Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

domingo, 9 de julio de 2006

La muerte de un soldado

Ha muerto un soldado de nuestro Ejército en Afganistán. Siento una gran tristeza; por la muerte de la persona, por el dolor de sus familiares. He vivido esas circunstancias, sé lo que es entregar un cadaver a los padres. No hay palabras.
Y estoy avergonzado, absolutamente avergonzado. Jorge Arnaldo Hernández Seminario era peruano. La noticia lo atempera, pues quien la transmite sabe de su ignominia.
Un soldado si; un hombre que tuvo que emigrar de su tierra en busca de trabajo y de una vida mejor. Su patría era el Perú; su patria, ese confuso y cálido batiburrillo de músicas, personas, caminos y lugares, momentos vividos, recuerdos, ... que se amalgaman en nuestro corazón y paren nostalgia cuando estamos lejos.
Ha muerto defendiendo por dinero -una soldada- los intereses de una bandera que no le vió nacer, la española.
Sustituía a un español cualquiera y desconocido; ¡qué fácil y barato es pagar para que otro muera por tí!. ¡Cobarde de mierda!.
Por lo que veo día a día -hechos, que hoy los españoles prostituyen las palabras- España como tal no le importa a la mayoría de los españoles.
Pues primero, repleguemos a los soldados que tenemos en el extranjero. Y una vez aquí disolvamos las Fuerzas Armadas. ¿Para qué tenerlas sí a la mayoria no parece importarle el poder que representan, el de España?.
Y luego, concedamos a cada autonomia la nación independiente que desea. ¡Con dos cojones!; ¡y con dos ovarios!; ¡y con lo que haga falta!.
Y a continuación, eso si y de una puta vez, esta pandilla de mamarrachos -y no hablo de los políticos- que disfruten lamiéndose cada uno su cipote; o lo que quieran lamerse.
Porque no me la jugué nunca por dinero, ¡nunca!. He vivido orgulloso de mi Bandera, la he mantenido lo mejor que he podido y sabido.
¡Quiero a España!. ¿Lo oyen?. Tal como la han hecho los siglos... Puta y navajera. Y la amo unida. Y amo las leyes que juré defender y respetar.
¡Dios mío, qué vergüenza!. ¡Qué asco!.

13 comentarios:

Luis Caboblanco dijo...

Desde el desconocimiento de lo que siente un militar, que por otro lado no debe ser muy distinto a lo que sufre cualquier otro ser humano cuando se le muere un ser querido, o siquiera próximo, creo que tu indignación viene no del hecho en sí, pues vosotros sabéis que evidentemente os podéis dejar la vida en el empeño, sino que refleja el estupor que os produce el que cierta parte de la sociedad ni os valore, ni valore lo que tanto ha costado conseguir...

Me explico: el concepto de patria, decimonónico y caduco, debe estar hoy más vigente que nunca; pero no tanto como colección de fronteras, o de bases militares o de batallas gloriosas, sino como la representación de unos valores, de un sentimiento, de una identificación con lo que eramos, y gracias a Dios, con lo que ahora somos. Por eso las FFAA son las de el Derecho a la libertad, a la vida, a un juicio digno, a la igualdad entre hombres y mujeres, a una educación, a la no discriminación... defienden una constitución, una manera de vivir, que todos tenemos como quizás no la ideal, pero si mejor que alguna otra. Y cuando salen, cuando salís, lo hacéis para llevar esos valores a donde sea, en este caso a Afganistán. Y yo, personalmente, me siento orgulloso... e identificado. En cierto sentido la patria que reivindica Gibraltar u otra idea de España no me interesa tanto, a veces nada.

Mientras el mundo sea mundo, las FFAA serán necesarias. Y el que no lo vea así, con todos mis respetos, no vive en el mundo real.

Pero al no haber valores, tampoco estáis vosotros ni vuestro trabajo. Verás Turu... ¿Crees que, por ejemplo, se os valora a vosotros menos que un profesor de secundaria, que se deja la vida con elementos de trece o catorce años a los que sus padres ni conocen, o al agricultor que por céntimos se deja las manos sacando remolachas y patatas de la tierra, para que se enriquezcan unos pocos? Víctimas del sistema, cada uno a su nivel...

Además, publicitariamente os tachan de malos, de violentos, cuando no soís más que un instrumento para que los que representais vivamos más tranquilos sabiendo que hay quien defienda nuestros valores, los de una sociedad libre, moderna occidental y democrática... La continuación de la política por otro medios.

No te "preocupes"... habrá cola de jerifaltes a recibir el cadáver. Quizás incluso se atreva a hablar incluso de la integración de los emigrantes, cuando lo cierto es que cubren, por dinero, el vacio que nosotros generamos con nuestro pasotismo... y las pocas ganas de ganar un sueldo mísero si no eres oficial.. todo hay que decirlo.

Mis respetos para cualquiera que muera cumpliendo con su deber, cualquiera que sea.

Para el difunto en este caso, mi gratitud.

¿Qué nos está pasando?

Silvia dijo...

Suscribo las palabras de Caboblanco.
Quizás los que opinamos distinto a esa mayoría, debieramos alzar un poco más la voz.
Un abrazo muy fuerte

Mar dijo...

Yo ahora no se qué decir, solo que también estoy triste, por Jorge Arnaldo Hernández Seminario y por todos los fallecidos, soldados o no, en todos conflictos que asolan el mundo. Mi patria es el mundo, Turu, creo en la utopía de que algún día no haya más confín que el resto del universo. Pero mientras, me indigna que haya españoles que se quejen de la afluencia de inmigrantes y luego los dejen morir por nosotros, vengonzoso y asqueroso ¡sí!

maria josé dijo...

No sé qué decir, Turu. Yo tengo un hijo militar. Y quiero a mi hijo muchísimo más que a España. Unida o separada o como quiera que esté. Y ni siquiera quiero imaginarme el dolor de esa familia que ha perdido un ser querido, es demasiado horrible.
No hay nada en el mundo que justifique esa pérdida.

Cobre dijo...

Joder niño, q cabreo!, y q dificil contestar... no te me ofendas tu ni nadie por favor.

Ya te dije q yo no puedo con ciertas instituciones, una es la iglesia, otra el ejercito. Opino como Tha, mi patria es el mundo, no una España más unida o separada. Ante todo soy persona. Seré una soñadora, pero, llevando la contraria a Cabo Blanco (y a tí), yo sí q creo en un mundo sin ejércitos. Las fuerzas armadas no defienden valores especialmente válidos para mí, los defendemos las Personas, seamos lo q seamos, y tampoco creo q defiendan un modo de vida, ni la constitución ni nada. Todo, todo lo defendemos, lo construimos y destruimos nosotros mismos. Las FF AA no me hacen sentirme más protegida, no, lo siento. Viviré en la luna.

Se me plantean cuestiones; era mejor antes cuando se tenía q hacer la mili de modo obligatorio, sin q te disen a elegir??; pq coño tengo q aprender a matar? pq tengo q ir a una guerra a jugarme la vida y poner en peligro la de otras personas? defendiendo qué? ahora, q conviene, está bien q las mujeres puedan participar de él y antes no?? quiero este país, donde me ha tocado vivir, menos q las personas q piensan contrariamente a mí?.

Yo siento tremendamente la muerte de esta persona Turu, con todas las circunstancias personales q la rodean, sean las q sean. Y siento q para muchas personas (en el ejército y fuera de é), sea un muerto de 2ª por su condición de inmigrante, aunq hiciera un "apaño" estando en él.

Me alegra no sabes cuanto, q hayas disfrutado de tu vida militar, q te haya ayudado a crecer como persona, a vivir miles de experiencias alucinantes, q ames a este país de esa manera. Pero somos muchos los q pensamos de otro modo mi niño...
Yo también siento asco, muchísimo.

Mil besos milico mio

Luis Caboblanco dijo...

Yo entiendo también tu postura Cobre, postura que no es la mía, pero en cuanto que razonada, es perfectamente lícita...

He estado en Mostar (Bosnia) hace dos meses. En la mayoria de los cafes, al identificarnos como españoles, se negaron a cobrarnos el postre, o la consumición y me decían... "gracias al ejército español que se metió aquí en un mar de balas a traer mantas, comida y medicamentos, sin los que mi hija, seguro que habría muerto"

Ese valor se llama solidaridad, y comparte mesa y mantel con la justicia y la caridad. Y su defensa no la hizo nadie de nosotros... la hizo el ejército español, institución democrática y constitucional, por cierto.

¿Habría llevado uno de nosotros esos medicamentos? yo, no

Cobre dijo...

Nada q decir Cabo Blanco, estoy de acuerdo contigo. Q el ejército ha hecho labores humanitarias estupendas me parece genial, de verdad q no tengo nada q decir en contra. Pero si los ejeercitos también destruyen a la par q otros construyen. La solidaridad se puede llevar a cabo de muchos modos.
Nunca nos pondríamos de acuerdo en ciertas cosas compañero, solo nos queda respetarnos e intentar entendernos.

maria josé dijo...

Así es como yo pienso, Cobre. Exactamente igual que tú. Y no llevo nada bien que mi hijo esté en las FFAA, pero es su vida y eso lo respeto. Y nunca en mi vida me habría imaginado que un hijo mío tomara ese camino.

Julia dijo...

Jolin....

Comparto tu vergüenza. Ayer pensaba que la historia siempre se repite.

Antes los grandes señores enviaban a la plebe a la guerra.

Ahora nosotros enviamos a los emigrantes.

Penoso.

Manolo dijo...

Mm. Se me ocurre que hay varias cuestiones en la muerte de este hombre. Sospecho que la razón por la que estaba en el ejército es por la misma que podría haber estado de camarero en un sitio malo: porque los sueldos son bajos y los españoles no quieren hacer el trabajo.

Esto no quiere decir que este hombre no quisiera a España. Tampoco que valor y precio sean la misma cosa.

Creo que este hombre es un ejemplo para los españoles.

Saludos

Turulato dijo...

Doctor, aunque no me desdigo de lo escrito, hago mías sus palabras. Por sensatas y realistas.
Gracias por enseñarme.

Anónimo dijo...

Lo siento Turu pero yo me uno a Cobre, tal vez sea una utopia pensar en un mundo sin guerras y sin ejercitos pero aun y asi sigo creyendo que seria posible. Si que es verdad que algunos ejercitos en algunos sitios hacen labores humanitarias pero desengañemonos el ejercito es el ejercito no una ONG.
Y siento mucho la muerte de ese chico tanto como siento cualquir muerte sea de donde sea.
Y odio los nacionalismos, sean de donde sean, todos somos iguales y todos vivimos en el mismo planeta y todos al final no somos nada mas que pequeñas motitas insignificantes.
Un saludo.

Turulato dijo...

Quizá ya no haya más comentarios.. La mayoría se han inclinado por desear la paz; ¡y yo!.
Pero en tanto en cuanto llega la paz, no hay deseo que detenga un proyectil ní que impida que deflagre un explosivo.
Por ello, os pido que no os quedéis en un deseo; eso es muy fácil.
Medidas concretas. Sí tanto deseáis la paz, imaginaos que sóis el mandamás de turno..
¿Qué decidís?..(Pero ojo, estás en la realidad; nada de utopías. Algo que se pueda llevar a cabo).
Sí te sigues manteniendo en la utopía y el deseo, en mí opinión, no has hecho absolutamente nada para que haya paz.