Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

jueves, 9 de marzo de 2006

Unas cuantas imágenes..

¿Qué les parece sí, en este artículo, escriben ustedes el texto?.
Mis palabras, hoy más que nunca, son mis silencios




Gracias "Eloryn", Cabo, Marian, "Dianora", Anónimo e "Irritado". Mi intención, más que mantenerme en silencio y dejar "mi mensaje" a través de las propias imágenes, era pulsar vuestra opinión sobre tres aspectos controvertidos y muy importantes.
El primero, la cultura de la imagen en la que vivimos. (La homosexualidad, contra la importancia acomplejada que quieren atribuirse hoy los homosexuales, es tan antigua como el recuerdo de la Humanidad; ha existido y existirá, como el incesto matrimonial, la poligamia y la poliandria, y muchas otras expresiones de la sexualidad social. No iba por ahí).
Vivimos una sociedad de masas donde el individuo casi es una excepción. Probad a disentir del común y veréis. Y a la masa la educa la imagen. La cuestión es: ¿Nos preocupan las imágenes que percibe nuestra mirada?.
El segundo es la innovación tecnológica. ¿Por qué hay personas que deciden "desengancharse" del conocimiento tecnológico?. ¿Se puede vivir sin un conocimiento suficiente como usuario de los medios técnicos de que disponemos?. Y sí la respuesta es afirmativa, ¿qué se gana y se pierde?.
El tercero es la relación entre la Mujer y el Hombre. ¿En qué se basa?; ¿en el amor, el sexo, el dominio, el miedo, la economía, la necesidad, el resquemor "cainita", la soledad, la esperanza, ...?. ¿Y por qué?.

8 comentarios:

Silvia dijo...

"Cada paso es un suplicio. Los músculos de mi espalda doloridos por el peso del fardo, una rama que me araña el cuello, el frío que me cala hasta los huesos, la cuerda que roza mis manos...
Oí por ahí que hay gente que lee tu futuro en la palma de la mano. Mi futuro no sé, pero por los cortes, ampollas y heridas, no haría falta ser muy listo para averiguar mi pasado. Manos curtidas y envejecidas por una vida de trabajo y sacrificios. ¿Y para qué?
Levanto la mirada y le veo delante mía. ¡Mírale como camina! Con esa actitud ‘chulesca’, que en el pasado me resultó atractiva, pero que ahora...Ni una sola vez se ha girado para ofrecerse a compartir la carga o a preguntar como estaba. A él sólo le importa él mismo y supongo que así ha sido siempre. Es triste pensar que esta es la clase de amor que él me ofrece.
Pero yo soy distinta. Llevo sobre mis hombros la posibilidad de un futuro mejor para los míos. Porque para eso sirven todo este trabajo y sacrificios, ¿no? Para que ellos tengan una oportunidad. Así que, saco fuerzas de flaqueza y doy un pasito más hacia adelante."

Esto es lo que me cuenta a mí la última fotografía.
Un besazo,

Luis Caboblanco dijo...

No sabría decirte cual me ha gustado más... quizá la de los dos niños "jugando a vaqueros". ¿Puede ser que lo de jugar a médicos haya pasado a la historia?

Anónimo dijo...

Me has "pellizcao" las entretelas con las imágenes. Nos has puesto mucha tela que cortar, así que estoy con la lengua de medio "lao",intentado enhebrar el tema, como la monjita... A propósito¡Que viva la madre superiora!, ahí la tienes, gozando como una posesa, que trabajo nos va a costar que suelte el ratón la mujer, ahora que le ha cogido el tranquillo.
Por partes:
La viñeta, pues que los niños imitan lo que ven, claro, pero la homoxesualidad no es contagiosa, lo más probable es que los chiquillos que ahora de están comiendo los morros a la que te descuides, se lo parten con la misma afición. Creo que el autor de la viñeta a lo que se refiere es al"desenfoque" que sobre educación en la sexualidad tenemos los adultos.Se trata de que interpreten lo que ven y eso a ciertas edades es necesario cuidarlo y expresarlo con naturalidad por parte de los padres, sobre la marcha y en casa que ver una película los cuatro juntitos y tantearnos no está nada mal.
Respecto a la última imagen,la "burra de carga" en el sentido literal y desgarrado creo que Eloryn ha interpretado de maravilla cómo cualquiera con un mínimo de educación en la dignidad es capaz de ponerse en la piel del explotado ( en este caso una mujer, pero también un niño...)
Desde el principio me ha parecido que hablábamos de educación y de mujeres de revoluciones silenciosas...
Un abrazo

Anónimo dijo...

Wow! Bueno...a ver, estas imágenes me hacen reafirmar lo que pienso sobre algunas cosas. En primer lugar, la diferencia entre los sexos se está haciendo cada vez más pequeña. En segundo lugar, en poco tiempo los heterosexuales vamos a ser "anormales, extraordinarios, contados con los dedos de las manos, etc..".
Todo producto de la liberidad de las mentes y de la vida moderna...No sé a dónde vamos a ir a parar...Bah, me preocupan más mis hijos :S
Besos. Gi

Anónimo dijo...

Una imagen vale mas que mil palabras, la última aunque no es la primera vez que la veo, siempre me impacta, principalmente por ser el reflejo de una realidad demasiado repetida.

இலை Bohemia இலை dijo...

Hola!!! Los otros días no pude comentar, no se abría el enlace, pero quiero dejar constancia de que me reí mucho con el primer chiste, y al día siguiente se lo comenté a mi novio y nos reímos juntos, y eso que sólo fue una descripción....
La monjita no sé que está viendo pero, parece que fuera algo picante...jejeje

Un besiño!

Anónimo dijo...

1ª) Se imita lo que se ve. "Demasiada televisión"

2ª) El entusiasmo y las ganas de aprender no tienen por que perderse con la edad.

3ª) Siglo XXI y en algunos lugares todavía no se enteraron.

Un saludo

Anónimo dijo...

El niño es el ser que más capacidad de imitación tiene.De sus educadores y ambiente donde se desarrolle, depende su futuro comportamiento en la vida

En el segundo caso lo que han coseguido,calladamente las religiosas, sin temor y paso a paso,es ponerse en íntimo contacto con las ciencias y las nuevas tecnologías, eso por un lado y por otro que las ansias de aprender no tienen edad.

El tercer punto es una verguenza, que en el siglo XXI en naciones como España exista en algunas zonas ese tipo de actuación y sometimiento. Aunque la fotografia sea de fuera,podemos hacerla nuestra.
Un abrazo Nina