Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

viernes, 16 de junio de 2006

Perspectiva y humildad

Hace años viajó a Manhattan una conocida mía; cuando volvió exclamó: ¡Madree, como "el Espolón" nada!. Hay una parte de su expresión que asumo -la que corresponde a ese placer excelso del momento en que uno se suelta los refajos y se "espatarra" en su cama-, pero hay otra que me inquieta y que se origina cuando se necesita magnificar siempre lo propio sobre lo ajeno.
A mí me gustó siempre lo desconocido. Cuando elijo la comida en un restaurante pido, sí se da el caso, aquel plato que nunca he comido y sí la carta está en una lengua que no comprendo, y corresponde a una cocina exótica, cierro los ojos y lanzo el dedo al encuentro de la suerte..

Mi estilo me ha llevado, más de una vez, a pasarme la noche sentado en una banqueta y "amorrao" al lavabo, procurando aplacar con litros de agua la batalla que se daba en mi estómago. Y también me ha enriquecido de una manera extraordinaria, tanto en el paladar como en mi cultura y mis sentidos.

En mi adolescencia sentía que el mundo se reducía a unas cuantas millas al Norte-Sur de Cabo Mayor; y también que los norteños éramos.. ¿superiores? al resto. Fiel reflejo del ambiente. Por cierto, un inciso; sé donde está una foto del padre Javier Arzallus S.J., que fué profesor de mi colegio, vestido con negra sotana, cubierto con boina y montando un pollino..

Sigamos. En mi juventud, aun manteniendo mis venas llenas de agua salada, tuve que reconocer que no sabía distinguir que luna era más clara, sí la que reía con la espuma de las olas o la que disfrutaba deslizándose por un nevero. Empecé a sentir cuanta riqueza, ¡y que distinta!, pone la vida a nuestra disposición.

Y años más tarde, cuando era piloto de pruebas, supe de lo pequeña que es España; probando turbinas, al límite de potencia, ves desde Galicia a Cataluña y desde el Cantábrico hasta Madrid. En una sola mirada.. No, no somos tan importantes.

Mi apertura se consolidó cuando viví, por razones del oficio, fuera de España. Me dí cuenta de que no soy, ní somos, algo singular, sino una pequeña muestra de la riqueza de la especie. Por eso me llama muchísimo la atención lo convencidos que están muchos españoles -quizá lo noto aún más en cierto tipo social de mujeres- de que "el paseo de...", "la plaza ....", "vivir en ..", ...., no tiene parangón alguno.

Así que de vez en cuando procuro vacunarme por miedo al contagio. Me he ido a Zürich.

El lago desde mi habitación

Descubrí Alemania a finales de la década de los 70 del siglo pasado; razones del oficio. Luego, a comienzos de este siglo, uno de mis hijos se fue a vivir a Suiza. En ambos países me encuentro como pez en el agua; prefiero el carácter alemán, pero estoy más cómodo en Suiza.

Y además se daban las circunstancias apropiadas... En Basilea tienen ustedes hasta este fin de semana una de las ferias de arte más importantes -sino la que más- del mundo, junto con la de Chicago.

Fuente en el casco antiguo de Basilea


Patio del Ayuntamiento de Basilea

Coincidí durante un desayuno con José Manuel Ballester -a quien no conocía personalmente- y que charló con el MOMA con la misma tranquilidad con la que yo pido un "cafelito"; cosa normal en álguien más joven que yo y con obra expuesta en "el Reina Sofía".

Me preguntó que me había llevado al Arte y le contesté que el aburrimiento... Es muy tranquilo y ni se inmutó, aunque la galerista abrió unos ojos como platos.. ¡Qué interesante, qué interesante..!, repetía.

Para descansar, me fuí a la zona del Lago de los Cuatro Cantones y del Lago de Zug, que es una de mis preferidas y donde se originó la Confederación. Pensé en ir a Zermatt, a esquiar en glaciar, pero no me apetecía el viaje.

Lago de Los Cuatro Cantones, visto desde el Rigi hacia el Pilatus, Lucerna y los Alpes Berneses


Lago de Zug, con Zürich en el último horizonte


Lago de Los Cuatro Cantones, en la base del Rigi y cerca de Vitznau

Antes de volver, me he dado mis paseos habituales.. La Bahnhofstrasse, donde uno se da cuenta de que pasear sobre las cámaras acorazadas de la banca suiza imprime carácter, amén de que no conozco mujer alguna, por intelectual que sea, que no salga con tortícolis de tanto mirar escaparates. Sencillos, eso si; Bulgari, Cartier, Rolex,... ¡Ah, y nuestros Zara y Máximo Dutti!.

Me gusta "Terrasse" en Limmatquai y no tanto el "Café Odeon", que está casi enfrente y cuyo ambiente -en ocasiones- de jóvenes lesbianas agresivas me supera. Su carta de precios les puede orientar, aunque no es caro.

Además, en Zürich, algunos suizos sienten placer andando descalzos por la calle; aún no son mayoría los jóvenes que caminan de esta guisa, pero si suficientes. Y por muy suizos que sean van hechos unos guarros.

Para alojarse -discúlpenme, la casa es pequeña y yo no..- les recomiendo el "Eden au Lac" en el Utoquai. Las habitaciones que dan al lago tienen una vista muy bonita, pero también tráfico; normalmente el aislamiento sonoro es suizo, aunque..

No hay duda de cual es mi barrio...; ní mejor ní peor que cualquier otro. Pero, eso si, verde..

Y para terminar, una visita a la "Eteja" -así suena en español-. Su ambiente, junto al de economía de Saint Gallen, claramente multinacional y plurilingüe, nos reubica en el lugar que nos corresponde. Aquí me siento algo tristón; me gustaría que también en España me contestasen, cuando pregunto quien dirige .... : Herr Doktor...., el Nobel del año ...

11 comentarios:

Anónimo dijo...

En pos primeros parrafos cuentas lo que para mi son verdades casi absolutas, somos un pequeño grano en el ...del mundo. Ser ciudadano del mundo y abrir nuestra vida y nuestros sentidos a lo nuevo, a lo diferente es una buena forma de vivir.

¡Ah! Y gracias por la magnifica descripción de una ciudad que desconozco.

Cobre dijo...

Viendo las fotos no hay duda, has disfrutado estos días.

Gracias por la descripción, por las recomendaciones y por acercarnos un poquito lo q hay más allá de nuestros ojos.

Si q se quedan pequeños los madrileños Reina Sofía y El Prado con sus exposiciones leyendo esto, si..

Un beso Tururú

Silvia dijo...

Una duda, esa conocida tuya no sería burgalesa, ¿no?. Es que "El Espolón" en Burgos es una gozada, pero hay miles de sitios en todo el mundo igual o más bellos. Depende del momento de cada uno y de las vivencias que tenga en su maleta.

Gracias por descubrirme un poquito más Suiza y despertar mi curiosidad por lo que parece un lugar bellísimo. Aunque casi me gustaron más las fotos con todo cubierto de nieve...

Un beso

Luis Caboblanco dijo...

Yo, desde el desconocimiento, preferiría conocer a fondo Alemania. Apenas he visto retazos pero supongo que tiene zonas que deben ser impresionantes. Suiza me llama la atención, pero no tanto. En cuanto al caracter, también me es extraño, aunque espero que no sean tan cuadriculados como parecer. Por otro lado, bien pensado, puede que sea ese caracter el responsable de su fastuosa recuperación después de la Segunda Guerra Mundial... bueno, eso, y el dinero americano...

Anónimo dijo...

Un momentín... no has dicho nada de chocolates :).Supongo que no es por la dieta ,sino por huir del tópico.Eso convierte el placer de viajar en una maratón frenética. No se puede captar la esencia de algo si no se aprende a ver, oir, oler, degustar y palpar atmósferas distintas con ese sentido de la humildad al que te refieres.
Has disfrutado, se nota.
Las fotos son estupendas. Lástima este Inglés mío tan deplorable, que me da un coraje que mañana sin falta, desempolvo el "Collings concise".
Un besín y gracias por el paseo

Turulato dijo...

"Cobre" el Prado es único; la "pega" es que sólo tiene pintura.
Luís, efectivamente gracias al Plan Marshall pero también, e imprescindiblemente, a la emigración del Sur, que permitió tener un baratísimo factor trabajo sin deslocalizar, con el consiguiente aumento de la Renta Nacional. En Suiza ya reconocen plenamente la aportación a su "milagro" de los italianos, que fueron los primeros en llegar en masa. Y no sólo en lo económico sino en lo cultural, como por ejemplo en la gastronomía, pues antes era dificilísimo encontrar pescado, frutas y verduras variadas -so pena de "un h.... y parte del otro"-, mientras que ahora...
Marian, el chococlate a la española y con churros -o porras-. Con migas extremeñas está muy bueno. Y sí lo acompañas con un buen Ojén, Cazalla, Chinchón seco especial u Orujo, es un desayuno de lo más propio.
A la española se hace con agua y sin azucar, mientras que a la francesa es con leche y dulce. Y es una bebida, no un puré; la costumbre de considerarlo mejor cuanto más espeso no es otra cosa que un síntoma del hambre que hemos pasado en España y se conseguía añadiéndole harina, por ejemplo. Sí se espesase a base de cacao no habría hijo de madre que pudiese con el amargor.
Yo recomiendo añadirle un toquecito de pimienta roja, que le da un punto exquisito..
Con las actuales normativas, en Suiza se expone y se vende según el % de caco puro que incorpora. Lo máximo que he encontrado es uno negro de 80% de pureza. Símplemente mira la composición del que tengas en casa...

Anónimo dijo...

Espero q hayas tenido un feliz 19 de junio niño mio..

Un besazo

Mar dijo...

El mundo es maravilloso y según cómo y quién te lo cuenta todavía lo es más.
Cuando era más joven me resultaba dificil encontrar la belleza en algunos lugares harto conocidos (por aquello de que no sabemos apreciar lo nuestro), pero conforme pasa el tiempo ya puedo estar en una llanura sin árboles ni arbustos, que sabría encontrarle su "puntito encantador" (sería un lugar ideal para mirar las estrellas).
Me encanta salir del cascarón, no puedo evitarlo.
Tu viaje, las fotos, el relato... precioso.

Julia dijo...

Preciosas fotos. Gracias por contarnos asi tu viaje. Te damos permiso para tomarte vacaciones de vez en cuando si después nos compensas asi. :-))

Una vez compre chocolate 100% cacao, y lo tenia en casa (duro una eternidad) para gastarle bromas a las amigas, y (cruel que es una) a algun que otro infante que cayo por casa. Es horrorosamente malo, tenemos que agradecerle al que se le ocurrio echarle azucar la buena idea que nos ha convertido en adictas a... Sin azucar no habría ni una adicta al chocolate. Seguro.

Anónimo dijo...

Un verdadero placer leer tu reseña de viaje e imaginarlo todo.
Lástima que me de tanto miedo el avión...pero espero corregirme, porque el disfrute de recorrer este bello mundo es algo inigualable.
Bicos.

Turulato dijo...

Carmiña, hay un tren hotel desde Barcelona a Zürich. En "Gran Clase" -con cuarto de baño completo en cada cabina- el viaje sale por 560 € e incluye una excelente cena y un no tan buen desayuno en el coche restaurante.