti!. Pero con quien realmente apetece, q la época de aguantar al gilipollas de turno de la familia por compromiso ya pasó.

Eso sí, muchas risas, mucha guasa, pero coño, ¡cómo se agradece q terminen! (además siempre me han parecido unas fiestas super deprimentes!, y si no tienes pasta ya te pudes morir!)