Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

domingo, 8 de octubre de 2006

Cena notarial

El sábado fuí de boda. Y antes de seguir confesaré que cada día me siento más lejos del "circo" en que se han convertido. Oyendo, con los ojos cerrados, la fórmula que manifiesta el consentimiento matrimonial, me quedé en suspenso..
¡Impresionante!. ¿Se han parado a pensar el compromiso que encierra?. Entrega total al otro y de por vida... Para discurrir durante horas. ¡En fin!.

Para cenar, mi anfitrión había dispuesto una mesa notarial. Gente seria los notarios, pero no cenando.. Nos pasamos el condumio relatando anécdotas de clientes, comenzando por "Maruja" y su necesidad de traducción registral...
Hubo tres anécdotas muy simpáticas, que quiero compartir con quien me visite...
La primera se produjo en el acto de otorgamiento de capitulaciónes matrimoniales de una pareja, que, como muchas personas cuando se enfrentan al lenguaje jurídico, se aturulló y no comprendió nada de lo que se les decía.
Cuando se les preguntó cual era su régimen matrimonial, ambos se miraron, agacharon confusos la cabeza y, al fin, el hombre dijo en voz baja:
"Pues sí va bien, dos a la semana. Aunque sí tuve viaje, sólo los domingos."

La segunda ocurrió en el acto de firma de una escritura; el otorgante manifestó que no sabía leer ní escribir, por lo que en lugar de firmar deseaba poner su huella genital...

Y la última sucedió en una habitación de un hospital. Como habrán comprobado, el trabajo de una notaría suele acumularse, por lo que las actuaciones fuera del despacho es preciso hacerlas en el menor tiempo posible.
El caso es que cierto notario de Valladolid fué solicitado para el acto de otorgamiento de un poder por un anciano que estaba hospitalizado. Cuando llegó a la habitación, su cliente no estaba visible, pues se encontraba en el baño...
El tiempo pasaba y el enfermo -con un proceso gastro-intestinal- no salía, por lo que el hijo de este, ante las protestas del notario, le dijo:
"Tranquilo, que se lo soluciono ahora mismo". Y antes de que nadie reaccionase, abrió de golpe la puerta del baño, de manera que el compareciente, que estaba sentado en el trono, quedó a la vista...
"Proceda señor notario, proceda". Ante semejante desafío, el notario respondió con gallardía y, en voz bien alta y a pie firme, formalizó lo debido, ante el asombro de quienes pasaban por el pasillo de la planta, que veían a un fulano trajeado diciendo cosas raras a una pared..

9 comentarios:

Silvia dijo...

Qué bueno!!!Qué bien sientan las risas matutinas!!
Una duda, también eres notario?
Un beso

Luis Caboblanco dijo...

Hola Turu.. Es lo que tienen las cenas y bodorrios.. ¡Que dan para mucho en cuanto a anécdotas y chascarrillos!

¿Ya te has pasado a la nueva versión de Blogger?

Mafalda dijo...

Ja ja ja.Lo de las capitulaciones me encantó. Lo del hospital es fuerte.
Sigue yendo a más bodas y nos cuentas.
Besotes.

Thunderstruckz dijo...

Como coloca imagem no topo do blog e muda o idioma do "Comments" ?

o.O


Belo blog

Cobre dijo...

Q práctico es aplicar aquello de q preguntando se llega a Roma!,aunq lo del régimen matrimonial... me parece excesivo!

Besos Tururú

Outsider dijo...

De risa! ja!

Anónimo dijo...

Ya echaba en falta tus "chascarrilloa". Me he reído un montón y sí las bodas y las comuniones nos van quedando alejadas en muchos aspectos, sobre todo en el teatral...
Bicos.

Mar dijo...

jajajajaja pues no estaba mal 2 a la semana jajajaja.
Ayyy tal vez no tenemos anécdotas así de jugosas pero hay que ver lo que nos "impresiona" ir de notarios, abogados o juicios :S

Besos dentro de la legalidad

Julia dijo...

Siempre me han dado envidia los notarios, la verdad es que les cuesta horrores sacarse una placita entre carrera, oposicion, etc... pero despues ¡¡cómo viven!! a 600 euros los 20 minutos de atención al cliente. Cachis.,.

Y encima de vez en cuando se ríen.

Gracias por las anécdotas, Muy divertidas.