Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

sábado, 14 de abril de 2012

Auctoritas, Potestas, Imperium

Estoy viendo "Historias de la radio". Sin chulos ni putas, con actores de la edad de sus personajes, contando cosas de la vida de cualquiera. ¡Fantástica!. Y eso me ha hecho meditar sobre como sentimos la existencia. Creo que cualquier tiempo pasado fue .. como hoy en día. Cambian solo las palabras que los describen, pero no su contenido. Cuando se tiene como yo ciertos años y miras atrás, ves con claridad que año tras año unos y otros buscamos lo mismo: un cacho de felicidad.

Precisamente por eso creo que es interesante repasar ciertos aspectos del Derecho Romano. Cursé la carrera según el Plan de 1953, lo que implicó que la asignatura fuese anual y no como la de alguno de mis alumnos de hace años, que sacó una nota excelente asistiendo a un seminario que duró desde el lunes al viernes de la misma semana. Este recordatorio es, sin duda, una pequeña rabieta, pero también en lo que me voy a basar para explicar algo: como nos manifestamos ante los demás.

Cuando dialogo con alguien, o leo lo que ha escrito, no solo me importa lo que dice sino que me resulta esencial la calidad de quien se expresa. ¿A qué me refiero?. Auctoritas, potestas, imperium. Comenzaré por este último concepto. El Imperium es el flujo de fuerza que emana del Poder; quien tiene el Poder posee la capacidad de proyectarlo sobre la sociedad. Lo de menos es si esa capacidad es legítima o no, si convence o machaca, si se apoya en la fuerza bruta o así, si se ampara en la legalidad o no. El Estado posee Imperium; creo que no es preciso explicarlo. Pero en un ámbito de menor extensión, diría que también lo tiene Vito Corleone...

En todo hay matices; en sentido estricto solo puede predicarse del Estado, aunque en los tiempos que corren, en que el estado clásico ha cedido ciertas parcelas de su soberanía a organizaciones supranacionales, creo que solo existe un Imperium restringido en su ejercicio a ciertos asuntos y territorios.  

Potestas.. De un modo u otro, apoyándose en normas que ha promulgado, como consecuencia del Imperium que posee, toda organización que dispone de este último constituye una estructura de órganos que le permiten ejercer capacidad de coacción cuando la gente no se ajusta a lo que el Poder ha establecido. El ejemplo más típico del ejercicio de la Potestas es la labor de un juez; ante este órgano unipersonal se plantean controversias, que resuelve aplicando normas derivadas del Poder y que este ha creado porque dispone de Imperium.

Pero lo anterior solo ha sido necesario como contrapunto de lo que voy a explicar ahora y que como dije al principio es el motivo de este artículo. Auctoritas.. El Imperium se basa en el dominio del Poder y la Potestas no deja de ser la materialización de aquel. Pero hay obras de ciencia ficción en que uno y otra son ejercidos por máquinas, y yo me dedico cada día más a la persona.

Según expone la "Wiki", "en Derecho Romano se entiende por auctoritas una cierta legitimación socialmente reconocida, que procede de un saber y que se otorga a una serie de ciudadanos. Ostenta la auctoritas aquella personalidad o institución, que tiene capacidad moral para emitir una opinión cualificada sobre una decisión. Si bien dicha decisión no es vinculante legalmente, ni puede ser impuesta, tiene un valor de índole moral muy fuerte. El término es en realidad intraducible, y la palabra castellana "autoridad" apenas es una sombra del verdadero significado de la palabra latina. El concepto se contrapone al de potestas o poder socialmente reconocido".

Detengámonos en la diferencia: disponer de Auctoritas requiere legitimación, mientras que para tener Potestas solo se exige que el Poder que controla la Sociedad te la reconozca. La diferencia es esencial. En Teoría del Estado nos referimos a algo legítimo solo cuando emana de la voluntad de la mayoría. Así, el nombramiento de un obispo entre las primeras comunidades cristianas se producía porque cada una de estas sentía que tal miembro de ella poseía algo que permitía considerarle idóneo para tal función (y no era necesario que nadie se postulase para ello; la comunidad señalaba y eso era todo); y lo mismo sucedía en el Derecho Germánico Altomedieval, que se aplicó en Hispania por cierto, donde la comunidad nombraba para dirimir sus problemas internos a quien consideraba que captaba mejor el sentido de lo justo que era común entre ellos.

En fin. La Auctoritas se gana, se suda, y se basa en exigirse antes lo que pediremos luego a otros si se da el caso. En sujetarse a la Moral y no al interés ni al utilitarismo. En llamar a las cosas por su nombre y no descafeinar algo para hacerlo más asequible. En ganar lo que se tiene mediante el propio esfuerzo y no ordeñando a los demás. Y así.. Y luego en callarlo, en no pregonar méritos, que todo lo anterior será si se abre paso por si solo en el corazón ajeno y carece de valor si se publica.

Vean aquella película y verán a gente enorme ejerciendo esto. Disfruten y vivan.  

1 comentario:

Silvia dijo...

Vi esa película hace años y me gustó mucho. Había drama, pero destilaba luz. Vida al fin y al cabo.
Creo que voy a volver a verla con los nanos.
Yo conozco a varias personas como las que describen, que se han ganado su Auctoritas.
Gracias.