Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

lunes, 12 de marzo de 2012

Si vis pacen para bellum

Si recuerdan algo de nuestra Historia y ciñéndonos a los tres últimos siglos - XVIII, XIX y XX -, cada vez que los españoles han sentido la proximidad del Ejército durante un periodo largo de tiempo ha sido porque vivían una guerra que incidía plenamente en sus personas, familias, casas y medios de sustento. Guerra de Sucesión, Guerra de la Independencia, Guerras Carlistas y Guerra Civil.

Se dice en el estudio de la Historia Militar que las naciones solo suelen sufrir una guerra civil con carácter general, que afecte a todo su territorio y a toda su población. El enfrentamiento familia a familia, vecino a vecino, lugar a lugar, cultura a cultura, origina tal quiebra íntima y un sufrimiento de tal magnitud que queda grabado en los genes que aquello.. ¡nunca más!. También se dice que la excepción confirma la regla... Sucesión, Independencia, Tres Carlistas, Civil... ¡Nos hemos matado entre nosotros como cerdos!. Y que hayan colaborado otras naciones nada cambia lo anterior.

Así que comprendo que con semejante experiencia los españoles no sepan bien si el uniforme que ven viene en su ayuda o a destazarles. Eso no solo ha originado escaso aprecio por el Ejército, sino que nos ha hecho desconfiar profundamente del vecino, que vete tú a saber si es de fiar... El resultado, una sociedad de guerreros - que pacifistas no somos, precisamente -, extremadamente individualista y desinteresada de todo lo que implica la Defensa Nacional. O sea, el lugar perfecto para armarla.. El sueño de todo "aquel" que piense distraer sus problemas internos jodiendo en casa ajena. 

(En la parte inferior izquierda podrán leer "subtitles available in"; desplieguen la ventanita donde puede leerse "15 languages" y seleccionen "spanish". La imagen aparecerá subtitulada en español para aquellos que no entienden el inglés)



7 comentarios:

Silvia dijo...

Muchas gracias por compartirlo, ha sido muy interesante. Aunque siento decirlo, aquí lo tenéis más crudo pues el público español es mucho menos receptivo y respetuoso que el del auditorio holandés y muestra más ignorancia.
Quizás si el Ejército (y no pienso en desfiles, sino en jornadas de puertas abiertas, siempre que la seguridad de sus efectivos lo permita) se diera más a conocer, más su día a día, sería más sencillo salvar esa distancia entre la ciudadanía común y él.
Un abrazo

Turulato dijo...

Recuerda Silvia que la última vez que España fue invadida y ocupada la mayor parte de su territorio, fue a comienzos de XIX. Holanda fue pasada por la piedra y ocupada por las unidades alemanas en cada una de las dos Guerras Mundiales. No hay nada que haga más sensata a la gente que sufrir la realidad.

Cada día estoy más convencido de que lo de los desfiles y eso, no deja de ser un recurso fácil e inútil. Hay que sustentarse en necesidades reales bien comprendidas (Israel y Suiza)y no en publicidad edulcorada.

De donde arrivamos a la cuestión española: la gigantesca falta de formación. En esto, en Economía, en Convivencia, en Lenguaje, en Historia, en ...

Anónimo dijo...

El ejército es una realidad en la que prefiero no pensar, Turulato.

Cuando estaba en primero de carrera y oía a alguna de mis compañeras pedir la igualdad entre hombres y mujeres y, por tanto, exigir para las mujeres la mili, yo les decía que estaban locas, que lo que teníamos que pedir era que los chicos no la hicieran.

Nunca me han gustado los ejércitos, ni los democráticos.

Comprendo que mi posición es bastante hipócrita, porque si mañana mi país fuera invadido por otro... Ves, soy vasca y por esto tampoco me gustan los ejércitos. Se me hace un vacío difícil de rellenar cuando trato de completar esa frase. Porque mi país, es el País Vasco. No tiene ejército, sólo un cuerpo policial y, hasta hace nada, un grupo armado organizado, no elegido democráticamente que sin embargo se consideraba un ejercito para la liberación de mi pueblo, del pueblo al que pertenezco. El otro ejército, el español, era algo temible para mí, era el ejercito de los represores, del dictador... era el ejército del enemigo, el invasor.

Entiendo la historia que nos es tan estudiadamente explicada en el vídeo que presentas, Turulato. Sé que si cualquier amenaza que no atendiera a razones diplomáticas sino sólo a la fuerza se ciñera sobre nuestras cabezas (la de mi pequeña familia, mis amistades, las personas que conozco, valoro, admiro, quiero), si cualquier amenaza de ese tipo fuera real, yo agradecería que una persona armada, un ejército organizado nos librara de ella lo antes posible. Decir "lo agradecería" es quedarme muy corta. Admiraría, bendeciría...

Sin embargo, aunque quiero la paz, prefiero dedicarme a preparar la paz. Prefiero dedicarme a la educación, a aprender yo misma a resolver los conflictos de forma pacífica, a facilitar que aprendamos todas y todos a controlar nuestra violencia, a reconducir nuestra rabia, nuestra ira, y a procurar que no sean necesarias, que no surjan.

¿Y entonces, qué hacer frente a la petición de respeto, de cuidado, de dotación que hace el jefe del ejército holandés?

No lo sé. Pero te agradezco que hayas sido claro, cada vez más claro y explícito en este blog. No quiero pensar que haya sido una estrategia tan cuidada como la posición de las manos del protagonista del vídeo o la elección de la capitana preciosa y herida en combate colocada junto a ese moderno fusil (?).

Yo nunca hubiera entrado en un blog de un miembro de un ejército. Nunca.

Ahora parece que estoy claramente en él. Y es una realidad (espero). Conozco al hombre que elige extraordinarios cuadros, narra atrapando mi atención desde el principio, elige buena música... y ha servido o sirve en el ejército español (?).

No sé. Sea como fuere, estoy ante el ejército como un hecho próximo. No es el presupuesto que siempre he pensado que estaría mil veces mejor empleado en educación, investigación, innovación, ayuda a quienes menos tienen en España o fuera de ella... Es un asunto próximo, tiene un "rostro", le pongo una persona, con recuerdos, sentimientos... No eres el primer militar que conozco, pero sí el primero del que conozco parte de sus gustos, deseos, temores...

No sé cuál era tu objetivo, Turulato. Sé que llevo desde que publicaste esta entrada, "rumiando", digiriéndola, sin siquiera haber sido capaz de terminar de ver su vídeo. Aún no he acabado de pensar en ella, de colocar las piezas. No creo que vaya a ser fácil. Pero sin duda, has cambiado mi vivencia. Sigo teniendo un profundo miedo, terror, a lo militar y a los militares y, por tanto, ahora también a ti (soy más consciente de tu profesión), Turulato, pero algo ha cambiado.

Gracias por tu entrada.

Buena noche.

Turulato dijo...

Los hombres decimos a veces frases grandilocuentes. Si lo hacemos fuera de ocasión resultan ridículas, pretenciosas. Pero si saltan en el momento justo y ante la ocasión precisa, adquieren el valor que les es propio. Creo que es el caso. Así que mirémonos a los ojos Anderea y de Hombre a Hombre...

Soy militar, aunque ya no en activo. Los años pasan y pesan. Me he sentido de un pueblo a 60 quilómetros de Bilbao, ciudad de mis amigos y de amores, donde hace años -en los que el terrorismo asesinó a más personas- estuve destinado. En mi primera semana asistí a dos funerales y cuando me destinaron a otro lugar, mi unidad había sufrido cuatro muertos y seis heridos.

Es duro sentir cerca la muerte. Cualquier muerte parece no tener razón, pero cuando otro se arroga el matar, disponer de la vida, preparándolo antes, el Hombre muestra la parte monstruosa de su condición, la que impone el Miedo. Tienes un artículo en que basándome en una obra de Dalí intenté explicarlo. Como he dicho varias veces -siguiendo a don Julián Marías- es una de las dos únicas seguridades que tiene el Hombre: que algún día moriré; la otra es que he nacido. Y con todo, cuesta; mucho, a veces demasiado..

Los Ejércitos no son ni buenos ni malos. Como una piedra o un arma. Utilizamos pésimamente el lenguaje, con dejadez, y acabaremos por no entendernos ni entender nada. La Bondad y la Maldad son privativas del Hombre, solo de él, y no pueden predicarse de objetos inanimados ni de organizaciones. Lo que si son los Ejércitos es la demostración palpable del fracaso de la convivencia del Hombre a lo largo de toda la Historia. Mucho tiempo, todo el tiempo..

Y es que, conocidos por el nombre que sea, siempre hubo grupos de gente que se aliaban para molerse a palos con otros similares. Mucho tiempo, todo el tiempo.. Y a la vez, todos los agrupamientos humanos consideraron algo maligno y contrario al Hombre que uno de su especie diese muerte a un semejante; y enseguida tomaron las más contundentes medidas si se mataba pensándolo antes y buscando no correr riesgos. Los hombres que captaban el sentimiento de la comunidad y que decidían en el antiguo Derecho Germánico altomedieval que regía, entre otras, esas tierras tuyas, lo consideraban la agresión más grave a la Comunidad.

Matan los Ejércitos. También. En cantidades industriales y no es una frase, sino una descripción exacta. Pero la diferencia es esencial, absoluta. Quien sea llamado a formar parte del Ejército y a combatir, con las consecuencias lógicas, puede negarse ejerciendo su libertad de decisión; soportará las consecuencias, pero se niega a luchar contra sus semejantes.

Por contra, un asesino solo ejerce su voluntad y libertad para matar, para eliminar la Vida. Inhumano, terrible. Nada tiene que ver aquello con esto. Malignidad en estado puro. Sea la que sea la razón aducida.

Sigamos.. ¿De donde soy?. ¡Y yo que sé!. Cuando tenía pocos años me sentía de aquel pueblo que dije, uno más de su gente marinera, pues de la mar vivíamos. Años después, habiendo trabajado en cuatro países y solo en España, en 19 lugares... ¡Y yo que sé!. Me amigaba y enamoraba en no se donde, para abandonar todo y volver a empezar. Una y otra vez. Cuando crees maravillosa una forma de ser y te identificas con ella, aparece otra en otro sitio que te llena tanto o más. Una mañana cualquiera despegas para probar una aeronave -fui piloto de pruebas- y subes y subes.. Contemplas el Cantábrico, Galicia, los Pirineos, ... ¡Todo a la vez!. Y sientes, yo por lo menos, que es chiquito y que es absurdo limitar, que no hay barrera alguna, aunque se pretenda que sea inmaterial.

¡NECESITO MUNDO, ESPACIO, SIN LÍMITES, SIN FIN!.

A estas alturas amiga mía, franca y noble amiga mía, mi patria y mi corazón están en la mujer que amo y en mis hijos. ese mundo artificial que me cuenta me importa poco. Solo me duele.

Anónimo dijo...

De Hombre a Hombre, de mujer a hombre, Turulato, gracias por tu respuesta. Agradezco tu franqueza y tu valentía.

Desde que la he leído (tu respuesta), mi pensamiento vuelve a ella, a sus fragmentos.

Te haría muchas preguntas personales, discutiría contigo algunas de tus afirmaciones claves. No quiero sumar malestar a nuestra conversación cuando te digo que la primera entrada de mi blog era, esta:

http://anderea2157.blogspot.com.es/2008/10/arren-b-brechten-poesia-erabiliz.html

Quiero que comprendas lo difícil que me resulta pensar con claridad en esta cuestión y dirigirme a ti con el cariño alegre con el que lo hacía.

Me impresionan ahora, sobre todo, dos fragmentos de tu comentarios.

Éste, crudo y real:

"Matan los Ejércitos. También. En cantidades industriales y no es una frase, sino una descripción exacta".

Y tu final:

"A estas alturas amiga mía, franca y noble amiga mía, mi patria y mi corazón están en la mujer que amo y en mis hijos. ese mundo artificial que me cuenta me importa poco. Solo me duele".

Lo siento, Turulato.

No sé si soportaría ver lo que han visto tus ojos a lo largo de tu vida laboral.

Quizá por eso mismo y de cualquier modo, un abrazo al hombre que siente el dolor.

Turulato dijo...

Puedes preguntar lo que quieras Anderea(tienes una dirección de correo en el propio blog, soterrada por el perro que no para de correr). Confío en ti. Además a estas alturas no busco convencer a nadie de lo que sea y posiblemente eso tiene sus ventajas. Mi bagaje de ideas y de creencias es mínimo. Digo que esto o aquello es de tal manera porque así me lo ha enseñado la realidad; que esta haya sido de mi agrado o no, fue y es indiferente. Mis ideales fueron arrasados hace tiempo, por unos y por otros.

Hoy reúno experiencia y algún que otro conocimiento adquirido estudiando. Aquella no admite más que a sus iguales y estos, más que míos, son de quienes los desarrollaron.

De lo que he escrito en los comentarios al artículo, que publiqué sin repasar -a bote pronto-, solo me gustaría ampliar algo. Quizá porque ha llamado tu atención...

Cuando las fuerzas armadas de quien sea son puestas en marcha aparecen los muertos.. Pero que nadie se llame a engaño, que nadie sea superficial ni se deje engañar por lo más fácil. Ese fracaso humano no puede limitarse a aquellas; no son sus miembros los únicos culpables y el resto de la sociedad, pobres inocentes. Quien ordena de verdad lo que hay que hacer es quien dirige la sociedad a la que pertenecen aquellas y eso implica en nuestro Primer Mundo que hemos elegido mediante nuestros votos a quien ordena la matanza. Nadie es inocente, todos somos, en la medida que sea, culpables. Y si no se cree así.., pues muy bien.

Las mayores bestialidades que he conocido no las cometieron soldados, sino carniceros -sic en algún caso- desahogando sus pasiones y venganzas paridas en el trato diario y menudo de las gentes. Antes de destazar eran ciudadanos normales, luego se calzaron alguna ropa que disimulase quienes eran y tras quedar ahítos de horrores, se desprendieron de aquellas prendas que siempre consideraron absurdas y tornaron a sus ocupaciones. Tenían razón... La muerte siempre tiene razón

currinche dijo...

Vaya Turulato !!De los mejores artículos e intervenciones que has tenido !! Es tan difícil compaginar dos mundos tan enfrentados,
y más si no hay voluntad de hacerlo!!Ojala que hubiera más personas abiertas a aprender y descubrir cosas nuevas como Anderea ,sin juzgar a priori antes de conocerlas a fondo !!