Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

lunes, 6 de marzo de 2006

Salí a buscarte...

El sábado cayó en Zürich la mayor nevada desde 1931....
Chus acababa de levantarse. Le dolía un poquito la cabeza. Se acercó a la ventana de su apartamento y mientras se espabilaba, miró... ¡Qué nevada!. Se quedó absorta; siempre que contemplaba un panorama como aquel sentía que el tiempo se detenía en su interior.
Todo estaba en calma, tranquilo. No como ayer; había tenido un atardecer muy movido. Se había encontrado con Ingo y los amigos que conoció en Zermatt. Sonrió...
Estaba tan enfrascada en su trabajo que salía poco. Casí no se acordaba de lo agradable que resulta perder el tiempo, charlar de cosas intranscendentes y deambular por...
¡De repente recordó!; entre tanta gente, se había olvidado de "ella", ¡de su amiga más fiel!. Sólo la había perdido de vista un momento..
Ha pasado la noche en la calle, seguro. ¡Dios mío, cómo estará!. ¡Con este frío!.

Tenía que encontrarla y traerla a casa. Se arregló en un "plis plas" y bajó a la calle. Era inútil buscar un taxi o un autobús; había oido en la radio, mientras se vestía, que el transporte público estaba paralizado. Por un momento tuvo la tentación de pedirle el trineo al señor con el que se cruzó al salir, pero "ella" no podía estar muy lejos y la única bajada era hacia el lago.. No, antes habían ido..; quizá estuviese allí.

El parquecillo estaba desierto. No, allí no la encontraría. No reparó en el blanco estallido de fuegos artificiales en que se había convertido la arboleda. Parecía, otra vez, que el tiempo se había detenido y que un hada, acariciando suavemente la enramada, habia cubierto de algodón lo que hasta hace poco era una sinfonía de color.

Recorrió la calle que bajaba hacia la orilla del lago. ¡Si; recordaba haber estado allí con ella!. No podía estar lejos. Fue hasta la terraza en que solían tomar el sol, en cuanto calentaba un poquito. Miró en derredor.. Nada. Su angustía iba en aumento. Se sentía culpable.

Se acercó a la orilla. ¡Sí se hubiese caido al agua..!. Miró en derredor, cada vez más preocupada, pero todo estaba tranquilo. Un leve arrullo de las olas y el aleteo de los patos. Poco más..
¡De pronto vió un bulto!. Estaba un poco lejos y no distinguía bien lo que era. De golpe, volvió a sentir confianza; quizá todo iba a quedar en un mal recuerdo. Fué hacía él lo más rápido que le permitía el casi medio metro de nieve que había..

Según se iba acercando se acordó... No, no era "ella", sino el muñeco de nieve que habían realizado antes de la batalla a bolazos, en la que "Eloryn" había demostrado tener una puntería consumada. ¡Que desilusión!. Creía haberla encontrado.. ¡y ya ves!. Un muñeco.
Tenía mucho frío y comenzaba a sentirse desanimada. Era imposible; ¡cualquiera sabía donde estaría!.. Decidió volver; metió las manos en los bolsillos y comenzó a caminar... De vuelta a casa.

Sin saber porque, levantó la mirada. El tiempo volvió a detenerse. No podía creerlo. ¡La tenía delante de sus ojos!. Su amiga, su fiel compañera de tantas aventuras....
¡¡¡ Su vespa !!!

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Preciosas fotos, pero la verdad, no quisiera yo en mi tierra una nevada como esa, aunque digan que "año de nieves, año de bienes".
Un saludo

Ana María dijo...

¡Con la ganas me quedo de tirarle una bola de nieve! Si me hubiera avisado que iba a estar por esos andurriales, casi casi,chocamos :).

Silvia dijo...

Es precioso.
¡Ya podía caer una nevada así en Madrid! Que una buena batalla de bolas de nieve es algo tremendamente divertido.
Un abrazo

Turulato dijo...

"Leo" que eres una "chicarrona del norte"; ¡qué no se diga!.
"Maru" estaría encantado de que me aplicases un buen bolazo.. A ver sí así me "templo"..
"Eloryn" fíjate.. Pararon todos los transportes. La ciudad fue absolutamente peatonal, y de los trineos.
"Dianora" las fotos son de los alrededores de casa. La del lago, y la de la terraza, están tomadas cerca de la desembocadura del rio, algo más allá del "Quaibrücke", en el "Uto-Quai".

it dijo...

Nieve... hhhmmmm....

aldara san lorenzo dijo...

¡Qué ganas de que se derrita!
Blanca, fría, húmeda, pelmaza... tapando todo... hhhmmmmmm....

Anónimo dijo...

La Naturaleza y el arte se encuentran antes de lo que pensamos. Son unas fotos estupendas.El paisaje invita a calarse de arriba a abajo y disfrutarlo... luego un armagnac para entrar en calor, un buen libro, un buen fuego en la chimenea y algún estornudo.

Un abrazo (y gracias por la página, aquí andamos las dos desentrañando esas maravillas)

Turulato dijo...

"Saf"..¿Un abrazo?; no, una mirada, una caricia y una sonrisa. Dijiste siempre que "Turu" te daba "trabajo". Hoy, simplemente, "Turulato" quiere cogerte la mano y tirar..
"Ia" ¡qué original!, tu "blog". Voy leyendo tu voz..
Marian desde tus puntos suspensivos has descrito el ambiente que más me gusta. Sí me permites, quitaría el estornudo y pondría algún amigo.. Pocos y mejor mujeres; me gusta escuchar. No como aquí, que no "paro".

இலை Bohemia இலை dijo...

Bellisima colección de fotos blancas, delicioso post y el final me ha dibujado una sonrisa, blanca también.

Muack!!!

Luis Caboblanco dijo...

Jamás había pensado que podías llegar a ser tan buen cuentista, Turu...

Silvia dijo...

Las fotos eran geniales (me encanta el oso de nieve) por si solas pero sus palabras las enriquecen.
Muchas gracias :-)
Un abrazo

Anónimo dijo...

No es un paisaje es el OLimpo. Un abrazo Nina

Turulato dijo...

"Bohemia" las sonrisas blancas son propias de almas blancas.
"Cabo", claro que soy un "cuentista"; se ve a la legua..
"Dianora", Chus es una chica traviesa y, como todos los traviesos, carente de malicia
"Eloryn", gracia y puntería la que tiene usted, que tengo el ojo "a la birulé". El oso, es un "osoelfo".
"Nina", cualquier día nieva en "Graná", para que disfrutes..

Anónimo dijo...

Unas fotos preciosas...

Turulato dijo...

Me alegro que te hayan gustado "Consumidor"

Anónimo dijo...

Un cuento que hace honor a las hermosísimas fotos.
Todo un deleite para los ojos.
Bicos.

Turulato dijo...

Carmiña, preciosa,.. Sonríe, aunque sea poquito. Yo me alegro sólo con leer tu nombre. Un abrazo, cálido y lleno de afecto.