Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

viernes, 21 de septiembre de 2007

Vagancia ............

Estoy vago; ¿o soy vago?. Uhm ... ¿Es lo mismo o expresan aspectos diferentes?. No lo se. Lo que ocurre es que no tengo ganas de escribir. ¡No!; si se me ocurren asuntos que podría plantear, pero cuando abro "Nueva entrada" .. ¡Qué galbana!. Y claro, me riñen. Es injusto; porque son ellos, los que me riñen, quienes logran que me sienta como les cuento.
Vean sino .. Poco antes de comer, mientras quienes mantienen con su frenética actividad el pulso de nuestra nación de nacionalidades, autonomías de segunda -y alguna de tercera, a la antigua-, y soberanías varias ... ¡Coño!, ¿por donde iba?; que tanta sutiliza me abruma y descentra ..
Ya caigo ... Decía que mientras algunos trabajan, otros los contemplan y muchos cuentan lo que hacen, paladeaba un bebedizo mientras acompañaba embelesado a dos espléndidas señoras, que, con apasionamiento, dialogaban, a la vez, sobre algo importantísimo, esencial diría ..: Los hombres.
¡Es divertidísimo! (ya que me riñen, o llaman la atención, demos motivos). De entrada, en lugar de argumentar, se desahogan. O sea; no plantean con claridad una proposición y luego argumentan a su favor. Noooo .. Cuentan, en un orden expositivo cuya regla no alcanzo a comprender, ciertas vivencias propias con los hombres, en las que estos no dan una a derechas y las tratan con absoluta incomprensión y falta de generosidad.
Las contemplo ..; a la una .., a la otra .. ¡Y de pronto ..!. Una pronuncia la palabra mágica: ¡Machistas!. Otra plantea: ¿Misóginos?. Y servidor de ustedes, inmóvil; no sea que les de por darse cuenta de que existo y me pidan opinión .. ¡Qué ha mucho que aprendí a no hablar con sentimientos!.
Y digo yo ... ¿Quién nos educa?. Y lanzado, inquiero .. ¿Quién es el mayor enemigo de la condición femenina?. En esto, una da un quiebro maestro y con su bello dedito señala a la otra .. "Se te ve el sujetador.." .
Me gustan; no las entiendo, pero me gustan.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Estupenda descripción.
No logro convencerte de que reniegues de esos horrendos bebedizos y algún día tendremos que sentir...
Y, como decía Perico Beltrán, "vago es quien dice que trabaja y no lo hace, yo soy un ocioso".

Anónimo dijo...

Pero se aprende a hacer eso de "no hablar con sentimientos?", ¿es posible?, y si es así, ¿estaremos diciendo la verdad?

Un besito

Mar dijo...

Aquí otra con galbana que viene a leerte y a decirte que tienes razón (por un momento he sentido que podía ponerle música de jota aragonesa). A lo que iba... que sí que las madres tenemos el poder y no lo ejercemos. A mí mi nuera no me podrá decir que tengo al hijo maleducado... ¡vamos hombre!!
Conste que lo que cuentas sobre argumentar/desahogar también lo hacen los hombres... pero sin sujetador (creo).
A mi me gusta leerte con sentimientos (tuyos, míos, nuestros)
Besazosss

Anónimo dijo...

Vagancia… machismo… misoginia… ¡Caramba, vaya cóctel! No me extraña que le dieras al bebedizo, directamente y que te armaras de “pa-cencia” hasta ese desenlace tan… “adorable” . El machismo tampoco es una cuestión de genes… se aprende y se perpetúa porque conviene ¿Quién les educa?... pues se me ocurre que una sociedad que lleva 10.000 años avisada de que la prepotencia y la “ley del embudo”seas hombre o mujer no debería necesitar apoyo logístico … se trata de sentirnos personas , no “hombrecitos” ni “mujercitas”. Creo que me he explicado “malamente”;en parte, porque a mí también me contaron no sé qué de los valores de la “Cenicienta”; y a otros, no sé qué más, sobre las ranas verdes, que tienen que esperar a que una princesa los bese para que se les ajusten las polainas y… ¡Caramba, vaya cóctel!... Estooo…Turulato, se te ve el…sentido común

Un abrazo

Anónimo dijo...

Pues tiene usted razón: el mayor enemigo de la condición femenina es la condición femenina. A pesar de que cuando se habla de machismo se suele pensar en los hombres, yo creo que la transmisión de los valores culturales la han realizado las mujeres. Conozco más la represión que ejercen las mujeres sobre otras, sobre las jóvenes, que la que ejercen los varones, al menos los varones medianamente inteligentes. Una forma de control matriarcal muy común ha sido influir en los destinos de los hijos. O influir en los destinos públicos a través de los hijos, o a través de los maridos, o de los amantes. Pero sin dar la cara. Yo creo (espero) que esto está cambiando. Al menos en nuestra mentalidad occidental. Ahora las mujeres no tenemos miedo a manifestarnos. Además creo que debemos hacerlo sin ocultar o renegar de nuestra condición femenina.

¡Ah! Y hablamos desde el sentimiento sí. Esto a veces nos pierde (otras nos gana). Pero deberá usted reconocer que por eso somos más "vividoras" y divertidas. Aunque el discurso sesudo esté bien, hay que dejarlo para las ocasiones. Pinceladas impresionistas describen mejor en ocasiones un mundo ¿no?