Pues si. He estado unos días por ahí. Me hacían falta. Romper el contacto para luego entablarlo mejor. Uno de nuestros hijos nos ha invitado a pasar unos días en Londres; o sea, que me ha costado un ojo de la cara. Cosas de la paternidad..
Así que no es extraño que cuando en Stansted sonó el pitico y el hombre aquel me llamó a su presencia, diciéndome que abriese los brazos, me saliese del alma un sonoro Y looove you!. Comprenderán que con el magreo que me estaba metiendo no pudiese resistirme. Pero tenía buena pasta.. Cuando descubrió la razón del piiiii, me dijo sonriendo: A bionic man!.
El resto, cuando hay que superar hoy en día el control de un border anglosajón, se reduce a paciencia y a sumergirte en una masa gigantesca que se desliza muy lentamente. Si vuelves la cabeza contemplas como unos pastores vestidos con un chaleco amarillo conducen al aprisco en el que estás a otros borregos como tú.
Y digo lo de borregos porque cuando nos permiten acceder al avión aquella gente pierde la poca compostura que tenía tras la espera aeroportuaria. Quedaron atrás los tiempos en que el tenis y el volar eran lugar de damas y caballeros. Ahora corren, se atropellan unos a otros para coger un sitio junto a la ventanilla, de modo que quien les contempla no siente que está ante personas. Desagradable.
Ya en el avión -de Ryanair- suelo situarme en los asientos inmediatos a las salidas de emergencia. Son mucho más amplios. Una de sus azafatas, que presenta el mismo gesto avinagrado y displicente de todas las de esta compañía, me dice en inglés que en esos asientos no puedo colocar objeto alguno, pues tienen que quedar libres y etc.. La escucho cual Buster Keaton y cuando acaba le preguntó en alemán que que ha dicho, a lo que colabora mi querida esposa pidiéndole que se lo diga en francés. Tocapelotas; desahoga.
A partir de ahí, el vuelo es un circo. Una tripulación de cabina que se empeña en no hablar más que en inglés y un pasaje que solo habla español en un 95%. En el de vuelta, con ese carácter nuestro, tan propio, que considera que sus costumbres son ley, muchos pasajeros se sueltan los cinturones y comienzan a levantarse en plena carrera de aterrizaje. La caravinagre se desgañita diciendo que se sienten -¡coooño!- y se abrochen.. ¡Ja!. Simon, el único sensato y ágil entre el personal de cabina, comienza a clamar una y otra vez por megafonía algo así como ¡Schuschu!, mientras hace gestos de abrocharse el cinturón...
Londres es así como grandota. Eparramá, que diría.. De modo que hay que analizar donde tenemos la base de operaciones. En mi caso, junto a Lancaster Gate y Hyde Park. El hotel es chiquito, como debe ser, y su calidad responde a lo que aparece en su web. Diría que más, incluso. Impecablemente limpio y cuidado, y con un servicio exquisito.
Deduzco que es un hotel para británicos. Solo dispone de canales de televisión de su país y no he conocido a clientes de fuera de las Islas. Creo que es una ventaja; niños, sudores y esas cosas. Las marcas de los coches aparcados ante él, en calle privada, orientan algo: varios Jaguar XJ y algún XF, negros e impecables, un Bentley y un Maserati Quattroporte.
Tanto el desayuno como cualquier comida que deseen se la servirá en la habitación un camarero vestido de blanco y con un completo delantal negro; el comedor se utiliza como parte del salón de estar. Como ustedes eligen lo que quieren desayunar, les recomiendo su yogur natural, que sirven en un cuenco, y la macedonia de frutas, absolutamente espléndida. El pan es de tres clases siempre. El café, excelente y abundantísimo, como todo en general, aunque los croissants quizás estén poco horneados para el gusto español; por eso me gustan. La mantequilla, exquisita. Y más.. Por cierto; les recomiendo que reserven siempre habitaciones executive, que conceden cierto desahogo, y camas king size, pues por lo menos a mí me gusta dormir pata'qui pata'lla.
Pueden hacerlo decentemente en un pub (por favor, pronuncien terminando en una sonora "pe", que algún día van a tener un disgusto), en especial si quieren saber que es eso del Fish & Chips, aunque suelen tener alguna otra cosa. Les recomendaré dos.. The Swan y el Carpenters Arms. El primero, según pueden leer, tiene varios siglos a sus espaldas y es un clásico, si no imprescindible. Para no cansarles, bebedero junto al matarile que daban a lo más granado y florido de la sociedad...
El Carpenters Arms queda más a trasmano, en Windsor, en un callejón anterior al de la Casa Inclinada. Bonito. Y también con su historia a cuestas. Resulta que en sus sótanos parece que existen unos túneles que lo conectan con los Apartamentos del Castillo de Windsor, donde vivieron los reyes durante unos 9 siglos, si mi memoria no falla. Así que pueden pensar lo que quieran.. Dicen, Oh my God!, que en realidad los usaban para ponerse ciegos de...
Bien, prosigamos. Ya en Londres, cené en la terraza -pequeñita- de Cristini, en una curiosa rotonda, sin obra y pintada en el suelo. Les aconsejaría que prueben el ravioli de langosta y gambas, que está muy rico. O el restaurante de comida india que está justo al lado. Para gustos, colores. Pero les dirigiré a otros sitios.. La mención de Cristini me ha recordado una escena de seducción que presencié en la mesa de al lado...
Ambos de treinta y muchos. Posiblemente escandinavos. Ella, vestida de verano en color malva, espectacular. Deslumbrante como solo pueden serlo las mujeres con personalidad e inteligencia que, además, físicamente tienen algún rasgo que les otorga un equilibrio fantástico. Él.., seguro y despreocupado.
Siempre sentí que seducir es jugar. Vivir y disfrutar. Entregarte a la inteligencia de ella y olvidarte de lucir pretendidas dotes. Escuchar. Y contemplar.. Y eso hizo él. En silencio. Bailar con los ojos de ella en silencio. Pensé que iba a ganarla.. ¡Pero qué señora!. Aceptó el reto. Y usó su palabra para llenar el aire de ritmo vital, mientras le bañaba con su sonrisa. Le aconsejé en silencio que se rindiese y se dejase llevar.. Ellas saben.
Así que pensemos en un lugar para ir a cenar suavemente con ella. Island, frente a Hyde Park. El ambiente es algo fresco; quizá puedan amparar sus hombros, si saben.. Luz tenue. Excelentes los calamares y la parrillada de carnes; la lubina con limón, quizá no tan a nuestro gusto. El servicio muy amable; en mi caso, brasileña.
Vayamos ahora a un lugar distinto y alejado del anterior. Tuttons, en Covent Garden. Es sorprendente la cantidad de franceses que encuentra uno allí; se comprende al probar el paté. Y la carne, sabrosa; aunque aun pidiéndola red rare me la dieron, para mi gusto, al punto. La próxima vez, pediré que me la sirvan viva .. ¡Ah!; excelente la sidra irlandesa, aunque tirando a dulce.
Prueba superada. Así que vamos a lo serio. Lo que cualquiera de nosotros llamaría el supermercado. Organizado en salas, según productos. Y con posibilidad de comer ... ¿Qué quieren que les cuente?. Nunca se imaginarán lo que supone para mí contemplar tanto y tan bueno. Solo pasear despacio e ir observando orígenes y calidades, es un placer.
Olvídense de las prisas. Que en Londres hay mucho que ver -en este artículo solo picoteamos un poquito y sin mayores pretensiones, pues su único objeto es contarles algo de lo que he hecho-. Por mí pueden "hacer el turista" e ir con la lengua fuera, corriendo de aquí para allá, sintiendo que para una vez que salen en su vida tienen que ver mucho, aunque no se enteren de nada. Pero no es eso, no es eso.. No se trata de acumular, como si se tratase de un programa de puntos para que te regalen una fregona barata. Se trata de vivir, de saborear... Requiere tiempo y calma.
Sigamos, que me disperso con facilidad. En Fortnum & Mason .., más de lo mismo. El trato no es que sea para enamorar, precisamente; quizá me tocó a mí.. ¡Pero que espectáculo!. Distinto a Harrods, más elegante, con más estilo. Por cierto.. España tiene productos fantásticos, pero de nada sirve la calidad sin mejor presentación; nuestro aceite tiene inexcusablemente que desterrar el envase de plástico. Eso de que "el buen paño en el arca se vende" es una memez absoluta en el ámbito comercial actual. Precisamente en un comercio como este se aprecia el valor añadido del estilo y la imagen a la calidad intrínseca del producto. Sin duda. Y quien no es competitivo, se muere de hambre.
De modo que pasemos a la ropa. Acerquémonos a Ede & Ravenscroft. Allí pueden encontrar esa ropa tan necesaria para vestir como un señor. Lo de caballero tendrán que demostrarlo en la mesa, en el juego y con una mujer. Les aconsejo que pasen por la tienda abierta en Savile Row; suele vestir a gente de cierta calidad.
Prima el colorido. Calabaza, verde manzana, malva, amarillo huevo, azul río ... Gustos clásicos. El contrapunto de la chancleta sudada, el pantalón corto peludo y la camiseta sobaquera. En mi caso, encontré una americana azul mahón, a juego con una camisa listada en blanco y azul, corbata marrón carmelita, pantalón hueso y zapatos de ante malva oscuro que me encantaron. Y es que cada uno es cada cual y no como otros.
Les muestro un vídeo con dos especímenes, uno cristiano, tipo Texas -lugar donde hasta pudiera ser que ajusticiasen a un bebé (Homer Simpson dixit)- y otro musulmán. Subidos en sendas escaleras caseras, típicas del chapucillas, se desgañitaban pregonando sus creencias. Y de vez en cuando, el cristiano se volvía hacia el musulmán haciéndole gestos para que se callase, mientras daba alaridos mentándole a ...
Por si quieren contemplarles más a gusto incluyo alguna foto, tanto del musulmán como de otro curiosísimo..; vestido con prendas del Bristish Army (¡por favor, no sean paletos y no lo confundan con la Armada!), con el pelo cortadico, cortadico, una cicatriz en la cara y sosteniendo una bebida en sus manos, paseaba de un orador a otro mascullando su disconformidad.., hasta que se detuvo a perorar su pensamiento en voz tan baja y con tal pinta de alunado que no cosechó éxito alguno.
¡Y ahora démonos prisa y acudamos a la Fiesta Española!. Pues viene a resultar que hay que darse a conocer. Para que se hagan una idea del asunto voy a incluir unas cuantas fotos. En la primera, correspondiente a la Comunidad de Navarra, pueden ver una charanga; fíjense en el fulano del micro.. ¡¡¡Un crack!!!. Con un inglés parecido al que hablaba Sitting Bull, explicaba literalmente la letra de la canción.. Algo así como decirle a un Royal que "of lost to the river". ¡Absolutamente genial!.
El resto, pobrecico; para que engañarnos. Mucha publicidad y poca chicha. Promoción deportiva de nuestro baloncesto, fútbol y tenis. Exhibición de Emilio y sus coches (¡con que fuerza y habilidad ha sabido entrar en el mercado británico!), churros y poco más. ¡Ah!, representando a Aragón estaba un tal Callizo, dándose ufano el pote a costa de nuestros bolsillos.. La caseta de su comunidad autónoma, cerrada.
Acabo. Que ya va siendo hora. Quedaría Portobello.. Buen sitio para comprar, si se sabe que se compra y si se entiende sobre lo que se compra. Recuerden lo que cantaba Patxi Andión.. Lo demás, una masa enloquecida de Mari's gritando en español: ¡¡¡Pepiiiiiiiii, mira que mono, me chifla!!!. Y una soba como resultado de la caminata.. Así que les dejo, que tengo que descansar. Y ustedes también, después de semejante discurso...
El viaje
Viajar al revés es, cuando menos, muy extraño. Aunque han pasado unos años, mi costumbre es moverme por los aeropuertos como si estuviese en mi casa. Ahora, por contra, cuando quiero entrar, unos señores muy serios me contemplan como si fuese el pavo de Navidad al que van a desplumar.. Y es cierto. Te dejan casi en pelota, te hacen pasar por unos arcos que pitan -casi siempre- y en cuanto te descuidas te soban de lo lindo.Así que no es extraño que cuando en Stansted sonó el pitico y el hombre aquel me llamó a su presencia, diciéndome que abriese los brazos, me saliese del alma un sonoro Y looove you!. Comprenderán que con el magreo que me estaba metiendo no pudiese resistirme. Pero tenía buena pasta.. Cuando descubrió la razón del piiiii, me dijo sonriendo: A bionic man!.
El resto, cuando hay que superar hoy en día el control de un border anglosajón, se reduce a paciencia y a sumergirte en una masa gigantesca que se desliza muy lentamente. Si vuelves la cabeza contemplas como unos pastores vestidos con un chaleco amarillo conducen al aprisco en el que estás a otros borregos como tú.
Y digo lo de borregos porque cuando nos permiten acceder al avión aquella gente pierde la poca compostura que tenía tras la espera aeroportuaria. Quedaron atrás los tiempos en que el tenis y el volar eran lugar de damas y caballeros. Ahora corren, se atropellan unos a otros para coger un sitio junto a la ventanilla, de modo que quien les contempla no siente que está ante personas. Desagradable.
Ya en el avión -de Ryanair- suelo situarme en los asientos inmediatos a las salidas de emergencia. Son mucho más amplios. Una de sus azafatas, que presenta el mismo gesto avinagrado y displicente de todas las de esta compañía, me dice en inglés que en esos asientos no puedo colocar objeto alguno, pues tienen que quedar libres y etc.. La escucho cual Buster Keaton y cuando acaba le preguntó en alemán que que ha dicho, a lo que colabora mi querida esposa pidiéndole que se lo diga en francés. Tocapelotas; desahoga.
A partir de ahí, el vuelo es un circo. Una tripulación de cabina que se empeña en no hablar más que en inglés y un pasaje que solo habla español en un 95%. En el de vuelta, con ese carácter nuestro, tan propio, que considera que sus costumbres son ley, muchos pasajeros se sueltan los cinturones y comienzan a levantarse en plena carrera de aterrizaje. La caravinagre se desgañita diciendo que se sienten -¡coooño!- y se abrochen.. ¡Ja!. Simon, el único sensato y ágil entre el personal de cabina, comienza a clamar una y otra vez por megafonía algo así como ¡Schuschu!, mientras hace gestos de abrocharse el cinturón...
Dormir y eso
España está en ciertos aspectos a un nivel muy alto. Y estamos acostumbrados a pensar que lo que hay aquí es similar a lo que encontraremos por ahí; y no. Existen establecimientos espectaculares, pero según algo se masifica decae la calidad, por lo que hay que tener cuidado en lo que se elige.Londres es así como grandota. Eparramá, que diría.. De modo que hay que analizar donde tenemos la base de operaciones. En mi caso, junto a Lancaster Gate y Hyde Park. El hotel es chiquito, como debe ser, y su calidad responde a lo que aparece en su web. Diría que más, incluso. Impecablemente limpio y cuidado, y con un servicio exquisito.
Deduzco que es un hotel para británicos. Solo dispone de canales de televisión de su país y no he conocido a clientes de fuera de las Islas. Creo que es una ventaja; niños, sudores y esas cosas. Las marcas de los coches aparcados ante él, en calle privada, orientan algo: varios Jaguar XJ y algún XF, negros e impecables, un Bentley y un Maserati Quattroporte.
Tanto el desayuno como cualquier comida que deseen se la servirá en la habitación un camarero vestido de blanco y con un completo delantal negro; el comedor se utiliza como parte del salón de estar. Como ustedes eligen lo que quieren desayunar, les recomiendo su yogur natural, que sirven en un cuenco, y la macedonia de frutas, absolutamente espléndida. El pan es de tres clases siempre. El café, excelente y abundantísimo, como todo en general, aunque los croissants quizás estén poco horneados para el gusto español; por eso me gustan. La mantequilla, exquisita. Y más.. Por cierto; les recomiendo que reserven siempre habitaciones executive, que conceden cierto desahogo, y camas king size, pues por lo menos a mí me gusta dormir pata'qui pata'lla.
Manduca y lo otro
En este asunto hay que hilar muy fino, que ya se dice en El Quijote que no puede haber buen gobierno de algo sin el mejor gobierno de las tripas. Y es que si no eso, no duermo y si no como bien me angustio.Pueden hacerlo decentemente en un pub (por favor, pronuncien terminando en una sonora "pe", que algún día van a tener un disgusto), en especial si quieren saber que es eso del Fish & Chips, aunque suelen tener alguna otra cosa. Les recomendaré dos.. The Swan y el Carpenters Arms. El primero, según pueden leer, tiene varios siglos a sus espaldas y es un clásico, si no imprescindible. Para no cansarles, bebedero junto al matarile que daban a lo más granado y florido de la sociedad...
El Carpenters Arms queda más a trasmano, en Windsor, en un callejón anterior al de la Casa Inclinada. Bonito. Y también con su historia a cuestas. Resulta que en sus sótanos parece que existen unos túneles que lo conectan con los Apartamentos del Castillo de Windsor, donde vivieron los reyes durante unos 9 siglos, si mi memoria no falla. Así que pueden pensar lo que quieran.. Dicen, Oh my God!, que en realidad los usaban para ponerse ciegos de...
Bien, prosigamos. Ya en Londres, cené en la terraza -pequeñita- de Cristini, en una curiosa rotonda, sin obra y pintada en el suelo. Les aconsejaría que prueben el ravioli de langosta y gambas, que está muy rico. O el restaurante de comida india que está justo al lado. Para gustos, colores. Pero les dirigiré a otros sitios.. La mención de Cristini me ha recordado una escena de seducción que presencié en la mesa de al lado...
Ambos de treinta y muchos. Posiblemente escandinavos. Ella, vestida de verano en color malva, espectacular. Deslumbrante como solo pueden serlo las mujeres con personalidad e inteligencia que, además, físicamente tienen algún rasgo que les otorga un equilibrio fantástico. Él.., seguro y despreocupado.
Siempre sentí que seducir es jugar. Vivir y disfrutar. Entregarte a la inteligencia de ella y olvidarte de lucir pretendidas dotes. Escuchar. Y contemplar.. Y eso hizo él. En silencio. Bailar con los ojos de ella en silencio. Pensé que iba a ganarla.. ¡Pero qué señora!. Aceptó el reto. Y usó su palabra para llenar el aire de ritmo vital, mientras le bañaba con su sonrisa. Le aconsejé en silencio que se rindiese y se dejase llevar.. Ellas saben.
Así que pensemos en un lugar para ir a cenar suavemente con ella. Island, frente a Hyde Park. El ambiente es algo fresco; quizá puedan amparar sus hombros, si saben.. Luz tenue. Excelentes los calamares y la parrillada de carnes; la lubina con limón, quizá no tan a nuestro gusto. El servicio muy amable; en mi caso, brasileña.
Vayamos ahora a un lugar distinto y alejado del anterior. Tuttons, en Covent Garden. Es sorprendente la cantidad de franceses que encuentra uno allí; se comprende al probar el paté. Y la carne, sabrosa; aunque aun pidiéndola red rare me la dieron, para mi gusto, al punto. La próxima vez, pediré que me la sirvan viva .. ¡Ah!; excelente la sidra irlandesa, aunque tirando a dulce.
Compras y lugares
Hay dos tiendas que me privan: Harrods y Fortnum & Mason. He dudado si hablar sobre ellos aquí o en el apartado anterior, pues acudo a ellos a ... ¡siiii, a comer!. En Harrods suban al Terrace Bar a tomar el afternoon tea; es una manera de saber que es eso del té de las cinco. La bandeja más alta de pastelitos muy ricos, la de en medio de unos extraños bollos cuasi incomibles y la inferior con los típicos sandwichs británicos en tamaño mini, que si no les gusta el pepino y los ahumados van listos. El servicio atento. Pueden pedir café en lugar de té, pero se lo servirán clarísimo, así que solicítenlo bien cargado. Y cuando terminen pueden repetir.. ¡Ah!, y pueden pedir tap water; aquí y en otros sitios.Prueba superada. Así que vamos a lo serio. Lo que cualquiera de nosotros llamaría el supermercado. Organizado en salas, según productos. Y con posibilidad de comer ... ¿Qué quieren que les cuente?. Nunca se imaginarán lo que supone para mí contemplar tanto y tan bueno. Solo pasear despacio e ir observando orígenes y calidades, es un placer.
Olvídense de las prisas. Que en Londres hay mucho que ver -en este artículo solo picoteamos un poquito y sin mayores pretensiones, pues su único objeto es contarles algo de lo que he hecho-. Por mí pueden "hacer el turista" e ir con la lengua fuera, corriendo de aquí para allá, sintiendo que para una vez que salen en su vida tienen que ver mucho, aunque no se enteren de nada. Pero no es eso, no es eso.. No se trata de acumular, como si se tratase de un programa de puntos para que te regalen una fregona barata. Se trata de vivir, de saborear... Requiere tiempo y calma.
Sigamos, que me disperso con facilidad. En Fortnum & Mason .., más de lo mismo. El trato no es que sea para enamorar, precisamente; quizá me tocó a mí.. ¡Pero que espectáculo!. Distinto a Harrods, más elegante, con más estilo. Por cierto.. España tiene productos fantásticos, pero de nada sirve la calidad sin mejor presentación; nuestro aceite tiene inexcusablemente que desterrar el envase de plástico. Eso de que "el buen paño en el arca se vende" es una memez absoluta en el ámbito comercial actual. Precisamente en un comercio como este se aprecia el valor añadido del estilo y la imagen a la calidad intrínseca del producto. Sin duda. Y quien no es competitivo, se muere de hambre.
De modo que pasemos a la ropa. Acerquémonos a Ede & Ravenscroft. Allí pueden encontrar esa ropa tan necesaria para vestir como un señor. Lo de caballero tendrán que demostrarlo en la mesa, en el juego y con una mujer. Les aconsejo que pasen por la tienda abierta en Savile Row; suele vestir a gente de cierta calidad.
Prima el colorido. Calabaza, verde manzana, malva, amarillo huevo, azul río ... Gustos clásicos. El contrapunto de la chancleta sudada, el pantalón corto peludo y la camiseta sobaquera. En mi caso, encontré una americana azul mahón, a juego con una camisa listada en blanco y azul, corbata marrón carmelita, pantalón hueso y zapatos de ante malva oscuro que me encantaron. Y es que cada uno es cada cual y no como otros.
Jolgorio
Solo citaré dos .. ¿eventos?. Es que ahora se dicen cosas así; hay que epatar. Cantamañanas, pero epatantes. Así que vayámonos a uno de los lugares en que disfruto más, el Speaker's Corner de Hyde Park, junto al Marble Arch. ¡Me entusiasma y me divierte!. Lo primero porque puedo comprobar la disparidad del pensamiento humano y lo segundo por la puesta en práctica de lo primero.Les muestro un vídeo con dos especímenes, uno cristiano, tipo Texas -lugar donde hasta pudiera ser que ajusticiasen a un bebé (Homer Simpson dixit)- y otro musulmán. Subidos en sendas escaleras caseras, típicas del chapucillas, se desgañitaban pregonando sus creencias. Y de vez en cuando, el cristiano se volvía hacia el musulmán haciéndole gestos para que se callase, mientras daba alaridos mentándole a ...
Por si quieren contemplarles más a gusto incluyo alguna foto, tanto del musulmán como de otro curiosísimo..; vestido con prendas del Bristish Army (¡por favor, no sean paletos y no lo confundan con la Armada!), con el pelo cortadico, cortadico, una cicatriz en la cara y sosteniendo una bebida en sus manos, paseaba de un orador a otro mascullando su disconformidad.., hasta que se detuvo a perorar su pensamiento en voz tan baja y con tal pinta de alunado que no cosechó éxito alguno.
¡Y ahora démonos prisa y acudamos a la Fiesta Española!. Pues viene a resultar que hay que darse a conocer. Para que se hagan una idea del asunto voy a incluir unas cuantas fotos. En la primera, correspondiente a la Comunidad de Navarra, pueden ver una charanga; fíjense en el fulano del micro.. ¡¡¡Un crack!!!. Con un inglés parecido al que hablaba Sitting Bull, explicaba literalmente la letra de la canción.. Algo así como decirle a un Royal que "of lost to the river". ¡Absolutamente genial!.
El resto, pobrecico; para que engañarnos. Mucha publicidad y poca chicha. Promoción deportiva de nuestro baloncesto, fútbol y tenis. Exhibición de Emilio y sus coches (¡con que fuerza y habilidad ha sabido entrar en el mercado británico!), churros y poco más. ¡Ah!, representando a Aragón estaba un tal Callizo, dándose ufano el pote a costa de nuestros bolsillos.. La caseta de su comunidad autónoma, cerrada.
Lugares
En mi opinión, Londres es muy parecido arquitectónicamente. Si quieren ser viajeros y no turistas, hagan lo que hicimos nosotros; alquilen un coche con navegador en el aeropuerto y penetren de madrugada en la ciudad a través de los barrios periféricos. Observen al personal que está en la calle, alguna de sus fruterías abiertas, el fulano haciendo esquina, .. Eso, contemplar a quienes no conocemos, vivitos y coleando, es más instructivo que arremolinarse ante la Piedra Rosetta. Así que les mostraré algunas imágenes, más dulces, por si deciden caminar..Primeras casas de Eton vistas desde el puente sobre el Támesis
Acabo. Que ya va siendo hora. Quedaría Portobello.. Buen sitio para comprar, si se sabe que se compra y si se entiende sobre lo que se compra. Recuerden lo que cantaba Patxi Andión.. Lo demás, una masa enloquecida de Mari's gritando en español: ¡¡¡Pepiiiiiiiii, mira que mono, me chifla!!!. Y una soba como resultado de la caminata.. Así que les dejo, que tengo que descansar. Y ustedes también, después de semejante discurso...
6 comentarios:
He disfrutado mucho con el paseo por Londres, siguiéndote e imaginando. Y me ha entrado hambre con tanto y tan buen, por lo que parece, papeo.
Seguro que con tus compras estás "mucho guapo". Me gustan los colores de la chaqueta y de los zapatos.
Lo he pasado fenomenal con su variopinto recorrido. Coincido con Silvia en el asunto del vestuario. Del "speak" me quedo con el veterano de las Malvinas, que el andoba del sayo y el bonete me da mal rollo.
Mola su viaje.
Qué envidia. Es bonito Londres. Una cosa que hemos hecho alguna vez es comprar algunas cosillas en la zona de comida de Harrods y luego ir de picnic a Hyde Park. (En verano sólo ¿eh?)
También es un sitio que tiene conciertos muy frecuentes (http://bit.ly/9Nqi0k) y muchas conferencias (como las que salen anunciadas en Prospect magazine).
Es una lástima que sea un sitio tan caro.
Saluds
Me gustan los colores de tus fotos y las letras antiguas, me gusta el buen tiempo que se observa. Me gusta, mucho, la pinta que tiene el hotelito y la disposición inquebrantable de no viajar a lo turista.
¿Por qué los turistas, los veraneantes y gente vacacional estropean el paisaje con tanto ahínco? Con sus vestimentas, con sus modales y desconsideraciones, y con su gusto gregario de ir todos juntos a los mismos sitios, ¡Cuanto estorban!¡ Y cuánto cunden!
Más vale poco bueno que mucho malo. Así que coincido con tu gusto por esa forma de viajar.
Me ha encantado tu descripción del viaje !!
Y a me detallarás más cosas in person .
Yo tenía que haber ido hace poco con mi familia pero una nube tóxica nos lo impidió y amablemente decidieron devolvernos el dinero. Como lo tengo pendiente, utilizaré tu post como guía, aunque sólo sea por la parte gastronómica.
Un abrazo.
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