Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

viernes, 6 de abril de 2012

Vengo a pedirte Perdón

Hola Abba. Estoy algo modorro; iba a echarme la siesta, así que disculpa la torpeza de mi pensamiento. Necesito pedirte perdón y quiero aprovechar que lo que se conmemora estos días es, a mi modo de ver, la Demostración del Perdón del Amor. A mi me enseñaron siendo niño que Tú exigiste para la Redención del Hombre un sacrificio de sangre inconmensurable; solo eso te aplacaría, al más puro estilo hebraico. Me mostraron entonces y durante mucho tiempo después, sangre, sufrimiento, tristeza, castigo, miedo,...

Lo acepté porque era un niño. Lo que me decían mis mayores y más si vestían de negro, iba a misa; valga la expresión. Vista desde hoy, esa enseñanza solo ha servido para alejarme de ti; cuando necesitaba un padre que me aconsejase como vivir, solo era capaz de dirigirme a un juez. Recibía castigos, o yo los sentía así; nunca apoyo. Por eso o por lo que sea, he hecho de todo y nada bueno, pues no se puede crecer y formarse a base de miedo.

Cuando era niño miraba a quienes tenían la edad que tengo hoy y les llamaba ancianos. La mentalidad de entonces. Con todo, voy sintiendo muy poquito a poco tu cercanía y quiero estar a tu lado. A tu lado.. Soy un desastre y no doy una a derechas, bien lo se. Pero siento a mi Abba y le pido amparo. Solo Tú, que siendo Dios naciste un día hombre -lo creo sin entenderlo-, puedes entregarte a nosotros hasta el extremo de dejar que hagamos contigo lo que sea. Amor es Entrega y solo Él se entregó absolutamente. Y quien ama así, perdona. Como solo Tú eres capaz, sin que tengamos que plantearte motivo alguno y haciendo desaparecer absolutamente la ofensa como si nunca hubiese existido. Para mí eso es imposible; si acaso, logro disculpar algunas veces, cuando descubro alguna razón que lo justifique.Por eso siento la Pascua como una demostración de Amor y de Perdón. Ambos no pueden existir el uno sin el otro.

Pero te hablaba de mí.. Un desastre, decía. Sé que es así. Sé que añadiste a tu Entrega un regalo: la Esperanza. Creo que resucitaste al tercer día después de morir -tampoco sé como- y sé que eso implica que hay Vida más allá de la existencia que conozco. ¡Maravilloso!. Todo el miedo que tengo se diluye, pierde su ser si hay algo después que lo deja atrás.

Aunque lo de creer.. Más bien estoy convencido, que si lo sintiese de verdad viviría de otro modo, según deseas. Y no. Ya te digo, un desastre. Y por eso vengo en busca de perdón, sin motivo, con las manos vacías.. A pedirte que me perdones, que no sueltes mi mano, que te compadezcas de este desastre que te habla... Abba...

(La traducción más exacta de la palabra abba, del arameo - galileico al español, sería "papaito, papi") 

2 comentarios:

Silvia dijo...

Querido desastrillo (porque desastre no sé, pero exagerao...Tela!!)
Abba nunca ha dejado de agarrarte la mano o de consolarte cuando lo necesitabas (y cuando no), solo que a veces nos enfurruñamos como niños chicos y no nos damos cuenta. Como nos sucede con el perdón, que creemos que no tenemos el suyo cuando en realidad no tenemos el nuestro. Supongo que así nos buscamos una excusa para elegir no vencer la pereza ni el miedo y no vivir acorde a lo que nos enseñó.
Pero,a diferencia de nosotros, tiene paciencia.
Un abrazo de otro desastrillo

Gala dijo...

En cada uno de nosotros habitas, aunque no te reconozcamos. Tú estás conmigo y yo te pertenezco, pero vivo ocultándome. Te negamos y volvemos la cara para atender solo a lo perecedero; pero eso es indiferente, porque tú estás ahí. esperando. Me llamas y no respondo; pero ahora sé que vivo porque tú eres la vida. Me has vuelto a llamar, otra vez, y en medio del desierto mi garganta ha gritado. Te he reconocido. Sé que me abarcas. Perdón y cobijo. Reencuentro.