Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

jueves, 22 de marzo de 2007

Nadie es inocente

Hoy he mantenido una discusión intensa. Ha comenzado en términos jurídicos y no ha terminado.. Y ha ocurrido así porque las posturas eran irreconciliables. El tono ha sido comedido y la defensa de las posturas enérgica.
Y digo posturas porque no puedo hablar de argumentos. Por eso no ha terminado, ní terminará, ní hemos llegado a conclusión alguna. ¿Por qué?. Porque en lugar de ideas ha ido apareciendo la pasión. Y para razonar, para alcanzar acuerdos, para superar desencuentros, la pasión no es buena consejera.
El desencuentro ha llegado cuando se ha nombrado a los Estados Unidos... Haré una breve introducción, que les permita situarme ante el asunto y me ahorre explicaciones posteriores. Contactos con lo americano tuve, en principio, los que suele tener cualquiera, pues la cultura de nuestro primer mundo occidental sufre una gran influencia de la subcultura anglosajona en general y de la norteamericana en particular. No les concedo valor alguno, pues su superficialidad y deglución por la propia de cada sociedad, los inhabilitan como sólido fundamento de opinión. Quizá.., sólo el índice "Mac" sea útil para análisis económicos comparativos.
Terminé la carrera en 1965 y soy "hijo" de los años 60 del siglo pasado. Por cierto, así me ha ido.
Viví la llamada Revolución de Mayo del 68 en directo y a la española, pues era un romántico jovenzano ignorante, con una indigestión intelectual de no te menees y que salía con Marie Claude, una preciosísima parisina de inmensos ojos verdes, hija del alcalde de un municipio inmediato a la universidad y alumna de Ciencias Políticas.
Algo más de 10 años después me incorporé como oficial aliado a una unidad del Army (no sus empeñéis, que, aunque todos los periodistas lo traduzcan como Armada, es como se denomina en inglés al Ejército de Tierra). No hacia mucho que había acabado la Guerra de Vietnam. Y la habían perdido. Y sufrían en consecuencia una crisis importante, que se ramificaba tanto hacia los conceptos propios del Ejército, como a la relación de este con su sociedad (la crisis era parecidísima a la que se vive hoy en España en la misma Institución).
La idea que tenía sobre los Estados Unidos era de un reduccionismo brutal. Y ellos me correspondían de manera parecida. Torero versus Cowboy. Me sentía superior, tanto histórica como culturalmente. Y los pocos que conocían nuestra existencia no tenían precisamente buena opinión de España y de los españoles.
Poco a poco, fuí dándome cuenta de que la cosa no era fácil... Demasiada gente y demasiado variada. Mi oficial de operaciones de vuelo había nacido en Noruega, su mujer era coreana y sus hijos, uno nacido en Alemania y el otro en Alabama. El director del hospital militar era un ginecólogo puertoriqueño y su mujer, jefa del servicio de psicología, de Salamanca (¡cuanto me enseñó sobre la personalidad femenina!).
La emigración a los Estados -pues así los llaman ellos- ha sido enorme. Son una mezcolanza de razas, orígenes geográficos y culturas, que han ido integrándose a marchas forzadas en algunas cosas y manteniendo sus aspectos culturales originarios en otras. De ahí, quizá, la importancia y claridad de su sentimiento nacional, pues sin él es posible que ese batiburrillo saltase por los aires... (¿A qué me recuerda esto?).
Y algo importantísimo. Mientras aquí llevamos en los genes, gracias a siglos de historia, que existe sobre nuestras cabezas un rey, caudillo o estado, cuya bolsa es inextinguible y cuyo poder puede solucionar lo que sea, de manera que antes que nada hay que intentar ordeñarle, ellos desembarcaron en un territorio habitado por naciones pielerrojas y en su expansión hacia el oeste y hacia el sur, masacradas las poblaciones indias, no había otro poder y ley que la que el individuo y la comunidad se daban a si mismos. Nadie a quien pedir; sólo la suerte y el propio esfuerzo. Y eso ha conformado su mentalidad; como me dijo uno "este es un país de jodedores o de jodidos, el resto sobra". ¿Unos bárbaros?. ¿Qué, charlamos sobre Hernán Cortes y la conquista de México?; ¿o de Pizarro y el Perú?.
Cuando volví a España mis seguridades habían desaparecido. Me daba cuenta de que había conocido un país complejísimo y de que sí generalizar es siempre una estupidez y una demostración de ignorancia, hacerlo cuando existen tantas variables es peligrosísimo.
Más tarde estudié durante dos años sus instituciones y sistema jurídico; tuve alumnos de la Ivy League... Y cada vez me resultaba más difícil lograr un "máximo común divisor"..
Hoy me decían que los americanos son poco menos que unos criminales... Que son el cáncer de la Humanidad, dado su imperialismo y, en consecuencia, el desprecio con el que imponen al resto del mundo sus exigencias.
Sí, su estado es imperialista; es más, hoy es El Imperio. Cómo lo fue Roma, la Monarquía Hispánica, el Reino Unido, el Imperio Napoleónico,... Todos ellos ní mejores ní peores, sólo de épocas distintas.
Ignoran el Derecho Internacional en todo aquello que no les favorece. Mantienen Guantánamo, que vulnera todo Derecho y en especial los reconocidos en la Declaración de Derechos Humanos de 10 de diciembre de 1948 de las Naciones Unidas y en lo particular los recogidos en el Convenio (III) de Ginebra de 12 de Agosto de 1949, y ....
Hoy me decían que nosotros tenemos moralidad y ellos no. Será en la concejalía de urbanismo de Marbella, pensé..
Soy el primero en criticar los despropósitos, desprecios y violaciones del Derecho, imposiciones, .. y lo que sea de su gobierno, pero nunca criminalizaré a toda una sociedad en su conjunto.
Y nunca, nunca, nunca mantendré que soy ní mejor ní más moral que nadie. Porque lo vivido me ha demostrado que puedo ser capaz de lo más horrible y despreciable; y de lo mejor. Como cualquiera. Por eso, creo con firmeza que nadie puede considerarse inocente..

Post Scriptum: ¿En que serie española se critica al español masa con la misma ferocidad que ellos en The Simpson's?. ¿Y Family Guy?. ¿Y quien ha rodado aquí algo parecido a "Fahrenheit 9/11", de Michael Moore?. ¿Y donde nuestra "Human Rights Watch"? . ¿Y por qué Amnesty International fue fundada por un anglosajón -británico- y no por un español?

9 comentarios:

Mar dijo...

Absolutamente de acuerdo contigo en esto :). No soporto las generalidades, es como hace unos años los maños pillaron una manía indiscriminada contra los catalanes, o cuando confunden ETA con todo el pueblo vasco... Hay que diferenciar lo que son los actos y lo que es la persona. En fin... creo que yo hubiera actuado también apasionadamente en esta discusión.
Besos de buenas noches ;)

Cobre dijo...

Muy buen artículo, post o como quieras llamarlo. Si señor.
Que nosotros tenemos moralidad y ellos no?, no me fastidies, esto es nuevo. Que ahora eso viene dado por el sitio en el q naces!.
Mira, a estas alturas tu ya conoces mi modo de pensar, y sabes q en muchas ocasiones es radicalmente opuesto al tuyo; q a los americanos les podría dar mucha caña y creo q con motivo, pero generalizar de ese modo me parece absurdo y estúpido, y yo no lo haré. Soy la primera a la q en alguas dicusiones le cuesta contener la pasión, q muchas veces me dejo llevar por ella, pero tenemos q tener la cabeza encima de los hombros para algo. No se puede juzga a una totalidad por unos cuantos individuos, y puestos a criticar.. primero mirémonos en el espejo a ver q leches vemos.
Mi santa madre dice q es muy fácil ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio.
Cuando yo digo q somos, o podemos ser, todos unos miserables..

Y ahora ya me callo y te dejo en paz, q a estas horas ya estarás siendo un niño bueno...

Besazos, tururú; en los morros, claro!

Silvia dijo...

Buenos días
Como muchos (supongo que influidos por cierta corriente intelectual antiamericana) yo también sentí esa superioridad moral, y un cierto desdén por su cultura, sobre los Estados Unidos cuando era más joven.
Pero una crece, tiene más información (y capacidad para manejarla) y una nueva perspectiva de las cosas.
Me ha gustado mucho tu artículo y me ha hecho pensar en algunas cosas. Muchas gracias
Un beso

Silvia dijo...

Algo que olvidé preguntarte en mi comentario, ¿el índice Mac es lo mismo que el índice Big Mac?

Anónimo dijo...

Ya nos cuesta desprendernos de ese sentimiento pueril que rechaza el todo por la parte. Estamos acostumbrados a explicaciones viscerales y superficiales de las cosas.No pasa nada porque seamos autocríticos en esta Europa que aún cree que su ombliglo tiene más pedigree que el de la democracia estadounidense.
Un abrazo

Turulato dijo...

Comparar económicamente dos grupos humanos es harto difícil. Las variables que inciden sobre ellos y la distinta importancia que tienen para cuantificar su calidad de vida, dificultan en extremo la tarea.
Pero hay algo que es casi idéntico y se consume por igual en cualquier lugar, una hamburguesa McDonald's.
Por ello, comparar el precio de la misma con el salario básico o el medio de varias sociedades determinadas, puede darnos una imagen real de quien es quien.
Si "Elo", es lo mismo.

Anónimo dijo...

"Castilla miserable, ayer dominadora,
envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora.
¿Espera, duerme o sueña? ¿La sangre derramada
recuerda, cuando tuvo la fiebre de la espada?"

Cuántas veces hemos hablado sobre este poema de Machado, amigo Turu... La ignorancia apasionada mezclada con fanatismo es un cóctel que ya sabemos a dónde conduce.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Verdaderamente no creo que nosotros (españoles) podamos dar lecciones de democracia a los norteamericanos. Ni a los anglosajones. Aunque se atribuye la democracia a los griegos, creo que hoy nos sorprenderían muchas cosas sobre el ejercicio del poder en esa época. Quizá sea porque el individualismo siempre ha formado parte de nuestra esencia cultural, pero desafortunadamente los españoles no estamos demasiado interesados en la “cosa pública”. Por lo menos los estadounidenses se sienten implicados unos con otros. Ahora este “pensamiento blando” que nos está invadiendo nos hace cada vez más hipócritas.

Plenamente de acuerdo contigo en casi todo. Además, me ha gustado mucho el estilo.

Manolo dijo...

Creo que la mala impresión que nos hacen otros países es en parte por el desconocimiento.

Hace ya años al llegar a Inglaterra, recuerdo que yo pensaba que un compañero era un cretino integral, y él sospecho que pensaba que siendo español yo, no sabía nada de nada.

Un día, vi que reconoció una novela de Bruce Sterling (uno de mis autores favoritos) que yo estaba leyendo y creo que mi opinión del fulano cambió. Otro día después de ver a un fulano, éste dijo "bah, tendrá tuberculosis" y le pregunté en sorna si estaba leyendo la "Montaña mágica." Desde entonces creo que me miraba de otra manera.

En otro orden de cosas, creo que decía Maquiavelo algo así como que los hombres no son ni perfectamente buenos ni abyectamente malos, sino que la mayoría se encuentra en un lugar intermedio.

Creo que lo de crear ONGs es parte de ese espíritu pragmático (como el BigMac index) y emprendedor de los países anglosajones. Aquí dicen que esas cosas comenzaron en la época victoriana, sospecho que por coexistir la riqueza del imperio con la miseria y corrientes como el metodismo. Ese "dejar hacer" es anatema en España, pero no sé bien porqué.

Saludos