Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

martes, 6 de noviembre de 2007

Culturas orales

Cada vez que en África muere un anciano, desaparece una biblioteca

5 comentarios:

Mar dijo...

gracias por seguir pasando por mi casa.
Sabios los ancianos africanos!

Silvia dijo...

Sólo si no ha encontrado a un joven que quiera saber...
Besos

siouxie dijo...

Esta historia me ha recordado a "Farenheit 451", cuando cada ser humano se "convierte" en un libro, aprendiéndoselo de memoria antes de que sea destruido, y de ese modo, poder contarlo a todo el que quiera saber de él...".
(¿Va de esto la cosa, no?).
Saludos. :)

Turulato dijo...

No exactamente Siouxie. Mientras que las culturas del que llamaremos "Primer Mundo" son documentales, otras como la africana son orales.
Sus tradiciones y sucesos se transmiten principalmente por vía oral -a pesar del proceso de adaptación a nuestros usos- y no a través de libros y demás soportes que pretenden sucederlos.
Eso, y nuestro desprecio e ignorancia de toda aquello que difiere de lo propio, ha dificultado -cuando no impedido- el conocimiento de buena parte de lo ocurrido en el continente africano.
Así que cuando muere un anciano, desaparece con él toda la riqueza cultural que transmitía.
En "Farenheit 451" -temperatura en esa escala a la que comienza a arder el papel- algunas personas memorizaban un libro con exactitud, de forma que pasaban a ser nominadas con el título de la obra, y de esta manera evitaban que la Humanidad dejase de tener la posibilidad de acceder a su contenido, ya que el gobierno quemaba sistemáticamente cuanto libro aprehendía.
Pero en las culturas orales el problema es muchísimo mayor. No se trata de un libro sino de usos y costumbres, historia, ... ¡Todo!. Desaparece una sociedad; hasta la raíz.

siouxie dijo...

Llevas razón, habrá que confiar en los "folkloristas" de cada país, que son los que trabajan para ir quedándose con la copla de lo que cuentan los viejos. Llevas razón. Los viejos tienen muchas cosas que contar; No todos cosas interesantes, pero sí la mayoría, por suerte. Nos pasamos la vida aprendiendo, sería una pena muy grande no poder transmitirlo antes de irnos al plan B.